Listín Diario 20/03/2010.-
...toda ideología política, lo advierte Rodrigo Borja, como parte del mundo de la sociedad y de la cultura, es un ser vivo, siempre perfectible, y en interminable movimiento. De ahí que las ideologías no son sagradas escrituras dadas de una vez y para siempre. Pero conservan una esencia que orienta las conductas partidarias, sus programas y sus estrategias, ofreciendo principios éticos explícitos para interpretar el pasado, explicar el presente y construir una visión de futuro.
Seguir Leyendo...
Hace un tiempo, lo saben mis lectores, me he eximido de tratar temas y problemas exclusivamente políticos. En particular he guardado silencio con respecto a los asuntos y avatares internos de mi partido.
Mi condición de miembra de la Comisión Organizadora de la vigésima octava Convención Extraordinaria del PRD me obligaba moralmente a ceñirme la toga de jueza, tratando de no contaminarla con mis opiniones, desazones y cuitas.
Proclamadas ya esta semana las Candidaturas, y depositadas en la Junta que cerrará pronto los plazos definitivos, empiezo a recuperar mi piel de siempre, la de política e intelectual crítica, a la vez militante amorosa y voluntaria guardiana de la memoria histórica del partido. Así podré manifestar algunas preocupaciones e interrogantes, hasta vaticinios, como he hecho libérrimamente en mis casi cincuenta años como perredeista.
Como pide Azorín, empezaré por el principio; la base teórica de mis análisis me permitirá, hacer una buena recuperación de experiencias. Después de recordar los principales elementos de un partido político, su ideología, su estructura, su tipología y sus funciones, entraré en el estudio de mi partido utilizando esa luz conceptual, que por supuesto abarcará, por su decisivo condicionamiento, al sistema de partidos dominicanos.
No sé cuantas entregas tendrá esta reflexión mía. No soy neoliberal, como algunos que se han enquistado en mi partido. No tengo prisa, no desespero porque he visto al PRD superar otras crisis, aunque ahora es distinto: no tenemos a nuestro lado a Peña Gómez.
Empiezo por la ideología. Ese punto de partida ñy de llegadañ me lo mostró Peña Gómez, y así me marcó con esa lección que ahora repito en mis clases, no sé si con éxito.
Los partidos políticos miembros de la Internacional Socialista fundamentan sus políticas en una ideología: o sea, un conjunto de ideas, valores, sentimientos, actitudes y propósitos compartidos que unifican en una visión común del mundo y de la sociedad.
Esos partidos extraen de la ideología sus objetivos y sus proyectos de futuro, ella inspira sus actuaciones públicas y explica sus estructuras organizativas.
La ideología es significativa e importante, esencialmente por tres razones:
-Por su potencial de exclusión, o sea, porque establece las fronteras del proyecto político del que el partido es portador. La adhesión a una organización política implica la adhesión a sus fines, que están incluidos en una ideología determinada, y no en otra.
-Porque facilita la construcción de proyectos y alternativas políticas, dándoles un marco de referencia, un sello de identidad. (Por ejemplo: Un partido social demócrata, socialista o socialista democrático planteará siempre un sistema de impuestos progresivo, el que mas tiene mas paga; un partido neoliberal aplicará impuestos regresivos).
-Es un instrumento de legitimación de la dirección del partido ante sus miembros/as. Ello obliga a los/las dirigentes ñy a los/las candidatos/asñ a que las políticas “reales” y los proyectos personales no estén en conflicto con la identidad partidaria ideológicamente configurada.
Por supuesto, toda ideología política, lo advierte Rodrigo Borja, como parte del mundo de la sociedad y de la cultura, es un ser vivo, siempre perfectible, y en interminable movimiento. De ahí que las ideologías no son sagradas escrituras dadas de una vez y para siempre. Pero conservan una esencia que orienta las conductas partidarias, sus programas y sus estrategias, ofreciendo principios éticos explícitos para interpretar el pasado, explicar el presente y construir una visión de futuro.
El Partido Revolucionario Dominicano postula formalmente por una ideología: El Socialismo Democrático. Aunque con la adscripción en 1976 que hizo el Dr. Peña Gómez de nuestro partido a la Internacional Socialista el PRD quedó formalmente comprometido a postular esta ideología que figura en los Estatutos, la debilidad institucional que aqueja a nuestro partido, como a las demás instancias políticas y sociales dominicanas, ha impedido que el Socialismo Democrático pase desde las declaraciones mas o menos retóricas y los esfuerzos de interpretación y difusión de unos cuantos, a asumirse como norma de pensamiento, acción, organización, dirección y toma de posiciones públicas. Las luchas grupales han entorpecido que se asuma esa doctrina como denominador común de los/las perredistas.
La falta de cumplimiento a las exigencias disciplinarias de la norma estatutaria, y el uso del clientelismo interno para cooptar adeptos comprometidos solo con un/a aspirante, debilitan la ética como elemento indispensable de la ideología, y aflojan los nexos con el proyecto partidario en su totalidad. Sin esa brújula ideológica, nos sumergimos en las encrespadas olas del presente proceso electoral. Y como los otros partidos del sistema, manoteamos sin rumbo, con el peligro de profundizar en la sociedad dominicana la anomia moral que la carcome actualmente.
