sábado, 26 de noviembre de 2011

El abonado 47.9%

Por Manolo Pichardo

Listín Diario 25/11/2011.-

Impertérrito e inexpugnable luce el 47.9 que la prestigiosa firma encuestadora Gallup viene otorgando al candidato del Proyecto Presidencial Hipólito, mejor conocido como PPH. Ese punto nueve (.9) de cola, le pone un aire majestuoso, le da el talante de credibilidad que un número redondo no le facilitaría, y así, parece sólido, incuestionable como debe ser, pues salido del vientre de una empresa con aval cristiano y un personaje de la vida pública que todos respetamos, la duda no cabe.
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Me gusta la Gallup, siempre me ha gustado, siempre la he esperado; la esperé para las elecciones de medio tiempo, quería saber la cantidad de senadores que obtendría cada partido y tuve que conformarme con la ASISA que midió varias veces y finalmente arrojó números que las urnas confirmaron con exactitud.

Nada, sin embargo, me ha hecho perder la fe en la firma encuestadora que publica sus mediciones en un matutino amigo, a pesar de que al medir la contienda interna del Partido Revolucionario Dominicano, PRD, dio ganador al presidente de esa organización política, el ingeniero Miguel Vargas Maldonado, aunque finalmente resultó ganador en la convención el agrónomo Hipólito Mejía. La ASISA y otras firmas sin contratos con medios de comunicación, vaticinaron el triunfo del actual candidato perredeísta.

El repetido 47 por ciento con todo y su bien exhibida fracción, como por dignidad, se pone duro y se resiste a ceder, y es que porcentajes por regiones, por edades, por sector social y género asociados al candidato del PPH se desplomaron en esta última entrega.

Pero él se niega a bajar; se resiste, porque de no plantarse en firme, los números de Danilo, que según Hamilton, la mencionada ASISA y otras firmas no tan prestigiosas pero certeras, lo colocarían por encima de Mejía, rebasando ese punto fijo en el que Gallup se abona.

Abonarse a un número es cosa complicada, siempre inexplicable, asociado en el pueblo que juega la lotería a cábalas, supersticiones, revelaciones de los dioses o los demonios. Sé de gente que la muerte ha sorprendido tras pasar su vida entera abonado, sin alcanzar la suerte del premio, y como asuntos que van más allá del colmo, traspasan la fijación a sus hijos, que comienzan una carrera terca y obsesiva tras el golpe de suerte que les sacará de súbito de la pobreza.

Sigo creyendo en la Gallup, pero no sé por qué tendré que irme acostumbrando al 47.9, cifra que, a pesar de lo científico de las mediciones, parece tener vocación por la resistencia.

El punto es que la terquedad puede encontrarse con la realidad de las urnas el próximo 20 de mayo, pero como a los amigos que se quieren con sus defectos, yo sigo apreciando con todo y su obsesión por el conocido número mágico, a esta empresa que ya es parte de nosotros.

Genética versus racismo(*)

Por Ángel Garrido
(*)Nota:
Este ensayo sobre genética y racismo fue publicado por El Nacional de Santo Domingo el 24-VI-2001. La disputa por los restos mortales del holoceno temprano conocido como El hombre de Kennewick, en honor al pueblo del estado de Washington en que fueron descubiertos de manera fortuita por dos estudiantes universitarios el 28-VII-1996, le tocó seguir un curso dilatado y complicado en la Novena Corte de Apelación de EE UU. En julio de 2005 un equipo de científicos venidos desde diversos estados de EE UU se reunió por 10 días en Seattle para estudiar los restos mortales del Hombre de Kennewick.


El análisis de este suceso ha servido de punto de partida del presente ensayo.



Con la fundación de la ciudad de Lima en el año 1535 se cerraba la primera etapa dramática de lo que había de ser la conquista y colonización europea del continente americano.

En lo que al Caribe respecta, sólo España había colonizado sus tierras durante los primeros 130 años posteriores a la llegada de Colón. Con la plata del Perú y Nueva España (México) a la vuelta de pocos decenios los españoles habían logrado consolidar en América una presencia más impresionante que nunca tuvo continente alguno en ningún otro.

Ya para mediados del siglo XVII las naciones marítimas del norte de Europa habían adoptado su nueva estrategia de arrancarle a España las islas que en el Caribe había encontrado. A pesar de los efectos negativos que en la economía de la metrópolis había de surtir el ejercicio despiadado del contrabando y la piratería que acabo llevaban los europeos del norte, la España de los Habsburgo se las había arreglado para defender y ampliar sus territorios continentales.

También en la América del Norte el conquistador español campaba por sus fueros y ya a finales del siglo XVIII había ido a pretender el cargo al norte de San Francisco y al sur de lo que hoy es el estado de Oregón, donde debió varias veces cruzar espadas con las tropas rusas que, venidas desde la Alaska que para entonces colonizaban, se aventuraban costa abajo en busca del sur.

Ocho mil ochocientos años antes que españoles y rusos se enfrentaran en esas mismas tierras del actual Oregón estadounidense, un hombre de mediana edad había muerto en la orilla norte del río Columbia. Más de dos siglos después de los duelos furtivos entre rusos y españoles por una tierra de indios, la osamenta de aquel aborigen de Norteamérica yace en una morgue movediza del museo de Burke, de la ciudad de Seattle, bajo arresto por orden de una corte federal.

Nueve mil años no es nada, diría Gardel. Sin embargo, vaya si lo son para los huesos de un hombre que presenta signos incontrastables de violencia anterior a su muerte: costillas quebradas, un codo astillado y restos de un proyectil de piedra que había logrado interesarle la cadera.

El esqueleto había sido descubierto en 1996 por un grupo de estudiantes universitarios empapados en cerveza que participaban en una carrera de botes de alta velocidad. Un lustro después de su hallazgo, y a resultas de una intrincada batalla legal que no habrían entendido los rusos, ni los españoles ni los ancestros remotísimos ni los deudos remotos del occiso, el destino final de sus restos mortales es imposible de predecir hasta tanto se manifieste sobre el caso la Suprema Corte de Justicia de EE UU.

Al principio del hallazgo se creyó que se trataba de los restos de algún colono europeo del siglo XIX. Luego se procedió a enviar un fragmento al laboratorio para la prueba cronológica a radiocarbón. Cuando llegó el reporte que daba cuenta de que se trataba de una osamenta nueve veces milenaria el arqueólogo Jim Chatters convocó a una rueda de prensa: "No se parece a nadie que yo haya visto antes", dijo a los periodistas, "pero si tuviera que clasificarlos diría que son los restos de una persona caucásica, que se trata más bien de un ancestro remoto del europeo moderno". Pero las declaraciones de Chatters no amainaron las ansias reivindicativas de una coalición indígena constituida por cinco tribus noroccidentales a las cuales les presentan batalla legal ocho prominentes arqueólogos físicos de EE UU.

La batalla legal por los restos del llamado Hombre de Kennewick ha devenido un conflicto sobre raza, historia e identidad que involucra no sólo el pasado de EE UU, sino también su futuro.

Durante largos meses el arqueólogo Jim Chatters había deambulado por las calles con la marcada intención de encontrar un rostro y una cabeza cuyas formas se parecieran a las del Hombre de Kennewick. Algún que otro hindú le pareció semejante, pero luego de observar al extraño con detenimiento reparaba siempre en diferencias físicas francamente irreconciliables. Pero un buen día veía en la TV "Star Trek: The New Generation" cuando de repente reconoció al descendiente que buscaba de los huesos que defendía: se trataba del actor británico Patrick Stewart que hacía el papel del capitán Jean Luc-Picart. "¡Este se parece más que ningún otro!", exclamó. Sin embargo, su repentino hallazgo no atenuó en lo más mínimo las ansias de las cinco tribus de recuperar su esqueleto para darle indiana sepultura.

Antropólogos reputados rechazaron en el acto como "puras especulaciones" la pretendida europeidad de la osamenta propuesta por Chatters: "No entendemos por qué era necesario hacer un reclamo tan controvertible e incendiario", han dicho en fecha reciente los académicos Alan Awedlund, de la Universidad de Massachusetts-recinto de Amherst, y Duane Anderson de la School of American Research.

Sépase de todas maneras que los estudiosos también postulan que para la época en que según las pruebas de laboratorio vivió el Hombre de Kennewick la población total del área, comprendida por la parte oriental de los actuales estados de Washington y Oregón, así como por Idaho y Nevada, debió oscilar entre 500 y 1000 habitantes.

Cuesta un trabajo enorme resistir la tentación de imaginar el espanto de la persona encarnada en aquel esqueleto si reencarnada se viera frente a la aislada ciudad que le ha prestado su nombre: "Bienvenidos a Kennewick: Una comunidad generadora de electricidad", reza el letrero que habría de darle la bienvenida al sobrecogido muerto cuya resurrección imaginamos. Si sobreviviera al primer espanto, boquiabierto y cariacontecido se quedaría al oír de labios de los habitantes de Kennewick que él es el objeto de una disputa que se conoce como Bonnichsen et at. versus los Estados Unidos de América, que además involucra al Departamento de Interior y que será vista por un juez federal en la ciudad de Portland, estado de Oregón.

Para deslumbrarlo y estremecerlo aún más habría que informarle al difunto nueve veces milenario que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE UU, que administra las tierras donde fueron encontrados sus restos, temeroso de ser carne de la que el reclamo indígena podría ser cuchillo, ordenó sin mayor miramiento la devolución de la osamenta a las cinco tribus noroccidentales que enterrarla pretenden. Fue entonces cuando los preindicados científicos se buscaron un abogado y acudieron a corte. El todavía vigente interdicto que de la justicia obtuvo el abogado de los antropólogos ordena el arresto de los restos mortales.

Demasiada literatura tremenda para un hombre nacido en pleno siglo setenta antes de Cristo.

Razas: mito y realidad

Tanto más el lobo que la gacela; tanto más ésta que el elefante africano; tanto más ese gigante tropical que el ciervo, pero todos ellos entre sí son a su vez desde el punto de vista genético muchísimo más diversos que el homo-sapiens.

Registra el ser humano -hablamos desde la clandestinidad de la ciencia que estudia sus genes- pequeñas diferencias genéticas que tienen más que ver con la latitud y la longitud en habita que con el color de su piel o cualesquiera otras trazas raciales. Esto significa que tales diferencias genéticas son mayores entre un blanco de Bulgaria y otro blanco de Noruega, que las que puedan haber entre un blanco y un negro del Brasil.

La masiva migración humana hacia las Américas ayudó a crear el concepto que de raza tenemos a partir del siglo XVIII. A juicio de la Asociación Americana de Antropología la actual idea de "raza" constituye un mecanismo social inventado en dicho siglo para hacer alusión a los nuevos pobladores de la América colonial. La raza devino el pretexto mediante el cual el colonizador europeo justificaba el sojuzgamiento de indios y africanos.

Al principio de la esclavitud americana el esclavista blanco justificaba en términos bíblicos su actitud. Más adelante, el propio Darwin en persona había de liberar a curas y pastores de semejante crimen contra la humanidad: "La superioridad blanca", dijo "es un antojo de la naturaleza".

Tal y como de manera brillante ilustra Steve Coll en su insuperable trabajo aparecido en la revista del Washington Post correspondiente al domingo 3 de junio de 2001: "Raza y racismo aún campan por sus fueros en las estructuras sociales, como una experiencia cotidiana. En ese sentido, mientras el discrimen racial genere crímenes abominables, fichas raciales elaboradas por la policía, prejuicios en los lugares de trabajo y otras ofensas, la raza no sólo ha de existir, sino que además es urgente. Sin embargo", alumbra la gallarda y justiciera péndola del notable periodista estadounidense, "la idea de raza como experiencia cotidiana siempre ha dependido hasta cierto punto de marcadas presunciones acerca de la biología, bajo la creencia de que los grupos raciales ofrecen una manera aceptable de describir las variaciones físicas del ser humano".

Hace 90 años que el padre de la moderna antropología en EE UU, Franz Boas, demostró que la forma de los cráneos humanos puede variar marcadamente en el curso de una sola generación debido a factores ambientales.

Mediante el estudio de miles de cráneos alrededor del mundo, luego de medirlos de 57 maneras diferentes, el antropólogo John Rolethfore, de la Universidad de Nueva York-recinto de Oneonta, ha demostrado en fecha reciente que entre el 85 y el 90 por ciento de las variaciones craneales ocurren dentro de los individuos de una misma raza. Lo cual significa que sólo entre un 15 y un 20 por ciento de dichas variaciones ocurren entre individuos de grupos raciales distintos.

Los antropólogos físicos, Chatters entre ellos, admiten que la forma del hueso craneano podría constituir un buen indicio para diferenciar grupos de población, pero postulan sin embargo que se rechace el concepto de razas biológicas.

Otros, como Douglas Owsley del Smithsonian Institution, consideran irrelevante el asunto de si existen o no las razas biológicas.

Dígase además que también los hay como George Gill, que defienden de manera abierta la existencia de las razas biológicas y el derecho de las mismas a se les reconozca como tales.

Gill argumenta que cuando examina con fines legales esqueletos modernos, en cuatro de cada cinco ocasiones logra predecir la raza de occiso a partir de la forma del cráneo y otros huesos. Siendo esa la situación, se pregunta Gill, "por qué no usar un lenguaje racial para describir las variaciones humanas. Creo en el uso del lente racial como la manera más fácil de analizar el asunto", dice.

Con ese tipo de pronunciamientos logra enfurecer a los antropólogos culturales. Ellos piensan que su insistencia sobre el tema racial sienta las bases para un sistema de pensamiento destructivo, una manera de pensar que ha derramado la sangre de millones de personas.

Se preguntan por qué mantener ese lenguaje y esas categorías raciales sin fundamento biológico. Estos antropólogos piensan que la habilidad de Gill para deducir la raza a partir del esqueleto lo convierte en una suerte de prestidigitador cuyo truco se basa en definiciones recurrentes y en falsa información. Lo ven como a un Walter Mercado de la antropología que escribe horóscopos de defunción luego de consultar a los astros.

Un juego que sería divertido si no le hubiera costado a la humanidad sangre y lágrimas con qué llenar la mar océana.

En 1865 el cirujano general de los Estados Unidos ordenaba a todos los oficiales médicos del Ejército "colectar y remitir a las oficinas del Cirujano General todas las muestras de anatomía mórbida, quirúrgicas y médicas, que puedan considerarse valiosas".

A la vuelta de pocos años tuvo el ejército estadounidense la más amplia colección de esqueletos indios que aspirarse pueda.

La fiebre de huesos indígenas convirtió en enormes morgues sin deudos los museos del país. Los cientistas que aspiraban a demostrar la innata superioridad del hombre blanco leían textos tan estrafalarios como Crania Americana, de Samuel Morton. Iluminados por un afán cientificista digno de mejor causa, se apresuraban a rellenar con perdigones a la luz de un candil las calaveras de indios, sólo para demostrar cuán poco cerebro en ellas cabía.

Tan humanístico trabajo había de echar los cimientos que luego les vendrían a los cientistas nazis como brida roja a caballo blanco. Por uno de esos traveses que alimentan la ironía, hoy existe a pocos metros de Smithsonian Institution, en el centro de Washington, DC, el Museo del Holocausto. Tal vez empezó a erigirse dicho museo cuando se dio inicio a las mediciones de la pretendida insuficiencia cerebral del indio americano. Los cientistas al servicio de Hittler superaron las más desquiciadas mediciones de "anatomías mórbidas".

Los estudios recientes sobre biología contradicen todos y cada uno de los prejuicios raciales.

El Hombre de Kennewick no es un asunto que concierne con exclusividad a la prehistoria de este continente. A la prehistoria pertenecería a lo sumo lo que a ella le cediera de él la moderna ciencia genética.

Son los biólogos evolucionistas los que han demostrado a cabalidad que el origen racial es a duras penas perceptible en términos genéticos.

