miércoles, 30 de marzo de 2011

Libia y la hipocresía de Occidente

Editorial de La Jornada
Marzo 30 de 2011.-

En los años pasados, y al margen de divergencias ideológicas y políticas, esas potencias suscribieron una alianza tácita con el líder de la revolución libia a fin de de asegurar sus intereses geopolíticos en la región y su abasto de petróleo. En esa lógica, toleraron a Kadafi y a sus familiares como inversionistas prominentes en las economías occidentales; ayudaron con ello a consolidar la fortuna personal del líder libio, y lo proveyeron, para colmo, de buena parte del armamento que hoy emplea contra su población


Ayer, al cumplirse 11 días de bombardeos aliados sobre la convulsionada Libia, los líderes de la coalición internacional - encabezada por Washington y Bruselas- acordaron en Londres continuar sus acciones militares hasta que Muamar Kadafi abandone el poder; señalaron que el régimen de Trípoli "ha perdido totalmente su legitimidad y deberá rendir cuentas por sus acciones", y acordaron crear un "grupo de contacto" encargado de coordinar la transición política en ese país. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, fue más lejos que sus homólogos de las naciones aliadas y dejó abierta la posibilidad de suministrar armas y explosivos a los rebeldes libios, lo que, de concretarse, implicaría un incumplimiento del veto contemplado en las resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, como advirtió la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez. Ahora que las potencias occidentales se horrorizan en público por la barbarie con que Kadafi ha respondido a la rebelión en su contra -ayer mismo el primer ministro inglés, David Cameron, deploró los "ataques asesinos" del dirigente libio contra su población-, y que el objetivo de las acciones aéreas sobre la nación norafricana ha pasado de"proteger a la población" agredida por las tropas oficialistas al derrocamiento del gobierno de Trípoli -algo que, por cierto, no está previsto en las resoluciones referidas-, es oportuno recordar que la capacidad de fuego y de resistencia de régimen de Kadafi se explica, en buena medida, como consecuencia de la complicidad y de la ayuda directa de Estados Unidos y de Europa occidental. En los años pasados, y al margen de divergencias ideológicas y políticas, esas potencias suscribieron una alianza tácita con el líder de la revolución libia a fin de de asegurar sus intereses geopolíticos en la región y su abasto de petróleo. En esa lógica, toleraron a Kadafi y a sus familiares como inversionistas prominentes en las economías occidentales; ayudaron con ello a consolidar la fortuna personal del líder libio, y lo proveyeron, para colmo, de buena parte del armamento que hoy emplea contra su población, a efecto de procurar oportunidades de negocio para la industria armamentista estadunidense y europea. Ahora, agotado el capital político del gobernante libio ante las potencias occidentales, éstas han decidido intervenir de manera tardía e improcedente en la nación magrebí y repiten con ello un patrón harto conocido: se presentó en Panamá en 1989, con la invasión de tropas estadunidenses para derrocar al ex dictador Manuel Antonio Noriega -quien se había desempeñado como estrecho colaborador de la CIA en Centroamérica-, y se ha reproducido durante las posteriores invasiones a Afganistán e Irak, en las que la Casa Blanca y el Pentágono han enfrentado, respectivamente, a las milicias talibanas armadas por ellos mismos durante la invasión soviética a la nación centroasiática y al régimen de Saddam Hussein, apoyado por el gobierno de Ronald Reagan en sus afanes bélicos contra Irán a principios de los años 80 del siglo pasado. De tal forma, al carácter intrínsecamente injustificable y bárbaro de la actual intervención occidental en Libia -que hasta ahora ha cobrado decenas de vida de civiles inocentes y ha multiplicado el sufrimiento humano y la destrucción material de ese país- se suman dos agravantes: la tolerancia y el respaldo que Washington y sus aliados mantienen en la hora presente a regímenes del mundo árabe tan corruptos y antidemocráticos como el de Libia, y la ayuda política, económica y militar que esos mismos gobiernos dieron en su momento al propio Kadafi. Se evidencia así, una vez más, la hipocresía de los gobiernos de Occidente.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2011/03/30/index.php?section=edito

martes, 29 de marzo de 2011

Diputados dominicanos al Parlacen donan obras de expresidente Bosch y Peña Gómez

Prensa Latina Santo Domingo, 29/03/2011.- Los diputados dominicanos ante el Parlamento Centroamericano, Parlacen, Manolo Pichardo y Tony Raful entregaron en Guatemala las obras completas del extinto presidente Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez, reportan hoy medios de prensa.
Durante una asamblea plenaria en su sede de Guatemala, el dirigente del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, Manolo Pichardo resaltó las virtudes del profesor Bosch, a quien definió como prócer latinoamericano.

Destacó entre los méritos de Bosch el haber fundado las dos organizaciones políticas más importantes del país en este momento, el PLD , en el poder y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

También lo definió como el escritor más prolífero de la República Dominicana, que abordó todos los géneros literarios y trató en sus ensayos temas económicos, históricos, políticos, sociales, religiosos y filosóficos.

Raful, dirigente del PRD y vicepresidente del PARLACEN, destacó el papel de Peña Gómez para restablecer el orden democrático en el país luego del derrocamiento del expresidente Bosch.

sábado, 26 de marzo de 2011

La izquierda democrática (11)

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 25/03/2011.-
La integración, como herramienta económica de última generación, ha sido útil a los propósitos de desarrollo de los europeos que decidieron caminar juntos para constituirse en un inmenso mercado de 500 millones, lo que le convirtió en la unidad geoeconómica con mayor Producto Interno Bruto del planeta, superando por poco a los Estados Unidos. La unión de los 27, arropados en el manto político de la UE, creó una comunidad que revitalizó el peso político del llamado viejo continente.
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Independientemente del impacto que haya tenido la crisis financiera del 2009 en algunos países de la zona euro, cambiando el desempeño económico que había mostrado la comunidad, los números que se exhibían daban cuenta de lo acertado que resultaba haber iniciado 50 años atrás, un proceso de integración que comenzó por lo económico y que en los acuerdos de Maastricht se enrumbó hacia lo político; pues resulta que según el presidente del Banco Central Europeo, luego de 10 años de creación de esa institución, se generaron en la Unión 16 millones de puestos de trabajo, un millón más que en los Estados Unidos y tres veces más que en igual período antes de su creación.

La izquierda democrática no puede huir del capital ni del mercado; como tampoco puede, o no debe, si quiere trabajar para mejorar las condiciones de vida de las mayorías, despreciar a la burguesía nacional ni a la integración regional, porque son medios y activos que nos brinda la realidad de un mundo abierto y cada vez más competitivo, para alcanzar el desarrollo de nuestros pueblos, siempre y cuando sea protagonista de primer orden en este proceso para no dejarlo en manos de los grandes capitales, comerciantes y especuladores, cuyo interés navega hacia donde vayan las corrientes del dinero fácil.

Por ello, como ha planteado para el caso del proceso de integración centroamericano, el socialcristiano Vinicio Cerezo, ex presidente de Guatemala, “los procesos de integración no pueden ser simples acuerdos comerciales entre empresarios y gobiernos para que los primeros se hagan más ricos”, deben ser pactos que involucren a los pueblos como actores fundamentales que activen para diseñar junto al resto las políticas sociales que garanticen crecimiento con desarrollo.

No hay que andar con la nostalgia a cuestas y aferrarse a los modelos que sucumbieron por no dar respuestas adecuadas a los problemas económicos y sociales de nuestros pueblos. No hay que despreciar todo lo que las diferentes plataformas económicas ofrecieron a la humanidad. Los dogmas no pueden encontrar brecha a la hora de construir espacios para el bienestar colectivo, porque el propósito de la izquierda, no importa la coyuntura histórica en la que le toque accionar, es defender los intereses de las mayorías, procurando siempre la justicia social y económica

miércoles, 23 de marzo de 2011

Hay que tomarle la palabra al Presidente

Por Víctor Tirado
Listín diario 23/03/2011.-
Hace unos dos años que las principales economías del mundo, ante el desplome del mercado inmobiliario en EEUU y su efecto dominó hacia otros países, decidieron inyectar capital al sistema financiero internacional para reformarlo y salvarlo del colapso total. La postergación de esa medida, por parte de los países del G8 y G20, habría significado la quiebra de todo el sistema capitalista, y obligado a esos y otros países desarrollados a suspender toda la ayuda de cooperación al desarrollo, situación que agravaría aún más los problemas de Haití y República Dominicana.
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En las últimas semanas hemos visto los graves conflictos en los países del norte de África, donde se han producido masivas protestas, promovidas para la libertad, a través de las redes sociales. La nueva situación de esa región del Magreb es muy complicada porque en poco tiempo ha hecho colapsar a los gobiernos de Túnez y Egipto, ha creado una guerra civil en Libia, ha disuelto las frágiles relaciones de Gadafi con Occidente y amenaza la suerte de otras dictaduras del sur del Mediterráneo. El componente principal de la crisis que generan estos conflictos y los del Medio Oriente es el petróleo, un recurso capaz de desestabilizar en segundos a todas las economías del mundo.

A todo ello se suma la terrible catástrofe que se ha producido en Japón, la tercera economía mundial y el tercer país importador de petróleo. La situación por la que atraviesan los japoneses forzará aún más el aumento de los precios del petróleo. Tenemos que tomar en cuenta que Japón, ubicado en una zona altamente sísmica, que desarrolla energía nuclear, y aunque con éxito, ha dejado de depender del petróleo en un 29%, temporalmente tendrá que acudir a otras alternativas.

Ese panorama internacional ha obligado al gobierno dominicano a replantear las estrategias de desarrollo y a asegurarse de que la población tome conciencia de la problemática y los planes a seguir. El gobierno sabe que enfrenta una situación muy delicada, que tenemos de vecino a Haití, destrozado por el sismo del 2010 y abandonado por una parte de la comunidad internacional.

Podría decirse que somos su válvula de escape, lo cual nos hace cada vez más vulnerables a la crisis. De manera que República Dominicana, para evitar un impacto negativo mayor, tiene que unirse en un proyecto nacional, que tomándole la palabra al presidente Leonel Fernández, acuerde realizar un pacto fiscal capaz de generar confianza y recursos suficientes; logre un pacto social para generar bienestar en la población; y siga blindando la economía con el aumento de la productividad, la competitividad y la innovación

viernes, 18 de marzo de 2011

La izquierda democrática (10)

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 18/03/2011.-
El interés del capitalista será siempre incrementar su capital, pues lo hacen los que amasan riquezas sobre las estructuras productivas trasnacionales fortalecidas al calor de la deslocalización de las empresas y los incentivos de los países en vías de desarrollo para la atracción de inversiones; y también los empresarios nacionales que no pudieron por décadas pasar de clase dominante a clase gobernante y que con la expansión de los primeros han visto peligrar sus negocios.
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La competencia por el mercado ha puesto de frente a unos y otros, por ello el nacionalismo, una ideología de origen burguesa que durante un tiempo se opuso al internacionalismo por ser este último revolucionario e instrumento del proletariado (“¡Proletarios del mundo, uníos!”) y el primero reaccionario, aliado del gran capital extranjero, cambia de papeles, ya que la izquierda en su nuevo rol de defensora del nacionalismo democrático, puede convertirse en aliado de la burguesía nacional para definir un plan estratégico de desarrollo sin exclusiones, que eleve los ingresos, mejore las ganancias y establezca una sociedad de derechos.

Aunque se dice que el capital no tiene patria sino bolsillo, ésta, en la coyuntura histórica que vivimos, se convierte en una tabla de salvación para la burguesía criolla que la necesita precisamente para llenar el saquillo, solo que en medio de un círculo virtuoso de derrame con equidad, que sea la expresión de un nuevo Estado que dirija su atención al ciudadano para brindarle la justicia social y económica que nos permita elevar nuestros magros índices de desarrollo humano.

Competir en un mundo abierto en el que caen las barreras arancelarias dejando a los productores nacionales a merced del darwinismo económico y comercial, no resulta fácil para los países en vías de desarrollo que ven inundados sus mercados de bienes importados y no encuentran protección en un Estado atrapado en las fuerzas del neoliberalismo, que insiste en que la famosa “mano invisible” de Adam Smith andará entre los pequeños mercados y el mercado mundial, corrigiendo vicios y repartiendo las cargas y el botín.

El nacionalismo democrático, sin embargo, no puede perder de vista que la integración regional puede ser un medio excelente para la alianza entre la izquierda y la burguesía, porque los países emergentes, de mercados insuficientes, deben apostar a este instrumento para crecer y hacer frente a las amenazas del capital global, pero sin perder de vista jamás que el objetivo es mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos y ciudadanas para que, insisto, siendo buenos consumidores, que no consumistas, continúen el círculo de consumir, ganar; ganar-invertir; invertir, generar empleos; en fin, construir comunidades regionales prósperas.