Seguiré tratando En plural el tema en las próximas semanas. Espérenme.
Seguir Leyendo...
Hace un tiempo, lo saben mis lectores, me he eximido de tratar temas y problemas exclusivamente políticos. En particular he guardado silencio con respecto a los asuntos y avatares internos de mi partido.
Mi condición de miembra de la Comisión Organizadora de la vigésima octava Convención Extraordinaria del PRD me obligaba moralmente a ceñirme la toga de jueza, tratando de no contaminarla con mis opiniones, desazones y cuitas.
Proclamadas ya esta semana las Candidaturas, y depositadas en la Junta que cerrará pronto los plazos definitivos, empiezo a recuperar mi piel de siempre, la de política e intelectual crítica, a la vez militante amorosa y voluntaria guardiana de la memoria histórica del partido. Así podré manifestar algunas preocupaciones e interrogantes, hasta vaticinios, como he hecho libérrimamente en mis casi cincuenta años como perredeista.
Como pide Azorín, empezaré por el principio; la base teórica de mis análisis me permitirá, hacer una buena recuperación de experiencias. Después de recordar los principales elementos de un partido político, su ideología, su estructura, su tipología y sus funciones, entraré en el estudio de mi partido utilizando esa luz conceptual, que por supuesto abarcará, por su decisivo condicionamiento, al sistema de partidos dominicanos.
No sé cuantas entregas tendrá esta reflexión mía. No soy neoliberal, como algunos que se han enquistado en mi partido. No tengo prisa, no desespero porque he visto al PRD superar otras crisis, aunque ahora es distinto: no tenemos a nuestro lado a Peña Gómez.
Empiezo por la ideología. Ese punto de partida ñy de llegadañ me lo mostró Peña Gómez, y así me marcó con esa lección que ahora repito en mis clases, no sé si con éxito.
Los partidos políticos miembros de la Internacional Socialista fundamentan sus políticas en una ideología: o sea, un conjunto de ideas, valores, sentimientos, actitudes y propósitos compartidos que unifican en una visión común del mundo y de la sociedad.
Esos partidos extraen de la ideología sus objetivos y sus proyectos de futuro, ella inspira sus actuaciones públicas y explica sus estructuras organizativas.
La ideología es significativa e importante, esencialmente por tres razones:
-Por su potencial de exclusión, o sea, porque establece las fronteras del proyecto político del que el partido es portador. La adhesión a una organización política implica la adhesión a sus fines, que están incluidos en una ideología determinada, y no en otra.
-Porque facilita la construcción de proyectos y alternativas políticas, dándoles un marco de referencia, un sello de identidad. (Por ejemplo: Un partido social demócrata, socialista o socialista democrático planteará siempre un sistema de impuestos progresivo, el que mas tiene mas paga; un partido neoliberal aplicará impuestos regresivos).
-Es un instrumento de legitimación de la dirección del partido ante sus miembros/as. Ello obliga a los/las dirigentes ñy a los/las candidatos/asñ a que las políticas “reales” y los proyectos personales no estén en conflicto con la identidad partidaria ideológicamente configurada.
Por supuesto, toda ideología política, lo advierte Rodrigo Borja, como parte del mundo de la sociedad y de la cultura, es un ser vivo, siempre perfectible, y en interminable movimiento. De ahí que las ideologías no son sagradas escrituras dadas de una vez y para siempre. Pero conservan una esencia que orienta las conductas partidarias, sus programas y sus estrategias, ofreciendo principios éticos explícitos para interpretar el pasado, explicar el presente y construir una visión de futuro.
El Partido Revolucionario Dominicano postula formalmente por una ideología: El Socialismo Democrático. Aunque con la adscripción en 1976 que hizo el Dr. Peña Gómez de nuestro partido a la Internacional Socialista el PRD quedó formalmente comprometido a postular esta ideología que figura en los Estatutos, la debilidad institucional que aqueja a nuestro partido, como a las demás instancias políticas y sociales dominicanas, ha impedido que el Socialismo Democrático pase desde las declaraciones mas o menos retóricas y los esfuerzos de interpretación y difusión de unos cuantos, a asumirse como norma de pensamiento, acción, organización, dirección y toma de posiciones públicas. Las luchas grupales han entorpecido que se asuma esa doctrina como denominador común de los/las perredistas.
La falta de cumplimiento a las exigencias disciplinarias de la norma estatutaria, y el uso del clientelismo interno para cooptar adeptos comprometidos solo con un/a aspirante, debilitan la ética como elemento indispensable de la ideología, y aflojan los nexos con el proyecto partidario en su totalidad. Sin esa brújula ideológica, nos sumergimos en las encrespadas olas del presente proceso electoral. Y como los otros partidos del sistema, manoteamos sin rumbo, con el peligro de profundizar en la sociedad dominicana la anomia moral que la carcome actualmente.
Seguiré tratando En plural el tema en las próximas semanas. Espérenme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario