domingo, 30 de agosto de 2009

Así torturaba la CIA


Por David Alandete
El País 30/08/2009.- El preso está desnudo. Sólo lleva una capucha. Se le retiene sentado, esposado de manos y pies. Lleva horas en la celda. Sin ver. Sin saber lo que pasa a su alrededor. El interrogador de la CIA entra, sigiloso, con una pistola. Abre el tambor y lo gira varias veces junto al oído del detenido, para que sepa que hay un arma de por medio. Le pide información. El preso sigue callado. El agente sale, y entra con un taladro eléctrico. Otros interrogadores han puesto al preso de pie, esta vez en medio de la celda. El interrogador enchufa el taladro y juega con él, acercándoselo al preso oído, advirtiéndole de que le puede taladrar una pierna. De lo mucho que duele.
Seguir Leyendo... La desorientación es total. Las celdas están iluminadas las 24 horas del día. La temperatura ambiente, manipulada, para hacer que los presos pasen calor o frío. Se les desnuda. Se les encapucha. Se les ducha con agua fría. En las duchas, entran agentes que les friegan el cuerpo con los mismos cepillos que se usan para limpiar suelos. Se les obliga a arrodillarse y, una vez están de rodillas en el suelo, se les empuja para que caigan con todo su peso sobre su espalda. Se les enfunda en pañales. Se les ridiculiza y desorienta. Se les restriega por los suelos. Se les humilla. No son nadie. No tienen derechos. Nadie sabe que están allí, en un lugar secreto, por razones que no se les revelan. Y lo peor, el dolor físico, está por llegar.
Es sólo una pequeña muestra de cómo torturó la CIA. Lo ha revelado esta semana un informe elaborado por el Inspector General de la agencia en 2004, en el que se da detallada cuenta de una serie de métodos inhumanos para sacar información, desclasificado por un juzgado federal de Nueva York gracias a una demanda de la Asociación de Libertades Civiles de América y Amnistía Internacional.
El grupo de interrogadores de la agencia, aprendices en el arte de la tortura, llegó lejos. En el informe se detallan casos extremos. Un agente, por ejemplo, está interrogando al preso. De repente, en el pasillo, se oye un disparo. Gritos. Carreras. Insultos. "Le has matado". "¿Qué has hecho?". El interrogatorio acaba, bruscamente. El agente acompaña al preso, sin capucha y esposado, a su celda. Al salir de la sala de interrogatorios, el detenido ve el cuerpo de un hombre, vestido como un preso, encapuchado, en el suelo. Toda la escena, un teatro de la tortura, para hacerle creer que la CIA ha matado a un compañero de cautiverio.
Al preso se le coloca, también, en el centro de su celda. Se le quitan las esposas de las manos. En su lugar, se le ata ambas muñecas a la espalda, con un cinturón. Este cinturón se liga a una cuerda o una cadena, que va enganchada a una polea del techo. El interrogador tira de ella. El preso queda suspendido en el aire, retorciéndose de dolor. Hay que parar antes de que se le disloquen los brazos.
Uno de los métodos más efectivos para obtener información es el de la llamada técnica de los puntos de presión. Se colocan las dos manos sobre el cuello del detenido. Se busca la arteria carótida. Se aprieta con fuerza, mirando a los ojos al detenido, sin titubeos, intimidando. Se aguanta, se sigue apretando, hasta que el preso dé un cabezazo o parezca que vaya a desmayarse. Entonces se le sacude, hasta que se le reaviva. La técnica se puede repetir hasta tres veces.
Estas técnicas de maltrato se probaron, entre 2002 y 2003, sobre un grupo de presos retenidos en diversas cárceles secretas de la CIA, en lugares no revelados. Entre ellos se encontraban Khaled Sheikh Mohammed, supuesto autor ideológico de los ataques contra Washington y Nueva York de 2001; Abu Zubaydah, colaborador de Osama Bin Laden y organizador de la red de transporte de terroristas de Al Qaeda, y Abd al-Rahim al-Nashiri, al que se acusa de perpetrar el atentado contra el destructor USS Cole en Yemen en 2000. Los tres están detenidos en Guantánamo.
Muchas de estas técnicas de tortura se transmitieron del Ejército a la CIA. De hecho, en el informe se admite que un psicólogo del Departamento de Defensa creó un manual de uso interno titulado Reconocer y desarrollar medidas contra la resistencia de presos de Al Qaeda a las técnicas de interrogatorio. Al Ejército, el trato a los prisioneros se le fue completamente de las manos. De la interrogación se pasó a la tortura y, de ella, al sadismo. En la cárcel iraquí de Abu Ghraib, un grupo de soldados convirtió a los presos en sus juguetes, algo que inmortalizó en una serie de fotos de la vergüenza que fueron filtradas a la prensa en 2004. En ellas se ve a soldados sonrientes, atormentando a los detenidos con palos de hierro, armas de fuego y perros; a cadáveres cubiertos en hielo; a hombres desnudos, amontonados como si fueran sólo carne.
Obama tuvo la oportunidad de revelar nuevas fotos de abusos, y así prometió que lo haría al llegar al Gobierno. Pero al ver las fotos, ominosas, cambió de opinión. "La consecuencia más directa de publicar esas fotos sería, creo, enardecer aún más los sentimientos antiamericanos y poner a nuestras tropas en peligro", dijo el presidente en una conferencia de prensa en mayo.
El informe se confeccionó, según se explica en el mismo, porque "un grupo de oficiales de la agencia de diverso rango, implicados en actividades de detención e interrogatorio, está preocupado porque, en el futuro, temen verse expuestos a procesos legales en EE UU o el extranjero y que el gobierno de EE UU puede no respaldarlos. Aunque el actual sistema de detenciones e interrogatorios de la CIA ha sido sujeto a la revisión legal del Departamento de Justicia y a la aprobación de la Administración, diverge considerablemente de la política y las prácticas previas de la agencia". Los propios agentes pensaban que nunca jamás, en la historia de la CIA, se habían corrido tantos peligros. Intuían que podrían verse en el banquillo, como ahora les puede suceder, aunque fuera con el beneplácito de Bush.
Esos agentes creían "que la revelación pública del programa antiterrorista de la CIA es inevitable y dañará seriamente la reputación del personal de la CIA y la reputación y la efectividad de la Agencia en sí misma". Washington respondía que no. Que las técnicas eran legales. Recomendaba, eso sí, que el daño infligido a los terroristas no fuera severo, que el preso no estuviera en riesgo de perder su vida. En ese caso, la información seguiría fluyendo. Mientras, a Sheikh Mohammed se le sometía a ahogamiento fingido 183 veces y se le llegaba a mantener despierto 180 horas, una semana entera. En los descansos, se le amenazaba con matar a sus hijos, que estaban bajo la custodia de soldados estadounidenses y paquistaníes.
En aquella época, en la que los agentes de la CIA experimentaban con lo que se comenzaba a conocer como "técnicas especiales de interrogación", el entonces Presidente George W. Bush emitió un comunicado, en junio de 2003, condenando la tortura: "Estados Unidos declara su gran solidaridad con las víctimas de la tortura en el mundo. La tortura en cualquier lugar es una afrenta a la dignidad humana. Nos comprometemos a construir un mundo en el que los derechos humanos sean respetados y protegidos por el imperio de la ley". Excepto, parece ser, en las cárceles secretas de la CIA.
De hecho, según el informe en el que se han revelado, detalladamente, todos aquellos malos tratos, la Casa Blanca dio autorización expresa para cometerlos. Incluso llegó a aconsejar, en diversos memorandos desclasificados en abril, cómo se debía torturar bien, para no correr riesgos. "La Oficina del Inspector General [de la CIA, autora del informe] ha colaborado estrechamente con el Departamento de Justicia para determinar la legalidad de las técnicas especiales de interrogación", dice el informe.
Los temores de los agentes de la CIA estaban justificados. Sólo ha sido necesario que llegara una nueva Administración, que ha publicado los memorandos del Departamento de Justicia -el llamado manual de la tortura de la CIA- y ha revelado, entre otras cosas, la existencia del programa antiterrorista de la agencia y que dentro de él se contrató a mercenarios para matar a terroristas. Es más, ha descubierto con pavor que el anterior vicepresidente, Dick Cheney, le ordenó a la CIA mentir al Congreso y ocultar la existencia de operaciones de captura de terroristas.
A lo largo de los meses se han ido acumulando evidencias de que la CIA pudo haber quebrantado la ley. "El propio inspector general de la CIA documentó, con una perturbadora minuciosidad, el nivel de tortura cometido y hasta qué punto se violaron las leyes", opina Anthony Romero, director ejecutivo de la Asociación de Libertades Civiles de América, que interpuso la demanda gracias a la que se reveló dicho informe.
Justo el lunes, el comité de control ético del Departamento de Justicia finalizó una revisión de cinco años de duración sobre una docena de casos de supuesta tortura ya investigados por un grupo de abogados del estado de Virginia, por encargo de Bush, y que quedaron cerrados. Ese comité decidió que debían ser reabiertos y recomendaba al fiscal general encausar a los agentes que cometieron aquellas torturas.
El hombre que recibió esta recomendación, Eric Holder, fiscal del Estado, tenía dos opciones. La primera era cumplir la promesa que había hecho previamente, en sintonía con el presidente Obama. Dejar el pasado en paz, no hurgar en los errores de la CIA, y procurar que la historia no se repitiera. Al fin y al cabo, Obama prohibió la tortura por decreto nada más tomar posesión de su cargo. En abril, en un comunicado, el propio fiscal general había dicho: "Sería injusto encausar a aquellos hombres y mujeres abnegados, que trabajan para proteger a América, por un comportamiento que fue aprobado previamente por el Departamento de Justicia".
La segunda posibilidad era reabrir los casos, con lo que aquello implicaba: poder ver a agentes de la CIA en el banquillo. Obama le había dado carta blanca a Holder. Uno de los portavoces del presidente, Bill Burton, dijo que el asunto le atañía ahora, exclusivamente, al fiscal general. El pasado lunes, en una conferencia de prensa en Martha's Vineyard (Massachusetts), donde el presidente pasa sus vacaciones, Burton recalcó que "la decisión final de a quién se investigará y quién será encausado depende del fiscal general".
Eric Holder no tardó en decidir, con su proverbial independencia. Habría investigación. Oficialmente, los agentes pueden acabar en el banquillo. "Como resultado de mi análisis de todo ese material, he concluido que la información a mi alcance me permite abrir una revisión preliminar sobre si se violaron las leyes federales con el interrogatorio de ciertos detenidos en lugares del extranjero", dijo Holder en un comunicado. "Quiero destacar que ni la apertura de una revisión preliminar ni, si así lo permiten las pruebas, el comienzo de una investigación exhaustiva, significa que se presentarán cargos necesariamente".
El hecho de que Holder recalcara que aquello no significaba que fuera a haber acusaciones formales fue un intento patente de calmar a otro hombre de confianza de Obama al que le ha correspondido uno de los papeles más complicados en la nueva administración. Ese hombre es Leon Panetta, abogado de formación, profesor por vocación y veterano del Partido Demócrata. Desde el pasado mes de febrero es director de la CIA. Por distintas razones, ha acabado expresando en público lo mismo que defiende el anterior vicepresidente Cheney. Sobre todo, que sería injusto encausar a agentes de la CIA que en su día sólo actuaron con la aprobación de Washington y con el objetivo de evitarle a su país un nuevo atentado terrorista que causara miles de muertes.
En un correo electrónico filtrado por la CIA a la prensa, Panetta prometió el lunes no achicarse ante las investigaciones. "El uso de técnicas especiales de interrogación comenzó cuando nuestro país respondía a los horrores del 11 de septiembre y acabó en enero. Para la CIA, los desafíos del presente no son las batallas del pasado, sino las guerras de hoy y las de mañana. Como director en 2009, mi interés principal, en lo que se refiere a un programa que ya no existe, es estar del lado de aquellos agentes que hicieron lo que su país les pidió y siguieron el asesoramiento legal que se les facilitó". Además, apuntó al Departamento de Justicia: "La agencia buscó y obtuvo múltiples pruebas escritas que confirmaban que sus métodos eran legales".
Al fin y al cabo, el vivero de ideas de la tortura fue la Oficina de Asesoramiento Legal de la Casa Blanca, adscrita al Departamento de Justicia, la entidad que emitió una serie de memorandos y envió una retahíla de cartas que autorizaron el uso de técnicas de maltrato a prisioneros, como el ahogamiento fingido. En mayo, el propio Departamento cerró una investigación interna sobre la actuación de los tres abogados de la Administración de Bush (John Yoo, Jay Bybee y Steven Bradbury) que redactaron aquellos memorandos que autorizaron técnicas extremas de interrogatorio entre 2002 y 2007.
Algunos de aquellos memorandos, hechos públicos por Obama el pasado mes de abril, son un verdadero manual de la tortura, una antología de la barbarie para el uso a discreción de los agentes de la CIA. Fueron la confirmación de que se seguiría el camino abierto por aquellos pasos que tímidamente se daban en 2002 y 2003, revelados en el informe desclasificado el lunes. En un informe de 2002, escrito por John Rizzo, se aconseja: "Con el uso del bofetón en la cara, el interrogador le da una palmada al individuo en la cara con los dedos ligeramente abiertos. Esa franja hace contacto directo con el área sita entre la punta de la barbilla y la parte inferior al lóbulo de la oreja. El interrogador invade el espacio personal del individuo. La finalidad del bofetón facial no es infligir daño físico que sea duradero o severo. Al contrario, el propósito del bofetón facial es inducir un susto, la sorpresa y/o la humillación". Y, al fin y al cabo, como se dice más adelante, "para que el dolor o sufrimiento se eleven al nivel de tortura, el estatuto requiere que sean severos".
Más consejos sobre como maltratar bien: "El confinamiento conlleva la colocación del individuo en un espacio reducido, cuyas dimensiones restrinjan la libertad de movimiento. El espacio reducido es, normalmente, oscuro. La duración del confinamiento dependerá de las medidas del contenedor. En los espacios confinados de mayor tamaño el individuo puede sentarse y levantarse. En los de menor tamaño, sólo puede sentarse. La reclusión en el espacio grande puede durar hasta 18 horas. El pequeño, no más de dos".
Aquellos memorandos de la tortura incluso llegaban a recomendar amenazas y extorsiones a la carta. Abu Zubaydah, por ejemplo, ahora preso en Guantánamo, tiene terror a los insectos. "Ustedes planean informar a Zubaydah de que van colocar un insecto punzante en su celda, pero en su lugar le van a colocar un insecto inofensivo, como una oruga. Si lo hacen, para asegurarse
[de que cumplen con la ley], deben informarle de que la punzada del insecto no produciría la muerte o un dolor severo". ¿Y sufriría excesivamente Zubaydah? "Una fobia no es una enfermedad mental", dice el informe. "No registra ninguna condición o problema mental preexistente que le haga propenso a sufrir enfermedades mentales prolongadas derivadas de los métodos de interrogación que ustedes proponen". Carta blanca.
Y todo por una misión, filtrada desde las altas esferas del poder, desde la misma Casa Blanca: defender a América. En justificación de aquellas técnicas salió el martes su padre ideológico, el ex vicepresidente Cheney. "Los documentos revelados el lunes demuestran claramente que los individuos sujetos a técnicas especiales de interrogación ofrecieron la mayor parte de datos de inteligencia de los que disponemos sobre Al Qaeda. Esos datos salvaron vidas y previnieron ataques terroristas. Esos detenidos, además, de acuerdo con los documentos, jugaron un papel en casi todas las capturas de miembros de Al Qaeda y sus asociados desde 2002". Y finaliza: "Aquella gente merece nuestra gratitud".
Por las filtraciones de la prensa nacional este mismo mes de agosto, se sabe que incluía dinero y entrenamiento para formar un equipo de agentes secretos capaz de liquidar a yihadistas de Al Qaeda por la vía rápida, matando a sus principales dirigentes, y que después de 2004 incluyó a mercenarios de la empresa privada Blackwater. Por aquel trabajo, Blackwater (ahora renombrada Xe Services) recibió "millones de dólares para entrenamiento y armamento", según publicó recientemente el diario The Washington Post.
Blackwater llegó a ser el mayor contratista de Washington en Irak, ingresando millones de dólares por misiones de seguridad privada y protección de miembros del cuerpo diplomático. El Departamento de Estado rescindió los contratos con la empresa a principios de este año, tras recibir informes que revelaban la existencia de un supuesto fraude en las facturas, algo que la empresa ha denegado en repetidas ocasiones. Previamente, el gobierno de Irak había expulsado a la empresa por la muerte de 17 civiles en una misión de protección de diplomáticos norteamericanos en Bagdad en 2007.
Panetta decidió cancelar fulminantemente el plan antiterrorista de la CIA en junio y acudió al Capitolio a informar de él a diversos representantes y senadores. "El director Panetta pensó que debía informar al Congreso, y así lo hizo, Además, sabía que el programa no había ofrecido resultados, así que lo acabó", dijo el portavoz de la CIA George Little el pasado jueves a Associated Press. "El director Panetta no le contó a ningún comité que la agencia hubiera mentido al Congreso o hubiera roto la ley".
Esta revelación le costó a Panetta un encontronazo con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que afirmó públicamente en mayo que la CIA le había mentido a ella y a los demás legisladores. "La CIA sólo me informó una vez sobre los interrogatorios especiales, en septiembre de 2002, en mi calidad de miembro demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia. Se me informó de que los asesoramientos legales del Departamento de Justicia habían llevado a la conclusión de que el uso de técnicas especiales de interrogación eran legales. La única mención sobre el ahogamiento fingido en aquellas sesiones fue para negar que se estuviera utilizando". De modo que, según la persona que ocupa el puesto de tercer rango en la sucesión de poder del país, la CIA mintió consciente y reiteradamente al Congreso.
Entonces, en mayo, Panetta hizo suyas por primera vez las heridas infligidas a la CIA por la anterior Administración, y se dispuso a curarlas con una defensa cerrada a su personal. Desmintió a Pelosi. Se enfrentó a los demócratas en el Congreso. Abrió una guerra en el partido. En un correo electrónico enviado a sus subordinados, Panetta dio garantías a los suyos el pasado 15 de mayo de que "la CIA nunca ha mentido al Congreso". Pronto, los hechos le desmintieron.
Días después se enteró de que estaba en vigencia el programa secreto para matar terroristas. Fue entonces cuando tuvo que acudir al Congreso a informar de él, forzosamente. A los dos días, en defensa de Pelosi, un grupo de demócratas de la Cámara de Representantes le envió una carta pidiéndole que se retractara de lo dicho en aquel correo electrónico enviado a sus subordinados. "Recientemente, usted testificó que tenía noción de que diversos oficiales de mando de la CIA han escondido actos de gran calado a todos los miembros del Congreso y han engañado a los congresistas durante diversos años, desde 2001 hasta esta semana", dijeron. "En vista de su testimonio, le pedimos que corrija públicamente su comunicado".
En ese estado, maltrecho, está la CIA. Herida por una Administración que la utilizó a su antojo para torturar y probar experimentos con los presos, los derechos humanos y la dignidad de las personas. Cheney defiende aquellos años truculentos. Desde que dejó el gobierno no se ha cansado de repetir que aquellos interrogatorios aportaron mucha información valiosa que salvó miles de vidas. Y refiere, una y otra vez, a los informes que van viendo la luz.
"La información extraída a los detenidos ha ayudado a identificar a terroristas", según el documento de 2004. "Por ejemplo, información de Abu Zubaydah ayudó a identificar a José Padilla y a Binyam Muhammed (que planeaban detonar una bomba sucia de uranio en Washington o Nueva York). Riduan Hambali Isomuddin proporcionó información que llevó al arresto de otros miembros de Al Qaeda antes no identificados en Karachi. Todos habían sido designados como pilotos para un ataque aéreo en EE UU".
En las páginas finales del informe, se relata todo un rosario de ataques terroristas frustrados, el misal de Dick Cheney para justificar la tortura: planes para el bombardeo del consulado norteamericano en Karachi; estrellar un avión en el aeropuerto de Heathrow, en Londres; descarrilar un tren y hacer explotar simultáneamente diversas gasolineras en EE UU; cortar los cables de suspensión de diversos puentes de Nueva York para derrumbarlos, y un ataque calcado al del 11 de septiembre de 2001 pero en Los Ángeles.
No ha habido un atentado en suelo americano desde 2001. Sobre las razones, hay ahora dos versiones en juego. Cheney y la anterior Administración asegurando que es así, en gran parte, gracias a la CIA. Eric Holder y los líderes de la mayoría demócrata en el Congreso, que opinan que hay razones que pueden sustentar el argumento de que el país es más seguro a pesar de la tortura de la CIA.
Obama ha evitado pronunciarse sobre este nuevo informe o sobre la reapertura de investigaciones de Holder. Pero le ha dado un golpe mortal a las actividades antiterroristas de la agencia. La semana pasada creó, a recomendación de una comisión que formó un día después de tomar posesión de su cargo, un nuevo equipo de élite que se encargará de interrogar a los terroristas detenidos.
El equipo estará compuesto por agentes de diversas agencias, pero estará albergado en la sede del FBI y dirigido por un agente de ese cuerpo de policía, dependiente del Departamento de Justicia. Lo supervisará directamente la presidencia, a través de Consejo de Seguridad Nacional, y se regirá únicamente por el Manual de Campo del Ejército, que prohíbe, a todos los efectos, la tortura. Obama quería cerrar un episodio, ciertamente oscuro, en la historia CIA. Esperaba, con ello, pacificar los ánimos en la sede de la agencia, después de años de confusión y graves errores. No contaba con que su propio fiscal general iba a considerar que las heridas del pasado son todavía demasiado profundas como para poder ignorarlas.

viernes, 28 de agosto de 2009

Para globalizar la política

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 28/08/2000.-
Desde hace un par de años la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL) andaba en la brega por acercarse a la Conferencia Internacional de Partidos Políticos de Asia (ICAPP), con el propósito de crear un poderoso bloque de partidos que impulse una alianza Sur/Sur que haga girar en 180 grados el proceso globalizador injusto que pone en manos de los grandes el control total del planeta.
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COPPPAL reúne 58 partidos de 28 países e ICAPP está integrada por 240 de 40 naciones. Por lo que representan, ambos foros suman el 68 por ciento de la población mundial, el 53 por ciento de BIP global, el 50 por ciento de la superficie de la tierra y cuentan con los dos partidos más grandes del mundo. Los esfuerzos por hacer realidad el encuentro birregional dieron sus frutos la última semana del pasado mes en Buenos Aires, ciudad que fue escenario del acontecimiento, definido como “histórico” por participantes y espectadores.
Fui protagonista y espectador junto con mi compañero Juan Santamaría en nuestra condición de delegados del PLD ante COPPPAL. América Latina y Asia comenzaron desde allí a juntar sus manos para buscar un punto medio entre la derecha atrapada en el fundamentalismo del mercado y la izquierda antiglobalización que no ha logrado entender que el proceso mundializador es irreversible y que lo que debemos es cambiar su orientación.
El punto de equilibrio debe llevarnos a ajustar las instituciones internacionales de tal suerte que respondan al desarrollo de los mercados, que sean más democráticas y que creen regulaciones tendentes a impedir el darwinismo económico que ha provocado la crisis global que padecemos gracias a su extensión y las manos que han manejado los organismos internacionales a su antojo.
No basta que del G8 pasemos al G20, debemos construir el G192 para que así el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio pasen del singular dominio del poder económico al ejercicio de la participación plural para globalizar la política. Así lo vimos allí

viernes, 21 de agosto de 2009

Suramérica y las bases en Colombia

JUAN GABRIEL TOKATLIAN
El País 21/08/2009.- Intentaré explicar parte de la reacción de algunos países de Suramérica -en especial, los del Cono Sur-, a la decisión soberana de que Colombia permita el uso de hasta siete bases militares a las tropas de Estados Unidos.
La opacidad y las inconsistencias de Bogotá y Washington crean inquietud y alarma en la zona
Washington ha demostrado que el CSD es un 'tigre de papel'
Si bien la recuperación de la base de Manta y la salida de los efectivos estadounidenses allí estacionados fue una determinación del Gobierno del presidente de Ecuador, Rafael Correa, en buena parte del sur del continente se vivió como un logro geopolítico; en particular de Brasil. Suramérica retornaba a la "normalidad"; es decir, como en todo el siglo XX, no habría bases militares de Estados Unidos en América del Sur. EE UU, entonces, seguiría concentrando su presencia en instalaciones militares centroamericanas y caribeñas, en su proverbial mare nostrum. Cuando Colombia decide habilitar la presencia de soldados estadounidenses en bases del país después de negociaciones herméticas, la percepción es que Bogotá quiere convertirse en un puente de proyección militar estratégica de Estados Unidos en el área andina-amazónica; es decir, penetrar en terra nostra suramericana.
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En la medida en que se fueron conociendo detalles sobre el uso de Estados Unidos de varias bases militares en Colombia el grado de perplejidad inicial se tornó en inquietud creciente. En esencia, el acuerdo se ha presentado en Bogotá como necesaria continuación y complemento de la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, y en Washington como indispensable sustitución de la base de Manta, como localizaciones para llevar a cabo "operaciones contingentes, logística y entrenamiento" y como puente para expandir el contacto entre el Comando Sur y el recientemente creado Comando Africano, de acuerdo al lenguaje específico del Pentágono.
Se entenderá que las señales que visualiza la región son distintas. Si bien para Bogotá el uso de las bases parece tener un sentido, para Washington tiene otros propósitos: el primero tiene argumentos locales; el segundo argumentos globales. Colombia se centra en la lucha contra el tráfico de drogas; EE UU en potenciales operaciones de mayor envergadura estratégica. El argumento que utilizó el presidente Álvaro Uribe en su gira informativa por América del Sur fue interpretado en el Cono Sur con mayor preocupación pues, de hecho, significaba algo así como "con cara gano yo y con cruz pierde usted".
Bogotá ha venido reiterando internacional y regionalmente que el paramilitarismo está desmantelado por completo, que las FARC están ya acorraladas, que el ELN está, en la práctica, derrotado; que el Estado a través de sus fuerzas armadas recuperó soberanía territorial; que las cifras de decomisos de drogas, extradición de nacionales, erradicación química de cultivos ilícitos son récords que prueban los enormes avances del país. El planteamiento colombiano es que como todo va mejor es hora de incrementarla cooperación militar con Estados Unidos. Ahora bien, podría decir exactamente lo mismo si todo marchara negativamente o se mantuviera en un impasse irresuelto. En resumidas cuentas, bajo cualquier circunstancia, Colombia quería y quiere que haya tropas estadounidenses en sus bases.
El incidente de los lanzacohetes suecos con Venezuela y el papel que los medios de comunicación y especialistas colombianos le fueron dando al debate interno sobre las bases, fue generando la sensación de que el tema tenía menos que ver con algo interno vinculado a la lucha antidrogas y más con fenómenos exógenos y regionales.
Esa percepción no se ha creado afuera, sino desde Colombia: los argumentos favorables a las bases se colocaron en términos de los peligros que generan Venezuela y Ecuador para el país. Los vecinos ideológicamente más antagónicos no han amenazado con usar la fuerza contra Colombia a pesar de acontecimientos tales como el secuestro de Granda en Venezuela (2004) y la muerte de Reyes en Ecuador (2008). Ningún otro vecino (Panamá, Perú, Brasil) ha insinuado que vaya a desplegar la fuerza contra el país y nadie en Suramérica ha usado la debilidad de casi medio siglo de conflicto armado interno para obtener ventajas propias y en desmedro de Bogotá. Todo ello ha producido en la región una mayor intranquilidad respecto a los objetivos político-militares no ya de EE UU sino de Colombia.
En las últimas dos décadas -y en particular, después del 11 de septiembre- se ha producido un desequilibrio notable entre el componente militar y el diplomático en la política exterior de Estados Unidos. La militarización de la estrategia internacional de Washington ha implicado un desproporcionado gasto en Defensa -en relación a cualquier potencial adversario individual o hipotética coalición de desafiantes y en comparación a lo destinado a la diplomacia convencional-, una desmesurada preponderancia burocrática en el proceso de toma de decisiones y una ascendente autonomía frente a los civiles en la política pública del país.
En ese contexto, desde mediados de los noventa el Comando Sur ha ido ganando gravitación en términos de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina. Estacionado en Florida, el Comando Sur tiende a comportarse como el principal interlocutor de los Gobiernos del área y el articulador cardinal de la política exterior y de defensa estadounidense para la región.
El restablecimiento en 2008 de la IV Flota es apenas uno de los últimos indicadores de una ambiciosa expansión militar en la región que no contó con ningún cuestionamiento del Departamento de Estado ni de la Casa Blanca. En ese sentido, el uso de varias instalaciones militares en Colombia fue considerado en el Cono Sur como un hecho que le permite al Comando Sur lograr parte de su proyecto de largo aliento: ir facilitando -naturalizando- la aceptación en el área de un potencial Estado gendarme en el centro de América del Sur. El mensaje principal es, en consecuencia, para Brasil y no para Venezuela. Más allá de las coincidencias políticas y de negocios entre Brasilia y Washington, Estados Unidos buscará restringir al máximo la capacidad de Brasil en el terreno militar y buscará acrecentar su propia proyección de poder en la Amazonia.
La reciente creación del Consejo Suramericano de Defensa (CSD), de inspiración brasileña, nunca fue plenamente bienvenida en Estados Unidos. Ahora bien, con una simple maniobra diplomática, Washington ha mostrado que el CSD es, por ahora, un tigre de papel.
América del Sur es una región desde la cual no se manifiestan amenazas letales a la seguridad de EE UU, en la que no hay naciones que intenten la proliferación nuclear, en la que no se divisan terroristas transnacionales de alcance global que operen contra intereses de Washington. Es una de las zonas más pacíficas del mundo, posee regímenes democráticos en todos los países y tiene, conjuntamente, un bajo nivel de antiamericanismo. Pero no podrá discutir por qué Estados Unidos necesita usar bases militares de Colombia. Ni Bogotá acepta debatir el tema -y de ahí la no asistencia de Uribe a la reunión de UNASUR en Ecuador- ni Washington necesita explicar su política a la región, porque no es parte del CSD. Para algunos observadores suramericanos la cuestión de las bases corrobora, una vez más, que América del Sur tiene capacidad inventiva pero carece de cohesión. Bogotá ha contribuido así a que Washington esterilice el significado y alcance inicial del CSD.
En vista de lo anterior, la preocupación de Suramérica con el tema de las bases debe entenderse como algo natural. No hubo sobrerreacción ni ningún país actuó en función de prejuicios o preconcepciones. Todo lo que ha venido ocurriendo ha dependido exclusivamente de lo que han dicho y hecho Bogotá y Washington. Más allá del juicio de valor que pueda producir el tema -esto es, ubicarse a favor o en contra del acuerdo bilateral- la realidad es que la opacidad y las inconsistencias de Colombia y Estados Unidos han conducido a que América del Sur se sienta hoy más vulnerable y alarmada.

Juan Gabriel Tokatlian es profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Di Tella, Argentina.

Clientelismo y energía

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 21/08/2009.- El robo de energía no es un mal exclusivo de la República Dominicana, otros países en vías de desarrollo lo han padecido, sólo que, conscientes de su gravedad lo han enfrentado a pesar del costo político, pues han colocado por encima del interés partidario coyuntural, el colectivo y nacional, en el entendido de que a la larga, lo que parece un capital intangible para las organizaciones políticas que lo impulsan, se convertiría en ahorro electoral para tiempos de vacas flacas.
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Hace 7 años la empresa generadora de electricidad Dheli Power Ltd. instalada en la India sólo cobraba el 50 por ciento de la energía servida, números que redujo a un 15 por ciento gracias a una agresiva política de denuncias, sanciones y recompensas para los denunciantes, según reveló Jackie Range en un artículo publicado en The Wall Street Journal Americas el pasado domingo 16. Los “ladrones” no eran pobres solamente, según cuenta el articulista, sino que ricos y empresarios participaban (y aún participan) de la deshonrosa práctica porque para ellos, igual que para nosotros, servirse la electricidad sin pagarla es concebido como normal, situación que impide la inversión nacional y extranjera para aumentar la generación de electricidad.
La voluntad política se ha diluido en las prácticas clientelistas amparadas en una mentalidad alimentada por el paternalismo estatal pues “muchos en la India consideran que la electricidad gratis es un derecho, algo que los políticos no han contrarrestado en su afán por conseguir votos”, afirma Range para luego citar a Vijay Kumar, un funcionario que trabaja con la Comisión Reguladora de Electricidad en la provincia de Andhra Predesh, quien dijo que “el principal problema en el arresto de los ladrones es la falta de voluntad política”, cuestión que me hace pensar que hindúes y dominicanos protagonizamos la misma historia. Lo extraño es que a pesar de todo, la India avanza en su transformación hacia una nación desarrollada y nosotros hemos ganado espacio contra la pobreza. De no padecer de este mal nuestros progresos fueran mayores.

sábado, 15 de agosto de 2009

Debilidades en la hegemonía cultural católica

Por Tahira Vargas
Hoy 15/08/2009.- La religión católica tiene una fuerte presencia en el 64% de la población dominicana (ONE, 2002). Esta adherencia a la iglesia católica es ambigua, no marca totalmente el accionar cotidiano de la mayoría de nuestra población.
La encuesta Gallup 2009 presenta que el 80% de la población acepta que la mujer puede abortar cuando está en riesgo su vida, una altísima aceptación del aborto terapéutico y del paso de la regulación de la práctica al código penal o sanitario (73%) contra un 14% que considera que debe aparecer en la Constitución.
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Estas afirmaciones se contradicen totalmente a las de la jerarquía de la iglesia católica que se ha mantenido firme en impulsar que el Congreso apruebe el artículo 30 que implicaría la prohibición del aborto terapéutico.
Otras contradicciones con la iglesia católica en la vida cotidiana son:
a) Creencias y prácticas del vodú dominicano en convivencia e integración con las actividades católicas.
Muchas personas que asisten a misa y son líderes de comunidades parroquiales tienen sus altares, realizan celebraciones de santos-misterios y asisten a curanderos.
Estas prácticas pertenecen al vodú dominicano que es fruto de este sincretismo afro-religioso y se mantienen a pesar de cientos de años de persecución.
b) Preponderancia de las uniones consensuales sobre los matrimonios religiosos. ENDESA 2007 muestra el predominio de las uniones consensuales en el 41.9% de la población contra un 14.8% de matrimonios (legales y religiosos). Los matrimonios católicos han sido y son minoría en la población dominicana y no han valido las sanciones y presiones de la iglesia en este sentido.
c) Establecimiento de la necesidad de un estado laico. A pesar de que se establece que la religión oficial en nuestro país es la católica, la mayoría de la población en la encuesta Gallup considera (53.4%) que el Estado dominicano no debe tener religión oficial contra un 31.6% que opina lo contrario. Expresión de un sentimiento mayor hacia un Estado laico que a un Estado donde predominen las directrices de la iglesia católica (como ocurre actualmente).
Todo este panorama nos muestra que la iglesia católica no tiene una hegemonía fuerte en las decisiones ni en la vida cotidiana de nuestra población que es mayormente católica en términos “nominales”.
La lectura de estas ambigüedades y dualidades debe servir como plataforma para la toma de decisiones de nuestros legisladores y funcionarios en el momento de impulsar políticas públicas y leyes en las áreas de salud sexual y reproductiva y de género.
Seguir subordinados a las directrices de la jerarquía católica los aleja de la realidad social, del imaginario de las mayorías y por supuesto de sus votos.

viernes, 14 de agosto de 2009

“Protestas” previsibles

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 14/08/2009.-
No serán muchos los países del continente que crecerán este año, pues la crisis económica global ha desvencijado los aparatos productivos sin discriminación alguna, y es que grandes y pequeños, por esta interdependencia que crece a medida que la mundialización nos alinea en una hilera de fichas de dominó, comenzamos a caer como consecuencia del desplome de la pieza que inicia la columna.
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Estados Unidos, promotor de las desregulaciones por aquello de la mano invisible para ajustar el mercado, fue la primera ficha que, mareada por la mórbida sed de riquezas facilitadas por la especulación y el abuso, cayó llevándose al piso toda la fila. Consumado el hecho vinieron los cónclaves internacionales para buscar una cura a la delicada situación financiera que rápidamente inoculó la economía real golpeando el empleo y deteriorando la calidad de vida de grandes masas humanas.
El estallido de esta crisis financiera venía precedida de una crisis alimentaria y una energética que resintieron de algún modo algunas economías, lo que convirtió en más delicado el panorama de empobrecimiento de muchos países. Las medidas tomadas van dando resultados tímidos, y en nuestro país los números comienzan a ser alentadores ya que seremos de los pocos países que crecerán este año.
A pesar de esto corrieron por todo el territorio nacional rumores de protestas que se fueron convirtiendo en hechos y retorceduras de las que estamos acostumbrados a ver: incendios, saqueos, tiroteos, en fin, actos vandálicos que dañan propiedades públicas y privadas. Esto era previsible, el PLD no es oposición y unas elecciones se aproximan.
La ecuación aflora cuasi espontáneamente por la naturaleza política de actores que no entienden los procesos sociales ni económicos, que no interpretan la historia de forma adecuada y por ello ejercen de oídos la política: siempre protestan, nunca proponen y se dejan arrastrar por las emociones y las consignas sin hacer espacio al buen juicio. Sembrando caos pretenden cosechar votos porque desconocen el rol histórico que deben jugar, por esta razón los pequeños instrumentos no crecen y el grande que los utiliza, cuando le toca gobernar, deshace todo.

