domingo, 29 de noviembre de 2009

Insostenible mentira

Editorial
El País 29/11/2009.-
Angela Merkel no empieza con buen pie su segundo mandato. La guerra de Afganistán, que se coló sin consecuencias relevantes en el tramo final de la campaña electoral, se ha cobrado la primera víctima importante de su Gobierno: el actual ministro de Trabajo y hasta el mes pasado titular de Defensa, Franz-Josef Jung, del partido cristianodemócrata de la canciller. Jung ha dimitido tras la abrumadora evidencia de que ocultó, pese a conocer los hechos, la muerte de numerosos civiles en un bombardeo en Kunduz solicitado por las tropas alemanas en septiembre pasado. En aquel ataque contra los talibanes, efectuado por aviones estadounidenses, perecieron decenas de civiles, niños y adolescentes entre ellos.
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Jung lo ha estado negando hasta su comparecencia parlamentaria del jueves, precipitada por las irrefutables informaciones del diario Bild. Unas informaciones que la víspera provocaron la destitución del jefe del Ejército alemán y un ex viceministro de Defensa, en aplicación del edificante hábito democrático de que mentir a la ciudadanía desde la responsabilidad política implica por lo menos la pérdida del cargo. Berlín tiene más de 4.000 soldados en Afganistán, una guerra progresivamente impopular entre los alemanes -como en el resto de los países europeos con presencia militar-, a pesar de que el despliegue germano adopta limitaciones claras derivadas de sus imperativos constitucionales. Las tropas están en la región de Kunduz, en el norte, considerada segura durante mucho tiempo, pero donde los talibanes han abierto un nuevo frente que obliga a emplearse a fondo a la aviación de la OTAN.
La dimisión de Jung es la primera crisis del Gobierno de centro derecha tras su reciente victoria electoral. Pero la guerra de Afganistán puede seguir dando quebraderos de cabeza a Merkel en forma de investigación parlamentaria sobre el bombardeo, anunciada por la oposición. Presumiblemente no afectará a la renovación del mandato de las tropas alemanas, prevista por el Parlamento la semana entrante, coincidiendo con el anuncio de Barack Obama de reforzar en varias decenas de miles las fuerzas estadounidenses. No hay duda, sin embargo, de que el episodio ha desacreditado la operación alemana en el país centroasiático; y hace más difícil a Merkel obtener el apoyo de sus conciudadanos para la misión aliada.

Bases en Colombia

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 27/11/2009.-
La crisis que arropa al planeta se incubó y estalló en Estados Unidos. Luego de la caída del muro de Berlín como símbolo del colapso del socialismo real, occidente se embutió en la arrogancia apostando a un mundo unipolar llevado de la mano de un liberalismo económico que hacía al capitalismo más voraz y salvaje, confiando en que la mano invisible de Adam Smith sustituiría al Estado para acomodar hasta los caprichos del sistema en aras de su correcto funcionamiento.
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El Consenso de Washington fue una plataforma para impulsar estas renovadas ideas. Y como instrumentos de éste, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo recorrieron el planeta para implementar las reformas estructurales que achicarían el Estado y limitarían la implementación de políticas sociales.
La consigna parecía ser: ¡Viva el capital que el socialismo ha muerto! Se echaron a andar las políticas desarrollistas basadas en el crecimiento económico con incremento de la pobreza.
Nos consolidamos como el continente más desigual a pesar de no ser el más pobre. Entonces el discurso social, enterrado, maltrecho, oxidado y ridiculizado, se levantó, y la clase media que empobreció y los pobres que se hicieron indigentes, compraron el mensaje, para por la vía electoral, canalizar sus deseos de un Estado sensible que pusiera en primer plano al ser humano.
La esperanza fue a las urnas y los partidos progresistas y de izquierda arroparon, desde los gobiernos, la geografía de América Latina. Por primera vez terminaba en nuestro hemisferio la era de los procónsules. Los conservadores estadounidenses no podían admitir esto, entonces se produce el ensayo en Honduras y el acuerdo para la instalación de siete bases militares en suelo colombiano, con el pretexto del combate al narcotráfico, cuando el gobierno de Uribe se jacta en decir que le está ganando la batalla al terrorismo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al paramilitarismo y al narcotráfico.
Es justo decir también que la pavura toca a Estados Unidos ante el anuncio de posible enriquecimiento de uranio en el continente, una noticia que junto a gritos de guerra e inusuales compras de armas, crispa a muchos.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Las chinas se acercan

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 20/11/2009.-
Tras la victoria de Mao Zedong y la creación de la República Popular China, Chiang Kai Shek, líder de la República de China, derrotado, huye con el Kuomintang hacia Taiwán con la intención de reagrupar su ejército para retornar a tierra continental y reinstaurar el régimen que encabezó, cuestión que no pudo lograr debido a la consolidación de la Revolución Comunista que no pudo alcanzar a la isla porque las fuerzas del general estadounidense, Douglas MacArthur, apostaron naves en el estrecho que separa al pueblo oriental, para proteger a un futuro aliado de occidente.
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El derrotado líder chino gobernó la isla, desde su llegada en 1949 hasta el día de su muerte en 1975, con mano de acero, estilo que continuó su hijo Chiang Ching-Kuo hasta la llegada de Lee Teng-hiu que encaminó a su pueblo hacia la democracia y cargó con la derrota electoral del Partido Nacionalista Chino, Kuomintang, sustituido en el poder por el Partido Democrático Progresista, PDP, y Chien Shui-bian, electo en el 2000 y reelecto en 2004.
Chien y su partido asumieron posturas ultranacionalistas que generaron tensiones con la China continental que no estaba dispuesta a aceptar la independencia definitiva de Formosa. Pero el primer presidente democrático perdió en 2008 y enfrentó un proceso judicial que le llevó a la cárcel.
El partido de Chiang Kai Shek retornó al poder con Ma Yin-jeou, un hombre que, consciente de que las tensiones no podían continuar, asumió un discurso de campaña en el que repitió sin cesar su mensaje de “los tres no” que consistía en su apuesta a la “no adhesión, no a la independencia, no al uso de la fuerza”.
Ma Yin-Jeou entendió que Taiwán debía coexistir con la China continental e inició acuerdos para que la inversión de la isla llegase de manera directa al otro lado, para que los vuelos comerciales se reanudaran, entre otros arreglos comerciales que para muchos son el inicio de un entendimiento político que terminará conjugando la prosperidad de los formosanos con el empuje de unos continentales que avanzan de forma espectacular hacia el liderato mundial.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Revanchismo de género

Por Enrique Lynch
El País 19/11/2009.-
Por la ventanilla del metro de Barcelona alcanzo a ver una valla concebida por el Ministerio de la Igualdad, creado por el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero. En primer plano, una mujer joven y atractiva llamada Angie Cepeda luce unos preciosos pendientes de plata. Su mirada es diáfana y la complementa con una sonrisa displicente, quizá un punto altanera. El lema de la valla reza: "De todos los hombres que haya en mi vida ninguno será más que yo".
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En un primer momento esta consigna cargada de insinuaciones y connotaciones -cosa lógica, si no, no sería tal- despierta mi alarma. Primero, parece afirmar que una mujer española contemporánea tiene (mejor dicho, el eslogan implica que ha de tener) muchos hombres; o da por sentado que ya los ha tenido, afirmación que, cuando menos, resulta discutible. Segundo, la redacción adultera un cliché, puesto que lo normal sería dar la sintaxis en pasado. Según los principios igualitaristas lo correcto habría sido: "De todos los hombres que hubo en mi vida ninguno fue más que yo".
Redactada así, la afirmación habría sido consistente y hasta neutral pero, claro, no serviría al anhelo de revancha, que parece inevitable en cualquier referencia actual a la condición femenina. Por curiosidad busco en Internet la campaña y compruebo que el eslogan en boca de hombres no sugiere lo mismo. O sea que hay evidentes matices "de género". ¿Qué es lo que resulta chocante aquí? Que parece jalear la guerra de sexos, como desde hace décadas hace el feminismo mal encarado, según la pauta de lo que Nietzsche llamaba "moral de la víctima". He ahí la razón de mi alarma: la sola presunción de que un hombre pretenda ser más que una mujer; o que una mujer se declare superior a un hombre, es lo que este ministerio debería combatir sin dar lugar a equívocos.
Incurrir en feminismos implícitos de cualquier índole es una contradicción flagrante de la función para la que este Gobierno concibió el Ministerio de la Igualdad. Ninguna repartición pública debería alentar subrepticiamente a las mujeres a ser más que los hombres y, en este caso, parece claro que la consigna no sugiere la igualdad de los sexos sino que viene a recomendar que "ningún hombre ha de ser más que una mujer"; pero, como en semejante jerarquía elemental si no "eres más" necesariamente "eres menos", las mujeres no tienen más remedio que pensar que Angie Cepeda, erigida en portavoz del Ministerio de la Igualdad, les aconseja imponerse a sus futuros hombres.
Ahora bien, las aberraciones de esta valla no son sólo sintácticas o connotativas o adverbiales. Se supone que estimula a las mujeres a no dejarse avasallar por sus hombres, pero lo que en verdad hace es recordar aquella escena memorable con que comienza la película Magnolia, en la que un espléndido Tom Cruise interpreta a un conferenciante que dicta lecciones llenas de entusiasmo y beligerancia ante un auditorio de "machos humillados" y los arenga con un:"Respect the cock!". O sea: "¡Un respeto por la polla!", que Cruise clama delante del enfebrecido grupo de hombrones que aplaude y vitorea todas y cada una de sus ocurrencias machistas.
No recuerdo mejor parodia y merecida trivialización del feminismo de revancha, realizada por un procedimiento muy simple: poner en boca de los odiados machistas los argumentos más tontos de las feministas.
El revanchismo "de género" es lo que ahora se airea y se difunde por innumerables medios públicos y privados y que, en un país vergonzantemente árabe y misógino como es España, no sólo bastardiza una cuestión -la relación entre hombres y mujeres- que es de una enorme complejidad, sino que subsidiariamente no ha hecho sino aumentar de forma alarmante la tasa anual de actos de violencia machista al lanzar a las mujeres al choque con machos ignorantes y brutales, hombres que -nunca olvidemos esto- han sido gestados, amamantados, criados y formados por mujeres. Bestias educadas por féminas, bárbaros que, más tarde o más temprano, caerán sobre ellas de forma implacable.
(Pongo "género" deliberadamente entre comillas porque después de leer lo que observa V.O. Quine a propósito del concepto en su Quiddities: An Intermitently Philosophical Dictionary [Cambridge, Mass.; Harvard University Press, 1989] no me atrevo a usar ese término sin las debidas reservas lógicas y de vocabulario).
El revanchismo "de género" (o sea, el resentimiento femenino) es un mal que se extiende imparable por todas partes. En el cine, por ejemplo, hace tiempo que está implantado: ¿qué otra cosa si no explica el éxito de aquella parábola semipublicitaria -como el resto de la filmografía de Ridley Scott- que fue Thelma y Louise?
Pero donde ese carácter resentido es más claro y elocuente es en las letras y en los videoclips de las canciones populares actuales. En este contexto el contraste con los antiguos modelos "de género" es harto evidente. Antaño, ante una ruptura o un desengaño los hombres solían -y aún suelen- llorar el amor fracasado, se emborrachaban para mitigar sus penas, se autocastigaban y se autodenigraban por sus faltas, su estupidez o su deslealtad y cantaban en tono elegiaco por la hembra perdida. Así ocurre en los tangos, en los boleros y las rancheras y en las conmovedoras canciones de Frank Sinatra o Billie Holliday.
Sin embargo, ante circunstancias parecidas, las mujeres actuales, que tan a menudo se identifican con una masculinidad imaginaria, no emulan la melancolía de los hombres sino que se calzan unas botas de caña alta, se atizan un atuendo de perdularia al estilo Madonna o un traje de leopardo y se retratan basureando sin piedad a potenciales amantes o pretendientes. Ni lloran ni piden perdón.
Hay ejemplos significativos en algunos videoclips de la frondosa discografía popular contemporánea: Shania Twain en That don't impress me much, en pose de femme fatale, toda ella leopardo; Shakira, en una canción titulada significativamente La tortura, donde despacha las excusas del golfo Alejandro Sanz con un A otro perro con ese hueso; y en una tonadilla pegadiza de Julieta Venegas: Me voy..., donde la mexicana arroja a su ex enamorado al vacío mientras levanta vuelo en un globo y tararea en tono angelical: "Qué lástima, pero adiós, me despido de ti y me voy...".
¿Tienes problemas con tu hombre? Escupe sobre él, maldice sus muertos, cámbialo ya mismo por otro, acaba con él; y si es preciso, tíralo por la ventana. No te cortes, que estás en tu derecho.
Lo dicho, tres nuevas canciones de esta guisa y la tasa mensual de asesinatos de mujeres acabará por triplicarse.
(¿No será este revanchismo resentido lo que ven venir con temor esos bárbaros islámicos..?).
Enrique Lynch es escritor.

viernes, 13 de noviembre de 2009

El déficit comercial de EE UU registra su mayor subida en diez años

Agencias, Nueva York
13/11/2009.- El déficit comercial de Estados Unidos aumentó en septiembre más de lo esperado, una nueva señal de que la recuperación económica empieza a tomar cuerpo. La diferencia entre exportaciones e importaciones creció un 18,2%, hasta los 36.500 millones de dólares (unos 24.125 millones de euros), el mayor porcentaje desde 1999, según ha informado hoy el Departamento de Comercio. El crecimiento se atribuye al alza de la demanda de productos extranjeros, sobre todo automóviles y combustible, y supera en 4.500 millones de dólares las previsiones de los analistas.
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Tanto las importaciones como las exportaciones crecieron en septiembre y tuvieron su mejor mes desde diciembre de 2008. Los bienes traídos de fuera aumentaron un 5,8%, a un valor de 168.429 millones de dólares, y los productos vendidos en el exterior progresaron un sólido 2,9%, alcanzando un total de 131.957 millones de dólares. A pesar de la fuerte actividad exportadora, algunas analistas confiaban en que hubiese sido superior debido al bajo precio del dólar respecto a otras monedas, circunstancia que abarata los productos estadounidenses en el extranjero. Por el contrario, se trata del mayor aumento de las importaciones en Estados Unidos en 16 años, una señal de que recupera el apetito.
El petróleo, sin duda, tuvo mucho que ver en este desarrollo. En septiembre, la primera potencia mundial pagó 19.500 millones de dólares por el oro negro importado, en comparación con los 17.380 millones de dólares en agosto. Además del aumentó del precio del petróleo, también subió el volumen introducido, que pasó de los 268,43 millones de barriles a los 286,22 millones.
Se espera que el dato llevé a un ajuste a la baja de las cifras preeliminares sobre el Producto Interior Bruto (PIB) del tercer trimestre. El Gobierno estadounidense situó el crecimiento de su economía en el 3,5% , tras cuatro trimestres consecutivos de contracción.


El déficit con China
Aparte de la estadística global, cabe destacar el déficit comercial que EE UU mantiene con un socio muy especial: China. La diferencia entre las importaciones y exportaciones con el gigante asiático aumentó un 9,2%, hasta los 22.100 millones de dólares. En septiembre, China representó el 44,3% del déficit total en el comercio de EE UU con todo el mundo.

