sábado, 7 de febrero de 2009

Jacques Roumain


Por Miguel Ángel Rodríguez
Puerto Principe 06/02/09

Hace un año se conmemoró el primer centenario del nacimiento de uno de los más extraordinarios intelectuales y pensadores antillanos: Jacques Romain.

Poeta, ensayista, diplomático, etnólogo, políglota, traductor y militante político de larga trayectoria en defensa de los más sanos intereses de su patria: Haití.

Nace en la ciudad de Puerto Príncipe el 4 de junio de 1907, de una lista de once hijos de Auguste Romain. Su abuelo materno, Tancere Ausgute, ocupó la presidencia de su país del 1912 al 1913. Pertenecía pues, a la elite política haitiana.


Decía de sus ancestros el general Andre Rigaud: “estoy orgulloso como individuo y como ciudadano de Haití, de que uno de mis ancestros, …combatiera en Savannah en 1799 por la independencia de América del Norte”.

Fue uno los ochocientos hombres de color libres –mulato- que se embarcaron en Haití bajo las órdenes del Conde de Estaing.

El carácter intrépido y valiente de Jacques Roumain le costaría, en su corta pero fructífera carrera política, la prisión y el exilio en varias ocasiones.

En su niñez estudia en el colegio San Luis Gonzaga y termina en Suiza para tiempo después viajar a Alemania, Inglaterra, Francia y España y realizar estudio de agronomía. A los 20 años regresa a su patria.

A su regreso publica el ensayo Análisis Esquemático. Aquí describe la realidad política y social del pueblo haitiano. Provoca la ira del gobierno y es encarcelado durante tres años. Ese ensayo sirvió de bosquejo ideológico al Partido Comunista Haitiano.

Forzosamente se marcha a Europa y se instala en París. Allí inicia sus estudios de etnología en la universidad de La Sobonne y los de paleontología en el Museo del Hombre; esto no le impide colaborar en diferentes revistas especializadas entre las que podemos mencionar, Regards y Commure,

Allí publica, “Les Friefs de L’homme noir” bajo un texto colectivo titulado: “L’homme de couleur”: “El hombre de color”.

Jacques Roumain, pasa al selecto grupo de miembros de la Sociedad de los Americanistas de París. A raíz de la Segunda Guerra Mundial se traslada e instala en los Estados Unidos.

Allí se inscribe en la Universidad de Columbia, en Nueva York, continuando sus estudios científicos y literarios y escribiendo en diferentes revistas importantes.

El ascenso de Elie Lescot a la presidencia de la República de Haití en el 1941, le permite regresar al país, y publica sus ensayos titulados, “En Torno a la campaña anti supersticiosa” y Contribución al estudio de la Etno-botánica precolombina de las Antillas Mayores”.

El trabajo de Roumain es inmenso y está traducido a decenas de idiomas; su novela “La Montaña hechizada”, prologado por el intelectual Jean Price-Mars, editado en el 1931; es de extraordinario valor literario.

De igual manera, su obra cumbre: “Gouvernears de la rosee” (Los gobernadores del rocío), ha sido traducida al inglés, alemán, italiano, portugués, ruso, húngaro, checo, danés y los griegos también hicieron su traducción.

Igualmente ha sido traducida en Ucrania, Hungría Lituana, Holanda, Israel, en fin, esta novela que describe de manera magistral la realidad sociopolítica del pueblo haitiano ha despertado especial interés en el mundo literario e intelectual de miles de hombres y mujeres de diferentes latitudes.

Pero él no sólo escribió novelas, también danzó por el mundo de la poesía, y de ellas se conocen: Medio día, la Danza del poeta payaso, Lluvia, Cien metros, Bosques de ébano, Nouveau sermón negres, Sales negres, L’amour la mort; en fin, decenas de poemas que descifran su alma frágil, sensible y patriótica.

Quien fuera el fundador del Partido Comunista Haitiano vivió para servir a su país, para las letras y la ciencia. En el 1944, da termino a su novela, “Los gobernadores del roció, entrega una copia al poeta nacional cubano, Nicolás Guillen, y un mes después, en agosto 18, abandona el mundo de los mortales.

Su muerte provocó una sombra gigante en todo el continente americano y una nube gris se posó sobre los que lucharon por un mejor destino en el mundo europeo y asiático.

La noticia de su muerte estuvo acompañada por rumores que la atribuían al envenenamiento, el paludismo, ulcera duodenal y la anemia, lo que siempre estuvo claro fue su entrega la pueblo que le vio nacer y morir.
.

Fue despedido por su esposa Nicole Hibbert, hija del novelista Fernand Hibbert, un millar de hombres y mujeres que cabalgaron con mochilas a cuestas cargando con los ideales de hombres libres, de paz y progreso.
Esa mañana cayeron dos pesos de agua que inundaron la ciudad y bañaron su tumba como lágrimas que mostraban dolor. Sólo 37 años de vida marcaron toda una producción intelectual que lo consagra como uno de los más prolifero y sólidos pensadores de las Antillas Mayores.

Sus traducciones, sus ensayos, artículos políticos, sus investigaciones científicas, su talante de organizador y su “Gobernadores del rocío”, lo colocan en las páginas históricas de las Antillas Mayores como un gigante.

No hay comentarios: