Listín Diario 07/05/2010.-
Como a la larga, la verdad de Galileo se impuso quitándole a la tierra el privilegio -católico- de ser el centro del universo, la Iglesia fue ajustando sus métodos de intolerancia a nuevas prácticas desarrolladas a la luz de la evolución de la ciencia y los derechos humanos que sin embargo la hacen pensar que ahora el universo debe girar en torno a ella.
Parece que muchos cristianos no confían en la fuerza de su mensaje redentor para convencer y convertir a los impuros a la religión fundada por Jesús, por ello resucitan la Inquisición, para imponer la “fe” como en la época del oscurantismo en que las cabezas de los “inconversos” rodaba bajo las guillotinas, o los cuerpos hervían en ollas de aceite caliente... cuando la espada hería de muerte y las torturas humillaban bajo el espanto del dolor.
Los galileos de la Asamblea Nacional que redactó la nueva constitución de la República, se enfrentan a un inquisidor con nuevo rostro, a un inquisidor que quiere ver la sangre que da la libertad de pensamiento correr como río desbordado en el torneo electoral que celebraremos el próximo 16 de mayo, porque nada fuera del “concilio” puede hacerse norma social, nada fuera de él y su compleja forma de portar el mensaje redentor puede ser concebido, sólo los ritos dieciochescos con todo y los santos pederastas con licencia para perdonar como dioses los “pecados” descubiertos en el confesionario son válidos, sacros, puros y buenos.
Millones murieron a manos de la cruz que atravesaba cuerpos para destapar la muerte, por tener su propia fe; y hoy, el filo de aquel símbolo del madero del Gólgota pretende clavar la libertad, porque para ellos el amor que predicó el hijo de José es parte de un mensaje polvoriento que ha podido convencer menos que las embestidas sangrientas que las amenazas antiguas y modernas, porque el odio y la venganza dan más feligreses, más poder para sojuzgar individuos, sociedades y gobiernos.
Vivimos en la Era del Conocimiento a siglos de distancia del movimiento renacentista que pretendió sepultar el teocentrismo medieval que se quiere reeditar a pesar del proyecto Genoma Humano, como muestra de que el oscurantismo es una expresión pretérita de la ignorancia que sirvió para engañar y dominar. Es por ello que, la lista elaborada por “la Iglesia” para castigar legisladores con pensamiento propio, debe ser tomada por los inteligentes y buenos cristianos para decir: “Y sin embargo se mueve”.
Los galileos de la Asamblea Nacional que redactó la nueva constitución de la República, se enfrentan a un inquisidor con nuevo rostro, a un inquisidor que quiere ver la sangre que da la libertad de pensamiento correr como río desbordado en el torneo electoral que celebraremos el próximo 16 de mayo, porque nada fuera del “concilio” puede hacerse norma social, nada fuera de él y su compleja forma de portar el mensaje redentor puede ser concebido, sólo los ritos dieciochescos con todo y los santos pederastas con licencia para perdonar como dioses los “pecados” descubiertos en el confesionario son válidos, sacros, puros y buenos.
Millones murieron a manos de la cruz que atravesaba cuerpos para destapar la muerte, por tener su propia fe; y hoy, el filo de aquel símbolo del madero del Gólgota pretende clavar la libertad, porque para ellos el amor que predicó el hijo de José es parte de un mensaje polvoriento que ha podido convencer menos que las embestidas sangrientas que las amenazas antiguas y modernas, porque el odio y la venganza dan más feligreses, más poder para sojuzgar individuos, sociedades y gobiernos.
Vivimos en la Era del Conocimiento a siglos de distancia del movimiento renacentista que pretendió sepultar el teocentrismo medieval que se quiere reeditar a pesar del proyecto Genoma Humano, como muestra de que el oscurantismo es una expresión pretérita de la ignorancia que sirvió para engañar y dominar. Es por ello que, la lista elaborada por “la Iglesia” para castigar legisladores con pensamiento propio, debe ser tomada por los inteligentes y buenos cristianos para decir: “Y sin embargo se mueve”.
1 comentario:
Me gusta mucho este articulo:
!cuanta realidad!
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