Demoledoras de prejuicios raciales resultan las conclusiones a las cuales arribó hace tres años la junta ejecutiva de la Asociación Americana de Antropología: al tomar en consideración una serie de evidencias genéticas, tales como el ADN y los tipos de sangre, el 94 por ciento de las variaciones físicas entre seres humanos ocurren dentro de una misma raza; sólo un 6 por ciento de dichas variaciones brincan la barrera étnica.

Ninguna mente ecuánime desea obviar la triste realidad que aún vivimos y que hace apenas días, a primeros de junio de 2001, hizo que los futbolistas del Treviso italiano saltaran todos al césped con la cara pintada de negro para protestar la mayor ostentación que de racismo hiciera su fanaticada: en un partido reciente había abandonado las gradas disgustada por la presencia en dicho equipo de un jugador nigeriano.

Aún haciendo acopio de la preindicada patología social, si se nos permitiera evocar el contenido de la carta que sobre el positivismo como sistema filosófico intercambiara con su hermano Max el eminente humanista dominicano Pedro Henríquez Ureña, entonces sería cuestión de, mutatis mutandis, sustituir cantidades iguales: el racismo está muerto y enterrado desde el punto de vista de la moderna ciencia genética, ahora sólo falta saber cuánto le queda de vida a los racistas.

( Aquí escribimos la parte de entrada que veremos extendida )

En Europa el poder es de Goldman Sachs.

Por Eduardo Febbro
pagina12.com.ar 24/11/2011.-
La historia podría colmar todas las expectativas de los adeptos a las teorías del complot. ¿Dónde está el poder mundial? La respuesta cabe en un nombre y un lugar: en la sede del banco de negocios Goldman Sachs. El banco norteamericano logró una hazaña poco frecuente en la historia política mundial: colocar a sus hombres a la cabeza de dos gobiernos europeos y del banco que rige los destinos de las políticas económicas de la Unión Europea. Mario Draghi, el actual presidente del Banco Central Europeo; Mario Monti, el presidente del Consejo Italiano que reemplazó a Silvio Berlusconi; Lucas Papademos, el nuevo primer ministro griego, pertenecen todos a la galaxia de Goldman Sachs. Estos tres responsables, dos de los cuales, Monti y Papademos, forman la avanzada de la anexión de la política por la tecnocracia económica, pertenecen a la red que Sachs tejió en el Viejo Continente y, en grados diversos, participaron en las más truculentas operaciones ilícitas orquestadas por la institución norteamericana. Además, no son los únicos. Se puede también mencionar a Petros Christodoulos, hoy al frente del organismo que administra la deuda pública griega y en el pasado presidente del National Bank of Greece, al que Sachs le vendió el producto financiero conocido con el nombre de Swap y con el cual las autoridades griegas y Goldman Sachs orquestaron el maquillaje de las cuentas griegas.
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El dragón que protege los intereses de Wall Street cuenta con hombres clave en los puestos más decisivos y no sólo en Europa. Henry Paulson, ex presidente de Goldman Sachs, fue nombrado luego secretario del Tesoro norteamericano, mientras que William C. Dudley, otro alto cargo de Goldman Sachs, es el actual presidente de la Reserva Federal de Nueva York. Pero el caso de los responsables europeos es más paradigmático. La palma de honor se la lleva Mario Draghi. El hoy presidente del Banco Central Europeo, BCE, fue vicepresidente de Goldman Sachs para Europa entre los años 2002 y 2005. En ese puesto, Draghi tuvo un desempeño más que ambiguo. El título de su cargo era “empresas y deudas soberanas”. Precisamente, en ese cargo Draghi tuvo como misión vender el incendiario producto Swap. Ese instrumento financiero es un elemento determinante en el ocultamiento de las deudas soberanas, es decir, en el maquillaje de las cuentas griegas. Esa trampa fue la astucia que permitió a Grecia calificarse para formar parte de los países que iban a utilizar el euro, la moneda única europea. Técnicamente, y con Goldman Sachs como operador, se trató en ese entonces de transformar la deuda exterior de Grecia de dólares a euros. Con ello, la deuda griega desapareció de los balances negativos y GS se llevó una jugosa comisión. Luego, en 2006, Goldman Sachs vendió parte de ese paquete de Swaps al principal banco comercial del país, National Bank of Greece, dirigido por otro hombre de GS, Petros Christodoulos, ex trader de Goldman Sachs y en la actualidad director del organismo de gestión de la deuda de Grecia que él mismo y los ya mencionados contribuyeron a disimular primero y a incrementar después. Mario Draghi tiene un historial pesado. El ex presidente de la República Italiana Francesco Cossiga acusó a Draghi de haber favorecido a Goldman Sachs en la atribución de contratos importantes cuando Draghi era director del Tesoro e Italia estaba en pleno proceso privatizador. Lo cierto es que el ahora director del Banco Central Europeo aparece masivamente sindicado como el gran vendedor de Swaps en toda Europa.

En ese entrevero de falsificaciones surge el jefe del Ejecutivo griego, Lucas Papademos. El primer ministro fue gobernador del Banco Central griego entre 1994 y 2002. Ese es precisamente el período en el que Sachs fue cómplice del ocultamiento de la realidad económica griega y en tanto que responsable de la entidad bancaria nacional, Papademos no podía ignorar la trampa que se estaba montando. Las fechas en las que ocupó el cargo hacen de él un operador del montaje. En la lista de notables le sigue Mario Monti. El actual presidente del Consejo Italiano fue consejero internacional de Goldman Sachs desde 2005. En resumen, muchos de los hombres que fabricaron el desastre fueron llamados ahora a tomar las riendas de puestos clave y con la misión de reparar, a costa de los beneficios sociales de los pueblos, las consecuencias de las estafas que ellos mismos llevaron a cabo. No caben dudas de que existe lo que los analistas llaman “un gobierno Sachs europeo”. El portugués Antonio Borges dirigió hasta hace poco –acaba de renunciar– el Departamento Europa del Fondo Monetario Internacional. Hasta 2008, Antonio Borges fue vicepresidente de Goldman Sachs. El desaparecido Karel Van Miert –Bélgica– fue comisario europeo de la Competencia y también un cuadro de Goldman Sachs. El alemán Ottmar Issing fue sucesivamente presidente de la Bundesbank, consejero internacional del banco de negocios norteamericano y miembro del Consejo de Administración del Banco Central Europeo. Peter O’Neill es otro hombre de la enredadera: presidente de Goldman Sachs Asset Management, O’Neill, apodado El Gurú de Goldman Sachs, es el inventor del concepto de Brics, el grupo de países emergentes compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A O’Neill lo acompaña otro peso pesado, Peter Sutherland, ex presidente de Goldman Sachs Internacional, miembro de la sección Europa de la Comisión Trilateral –lo mismo que Lucas Papademos–, ex integrante de la Comisión de la Competencia en la Unión Europea, fiscal general de Irlanda e influyente mediador en el plan que desembocó en el rescate de Irlanda. Alessio Rastani tiene toda la razón. Este personaje que se presentó ante la BBC como un trader dijo hace unas semanas: “Los políticos no gobiernan el mundo. Goldman Sachs gobierna el mundo”. Su historia es ejemplar, de doble juego, como las personalidades y las carreras de los brazos mundiales de Goldman Sachs. Alessio Rastani dijo que era un trader londinense, pero luego se descubrió que trader no era y que podría formar parte de Yes Men, un grupo de activistas que, a través de la caricatura y la infiltración de los medios, denuncian el liberalismo. Quedará para las páginas de la historia mundial de la impunidad la figura de estos personajes. Empleados por una firma norteamericana, orquestaron una de las mayores estafas que se hayan conocido, cuyas consecuencias se pagan hoy. Fueron premiados con el timón de la crisis con las que ellos complotaron.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Parlacen llama a “sacudir” estancado proceso de integración centroamericano

Santo Domingo, (EFE).- El presidente del Parlamento Centroamericano (Parlacen), el dominicano Manolo Pichardo, instó hoy a los países de la región a “sacudir” el “estancado” proceso de integración, afectado desde 2009, a raíz del golpe de Estado que derrocó al entonces gobernante de Honduras, Manuel Zelaya.

Dicho proceso “está en una especie de estancamiento, esa es la verdad”, dijo el parlamentario en una entrevista con Efe en Santo Domingo, en la que, sin embargo, aclaró, que no es una situación exclusiva de la región ya que, según reconoció, este tipo de iniciativas son complejas y difíciles.


“Es necesario encaminarnos hacia la integración total de la región porque no puede haber desarrollo si no nos integramos”, dijo el legislador, aunque señaló que este proceso integrador debe ir más allá del plano económico para garantizar oportunidades a la población, angustiada por problemas como la inseguridad alimentaria y la violencia.

“Lo que procuramos es crear una comunidad parecida a la Comunidad Europea, que avance de lo económico a lo político”, argumentó Pichardo, elegido a finales de octubre pasado como el primer representante de la República Dominicana en presidir el foro político.

El parlamentario, que pertenece al oficialista Partido de la Liberación Dominicana (PLD), subrayó que uno de los puntos más apremiantes en los que debe trabajar Centroamérica es en impulsar la futura unión aduanera regional.

Asimismo, consideró que el Parlacen deberá tener una participación preponderante en la unificación en la región, por lo que se comprometió a trabajar para que el órgano regional “se convierta en el eje alrededor del cual gire y avance el proceso de integración”.

“El Parlacen juega un papel fundamental (…) tenemos la facultad de monitorear todos los órganos del sistema, pero además somos la garantía de que el proceso democrático sea más transparente y abierto”, apostilló.

No obstante, admitió, que “hay sectores que se oponen y se resisten (a integrarse) porque para muchos es más fácil ser cabeza de ratón que cola de león y no se conciben ejerciendo el liderazgo político en una comunidad más grande, de 50 millones de personas”.

Sobre sus planes al frente del Parlacen, reiteró que su principal objetivo es fortalecer el foro mediante la adhesión de Costa Rica y Belice y otros países del Caribe como Haití y Cuba.

“Queremos ser puente entre Centroamérica y las islas”, dijo el parlamentario dominicano.

En ese sentido, informó que ya se inició “una ofensiva” en ese aspecto, que incluyó reuniones con los embajadores de Belice y Costa Rica en Guatemala, sede del Parlacen, y que ahora esperan reunirse con las máximas autoridades de esos países “para tratar de convencerles de que sean parte de este órgano político”.

“Pero también queremos llegar a Cuba y Haití con la intención de discutir con ellos la posibilidad de que lleguen como observadores al Parlacen”, subrayó.

Sobre la salida de Panamá del foro regional, argumentó que esta decisión, tomada por el presidente de ese país, Ricardo Martinelli, “no tiene ningún sentido” y, además, “viola los tratados internacionales”.

El presidente panameño retiró oficialmente a Panamá del Parlamento Centroamericano en noviembre de 2010, al considerarlo como un órgano “inoperante” y “una cueva de inmunidades”.

No obstante, los diputados de esa nación que fueron electos en 2009 cumplirán su período de cinco años. EFE

Denuncian la persistencia de inseguridad alimentaria en los países centroamericanos

Santo Domingo, 21 nov (EFE).- Parlamentarios y expertos denunciaron hoy en Santo Domingo la persistencia de la inseguridad alimentaria en Centroamérica, una situación que, además, se ha agravado por las constantes catástrofes naturales.

Las opiniones fueron expuestas en la inauguración del VII Foro Regional de Salud que es convocado por la Comisión de Salud, Seguridad Social, Población, Asuntos Laborales y Gremiales del Parlamento Centroamericano (Parlacen).
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La presidenta de la Comisión de Salud del órgano regional, la dominicana Milagros Díaz, apeló a la unidad para superar la crisis alimentaria que, según subrayó, "está causando graves estragos en nuestra región y en otros países del mundo, a la vez que amenazada de manera desafiante a América Latina y el Caribe".

El problema, agregó la parlamentaria, "está asumiendo cada vez más una dimensión regional", por lo que recomendó "una férrea voluntad y decisión política articulada de inclusión social, decidida a reducir los niveles de inseguridad alimentaria en la población más pobre".

A su turno el presidente del Parlacen, Manolo Pichardo, atribuyó la situación "al agotamiento del modelo capitalista que no solo afecta la distribución de los alimentos, si no al sector financiero, energético e industria" porque, apuntó, "la avaricia se ha apoderado de los que controlan en comercio internacional sin pensar en un mundo más justo".

"La primavera árabe es una consecuencia de esto, también el movimiento de indignados que comenzó a gestarse en Madrid (España) y va arropando a todo el mundo (..)", señaló el dominicano quien favoreció manifestarse para reclamar mejoras aunque de forma pacífica.

En tanto, el ministro de Agricultura dominicano, Salvador Jiménez, subrayó que la seguridad alimentaria "es un tema de aplicación de políticas y programas efectivos que den resultados tangibles en el corto y mediano plazo".

Mientras que la directora del Programa Regional del Sistema de la Integración Centroamericana en apoyo a la Seguridad Alimentaria y Nutricional (Presanca), la salvadoreña Patricia Palma, dijo que la adopción de medidas para resolver este tema "no puede esperar una década, ni siquiera menor tiempo, porque estamos hablando de vidas humanas".

Asimismo, señaló que "es profunda la representación de este problema" en Centroamérica, donde en cualquier parte, señaló, se observan casos de desnutrición o familias tratando de sobrevivir.

En la apertura del foro también intervino el representante en la República Dominicana de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Deep Ford, quien recordó que "la alimentación es un derecho de cada ciudadano sin importar de donde venga".

El VII Foro Regional de Salud, que se extenderá hasta mañana en Santo Domingo, fue convocado para examinar las acciones adoptadas por la región para establecer el derecho a la alimentación.

En la actividad se dará a conocer el Frente Parlamentario Contra el Hambre Regional, así como algunas medidas "inmediatas y urgentes que deberán adoptarse para garantizar el derecho fundamental de toda persona a estar protegida contra el hambre y la malnutrición", según un comunicado de la delegación del Parlacen en República Dominicana.

El presidente del Parlacen, Manolo Pichardo, atribuyó la situación "al agotamiento del modelo capitalista que no solo afecta la distribución de los alimentos, sino al sector financiero, energético e industria" EFE/Archivo

jueves, 3 de noviembre de 2011

Nuevos retos del PARLACEN

(Discurso que escribí para la toma de posesión como presidente del Parlamento Centroamericano, PARLACEN)
El pasado viernes 28, hace apenas 3 días, el Parlamento Centroamericano, PARLACEN, arribó a sus 20 años de instalado. Este órgano político del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), surgió de la necesidad histórica de reconciliar a la sociedad istmeña, de que abandonara las confrontaciones que en el orden militar se escenificaban, de dejar atrás largos años de disociación política gobernada por el autoritarismo, el lenguaje de las armas y las balas, y sustituirlos por el lenguaje de la razón, la reconciliación, la tolerancia, la libertad y la democracia, para poner a salvo las vidas que se perdían, y echar a andar por el camino del diálogo a los hombres y mujeres que debían construir una mancomunidad de pueblos prósperos y democráticos; era el momento de construir la Gran Patria Centroamericana.


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Contadora fue el punto de partida para los históricos acuerdos de Esquipulas I y II, donde se gestó el relanzamiento de un proceso de integración que no avanzaba, en razón de que la Guerra Fría puso en Centroamérica, los hornos calientes que sirvieron de experimentos a los planes políticos e ideológicos de los Estados Unidos y la Unión Soviética, que se colocaban por encima de los auténticos intereses de nuestros pueblos.

Roto el hechizo bipolar que nos convertía en autómatas y transformaba nuestras tierras en interminables paños vestidos de sangre, en un escenario para una larga y siniestra caravana de la muerte, la integración encontró el camino de la mano de la consolidación del proceso de paz y el afianzamiento de una democracia que vamos construyendo día a día.

La unipolaridad también puso en riesgo el proceso, porque pasamos a estar en la mira de intereses, que fuera de nuestro territorio, urdían planes con énfasis en el dominio, poniendo la mira en la vastedad de nuestros recursos naturales, como si previeran que en un futuro muy cercano, estos recursos desatarían voraces luchas que terminarían con la soberanía que en colectivo, como voz unitaria y armónica, levantamos a través de nuestro proceso de integración.

La plataforma impulsada desde la unipolaridad para crear un mercado global que le permitiera convertirse en el suplidor de los bienes y servicios que demandara el consumidor a nivel planetario, se fue de bruces, porque la globalización se convirtió en un abanico de oportunidades que abrió caminos a los emergentes, y comenzaron a impulsar la creación de bloques económicos, que hoy se han convertido en el instrumento de que echan manos los países que buscan protegerse del darwinismo económico desatado tras la apertura de los mercados.

En este contexto de multipolaridad llegamos a los 20 años, lo que nos pone en la ruta de asumir los retos que nos impone la nueva realidad; una realidad que no sólo se expresa en el ámbito de lo económico o lo geopolítico, sino en el deterioro del medio ambiente, en el auge e internacionalización del crimen organizado, del narcotráfico con crecimiento acelerado indetenible, de las bandas delincuenciales transnacionales, de la trata de blancas, solo para mencionar algunas expresiones indiscutibles de falta de oportunidades de nuestras sociedades; en el agotamiento de un modelo de capitalismo basado
en la especulación y desregulación que lo convierte en rapaz, amoral y por lo tanto inhumano.

El pasado viernes 28, en una feliz coincidencia, como ya he dicho antes, se juntó, la celebración de los 20 años de instalado el PARLACEN, con la elección que ha dado la presidencia por primera vez a la República Dominicana, una responsabilidad que ha recaído sobre la persona que les dirige la palabra.

El compromiso llega en el contexto que he definido, y a poco más de un año de la entrada en vigencia de las Reformas al Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano, que redefine su naturaleza jurídica y que de órgano de simple propuesta y recomendación, lo convierte en el órgano de impulso, control y vigilancia respecto de los asuntos políticos, económicos, sociales y culturales para lograr el objetivo fundamental del Sistema, que es la integración de la región; el nuevo instrumento jurídico le da nuevas atribuciones, que lo hacen más visible ante los gobiernos y pueblos de los Estados parte, así como más incidente ante los demás órganos y organismos del Sistema, que ponen en sus manos decisiones que podrían cambiar el curso del proceso de integración si así lo entendemos y asumimos. El reto es convertir al PARLACEN en el órgano que pueda liderar el proceso de integración.

Una dispersión jurídica e institucional se observa en El Sistema, cada órgano u organismo anda por el camino que entiende, traza los planes de acuerdo a la visión que tienen del proceso, y con toda la buena fe del mundo, andamos trabajando sin coincidir en un plan consolidado que avance en una misma dirección, que nos empuje hacia una agenda unitaria, cuyo impulso debe ser responsabilidad compartida por la Reunión de Presidentes y el Parlamento Centroamericano.

Es tiempo ya de que comencemos a trabajar juntos y de manera coordinada, sin que nadie sienta que se le desplaza, porque las reglas de juego están, y cada órgano y organismo del Sistema tiene claro cuáles son sus roles en el complejo proceso de integración.

El PARLACEN, como órgano político del Sistema deberá jugar su rol de fiscalización, de hacer del proceso una labor transparente a través de la cual los ciudadanos y ciudadanas centroamericanos, sientan que monitorean esta carrera hacia la integración comunitaria. No puede ser de otra manera, porque los diputados y diputadas ante este órgano somos una representación legítima de nuestros pueblos, ganada a través del voto popular, secreto y directo, por lo que consecuentemente el PARLACEN se constituye en el sustento democrático del SICA, según el anhelo expresado por los Presidentes Centroamericanos en la Declaración de Esquipulas I, al afirmarse: “Que es necesario crear y complementar esfuerzos de entendimiento y cooperación con mecanismos institucionales que permitan fortalecer el diálogo, el desarrollo conjunto, la democracia y el pluralismo como elementos fundamentales para la paz en el área y para la integración de Centroamérica”.

En el orden político, nos hemos asignado la responsabilidad de traer de vuelta a Panamá, porque su salida es una estocada que lastima severamente la integridad del proceso, ya que el mismo es mucho más que libre intercambio de mercancías y servicios. Belice y Costa Rica son pueblos hermanos que deben acompañarnos en este esfuerzo para construir una comunidad regional próspera, atractiva y de mayor peso específico frente a la comunidad internacional. Hay que completar la integración del istmo en torno a todos los órganos y organismos del Sistema; pretendemos reafirmar el principio de UNIVERSALIDAD, como compromiso de los Estados parte del SICA y según el cual todos los Estados deben participar en todos los órganos del mismo.

Pero como no basta con juntar en torno a este proyecto de desarrollo regional a la Centroamérica continental, esta gestión de República Dominicana, que inicia hoy, se constituirá en puente para que, la otra Centroamérica, la insular, la que se rodea por todas partes de mar Caribe, venga a sumarse al esfuerzo integrador que nos hará visibles, que nos hará construir una comunidad de hombres y mujeres con oportunidades de vivir el sueño del bienestar colectivo. No queremos que nos miren simplemente como seres humanos que forman parte de un amplio mercado de más de 40 millones de consumidores, queremos que nos vean como una comunidad de ciudadanos que ejercen libremente sus derechos, en el marco de un irrestricto respeto a los derechos humanos, en procura de un objetivo común: el desarrollo sostenible de nuestros pueblos.

Estimados diputadas y diputados, señoras y señores, hay sectores que le temen a la unión de nuestros pueblos, hay sectores que viven del antiintegracionismo, porque se aferran al clásico modelo de Estado-Nación, que en el mundo actual, globalizado y con fronteras comerciales cada vez más débiles no sirve, si queremos ponernos en la ruta de los que apostando a la integración, van definiendo bloques poderosos, atractivos a la inversión y dispuestos para la producción en escala, seguros de un mercado que les sirva de respaldo.

El viejo debate sobre la soberanía como concepto clásico a ultranza, es una excusa que se levanta con la intención de frenar la unión comunitaria, y no se dan cuenta de que cederla de manera voluntaria, para pasar a compartirla en beneficios de los ciudadanos y ciudadanas de nuestros pueblos, es un verdadero acto soberano.

Hace apenas unos días asistí en Brasilia a la Segunda Conferencia de Liderazgo Global sobre “Oportunidades, Dificultades y Retos de América Latina”, convocado por las fundaciones Paz Global, Esquipulas y el Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada, y aunque los temas planteados se referían a energía, alimentos y ética, fue inevitable que los cerca de 20 expositores, más de la mitad de ellos expresidentes de la región, llevaran el tema de la integración.

Allí afloró la cuestión de la soberanía, pero hubo una coincidencia total sobre la necesidad de la integración latinoamericana, sobre la urgencia de impulsar, fuera de lo ideológico, el sueño del libertador Simón Bolívar como manera de construir una región con desarrollo sostenible.
En el Foro de Biarritz, celebrado recientemente en Santo Domingo, el tema de la integración no se quedó de lado. Un cable de la agencia EFE, fechado en esta ciudad dice: “El Foro de Biarritz, un encuentro de reflexión política, social y económica entre América Latina y Europa, concluyó hoy en Santo Domingo con una clara apuesta por la integración y la regulación como elementos claves en la búsqueda de la prosperidad de los pueblos”.

Y continúa: “Políticos, economistas y expertos en diferentes disciplinas debatieron durante dos días acerca de si es posible un nuevo modelo de desarrollo en América Latina y las conclusiones alcanzadas pusieron de relieve que ese modelo pasa por una unidad basada en la integración política y económica”.

Tanto en Brasilia como en Santo Domingo, se criticó que la integración no pasa de los acuerdos en papeles, porque falta voluntad política, y mientras no pasemos de las discusiones a las acciones, el proceso globalizador nos desbordará y nos dejará entre el montón de perdedores que no entendió a tiempo que la integración es un instrumento económico y político de última generación del que podemos echar manos para avanzar hacia el desarrollo de manera compartida.

Colegas diputados y diputadas, debemos aprovechar las nuevas atribuciones que nos han dado las reformas a nuestro Tratado Constitutivo, para poner en marcha un plan que articule el trabajo de los demás órganos y organismos con el nuestro, de suerte que aceleremos el motor de un modelo integrador que nos vaya llevando a profundizar nuestro mercado común, que avancemos a la unión aduanera y a la unión política, que nos permita tener ciudadanía común, política exterior común, defensa común, moneda común; en fin, una unidad geoeconómica y política más fuerte y amplia que la que soñaron Francisco Morazán, José Martí y Juan Bosch.

Para ponernos a tono con estas demandas y necesidades, es preciso que hagamos ajustes en el orden político y administrativo, y para ello es necesario la implementación de una nueva estructura organizacional que fortalezca los procesos parlamentarios, los procedimientos administrativos y financieros que nos permitan contar con un presupuesto de una elaboración técnica que nos ayude a incluir mecanismos de evaluación de indicadores, no sólo de inversión, sino de impacto de desembolsos ejecutados. Lo que nos proponemos es crear una revolución que implique instrucción y oportunidades para el personal que maneja el día a día de nuestra institución, para que la sequemos del letargo y la modorra, para que estemos en capacidad de convertirnos en un importante eje alrededor del cual giren muchas de las propuestas que agilicen el proceso de integración de nuestra Centroamérica ístmica e insular y hagamos del PARLACEN la institución líder del SICA.

Tenemos el compromiso de impulsar esta revolución con la colaboración de todas y todos, conscientes de que sólo será el comienzo, porque un año no es suficiente para lo que nos proponemos iniciar a partir de hoy, otros deberán continuar en la labor de carpintería que irá poniendo los detalles para que desde un PARLACEN fuerte abramos espacios para la consolidación y el avance del proceso de integración.

Desde nuestro nacimiento hemos vivido muchos momentos de turbulencias, provocados unas veces por ignorancia, y otras veces por intereses espurios ajenos al bien colectivo, al sueño de nuestros próceres; nada, sin embargo, tiene ni tendrá la fuerza para destruir este instrumento democrático y plural, el instrumento que en su momento servirá para definir el contrato social regional que nos colocará en una comunidad del siglo XXI, moderna, pujante, próspera, democrática, atractiva e incluyente.

¡Viva el Parlamento Centroamericano!
¡Viva el proceso de integración centroamericano!
¡Construyamos juntos la Unidad Comunitaria Centroamericana que soñamos!
¡Muchas gracias!

Manolo Pichardo
Ciudad Guatemala
Octubre 31 de 2011.-