lunes, 10 de agosto de 2009

Las bases yanquis y la soberanía latinoamericana

Por Fidel Castro
Tomado de TeleSUR 10/08/2009.- El concepto de nación surgió de la suma de elementos comunes como la historia, lenguaje, cultura, costumbres, leyes, instituciones y otros elementos relacionados con la vida material y espiritual de las comunidades humanas.
Los pueblos de la América, por cuya libertad Bolívar realizó las grandes hazañas que lo convirtieron en El Libertador de pueblos, fueron llamados por él a crear, como dijo: "la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y gloria".
Antonio José de Sucre libró en Ayacucho la última batalla contra el imperio que había convertido gran parte de este continente en propiedad real de la corona de España durante más de 300 años.
Es la misma América que decenas de años más tarde, y cuando ya había sido cercenada en parte por el naciente imperio yanki, Martí llamó Nuestra América.
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Hay que recordar una vez más que, antes de caer en combate por la independencia de Cuba, último bastión de la colonia española en América, el 19 de mayo de 1895, horas antes de su muerte, José Martí escribió proféticamente que todo lo que había hecho y haría era "... para impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las antillas Estados Unidos y caigan con esa fuerza más sobre nuestras tierras de América".
En Estados Unidos, donde las 13 colonias recién liberadas no tardaron en extenderse desordenadamente hacia el Oeste en busca de tierra y oro, exterminando indígenas hasta que arribaron a las costas del Pacífico, competían los Estados agrícolas esclavistas del Sur con los Estados industriales del Norte que explotaban el trabajo asalariado, tratando de crear otros Estados para defender sus intereses económicos.
En 1848 arrebataron a México más del 50 por ciento de su territorio, en una guerra de conquista contra el país, militarmente débil, que los llevó a ocupar la capital e imponerle humillantes condiciones de paz. En el territorio arrebatado estaban las grandes reservas de petróleo y gas que más tarde suministrarían a Estados Unidos durante más de un siglo y lo siguen en parte suministrando.
El filibustero yanki William Walker, estimulado por "el destino manifiesto" que proclamó su país, desembarcó en Nicaragua en el año 1855 y se autoproclamó Presidente, hasta que fue expulsado por los nicaragüenses y otros patriotas centroamericanos en 1856.
Nuestro Héroe Nacional vio cómo el destino de los países latinoamericanos era destrozado por el naciente imperio de Estados Unidos.
Después de la muerte en combate de Martí se produjo la intervención militar en Cuba, cuando ya el ejército español estaba derrotado.
La Enmienda Platt, que concedía al poderoso país derecho a intervenir en la Isla, fue impuesta a Cuba.
La ocupación de Puerto Rico, que ha durado ya 111 años y hoy constituye el llamado "Estado Libre Asociado", que no es Estado ni es libre, fue otra de las consecuencias de aquella intervención.
Las peores cosas para América Latina estaban por venir, confirmando las geniales premoniciones de Martí. Ya el creciente imperio había decidido que el canal que uniría los dos océanos sería por Panamá y no por Nicaragua. El istmo de Panamá, la Corinto soñada por Bolívar como capital de la más grande República del mundo concebida por él, sería propiedad yanki.
Aun así, las peores consecuencias estaban por venir a lo largo del Siglo XX. Con el apoyo de las oligarquías políticas nacionales, los Estados Unidos se adueñaron después de los recursos y de la economía de los países latinoamericanos; las intervenciones se multiplicaron; las fuerzas militares y policiales cayeron bajo su égida. Las empresas transnacionales yankis se apoderaron de las producciones y servicios fundamentales, los bancos, las compañías de seguros, el comercio exterior, los ferrocarriles, barcos, almacenes, los servicios eléctricos, los telefónicos y otros, en mayor o menor grado pasaron a sus manos.
Es cierto que la profundidad de la desigualdad social hizo estallar la Revolución Mexicana en la segunda década del Siglo XX, que se convirtió en fuente de inspiración para otros países. La revolución hizo avanzar a México en muchas áreas. Pero el mismo imperio que ayer devoró gran parte de su territorio, hoy devora importantes recursos naturales que le restan, la fuerza de trabajo barata y hasta lo hace derramar su propia sangre.
El TLCAN es el más brutal acuerdo económico impuesto a un país en desarrollo. En aras de la brevedad, baste señalar que el Gobierno de Estados Unidos acaba de afirmar textualmente: "En momentos en que México ha sufrido un doble golpe, no solo por la caída de su economía sino también por los efectos del virus A H1N1, probablemente queremos tener la economía más estabilizada antes de tener una larga discusión sobre nuevas negociaciones comerciales." Por supuesto que no se dice una sola palabra de que, como consecuencia de la guerra desatada por el tráfico de drogas, en la que México emplea 36 mil soldados, casi cuatro mil mexicanos han muerto en el 2009. El fenómeno se repite en mayor o menor grado en el resto de América Latina. La droga no solo engendra problemas graves de salud, engendra la violencia que desgarra a México y a la América Latina como consecuencia del mercado insaciable de Estados Unidos, fuente inagotable de las divisas con que se fomenta la producción de cocaína y heroína, y es el país de donde se abastecen las armas que se emplean en esa feroz y no publicitada guerra.
Los que mueren desde el Río Grande hasta los confines de Suramérica son latinoamericanos. De este modo, la violencia general bate récord de muertes y las víctimas sobrepasan la cifra de 100 mil por año en América Latina, engendradas fundamentalmente por las drogas y la pobreza.
El imperio no libra la lucha contra las drogas dentro de sus fronteras; la libra en los territorios latinoamericanos.
En nuestro país no se cultivan la coca ni la amapola. Luchamos con eficiencia contra los que intentan introducir drogas en nuestro país o utilizar a Cuba como tránsito, y los índices de personas que mueren a causa de la violencia se reduce cada año. No necesitamos para ello soldados yankis. La lucha contra las drogas es un pretexto para establecer bases militares en todo el hemisferio. ¿Desde cuándo los buques de la IV Flota y los aviones modernos de combate sirven para combatir las drogas?
El verdadero objetivo es el control de los recursos económicos, el dominio de los mercados y la lucha contra los cambios sociales. ¿Qué necesidad había de restablecer esa flota, desmovilizada al final de la Segunda Guerra Mundial, hace más de 60 años, cuando ya no existe la URSS ni la guerra fría? Los argumentos utilizados para el establecimiento de siete bases aeronavales en Colombia es un insulto a la inteligencia.
La historia no perdonará a los que cometen esa deslealtad contra sus pueblos, ni tampoco a los que utilizan como pretexto el ejercicio de la soberanía para cohonestar la presencia de tropas yankis. ¿A qué soberanía se refieren? ¿La conquistada por Bolívar, Sucre, San Martín, O'Higgins, Morelos, Juárez, Tiradentes, Martí? Ninguno de ellos habría aceptado jamás tan repudiable argumento para justificar la concesión de bases militares a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, un imperio más dominante, más poderoso y más universal que las coronas de la península ibérica.
Si como consecuencia de tales acuerdos promovidos de forma ilegal e inconstitucional por Estados Unidos cualquier gobierno de ese país utilizara esas bases, como hicieron Reagan con la guerra sucia y Bush con la de Iraq, para provocar un conflicto armado entre dos pueblos hermanos, sería una gran tragedia. Venezuela y Colombia, nacieron juntos en la historia de América tras las batallas de Boyacá y Carabobo, bajo la dirección de Simón Bolívar. Las fuerzas yankis podrían promover una guerra sucia como hicieron en Nicaragua, incluso emplear soldados de otras nacionalidades entrenados por ellos y podrían atacar algún país, pero difícilmente el pueblo combativo, valiente y patriótico de Colombia se deje arrastrar a la guerra contra un pueblo hermano como el de Venezuela.
Se equivocan los imperialistas si subestiman igualmente a los demás pueblos de América Latina. Ninguno estará de acuerdo con las bases militares yankis, ninguno dejará de ser solidario con cualquier pueblo latinoamericano agredido por el imperialismo.
Martí admiraba extraordinariamente a Bolívar y no se equivocó cuando dijo: "Así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudoÂ… calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía."
Fidel Castro Ruz
Agosto 9 de 2009
6 y 32 p.m.

viernes, 7 de agosto de 2009

La élite se opone al regreso de Manuel Zelaya

Tegucigalpa AP
07/08/2009.- Unas diez familias controlan la economía de Honduras y muchas de ellas están decididas a impedir a cualquier costo el regreso del depuesto presidente Manuel Zelaya.
Igual que en tantas naciones latinoamericanas, un grupo de banqueros, empresarios, dueños de hoteles y de los medios de prensa mantienen estrechos lazos políticos que les permiten conseguir concesiones del gobierno, exenciones impositivas y valiosa información.
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Son las fuerzas detrás del gobierno de facto de Roberto Micheletti y de su negativa a permitir el retorno de Zelaya.
Diplomáticos estadounidenses cortaron sus lazos formales con el gobierno de Micheletti pero se han entrevistado con miembros de la élite empresarial para hacerles presión y amenazarlos con sanciones económicas si no regresa Zelaya.
Hondureños ricos como Adolfo Facussé dicen que prefieren soportar sanciones económicas, huelgas y toques de queda a que Zelaya vuelva al poder.
Jaguar y todo-terreno“La actitud aquí es, ¿y qué?”, si ocurre todo eso, expresó Facussé en una entrevista en su casa, en la que había un Jaguar, dos vehículos todo-terreno y un guardia en el portón de ingreso.
“De todas maneras aquí va haber elecciones en noviembre”.
La familia de Facussé controla buena parte de la industria textil de Honduras.
El economista, educado en Estados Unidos, ha tenido siempre acceso al presidente y está acostumbrado a viajar con los líderes nacionales al exterior en busca de inversiones. Su primo Carlos Flores Facussé fue presidente entre 1998-2002.
Facussé sostuvo que la disputa actual no gira en torno a Zelaya, sino que se está tratando de preservar el capitalismo y de contener la influencia de Hugo Chávez en la región.
Irritación El apoyo que ha brindado el gobierno estadounidense de Barack Obama a Zelaya ha irritado y desconcertado a la élite hondureña, cuyos miembros a menudo dividen su tiempo entre los dos países, asisten a universidades estadounidenses, trabajan estrechamente con empresas norteamericanas y se van de compras a Miami.
Zelaya fue alguna vez parte de esa élite. Su padre es un hacendado con importantes inversiones en la industria maderera. Cuando se postuló a la presidencia, Zelaya rompió con su base natural y cortejó el apoyo de sindicatos, cooperativas y campesinos. Desde la presidencia se acercó a Chávez, molesto porque no recibía suficiente ayuda de Estados Unidos para sus programas sociales.
“Aquí no se ve como una lucha contra Mel Zelaya.
Mel Zelaya es uno de nosotros”, dijo Facussé, vestido con jeans. “Pero la gente piensa que es instrumento de Chávez y que la pelea es con Chávez”.

Zelaya y el columnista

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 07/08/2009.- Hace unos días escribí a un articulista de un diario hermano, a propósito de sus opiniones sobre golpe de Estado en Honduras, lo que a continuación copio: “La cuestión no es tan simple como planteas, pues pienso que el gobierno de coalición de que hablas como ha hablado el presidente Arias, abriría una brecha peligrosa para que algunos con intenciones golpistas en la región imiten lo ocurrido en Honduras. No importa que Zelaya fuera imprudente con la insistencia de la cuarta urna; él era el presidente legítimo electo por su pueblo y nadie podía deponerlo por la vía de las armas sino por el de las urnas que es el mecanismo que establece el sistema democrático.
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No olvido el discurso de la presidenta Cristina de Argentina en la reunión de emergencia que convocó la OEA a raíz de la crisis, en el que recordó que cuando el primer golpe militar en su país, muchos pensaban como tú y fueron a la Plaza de Mayo a respaldar a los golpistas y que años después volvieron allí a repudiarlos cuando sus maridos, hijos, padres, amigos y nietos eran perseguidos hasta las desapariciones, torturas y muertes. No entiendo como personas que se dicen demócratas apoyan que se retire un presidente electo por el pueblo con el pretexto que sea; la democracia no tiene varias caras, tiene una que es la voluntad popular y ésta tiene que ser respetada no importa que el gobernante esté cerca de los halcones de Bush o de la izquierda extrema que representa Chávez.
No podemos permitir que se abra una brecha para que se den golpes de Estado y luego se negocie como que no pasó nada, porque si ocurriese así ningún gobierno democrático estaría seguro, por lo cual las oligarquías centroamericanas, al acecho de los gobiernos populares electos por el pueblo, articularían sus asonadas para luego negociar con la voluntad popular. Si la comunidad internacional no restituye a Zelaya estoy seguro de que Álvaro Colom, Daniel Ortega, Mauricio Funes y otros presidentes del hemisferio pasarían a la mira de fuerzas oscuras y llegaría la inestabilidad política, las convulsiones sociales y con todo esto la estampida de capitales, el desempleo, la profundización de la pobreza: la involución económica y del desarrollo”.

jueves, 6 de agosto de 2009

Sudamérica dice 'no' a Uribe y a las bases de EEUU en Colombia

EFE O5/O6/2009.-La gira por Sudamérica del presidente colombiano Alvaro Uribe para 'vender' su plan para ampliar la presencia militar de EEUU en Colombia no va lo bien que él imaginó para esta ofensiva diplomática en siete países: la mayoría de los presidentes contestan 'No' a su iniciativa.Este miércoles, tanto la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner en Buenos Aires como en Santiago de Chile la jefa de Estado, Michelle Bachelet, no apoyaron la idea de que desembarquen más aviones, buques y pertrechos bélicos del Pentágono en la región.
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Bachelet planteó que el polémico tema se estudie en el Consejo de Seguridad de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que se reuniría en Quito, posiblemente la semana próxima.De todos modos el canciller Mariano Fernández afirmó a la prensa que Chile respeta "las decisiones soberanas que cada país tiene", aunque insistió en analizar las consecuencias para "el conjunto" en la cumbre del Unasur.Protestas en ChileEn Santiago hubo protestas a las afueras del palacio presidencial de La Moneda, donde estaban reunidos Bachelet y Uribe. Al menos 14 manifestantes fueron detenidos por los carabineros, que impidieron a los movilizados desplegar una pancarta con la leyenda 'Fuera Yankis'.A Uribe no le fue mejor en Bolivia. En la noche del martes visitó en La Paz al presidente Evo Morales. "No aceptamos militares norteamericanos en Bolivia y nuestro pedido es que también (el rechazo) sea en Latinoamérica, porque siempre el imperio (norteamericano) tiene sus objetivos", dijo el anfitrión.Hasta ahora, el único presidente de la región que pareció respaldar la idea de Uribe ha sido el peruano Alan García. El Presidente de Perú llamó, el martes, "gran amigo" al visitante y le prometió: "Siempre estaremos respaldando el trabajo fundamental que ha hecho Usted".En los ámbitos diplomáticos de los países de Suramérica se de por descontado que a Uribe no le irá mejor en sus próximas escalas en Uruguay, Brasil y Paraguay. La semana pasada el presidente Inazio Lula Da Silva -peso pesado entre los mandatarios de la región- anticipó su negativa. "A mí no me agrada una base estadounidense más en Colombia", afirmó Lula el pasado jueves, junto a su par chilena. Ambos propusieron una reunión urgente del Consejo de Defensa Sudamericano para abordar el tema.Marco Aurelio García, asesor de Lula en política internacional, se reunió el martes en Brasilia con el general Jim Jones, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Barack Obama y enviado especial al país carioca.'Una herencia de la Guerra Fría'"Nuestra percepción es que bases extranjeras en la región parecen una herencia de la Guerra Fría y la Guerra Fría acabó", comentó García a la prensa tras el encuentro. Jones también tenía previsto reunirse con el ministro de Defensa Nelson Jobim y el canciller Celso Amorim.Hasta ahora Uribe no hizo referencias al tema y sus asesores definieron a la gira como "muda" en cuanto el polémico asunto de EEUU. Prefieren señalar que el objetivo es "abordar los temas del terrorismo en Colombia, sus riesgos y los asuntos relativos a Unión Suraméricana de Naciones (Unasur)".Pero su ministro de Defensa y comandante de las Fuerzas Militares, general Freddy Padilla, destapó el martes en Bogotá que el nuevo acuerdo de seguridad que el Gobierno analiza con los Estados Unidos incluye siete bases militares, y no cuatro como se había informado semanas atrás.El arribo estadonidense sería en las bases aéreas de Malambó, ubicada en el Caribe; Palanqueros, centro; Apiay, oriente del país. También en dos bases militares del Ejercito, la de Tolemaida, en el centro del país, y Larandia, en el sur, así como dos navales, una de la Costa Caribe y otra en el Pacífico.El diario brasileño 'Folha de Sao Paulo' informó que el acuerdo Colombia-EEUU permitiría la instalación en el país caribeño de aviones C-17, con autonomía de vuelo como para sobrevolar prácticamente toda Sudamérica.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Cambiar o morir

Editorial El País
05/08/2009.-El movimiento palestino Fatah celebra desde ayer, en Belén, su 6º Congreso, el primero en los últimos 20 años. ¿Por qué ahora? Sencillamente, porque no es posible aplazar por más tiempo una renovación interna cuyo retraso ha favorecido el enquistamiento del que se ha beneficiado Hamás. Los líderes históricos de Fatah, Yasir Arafat y Faisal Huseini, ambos fallecidos hace años, siguen figurando al frente del Comité Central para el que fueron elegidos en 1989: todo un símbolo de ese enquistamiento.
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El movimiento nunca pudo, o prefirió eludir, la celebración del Congreso, que según los estatutos debe tener lugar cada cinco años. A comienzos de los años noventa Arafat alegó que las negociaciones de paz iniciadas en la conferencia de Madrid (y que desembocaron en los acuerdos de Oslo en 1993) no aconsejaban un debate sobre el liderazgo. Más tarde, en el año 2000, estalló la segunda Intifada. Tampoco era el momento oportuno. En 2006 Hamás cosechó un triunfo demoledor en Gaza, en parte por la flagrante división interna de Al Fatah (con varios candidatos disputándose los mismos distritos) y también por el descrédito asociado a los comportamientos corruptos de algunos dirigentes.
En mayo, el presidente Mahmud Abbas visitó a su homólogo Barack Obama en Washington, y el inquilino de la Casa Blanca vino a decirle que debían prepararse las condiciones para negociar un acuerdo político con Israel. Para ello resulta imprescindible que el mandatario palestino ponga orden en su propio partido, un nudo de redes clientelares y lealtades personales a caciques tradicionales.
Porque sin ese revolcón interno que renueve la dirección -que probablemente será parcial- es muy improbable que Al Fatah pueda recuperar el prestigio perdido mientras sus rivales islamistas de Hamás siguen compaginando la actividad terrorista con la organización de la asistencia social (en escuelas, centros de salud, redes sociales), en una combinación que atrae a amplios sectores de la juventud. Sin un nuevo cónclave que renueve su liderazgo, el partido hegemónico de la resistencia palestina desde hace casi 50 años no podrá competir con garantías de victoria en unas eventuales elecciones frente a Hamás. Y sin ese triunfo, o sin un acuerdo con los islamistas que se ve poco probable, lo sabe bien Obama, su proyecto para Oriente Próximo difícilmente tendrá éxito.

sábado, 1 de agosto de 2009

COPPPAL e ICAPP destacan los aportes del Profesor Juan Bosch

Nuevo Diario
Agosto 1, 2009.-
Las Conferencias Permanente de Partido Políticos de America Latina y el Caribe (COPPAL) e Internacional de Partidos Políticos del Asia (ICAPP) destacaron los aportes del Profesor Juan Bosch, fundador del Partido de la Liberación Dominicana, en el fortalecimiento de la democracia en America Latina.
Ambas entidades que sesionan en un primer encuentro bi regional en Buenos Aires, Argentina, felicitaron a la delegación dominicana presente en ese conclave internacional. )
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El PLD está representado en esa reunión por Juan Santamaría y Manolo Pichardo delegados oficiales ante COPPPAL además de Franklin Rodríguez, presidente de la juventud de la entidad regional quien participó en compañía de otros jóvenes dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana.
La Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, COPPPAL, integrada por 58 partidos de 28 países y la Conferencia Internacional de Partidos Políticos de Asia, ICAPP, que agrupa a 240 partidos de 45 países, inauguraron en Buenos Aires el Primer Encuentro Birregional bajo el nombre de “El rol de los partidos políticos en la creación de un orden internacional justo”
En la inauguración del evento el presidente de la ICAPP, el filipino José de Valencia, definió como histórico el encuentro en que participan partidos que representan el 50 por ciento de la superficie total de la tierra, el 68 por ciento de la población mundial y el 53 por ciento del PIB global, argumentos que utilizó para coincidir con el presidente de COPPPAL, el argentino Antonio Cafiero, quien señaló que ambas regiones merecen tener el peso internacional que se correspondan con estas cifras.
Valencia, en un discurso que alternó en inglés y español, dijo que este mecanismo de coordinación política que alberga a las dos organizaciones políticas más grandes del mundo, debe promover la defensa de los principios comunes antes que la defensa de los intereses comunes y anunció la iniciativa para crear un fondo monetario regional y un fondo para combatir la pobreza que beneficie a Latinoamérica.
Los delegados felicitaron a los representantes del Partido de la Liberación Dominicana por el centenario del nacimiento del Profesor Juan Bosch, destacando sus aportes al fortalecimiento de la democracia latinoamericana.
En otro orden condenaron el golpe de Estado en Honduras, exigiendo la restitución de presidente Zelaya y establecieron consenso al expresar que no puede haber democracia sana sin la existencia partidos políticos fuertes sanos y responsables.
La Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, COPPPAL, agrupa a partidos progresistas del hemisferio que se encuentran en el gobierno y la oposición y en la Conferencia Internacional de Partidos Políticos de Asia, ICAPP, convergen organizaciones políticas de diversos matices ideológicos como, los Partidos Comunistas de China y Nepal, la Alianza Musulmana de Pakistán y el Partido Liberal Democrático de Japón.