viernes, 26 de junio de 2009

¡Como mancha indeleble!

Poema a Juan Bosch a propósito de su centenario. Tomado de mi libro Víctimas Infinitas.

Ella
vencida desde que el camino real
besó sus pies
se niega a tocarlo
porque llevándoselo
como debe hacerlo
no podrá recoger sus árboles
flores y semillas
no cargará con las sílabas
que construyeron el pacho ancho y levantado
de un misil duro
hecho con piezas de ferrocarril
de riachuelos
de cenizas y esperanzas
de la vergonzosa distribución del harapo
de la molestosa ignorancia
que derramó vinagre por su sonrisa
de humano

Ella no puede
sustraernos nada
y lo sabe

¿Qué se lleva?

¿La sensible piel
que arropa la bandera
o el océano agolpado en las lámparas
de hiedras vivas y aguileñas?
Traerá más bien lágrimas
y sellará el rostro inmortal
encenderá la llama que no quema
para dar luz a los espajos
y parir definitivamente al apóstol

Apóstol
porque con papel y palabras
hizo pan
y plantó uvas
para integrar
con amor
por el desgarrador dolor que le mordía
a los que el destino
o criminales aventureros
y tuertos patrioteros
confinaron a la orilla
al peor de los olvidos
Conversaremos siempre
conversará siempre en su lenguaje universal
con los que pastamos
en esta congelada tundra
en este difuso camino
espinoso y sin recodo

Él
como Maestro
sabe llenar vacíos:
albañil
constructor de sueños y espacios
Por su empeño en la luz
consciente
nos abrimos pasos a la libertad
y la democracia definió su juego
juego que no amaron
los dueños de las sombras que
muertos de miedo
escapaban del Sol
tratando de aplastar la dignidad
que deja su impronta patriótica
como mancha indeleble.

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