Taipei 101

Por Manolo Pichardo
Listín Diario13/11/2009.-
Los edificios muy altos se construyen generalmente para mostrar poder económico, no por necesidades urbanísticas necesariamente, pues a ningún país con magro ingreso per cápita se le puede ocurrir meterse en una competencia por exhibir estiradas torres para oficinas, apartamentos o cuartos de hotel.
En el afán exhibicionista andan Dubai, Shanghai y otras grandes ciudades por donde el capital fluye a borbotones. El Taipei 101, un hermosísimo edificio construido en la capital taiwanesa y que mide 508 metros de altura, no será quizás, aunque lo fue, la torre más alta del mundo, ya que se dice que el Burj Dubai, en construcción aún, mide 512 y se espera que termine midiendo 700 para alcanzar los 160 pisos, pero es un ejemplo del desarrollo alcanzado por una isla con sólo 35,980 kilómetros cuadrados y 22 millones de habitantes.
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Es muy probable que el arranque económico de Formosa tenga que ver con la Guerra Fría y la cooperación de occidente, que necesitaba un espejo de progreso en la región para contraponerlo a la China continental que para entonces padecía de estrecheces económicas. Lo cierto es que el ingreso per cápita de los formosanos, supera los 17,200 dólares y que desde el Taipei 101 y ubicado en el piso 89 se puede ver una ciudad que además de mostrar que allí se crean riquezas abundantes, éstas están repartidas de forma justa.
En la bella Kaohsiung, segunda capital, desde los últimos pisos de otro gigantesco edificio de 80 pisos se puede constatar lo que se ve en la principal ciudad, y como si fuera poco, el Tren Bala que une a estos dos centros urbanos a través de los sistemas de metro que operan en ambas ciudades, brinda la oportunidad de comprobar que las zonas rurales disfrutan del bienestar económico que el resto.
La pequeña y gran economía taiwanesa, exportadora y estructurada en 80 por ciento de pequeñas y medianas empresas, que construye barcos de pasajeros gigantes, barcos de guerra y para contenedores, que construye artículos que requieren de tecnología de punta, sigue teniendo un horizonte ancho, largo: vasto. ¿Qué falta en esta media isla con más recursos naturales que aquella para alcanzar el desarrollo?

