Por Joaquín Jiménez Maxwell
Diario Libre/12/12/2008
Desgraciadamente la ideología marxista y leninista en sus inicios cayó en manos de dos psicópatas que arrastraban problemas psicológicos desde su niñez: José Stalin en la Unión Soviética, y Mao Tse-Tung en China, quienes con sus criminales acciones colectivas, a nivel de exterminio, no sólo desacreditaron dicha ideología; sino que le proporcionaron al mundo capitalista bastante material mediático para su descrédito y para que la Iglesia Católica, dentro de su ideología conservadora, calificara a los comunistas de ateos y disociadores.Durante todo el tiempo llamado de la "guerra fría", cuando la Unión Soviética y China trataban con métodos violentos de conquistar al mundo, los países capitalistas, bajo el mismo sistema, imponían sus criterios, creando dictaduras militares en todo el mundo, especialmente en Latinoamérica. Más de 20 regímenes democráticos fueron derrocados, la mayoría en forma sangrienta con el mismo propósito.La democracia capitalista corsaria, practicada por los Estados Unidos durante todo el siglo XX, es el sistema de gobierno más perverso que pueda existir; su método para producir riquezas está fundamentado en la explotación humana, el soborno, el asesinato vil y en la ley de arrebatarle, diplomática o bélicamente, las riquezas de los países más débiles; método que sofisticaron con un traje llamado neoliberalismo y una etiqueta, la cual bautizaron como la globalización económica. ¿El propósito? Siempre ha sido el mismo: explotar económicamente a los más débiles.Dice un refrán popular: "no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista" y ningún negocio en el mundo sustentado en el robo, la estafa, el corsarismo, o en base a lacayos políticos o el gangsterismo, es imposible que subsista. El socialismo cubano, que no fue impuesto gratuitamente por sus líderes revolucionarios, Fidel Castro y el Che Guevara; sino porque EE.UU. los obligó a buscar un padrino que les protegiera, han demostrado creer más en Dios que George W. Bush, pues pese a las precariedades económicas que ha sufrido la isla en el último medio siglo, por el criminal bloqueo de los ya casi ex-dueños del mundo, deben sentir vergüenza frente a un pobre país con la más alta inversión en educación de América: el 9.8 de su PIB y el de más bajo analfabetismo, de apenas un 0.2%. Destacados economistas internacionales, hace más de dos años, vaticinaron que existían todas las evidencias de que la China Comunista se convirtiera en la primera potencia económica del mundo, sin siquiera sospechar, la presente tormenta económica que estremece a la tierra del tío Sam.Cuando en el 2006, varios economistas independientes se refirieron a la inminente caída de EE.UU. como potencia económica, y la posibilidad de que China comunista ocupara su lugar, ya el Consejo Nacional de Inteligencia conocía dicha información; pero esperó hasta el día 20 del mes de noviembre para hacerla pública, con la advertencia de que China, la India o Rusia tienen las posibilidades de apoderarse de la hegemonía mundial.Desde el punto de vista comercial, ya China es el país de mayor exportación a nivel global; pero más aún, mientras en el último medio siglo, EE.UU. se dedicó a derrocar los gobiernos constitucionales con fines corsarios, la China Comunista invirtió su tiempo y esfuerzos diplomáticos pacíficos en desarrollar sus relaciones comerciales con todo el mundo; logrando tan excelentes resultados, que hoy en Sudamérica, sólo con excepción de Colombia, los demás países del Cono Sur están comercializando con la China Comunista, en base a contratos con intereses bilaterales, no sólo de interés unilateral al estilo norteamericano.Para desgracia de EE.UU., hace aproximadamente medio siglo que los europeos se inventaron el socialismo: sistema de gobierno con un "chin" de comunismo y otro poquito de capitalismo. ¡Tremendo éxito! La pregunta del millón de dólares sería: ¿Cuál será la actitud de Barack Obama, como Presidente de Estados Unidos, quien encuentra un país en bancarrota total; todos sus aliados europeos, incluyendo la Madre Patria, el Reino Unido, practican la política socialista y los países sudamericanos, incluyendo las Guyanas y excluyendo a Colombia, han entrado en un proceso de conversión al socialismo? Probablemente, un gran sector del capitalismo corsario norteamericano, especialmente republicano y texano, no querrán admitir su derrota; pero todo parece indicar que ganó el socialismo.
Desgraciadamente la ideología marxista y leninista en sus inicios cayó en manos de dos psicópatas que arrastraban problemas psicológicos desde su niñez: José Stalin en la Unión Soviética, y Mao Tse-Tung en China, quienes con sus criminales acciones colectivas, a nivel de exterminio, no sólo desacreditaron dicha ideología; sino que le proporcionaron al mundo capitalista bastante material mediático para su descrédito y para que la Iglesia Católica, dentro de su ideología conservadora, calificara a los comunistas de ateos y disociadores.Durante todo el tiempo llamado de la "guerra fría", cuando la Unión Soviética y China trataban con métodos violentos de conquistar al mundo, los países capitalistas, bajo el mismo sistema, imponían sus criterios, creando dictaduras militares en todo el mundo, especialmente en Latinoamérica. Más de 20 regímenes democráticos fueron derrocados, la mayoría en forma sangrienta con el mismo propósito.La democracia capitalista corsaria, practicada por los Estados Unidos durante todo el siglo XX, es el sistema de gobierno más perverso que pueda existir; su método para producir riquezas está fundamentado en la explotación humana, el soborno, el asesinato vil y en la ley de arrebatarle, diplomática o bélicamente, las riquezas de los países más débiles; método que sofisticaron con un traje llamado neoliberalismo y una etiqueta, la cual bautizaron como la globalización económica. ¿El propósito? Siempre ha sido el mismo: explotar económicamente a los más débiles.Dice un refrán popular: "no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista" y ningún negocio en el mundo sustentado en el robo, la estafa, el corsarismo, o en base a lacayos políticos o el gangsterismo, es imposible que subsista. El socialismo cubano, que no fue impuesto gratuitamente por sus líderes revolucionarios, Fidel Castro y el Che Guevara; sino porque EE.UU. los obligó a buscar un padrino que les protegiera, han demostrado creer más en Dios que George W. Bush, pues pese a las precariedades económicas que ha sufrido la isla en el último medio siglo, por el criminal bloqueo de los ya casi ex-dueños del mundo, deben sentir vergüenza frente a un pobre país con la más alta inversión en educación de América: el 9.8 de su PIB y el de más bajo analfabetismo, de apenas un 0.2%. Destacados economistas internacionales, hace más de dos años, vaticinaron que existían todas las evidencias de que la China Comunista se convirtiera en la primera potencia económica del mundo, sin siquiera sospechar, la presente tormenta económica que estremece a la tierra del tío Sam.Cuando en el 2006, varios economistas independientes se refirieron a la inminente caída de EE.UU. como potencia económica, y la posibilidad de que China comunista ocupara su lugar, ya el Consejo Nacional de Inteligencia conocía dicha información; pero esperó hasta el día 20 del mes de noviembre para hacerla pública, con la advertencia de que China, la India o Rusia tienen las posibilidades de apoderarse de la hegemonía mundial.Desde el punto de vista comercial, ya China es el país de mayor exportación a nivel global; pero más aún, mientras en el último medio siglo, EE.UU. se dedicó a derrocar los gobiernos constitucionales con fines corsarios, la China Comunista invirtió su tiempo y esfuerzos diplomáticos pacíficos en desarrollar sus relaciones comerciales con todo el mundo; logrando tan excelentes resultados, que hoy en Sudamérica, sólo con excepción de Colombia, los demás países del Cono Sur están comercializando con la China Comunista, en base a contratos con intereses bilaterales, no sólo de interés unilateral al estilo norteamericano.Para desgracia de EE.UU., hace aproximadamente medio siglo que los europeos se inventaron el socialismo: sistema de gobierno con un "chin" de comunismo y otro poquito de capitalismo. ¡Tremendo éxito! La pregunta del millón de dólares sería: ¿Cuál será la actitud de Barack Obama, como Presidente de Estados Unidos, quien encuentra un país en bancarrota total; todos sus aliados europeos, incluyendo la Madre Patria, el Reino Unido, practican la política socialista y los países sudamericanos, incluyendo las Guyanas y excluyendo a Colombia, han entrado en un proceso de conversión al socialismo? Probablemente, un gran sector del capitalismo corsario norteamericano, especialmente republicano y texano, no querrán admitir su derrota; pero todo parece indicar que ganó el socialismo.
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