LA BATAHOLA DE LA REELECCION

Por Juan Pablo Plácido
Jp_placido@hotmail.com
Soy un convencido de que al Dr. Leonel Fernández Reina no le ha pasado por la cabeza ni un segundo presentarse ante el pueblo dominicano para buscar una reelección en las elecciones presidenciales del año 2012.
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El presidente Fernández ha alcanzado logros dentro del sistema democrático dominicano difícil de superar y no tiene por qué ponerlos en cuestionamientos. En los tres periodos de gobierno que ha encabezado nadie le supera en conquistas democráticas. El hecho de haber propiciado un cambio radical en el poder judicial basta para reconocerle un lugar cimero en nuestra historia institucional. Se puede decir que la historia del poder judicial se divide en un antes y en un después de los gobiernos peledeistas dirigidos por el Dr. Leonel Fernández.
En la implementación de la política exterior de República Dominicana, los gobierno de Fernández colocaron a nuestro país en un lugar de respeto y de dignidad, contrario a como fue en gobiernos anteriores, en los que primó la sumisión y el ausentismo.
En el campo económico, los gobiernos del PLD presididos por Fernández han mantenido un nivel de crecimiento permanente, aún cuando en la región latinoamericana se han vivido momentos de estancamiento y de convulsión, los gobiernos del PLD han sabido salir a flote, gracias a la confianza y a los aciertos de las medidas gubernamentales tomadas durante estos diez años.
El último gran salto institucional promovido por el presidente Fernández fue el de modificar la carta sustantiva de la nación, hecho ocurrido el 26 de enero del año 2009. La nueva constitución reivindica viejas aspiraciones populares que debieron esperar la voluntad de un demócrata al frente del Poder Ejecutivo, tales son los casos de: El Defensor del Pueblo, El Tribunal de garantías constitucionales, El Recurso de Amparo con rango constitucional y el Habeas Data, entre otros. Igualmente, la nueva constitución consagra la no reelección en periodos consecutivos.
Creo que cuando la historia pase un balance a la obra de gobierno realizada en los gobiernos encabezados por el Dr. Leonel Fernández, sin dudas, la actual constitución ocupará el primer lugar entre todos los logros positivos de esa gestión.
Las constituciones políticas de los estados tienen la virtud de trascender en el tiempo, por bien o por mal, y ésta habrá de perdurar en la memoria colectiva por los alcances democráticos de su articulado. No es la constitución ideal, sin embargo, supera a las anteriores en sus posibilidades de concreción.
Siendo así, ¿cómo imaginar que su principal autor la va a malograr varios meses después de promulgarla por una simple apetencia personal?
Todo debemos convenir en que el presidente Fernández es un hombre inteligente, que es un político que nunca ha demostrado ambición personal desmedida y que como académico lleva el pulso de los acontecimientos mundiales y nacionales día a día. Un hombre con las luces intelectuales y morales que adornan al presidente Leonel Fernández es difícil imaginarlo en una conjura para trastocar, sea mediante el mecanismo de otra reforma constitucional o mediante una consulta popular o Referéndum, el orden legal que él mismo ha querido instaurar.
Cualquier dominicano que aprecie verdaderamente al presidente Dr. Leonel Fernández optaría por apoyar este su tercer periodo, para que termine exhibiendo ante el mundo los grandes logros que ha cosechado, y así evitarle las sombras que sus enemigos intentarán encontrar.
Él lo ha dicho, y yo le creo, que será un árbitro imparcial en el proceso interno que habrá de librarse a lo interno del PLD, para escoger como candidato presidencial a quien sin dudas será su sucesor por el voto mayoritario del pueblo dominicano. De eso se trata, de interpretar a nuestro líder en lo que éste debe hacer conforme al momento histórico que vivimos y no querer forzar para que él haga lo que nos gustaría que sucediera.

sábado, 12 de marzo de 2011

EL 2012 es totalmente diferente al 2000.

Por Mihail García Pichardo
Fatigas de un Principiante 10/03/2011.-
La recién elección de Hipólito Mejía como candidato del PRD, nos pone ante el umbral de un nuevo enfrentamiento entre él y Danilo Medina que se perfila como candidato del PLD.
Hay muchas personas que tras esta situación han intentado decir que Danilo tendría miedo a un nuevo enfrentamiento, pero al parecer estas personas no analizan algunos detalles que hacen diametralmente diferente la coyuntura política de hoy en día.
Y es que en las elecciones del 2000 factores como, la muerte de Peña y la fortaleza del PRSC con su líder vivo dibujaban un panorama diferente al de hoy.
Hoy Danilo es sin quizás el candidato con la propuesta más solida, y además el PLD luego haber ganado 4 elecciones consecutivas se ha afianzado como la principal fuerza política dominicana, hoy el partido reformista luce muy desmejorado y viene de una de sus peores actuaciones electorales.
Estas situaciones garantizan que Danilo sea el presidente de la Repùblica Dominica, salvo que pase algún hecho desastroso que lo impida y en el futuro inmediato esto no se vislumbra.
Así pues que los que tienen que temer por este enfrentamiento no son precisamente los peledeístas, sino los adversarios, pues Danilo es el candidato más sólido y con menos rechazo que podría tener el PLD.
‘’ EL 2012 es totalmente diferente al 2000’’

Por qué existe un elevado desempleo: el error de la tesis de “la sociedad del conocimiento”

Por Vicenç Navarro
vnavarro.org 11/03/2011.-
Una característica del tiempo que vivimos es el elevado desempleo en la mayoría de países desarrollados. Casi todos los países de la OCDE (el club de países más ricos del mundo) tienen tasas de desempleo mayores de las que solían tener en el período de la Post II Guerra Mundial (1945-1980). Es más, el incremento de las tasas de desempleo en la recesión actual es superior al que se dio en las recesiones anteriores. El caso español es el más acentuado, pero no es el único. Todo lo contrario, la situación que ocurre en España es un hecho bastante generalizado que se da a ambos lados del Atlántico. Naturalmente que existe gran variabilidad en la tasa de desempleo, siendo España un caso extremo. Pero, el hecho es que la gran mayoría de países de la OCDE tienen un desempleo mayor ahora que en épocas y recesiones anteriores.
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¿A qué se debe este fenómeno? Una explicación que se ha dado a este elevado desempleo es la falta de encaje entre el tipo de trabajo que se oferta y las cualificaciones de los candidatos a tales puestos de trabajo. Se acentúa que en las supuestas Sociedades del Conocimiento la población desempleada no tiene los conocimientos y la formación para realizar las labores exigibles en los nuevos puestos de trabajo que se están creando, con lo cual, nos encontramos en una situación en la que quedan puestos de trabajo sin llenar a la vez que existe un elevado desempleo. Las bajas cualificaciones de la mayoría de los trabajadores no les permiten integrarse en el mercado de trabajo. Los economistas que sostienen tales tesis en Estados Unidos, señalan que el 75% de los puestos de trabajo cuya oferta está creciendo más rápidamente requieren trabajadores y empleados con elevadas cualificaciones (college degree, more than high school diploma) de las cuales supuestamente existe gran escasez. Tales economistas citan también el caso de que, según estimaciones del Ministerio de Trabajo de EEUU, de las 30 ocupaciones que crecerán más, 22 requerirán elevadas cualificaciones durante el período 2006-2016. Y el gran problema –añaden estos economistas- es que la gran mayoría de ciudadanos estadounidenses no tienen estas cualificaciones y de ahí que exista un elevado desempleo a la vez que haya una oferta de puestos de trabajo que quedan sin cubrir.

Parecería pues que hay un desequilibrio (Mismatch) entre oferta y demanda en el mercado laboral. De ahí se deriva que la solución sea aumentar el número de trabajadores con un elevado nivel de cualificaciones en la población. Es la llamada a adaptarse a la Sociedad del Conocimiento que supuestamente caracteriza a nuestras sociedades. Tal llamada ha sido una constante desde el tratado de Lisboa del 2000, firmado por los dirigentes de la Unión Europea (UE), estableciendo la estrategia de desarrollar la Sociedad del Conocimiento como manera de resolver el desempleo (y a la vez, aumentar la competitividad).

El punto flaco de la tesis de la "sociedad del conocimiento".
El problema de esta explicación es que ignora o desconoce que, aunque es cierto que los sectores más crecientes en la producción de empleo sean los que requieren elevadas cualificaciones, estos sectores representan sólo un 3% de todos los puestos de trabajo existentes en EEUU. Tales economistas, entusiastas de la Sociedad del Conocimiento, parecen desconocer que para calcular el potencial de crecimiento de puestos de trabajo de un sector hay que mirar el número absoluto de puestos de trabajo que se crearán y no sólo la tasa de crecimiento de aquel sector. En realidad, y según las mismas cifras del Ministerio de Trabajo, de los 30 sectores que producen un número mayor puestos de trabajo, 21 de ellos no requieren cualificaciones elevadas, sino formación profesional de tipo medio y bajo. Un 25% de todos los puestos de trabajo en 2016 estarán en estos 21 sectores que incluyen comercio, procesos de producción y distribución alimentaria, servicios domésticos y de atención a personas discapacitadas, y servicios domiciliarios. Según los cálculos del mismo Ministerio de Trabajo, 62% de todos los puestos de trabajo en 2016 no requerirían elevadas cualificaciones, sino formación media y baja (“with only high school”).

Otro dato que también cuestiona la tesis de que faltan profesionales de alta cualificación es que, si bien es cierto que el número de puestos de trabajo creados en estas ocupaciones ha crecido muy rápidamente, el hecho es que el número de profesionales de elevada cualificación que están trabajando a tiempo parcial, pese a que les gustaría trabajar a tiempo completo, ha aumentado considerablemente. El subempleo (“underemployment”) en estos sectores de alta cualificación es considerable lo cual pone en duda que exista una escasez de personal cualificado. Es más, entre los sectores que están creciendo muy marcadamente en números absolutos –servicios sanitarios y educación- el desempleo es también acentuado, habiendo también aumentado especialmente desde que se inició la crisis en 2007.

EL “MISMATCH” NO ES EL MAYOR PROBLEMA O LA MAYOR CAUSA DEL ELEVADO DESEMPLEO
No parece, pues, que el desequilibrio o Mismatch entre oferta y demanda de puestos de trabajo sea la mayor causa de desempleo. Ello no implica, sin embargo, que no haya un Mismatch, que debiera corregirse entre oferta de puestos de trabajo y cualificaciones de los trabajadores. Este Mismatch que existe en el desequilibrio entre el sistema educativo y el mercado laboral, es muy marcado en España, donde, consecuencia del enorme poder de clase (del 20% de renta superior del país) existe una sobreabundancia de licenciados universitarios (los hijos de este 20% están concentrados en la población estudiantil universitaria) con escaso desarrollo de la formación media y profesional, el mayor déficit de recursos humanos en España. Existe, por cierto, otro Mismatch, no tanto de cualificaciones, sino de lugar. Existe escasa movilidad de la fuerza del trabajo, resultado (en España, sobre todo) de la elevada tasa de propiedad de la vivienda, que explica la escasa propensión a la movilidad territorial, escasez muy notoria a nivel europeo donde las diferencias entre las tasas de desempleo por regiones es mucho más marcada que en EEUU, donde hay mucha más movilidad interregional que en la UE.

Pero ninguno de estos desequilibrios puede explicar el elevado desempleo, que se basa en la escasa producción de puestos de trabajo. Ahí está el problema grave, problema que se acentúa cada vez más en cada salida de la recesión. Cada nueva recuperación económica produce menos nuevos puestos de trabajos. Y ello ocurre incluso en los sectores que producen más puestos de trabajo como sanidad y educación.

La polarización de las rentas como causa del desempleo.
¿Por qué se produce tan poco empleo? Una respuesta es que esta recesión que estamos experimentando es mucho peor que las anteriores. Y ello es cierto. Pero no es suficiente. La raíz del problema está en lo que ha ido ocurriendo en la distribución de las rentas en los mayores países de la OECD consecuencia de las políticas neoliberales generalizadas en el período 1980-2010. El argumento de que la expansión del estado en la economía es la causa del problema económico al absorber demasiados recursos (la explicación neoliberal), no es sostenible en base a los datos existentes. Existe extensa documentación que cuestiona tal tesis (Navarro, V. Globalización, Economía, poder político y Estado del Bienestar. Ariel Colección Sociedad Económica año 2000). La sustracción de recursos del sector privado por parte del sector público como causa de la crisis es una tesis que no se sustenta en base a la evidencia científica existente. Corresponde al fundamentalismo neoliberal promovido por autores como Sala i Martín que tiene escasa credibilidad científica (pese a lo cual goza en España de grandes cajas de resonancia y proyección mediática).

En realidad, incluso hoy, el gran mundo empresarial no tiene escasez de dinero. En EEUU, a mediados del año 2010, los beneficios empresariales eran el 60% superior a los que habían tenido en 2008, e igual a los que tenían en 2006, cuando alcanzaron el nivel más alto en el ciclo anterior. En aquel año, las empresas no financieras no tenían ninguna escasez de metálico. Una situación distinta era la de las pequeñas empresas que no tenían tal liquidez. Pero, el hecho de que las empresas no financieras más importantes de EEUU no invirtieran y no crearan empleo se debía a que no había suficiente demanda para los productos o servicios que producían. Y lo mismo ocurre con las pequeñas empresas: la falta de demanda de sus productos es la mayor causa de la escasa producción de empleo. Y esa escasa demanda se debe al descenso de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta nacional. Intentar resolver este déficit de demanda estructural (como están proponiendo las instituciones de la UE) a base de exportaciones (basada en una demanda extranjera) es absurdo, y todavía más absurdo, en momentos de recesión global actual.

En la Unión Europea, la situación es semejante a la de EEUU, con dos notables diferencias. Una es que los recortes de la financiación pública en la UE de los sectores que producen más empleo –sanidad y educación- hace que las repercusiones sobre la destrucción de empleo en la UE sean mayores que en EEUU. Y la otra gran diferencia es que el capital financiero (la banca) domina las instituciones europeas, que dan mayor importancia al control de inflación, sobre la producción del empleo. El comportamiento del Banco Central Europeo (BCE) es un claro ejemplo. No existe clara conciencia en la comunidad mediática y política europea de que el BCE es más un lobby de la banca que un Banco Central. Un Banco Central tiene que tener como objetivo facilitar el crecimiento económico y con ello la creación de empleo. Esto no es un objetivo primordial del BCE y ello como consecuencia del excesivo poder de la banca en las culturas políticas europeas.

La disminución de las rentas del trabajo a costa del crecimiento de las rentas del capital ha favorecido la exuberante subida del capital financiero, basado predominantemente en especulación, y este sector es hoy el que domina los comportamientos económicos, contribuyendo a la escasa recuperación económica y baja producción de empleo. Y esto es de lo que no se habla, centrándose el discurso económico en la formación de los trabajadores, como si esto fuera la causa del desempleo.

La izquierda democrática (9)

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 11/03/2011.-

Cuando Domingo Perón, en sus discursos en 1944 planteaba que para alejar a los trabajadores de las influencias revolucionarias había que integrarlos al sistema como consumidores, lo hacía desde la óptica que le llevó a mostrar sus simpatías por el nacional socialismo de Mussolini y las posturas anticomunistas que sustentó a inicios de su carrera política.
En el contexto creado tras el colapso del Socialismo Científico, la pérdida de influencia de la socialdemocracia y el fracaso del neoliberalismo, lo de convertir a los que venden su fuerza de trabajo en ciudadanos con capacidad de compra, tiene un sentido distinto si partimos del hecho de que la izquierda socioliberal, fraguada bajo los escombros de los proyectos revolucionarios y la arrogancia del capitalismo salvaje, está en el deber de asumir aquel mensaje de Perón dentro de la estrategia de desarrollo nacional junto a los dueños del capital.

El socialiberalismo, que no es más que una izquierda reformista ante la imposibilidad de reconstruir el socialismo porque las condiciones objetivas y subjetivas no están dadas, entiende que no puede prescindir del mercado, pero que el Estado debe estar presente para corregir las distorsiones que sus fuerzas generan en perjuicio de las grandes mayorías, cuestión que se revierte contra los capitalistas que a la larga ven estancar sus negocios porque el mercado, cada vez más deprimido, no puede demandar de los bienes y servicios que generan.

El giro a la izquierda de algunos empresarios que como en el caso de la República Dominicana, han reclamado al gobierno incrementar el gasto social, no lo hacen por sensibilidad hacia los sectores populares, como lo dejó claro Domingo Perón en sus discursos, sino porque el ciclo económico y comercial que les lleva a producir riquezas se cierra y la única salida para seguir ganando es poniendo a ganar a todos, cuestión que durante las décadas de los 80 y 90 no podían ver los burócratas del gobierno y las clases dominantes y/o gobernantes que levitaban en medio de la borrachera de los números, del crecimiento que cacareaban (y cacarean) para ponerlo de fachada.

Los políticos y los partidos que tenían como base de sustentación a las fuerzas sociales de derecha que se refugiaron en el neoliberalismo, gobernaron sin visión de futuro y metieron al capitalismo en su peor crisis en los últimos 80 años; para salvarlo debieron recurrir a medidas de izquierda, a Keynes, e incluso al bolsillo de los ciudadanos y ciudadanas de a pie: a los consumidores.

Para que no se rompa el ciclo que acumula capital, los empresarios deben procurar una alianza con la izquierda socioliberal, pues como dice Luiz Carlos Bresser-Pereira: “El empresario podrá ser de izquierda, siempre que su partido, una vez en el gobierno, sea capaz de gobernar el capitalismo de forma más competente que los capitalistas”. Lula, los Kirchner, Vázquez y otros izquierdistas han demostrado administrar el capitalismo con más eficiencia que los capitalistas.

martes, 8 de marzo de 2011

Brasil se convierte en la séptima economía mundial

04 de marzo | alonso mejía.
El Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil ya superó al de Francia y Gran Bretaña
Brasil ha logrado convertirse en la séptima economía del mundo, luego de haber registrado un crecimiento de 7,5% en 2010, anunció el ministro de Economía de ese país, Guido Mantega.
La cifra alcanzada indica el mayor crecimiento de la economía brasileña desde 1986, y el Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil logró superar al de Francia y Gran Bretaña, dijo Mantega.
Por su parte, la presidenta, Dilma Rousseff, pronosticó que el país seguirá creciendo en 2011, y dijo que su gobierno buscará "una tasa de crecimiento razonable, sustentable y permanente", y que tratará de mantener bajo control la inflación.
Rousseff asumió la presidencia de Brasil el 1 de enero de este año y ha dicho que uno de sus desafíos es la erradicación de la pobreza en la vasta nación. Su antecesor, Lula Da Silva, quien gobernó el país desde 2003, también reactivó la economía del llamado " gigante del sur".l Producto Bruto Interno (PBI) de Brasil ya superó al de Francia y Gran Bretaña

lunes, 7 de marzo de 2011

La izquierda democrática (8)

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 05/03/2011.-
Aunque a veces los humanos nos conmovemos por la muerte de un semejante, y solemos, en medio de la pérdida, deshacernos en elogios frente al féretro, las palabras de reconocimiento a la gestión de Néstor Kirchner expresadas por los empresarios más importantes de Argentina tras su inesperado fallecimiento, no respondieron al estado de ánimo que les causara la desaparición física del ex gobernante, o al protocolar pésame público que pretende siempre llevar a la morada definitiva una imagen limpia, o limpiada por la indulgencia de la despedida final.
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Sus palabras fueron un reconocimiento sincero al desempeño de su administración porque en ella sus negocios prosperaron. Esta cuestión nos hace reflexionar sobre cómo en un gobierno progresista o de izquierda, cuya finalidad es mejorar las condiciones materiales de existencia de las grandes mayorías, asunto que por lo general es entendido como políticas contrarias al capital, los empresarios pueden aumentar sus ganancias, e incluso, hasta definir estrategias de desarrollo desde las ideas que promueve el progresismo.

El punto está en que durante el empuje de las políticas neoliberales los capitales se expandieron, y hubo crecimiento económico en muchos de nuestros países, pero resultó que la pobreza también se incrementó, creando una enorme brecha entre pocos con muchas riquezas y muchos que día tras día se envolvían en estrecheces materiales cada vez más dramáticas, que les excluían del gran mercado y la exclusiva calidad de consumidores, tan necesaria para avanzar en el ciclo de producir, distribuir, vender (consumir) y ganar.

Si no hay consumidores no se vende y si no se vende no se producen ganancias. Las políticas que excitaron al capital en medio de un mercado sin regulación, rompieron el ciclo, pues los compradores estaban siendo eliminados y, más aún, arrinconados, pues sólo las migajas del gran banquete caían para que éstos las recogieran de debajo de las mesas de los industriales, financistas y comerciantes, sobre todo extranjeros, porque los criollos fueron invadidos por intrusos que apenas le dejaron recursos para montar una frugal comida en el desayunador.

Deteriorada la plataforma que malograba el empleo por aquello de la desregulación y los servicios públicos básicos, como salud, educación y previsión por lo que significó que el paciente pasó a ser cliente, el estudiante un gasto y el futuro pensionado una cuenta para la capitalización individual se produjo una inquietud social que condujo fácilmente a las protestas y éstas a su vez a la ingobernabilidad que daña los negocios, y de eso saben De la Rúa, Menem y los empresarios argentinos que elogiaron la administración progresista de Néstor Kirchner.