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Centroamérica fracturada

Por Andrés Mora Ramírez
Noviembre 4, 2009.-
El pasado jueves 29 de octubre en Ciudad de Panamá, en el marco de la firma del Acuerdo de Asociación Costa Rica-Panamá, cuyos principales puntos de negociación giran en torno al comercio y la vigilancia y seguridad fronteriza, el presidente costarricense Oscar Arias declaró a la prensa que “este acuerdo con Panamá representa un CA2, es decir, un Centroamérica 2. Los dos países al sur del Istmo se unen” (La Nación, Costa Rica, 30-10-2009), lo que constituye, a su manera, la contraparte del CA4 conformado, desde hace algunos años, por Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua.
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El pasado jueves 29 de octubre en Ciudad de Panamá, en el marco de la firma del Acuerdo de Asociación Costa Rica-Panamá, cuyos principales puntos de negociación giran en torno al comercio y la vigilancia y seguridad fronteriza, el presidente costarricense Oscar Arias declaró a la prensa que “este acuerdo con Panamá representa un CA2, es decir, un Centroamérica 2. Los dos países al sur del Istmo se unen” (La Nación, Costa Rica, 30-10-2009), lo que constituye, a su manera, la contraparte del CA4 conformado, desde hace algunos años, por Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. El acuerdo llega en momentos en que el presidente panameño, Ricardo Martinelli, nueva vedette de la derecha latinoamericana, lanza fuertes cuestionamientos al proceso y los mecanismos de la integración centroamericana (quiere ser parte de la negociación del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea, pero sin adherirse al Sistema de Integración Centroamericana, SICA), al tiempo que aprovecha los distintos foros para fustigar la ola de gobiernos progresistas y nacional populares que han accedido al poder democráticamente en el continente, y a los que se ha propuesto detener durante su gestión. Revelador de la naturaleza política de Martinelli es el hecho de que el suyo fue el único gobierno, en toda América Latina, que se declaró dispuesto a reconocer las elecciones en Honduras, cuando pretendían realizarse bajo la dictadura de Roberto Michelleti (La Prensa, Honduras, 20-09-009). Así las cosas, una lectura posible de la entente Arias-Martinelli es la que señala el fortalecimiento del eje Bogotá-Panamá-San José, dentro de la geoestrategia de EE.UU. para el área mesoamericana. (1) Otra vía de interpretación, y que nos interesa destacar en estas líneas, es la que pone énfasis en cómo nuestra región parece marchar, inexorablemente, hacia a su fractura política y socioeconómica. Precisamente, desde hace ya algún tiempo las investigaciones sobre el desarrollo social, político y económico de Centroamérica, así como de su proceso de integración, hacen hincapié en señalar el fenómeno de la fractura regional, es decir, la conformación de dos bloques de países, con características más o menos similares, y que seguirían caminos bien diferenciados en el futuro inmediato: por un lado, el del CA4, y por el otro, el del recién bautizado CA2. El Informe Estado de la Región del 2008, por ejemplo, ensayó varios ejercicios prospectivos sobre los posibles escenarios de Centroamérica para el año 2020, tomando como punto de partida las condiciones existentes en 2008 (que difícilmente cambiarán en el corto plazo), y sus resultados no son alentadores. De no cambiar las tendencias actuales del desarrollo centroamericano, la situación del CA4 se caracterizará por una profundización de la apertura económica basada en la agroexportación y la maquila, pero sin conexión entre el crecimiento económico y el progreso social; los Estados verán agravada su debilidad institucional –ya de por sí precaria- y persistirá una alta desigualdad en la distribución de la riqueza; y relacionado con esto, la “exportación de personas” (migraciones por motivos económicos) y las remesas mantendrán su protagonismo en el sistema económico. Para el CA2, en cambio, las perspectivas lucen un tanto más positivas, en la medida en que Costa Rica y Panamá consoliden su modelo de desarrollo “diferenciado” del resto de Centroamérica -aunque igualmente dependiente de los centros metropolitanos-, a saber, el neo-enclave tecnológico, turístico y financiero. Si bien esto ampliará la desconexión entre el sector externo de la economía (el que se orienta “hacia afuera”) y el resto de los sectores productivos, los resultados económicos y sociales serían aceptables y se observarían avances relativos en el desarrollo humano; empero, esto no eximiría a los dos países de experimentar al fenómeno de la formación de “bolsones” de pobreza urbanos. Lo que el Informe describe, y de alguna manera lo refleja su metodología de análisis por bloques de países, no es otra cosa sino el escenario de la renuncia total a la idea política, económica y cultural histórica de la integración centroamericana, un destino hacia el cual hoy, desgraciadamente, los grupos hegemónicos empresariales, financieros y políticos dan pasos agigantados. De aquella “unidad geográfica y ecológica indivisible, cuyos pueblos y naciones representan una extraordinaria diversidad cultural y étnica, con una lengua e historia común”, como definieron a Centroamérica los presidentes del SICA en la Declaración de Nicaragua de 1997, solo queda la retórica unionista, un Istmo fracturado y partido en dos, mientras el 46,5% de su población vive en condición de pobreza (este dato corresponde al 2006, y por lo tanto no contabiliza aún los efectos de la actual crisis económica global). Pero nada de esto parece importarle a las élites que realmente tienen el poder en nuestros países, encandiladas como están por las promesas de prosperidad del libre comercio panamericano y de la globalización de los mercados (esto es lo que nos confirmó el golpismo de nuevo cuño ensayado y ejecutado "preventivamente" en Honduras); ni tampoco le interesa a sus aliados transnacionales, quienes han cosechado de nuestras divisiones, desconfianzas y desarrollos desiguales, para favorecer sus entramados de negocios. Para estos grupos, minoritarios pero poderosos, en Centroamérica 4 + 2 nunca sumarán 6.

viernes, 6 de noviembre de 2009

El mulataje mental de Obama

Por Manolo Pichardo
Listín diario 06/11/2009.-
Ser mulato en República Dominicana, donde el 80 por ciento lo es, no tiene el mismo cuño social que en Haití o Estados Unidos. En los 48 mil kilómetros cuadrados que nos tocan, los grupos minoritarios no forman guetos, todos nos mezclamos con una naturalidad que nos hace únicos.
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Ni la amalgama racial brasileña que muestra mestizos, zambos, mulatos, blancos y negros, ha permitido un revoltijo socioeconómico más o menos uniforme como el que perfilaron Colón, Lemba y Enriquillo para crear el criollo que se inventó el merengue y que, quinientos años después, los representa. La guerra de independencia haitiana, que fue además social y racial, dejó claramente marcada la diferencia entre blancos, negros y afranchis; ninguno se envolvió con el otro, cada cual asumió una trinchera y, libres, construyeron una sociedad con separación de colores que dibujó un país fragmentado en grupos que construyeron estructuras mentales distintas.
En EEUU Lincoln no borró las diferencias cuando emancipó a los negros del Sur, y eso lo supo Martin Luther King y lo sabe Jesse Jackson: dos naciones convergían en una gran nación con predominio de los blancos y segregación de los negros. Dos mundos daban perfil a la cultura y subcultura que moldearon comportamientos diferentes, discursos diferentes; por ello, estos líderes religiosos y activistas por los derechos civiles de piel negra nunca, ni remotamente, pudieron acercarse a la Casa Blanca como inquilinos de primera línea.
Obama, el primer presidente no blanco en ese país, alcanzó el mando de la nación por ser mulato, por forjar una estructura de pensamiento colocada lejos de los extremos raciales: su discurso se fraguó entre el hogar de abuelos blancos y la impronta negra que guió sus pasos día a día. Sus raíces blanquinegras armaron el discurso que hicieron confluir a las dos naciones que vivían dentro de una gran nación. Así que decir que Obama es negro para negarle la parte blanca que lo llevó a la presidencia, es un acto de inconsciencia que niega la importancia de lo que se esconde en su mulataje.

Del golpe al autogolpe

Por J.C. Malone
Listín Diario 10/30/2009.-
Nueva York.- El tableteo de metralletas desflorando el denso y oscuro silencio nocturno significaba cambio de gobierno. Al amanecer unos celebrarían con los ganadores, otros enterrarían a los perdedores, ese era el protocolo ritual. Los golpes de Estado eran “métodos normales” de “alternabilidad en el poder” latinoamericano durante el siglo pasado, como son las elecciones hoy. Entre 1902 y el 2002 sufrimos unos 320 cuartelazos; tres anuales, uno cuatrimestralmente.
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Tan comunes y corrientes, vulgares y silvestres eran que Curzio Malaparte, inmortalizado con sus novelas “Kaput” y “La Piel”, escribió su “Manual para el Golpe de Estado” (1931) definiéndolo como un “recurso de poder cuando se corre el peligro de perder el poder”.
Si cada 120 días las élites latinoamericanas sentían “peligro de perder el poder”, esta pobre gente sufrió un siglo de intranquilidad y nerviosismo, pero las farmacéuticas le ofrecieron calma química. “Tómese ésta pastillita, le quitará la preocupación y se sentirá mucho mejor”.
Apoyadas en los cuarteles, sosegadas con la benzodiacepina y sus bromuros, impusieron un sistema de distribución de riquezas que está entre los más injustos, obstusos y brutales del planeta. Mucha desigualdad produce mucho nerviosismo y muchísimos cuartelezos.
El siglo XX latinoamericano discurrió golpe a golpe, algunos países parieron uno cada nueve meses, durante un tiempo. Entre 1934 y 1985, Bolivia sufrió 56; Guatemala 36 entre 1954 y 1983, y Ecuador tuvo 23. Ahora Hugo Chávez habla de “planes golpistas” en esos países. Los tranquilizantes sosegaron a los ricos, no a las masas irredentas.
Retornó el nerviosismo, el golpe de Estado sigue disponible, pero ya no funciona para la vieja élite nerviosa. Ese grupo fue desplazado por la nueva clase gobernante, unos políticos fríos, vacíos, voraces, acaudalados y todopoderosos. Ellos transformaron el Golpe en Autogolpe y usan ese “recurso de poder” para perpetuarse en el poder.