Por Luis González
Listín Diario 30/05/2009.-
China y Taiwán se acercan, existe clara voluntad política a ambos lados del estrecho, de que se avance en ese sentido. En los casi 60 años que han transcurrido desde de la proclamación de la República Popular China y del establecimiento del gobierno nacionalista en la isla de Formosa, las relaciones entre China y Taiwán ha sido conflictiva en la mayoría del tiempo.
Seguir Leyendo...
Los momentos de paz y entendimiento han sido efímeros, porque las posiciones son encontradas. Los nacionalistas establecidos en Taiwán eran reconocidos por la comunidad internacional como los verdaderos representantes del pueblo chino, por lo que su interés era recuperar el control del continente con el apoyo económico estadounidense. Todo cambió cuando el reconocimiento de la comunidad internacional se transfirió a la República Popular China en el 1971.
A partir de ese momento la estrategia de los líderes de Taiwán comenzó a cambiar. La independencia, establecer un Estado soberano en los 36 mil kilómetros cuadrados de la isla, se fue convirtiendo en prioridad. Ante esta nueva posición de Taiwán, la reacción de China no se hizo esperar. Mientras Taiwán se autodenominaba como la República de China y procuraba independencia, China declaraba a Taiwán como una provincia rebelde.
Mientras Taiwán insistía con mantener relaciones diplomáticas con países soberanos en igualdad de condiciones, China se negaba a aceptarlo y asumió como política exterior, no establecer relaciones diplomáticos con países que a la vez la tengan con Taiwán. La situación era tensa. En 1992, se produce el llamado “Consenso de 1992”, alcanzado en Hong Kong por negociadores chinos y taiwaneses, donde se reconoce la existencia de sólo una China, permitiendo que cada parte la defina a su modo.
Fue un paso de avance hacia el entendimiento de las partes, pero con la llegada al poder de Chen Shui-bian en Taiwán en mayo del año 2000, se congelaron las negociaciones y se recrudeció el conflicto. El presidente Ma, en su discurso de toma de posesión, en mayo del año pasado se refirió al consenso de 1992, planteando una nueva etapa en las relaciones entre China y Taiwán.
Es por eso que en apenas un año de gobierno de Ma en Taiwán, el acercamiento con China ha sido significativo. El pasado martes, el líder chino Hu Jintao, se reunió con el presidente del Partido Kuomintang de Taiwán, Wu Poh-hsiung, donde se reiteraron los siguientes puntos: evitar lucha interna, promover la cooperación económica, fin de las hostilidades y firmas de acuerdos de paz. Aunque no se habla de unificación, tampoco de independencia, las relaciones a uno y otro lado del estrecho se basan ahora en la confianza mutua.
Seguir Leyendo...
Los momentos de paz y entendimiento han sido efímeros, porque las posiciones son encontradas. Los nacionalistas establecidos en Taiwán eran reconocidos por la comunidad internacional como los verdaderos representantes del pueblo chino, por lo que su interés era recuperar el control del continente con el apoyo económico estadounidense. Todo cambió cuando el reconocimiento de la comunidad internacional se transfirió a la República Popular China en el 1971.
A partir de ese momento la estrategia de los líderes de Taiwán comenzó a cambiar. La independencia, establecer un Estado soberano en los 36 mil kilómetros cuadrados de la isla, se fue convirtiendo en prioridad. Ante esta nueva posición de Taiwán, la reacción de China no se hizo esperar. Mientras Taiwán se autodenominaba como la República de China y procuraba independencia, China declaraba a Taiwán como una provincia rebelde.
Mientras Taiwán insistía con mantener relaciones diplomáticas con países soberanos en igualdad de condiciones, China se negaba a aceptarlo y asumió como política exterior, no establecer relaciones diplomáticos con países que a la vez la tengan con Taiwán. La situación era tensa. En 1992, se produce el llamado “Consenso de 1992”, alcanzado en Hong Kong por negociadores chinos y taiwaneses, donde se reconoce la existencia de sólo una China, permitiendo que cada parte la defina a su modo.
Fue un paso de avance hacia el entendimiento de las partes, pero con la llegada al poder de Chen Shui-bian en Taiwán en mayo del año 2000, se congelaron las negociaciones y se recrudeció el conflicto. El presidente Ma, en su discurso de toma de posesión, en mayo del año pasado se refirió al consenso de 1992, planteando una nueva etapa en las relaciones entre China y Taiwán.
Es por eso que en apenas un año de gobierno de Ma en Taiwán, el acercamiento con China ha sido significativo. El pasado martes, el líder chino Hu Jintao, se reunió con el presidente del Partido Kuomintang de Taiwán, Wu Poh-hsiung, donde se reiteraron los siguientes puntos: evitar lucha interna, promover la cooperación económica, fin de las hostilidades y firmas de acuerdos de paz. Aunque no se habla de unificación, tampoco de independencia, las relaciones a uno y otro lado del estrecho se basan ahora en la confianza mutua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario