Listín Diario 14/05/2010.-
El gobierno griego encontró las finanzas públicas devastadas y la dilación en la toma de decisiones para enfrentar el problema lo agravó. Los helenos, ante la creciente desconfianza de los mercados luego que las calificadoras de riesgo advirtieran sobre la incapacidad para que esta nación cumpliera sus compromisos de deuda, no tuvieron más remedio que acudir a la UE en busca del rescate que le permitiera rebasar la crisis.
Alemania consciente de que el problema se agravaba y amenazaba con contagiar a otras economías de la Zona Euro e incluso debilitar la moneda de la Unión frente al dólar, lideró la ayuda, pero la Merkel se tomó más del tiempo debido en razón de que temía que el aporte económico de su país lacerara el bolsillo de los contribuyentes alemanes y esos días de cavilaciones llevaron el pánico a la débil economía portuguesa y las preocupaciones a España, cuyo nivel de desempleo se ha elevado por encima del 20 por ciento. La ayuda llegó, y las bolsas, resentidas por la bancarrota de Grecia, iniciaron un proceso de recuperación.
La tragedia griega, que para algunos no es más que la continuación de la que estalló en los EE.UU como consecuencia de las desregulaciones en el mercado financiero global, inició un debate sobre el futuro de la Unión Europea, sobre la atadura de manos que tienen los países de la zona euro para enfrentar crisis como esta con medidas de carácter monetario, sobre la posibilidad de que la unión monetaria iniciara el camino de su desmantelamiento; en fin, se ha llegado a decir que el proyecto de los 27 no tiene futuro, porque esta crisis ha generado más temores que el fracaso de la Constitución europea, salvada con el Tratado de Lisboa a manos del presidente Sarkozy.
La reunión de los principales líderes europeos disipó estos miedos cuando aprobaron un paquete de rescate general de 750 mil millones de euros para los países de la Unión que enfrenten situaciones de crisis; sin embargo, esta medida preventiva comienza a generar críticas entre quienes prevén en esta bolsa de ayuda un estimulo para que gobiernos irresponsables, relajen el manejo de sus economías, por lo que pronostican que la cuestión no acaba ahí y que lo que está en crisis es el modelo del capitalismo de casino que prioriza la especulación financiera antes que la producción de bienes y servicios.
La tragedia griega, que para algunos no es más que la continuación de la que estalló en los EE.UU como consecuencia de las desregulaciones en el mercado financiero global, inició un debate sobre el futuro de la Unión Europea, sobre la atadura de manos que tienen los países de la zona euro para enfrentar crisis como esta con medidas de carácter monetario, sobre la posibilidad de que la unión monetaria iniciara el camino de su desmantelamiento; en fin, se ha llegado a decir que el proyecto de los 27 no tiene futuro, porque esta crisis ha generado más temores que el fracaso de la Constitución europea, salvada con el Tratado de Lisboa a manos del presidente Sarkozy.
La reunión de los principales líderes europeos disipó estos miedos cuando aprobaron un paquete de rescate general de 750 mil millones de euros para los países de la Unión que enfrenten situaciones de crisis; sin embargo, esta medida preventiva comienza a generar críticas entre quienes prevén en esta bolsa de ayuda un estimulo para que gobiernos irresponsables, relajen el manejo de sus economías, por lo que pronostican que la cuestión no acaba ahí y que lo que está en crisis es el modelo del capitalismo de casino que prioriza la especulación financiera antes que la producción de bienes y servicios.
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