Por: Idafe Martín. Bruselas
El Clarín 23/05/2010.-
Mano dura y sanciones para los incumplidores. Todo sea por calmar a los mercados financieros. Los ministros de Economía de la UE prometieron hoy que endurecerán las normas que obligan a mantener el déficit público por debajo del 3% del PBI y la deuda pública por debajo del 60%, compromisos que la crisis convirtió en papel mojado.
Mano dura y sanciones para los incumplidores. Todo sea por calmar a los mercados financieros. Los ministros de Economía de la UE prometieron hoy que endurecerán las normas que obligan a mantener el déficit público por debajo del 3% del PBI y la deuda pública por debajo del 60%, compromisos que la crisis convirtió en papel mojado.
El gobierno alemán, que exige a sus socios austeridad y duros planes de ajuste, consiguió que los 27 se comprometieran a apretarse el cinturón y avalaran su petición de sancionar a los países que no cumplan. Las sanciones, según el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, podrían ser "financieras y no financieras". Es decir, se apuesta por quitar las subvenciones europeas como castigo e incluso con retirar el derecho a voto.Los ministros acordaron cuatro grandes objetivos: reforzar la disciplina presupuestaria, reducir las divergencias de competitividad en el bloque, institucionalizar el plan de sostén de las deudas de 750.000 millones de euros para convertirlo en un mecanismo permanente -una suerte de fondo monetario europeo- y reforzar la coordinación económica de la UE.Un grupo de trabajo se reunirá el 7 de junio para presentar un informe preliminar el 17 de ese mismo mes a los jefes de Gobierno y las conclusiones definitivas en octubre. Alemania y Francia quisieron mostrarse unidas después de días de contradicciones. La ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, y su homólogo alemán Wolfgang Schäuble, aseguraron que se coordinarán y que "no dejarán a ningún miembro de la Eurozona al borde del camino".Berlín empuja al bloque hacia posiciones de estricta ortodoxia presupuestaria. Y propone duras sanciones: suspender subvenciones y derecho a voto en las decisiones europeas. Además, apuesta porque el Banco Central Europeo revise y de el visto bueno a los presupuestos de los 27. La Comisión Europea había propuesto la semana pasada esa misma revisión pero otorgándose el papel de dar el visto bueno. Esta medida es muy polémica porque, para sus críticos, limita la soberanía presupuestaria de los miembros de la UE.Alemania también quiere que la UE se dote de un mecanismo ordenado para que los estados muy endeudados puedan hacer default o reestructurar sus deudas, algo que en la práctica podría llevarlos a salir del euro. Aunque Lagarde aseguró a la prensa que esa propuesta no se discutió.Algunas de las ideas alemanes conllevarían una reforma de los tratados europeos. La UE necesitó diez años para aprobar y ratificar el Tratado de Lisboa, por el que se rige desde este año. Todos saben abrir de nuevo el melón pero nadie vislumbra cómo podría cerrarse sin provocar otra crisis institucional en el bloque. Alemania tiene pocos apoyos para esta iniciativa. Van Rompuy dijo ayer que se trabajará "todo lo posible en el marco del tratado actual".Algunos ministros también plantearon que se mutualice una parte de las deudas europeas -algo que Berlín descarta absolutamente-.
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