lunes, 27 de junio de 2011

Danilo, como se esperaba, barrió

El Nuevo Diario

Santo Domingo, RD 27/06/2011.-


Tal y como indicaban las proyecciones, este lunes se reafirmó al alta votación a favor de Danilo Medina, emitidas en el primer boletín para dar a conocer los resultados de las primarias del Partido de la Liberación Dominicana. Este lunes se informó en el segundo boletín que Medina obtuvo 807 mil 195 votos para un 87.11 por ciento, que abarca el 86.95 por ciento de las mesas electorales. En tanto que José Tomás Pérez, quien sigue en segundo lugar, alcanzó 46 mil 563 votos para un 5.02%; Francisco Domínguez Brito obtuvo 40 mil 495 para un 4.37 % y Rhadamés Segura 32 mil 407 para un 3.50%.

Según informaciones oficiales, los votos válidos computados hasta el momento son 926 mil 660 y los votos nulos 19 mil 824 para un total de 946 mil 484.

El boletín número dos leído por la Comisión Nacional Electoral del PLD, en la Casa Nacional de ese partido, contiene los cómputos de dos mil 779 mesas de un total de tres mil 196 y restan 417 para un 13.05%.

EL SÍ SIGUE GANANDO

El SÍ obtuvo 575 mil 750 votos para un porcentaje de un 67.33% y el NO 279 mil 331 para un 32.67 por ciento, de un total de 855 mil 81 votos válidos y votos nulos 28 mil 892 para un total 883 mil 973.

En el en plebiscito para ratificar a las actuales autoridades del PLD, se han computado 2 mil 673 mesas para un 83.64% y restan 523 equivalente al 16.36 por ciento.

César Pina Toribio, presidente de la comisión electoral, dijo que el próximo boletín será enviado esta tarde a los medios a través de la Secretaría de Comunicación del PLD y felicitó a la dirigencia del partido oficialista a nivel nacional por el civismo mostrado en el proceso elector de ayer.

Dijo que más de un millón de peledeístas votaron en las primarias de ayer y que eso demuestra la fortaleza de ese partido a nivel nacional.

La izquierda democrática (23)

Por Manolo Pichardo
Listín Daiario 24/06/2011.-


Hubo en Paraguay ilusiones de cambio cuando en 1989 el dictador Stroessner fue sacado del poder, pero resultó que los golpistas lo que procuraban era mantener el stronismo sin el hombre fuerte, pues las estructuras de poder no estaban en riesgo y a lo que más se aspiraba para dar la sensación de que las cuestiones serían diferentes, no rebasaban el esquema de una simple apertura cubierta de un caricaturesco antifaz pseudodemocrático.
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Y es que, molestos por miedo a una sucesión familiar y rumores que daban cuenta de retiros a militares activos e infl uyentes, los uniformados dieron el zarpazo anunciado que lo hacían para recuperar la unidad del Partido Colorado, restaurar la dignidad de las Fuerzas Armadas, dar inicio a un proceso de democratización; respeto a los derechos humanos y defensa de la religión católica. En la justifi cación para el golpe, se encontraban las señales que mostraban la inclinación de los golpistas por mantener el viejo juego de poder, ya que unifi car al Partido Colorado, era fortalecer el instrumento político de la dictadura; recuperar la dignidad de unas fuerzas armadas que tenían años reprimiendo a la población y defender la religión católica, en un claro atentado contra la libertad de culto y religión, implicaban una negación al llamado inicio de un proceso de democratización.

El cambio estaba evidentemente pospuesto. Pero llegaría porque a partir del momento en que se produjo el golpe, en el mundo se comenzaron a suceder acontecimientos que devendrían en la desaparición de la Guerra Fría y el consecuente cambio en la política exterior estadounidense, que comenzó a preferir regímenes cada vez más democráticos y gobernables, ya que en el nuevo esquema económico que a nivel mundial se diseñaba, los países con democracias formales serían más útiles, en razón de que bajo esta plataforma las naciones poderosas, lideradas por ellos y las grandes transnacionales, tendrían mejores condiciones para la prosperidad de sus negocios.

El post-stronismo marcado por la nueva realidad del entorno internacional y la que se fue presentando en el propio Paraguay por el hastío estresante que provocaba la exclusión, marcó quizá el inicio hacia un proceso de transición que culminó en Fernando Lugo, instrumento que, no solo las fuerzas sociales excluídas sino incluso sectores conservadores, se agenciaron para comenzar los procesos de cambio que no cuajaron tras el golpe de 1989.

En el caso paraguayo como en los demás países del continente en que la izquierda democrática ha conquistado el poder mediante el voto popular, fue determinante el papel que jugaron las políticas neoliberales en profundizar las desigualdades sociales, deteriorar las condiciones materiales de existencia de las grandes mayorías y provocar las frustraciones que han volcado a América Latina hacia gobiernos que tienen como objetivo equilibrar la balanza de las riquezas para llevar bienestar a todos.

martes, 21 de junio de 2011

No le calentemos el tomate a Miguel Ángel Fornerín

Por Ángel Garrido

Especial para UMBRAL

Alexandria, Virginia. 19 de junio de 2011.
Tú siempre crees que viene una guagua es una novela caribe que recrea las cuitas y las alegrías de pubertades y adolescencias desenfadadas que en ocasiones rayaban en el espanto del desafío abierto a una autoridad arbitraria a sus anchas y represiva a su antojo: “Si te encuentro en un burdel o en negocios con putas, te meto preso”, había de espetarle al narrador el sargento Roche al día siguiente de la visita de aquél al santuario de Filomena, lugar de iniciación sexual de púberes realengos.
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Habla el narrador, que pertenecía al grupo de mozalbetes irredentos capaces de soltarle el verraco a la chiva. Decenios más tarde, el púber violado por las putas vírgenes de los familisterios de yaguas de las afueras del pueblo se sorprendería a sí mismo en los menesteres docentes de la Universidad de Río Piedras, recinto de Cayey: “¡Soy un éxito total! ¡Debería ser un tíguere higüeyano, y mírenme aquí!”, había de exclamar un Miguel Ángel Fornerín pletórico de risa pura en la cocina de nuestro común amigo y compatriota Jorge Perdomo.

Ya luego, de la cocina a la sala del doctor Perdomo en Montehiedra, en los términos municipales de Guaynabo, nos pondríamos en la onda de leer en voz alta las galeras rumbo a la imprenta de Tú siempre crees que viene una guagua. Teníamos que leer con mesura digna de la presencia augusta y severa del crítico y catedrático de literatura Giovanni Di Pietro: “En República Dominicana me acusan de implacable, pero yo nunca juzgo al autor, sino el texto que analizo”, nos confesaría pronto Di Pietro.

--Indulte usted el vino, y cuelgue la botella, profesor –le sugerimos.

Días más tarde, el maratón anual de poesía de Teatro de la Luna había de invitar a Washington a la poeta puertorriqueña Vanessa Droz: “Cuéntame más de La Brugalita”, nos pediría Vanessa en referencia al tremebundo personaje forneriniano con el cual nos familiarizáramos durante la lectura en voz alta de Tú siempre crees que viene una guagua. Describe Fornerín las cobranzas perentorias de amores al fiado. La Brugalita detrás de El Cojo. Cierto que para follar por las noches hacía él abstracción total de sus limitaciones motoras, pero al día siguiente las echaba de menos calle abajo con La Brugalita sobria hasta tanto cobrara.

Era el mal hábito de la hembra de cobrarle al macho, en lugar de ser al revés. Sin embargo sucede así, como en el drama de los seis hermanos Jones que al morir Queco, el mayor de ellos, quedaban solo cinco Jones para cantar sus propias penas: Eran seis hermanos Jones, pero Queco se murió. Qué cojones. Ahora sólo quedan sin cojones.

--¡Hey, hey! ¡No te aproveches! –interrumpe el propio Fornerín, preso todavía él mismo en el drama que describe. Por las razones que sean, la puta es la hembra; y es también la que cobra por el ejercicio amoroso. Qué cojones.

El compromiso socio-político y la capacidad de síntesis del narrador le permiten reparar en el entorno. Eran los pródromos de las cuantiosas inversiones turísticas que hoy conoce el este del país dominicano. Los inversores que llegan en avionetas fletadas. La balumba festiva de mozalbetes de a pie que maroteaban la fruta que fuera en el patio de quien fuera. Que se personaban al campo de aviación municipal por ver si veían lo que no se les había perdido. Contentos con la casualidad de revista del corazón de que las mujeres de los futuros inversores llegaran todas vestidas por el mismo modisto, y todas con la misma vista gorda detrás de las mismas gafas oscuras de ver sólo lo que querían ver.

La lente mnemotécnica del autor se detiene además en hechos que retratan la verosimilitud de la heroicidad puesta por obra por un puñado de jóvenes que llegaron hasta la inmolación en defensa de los ideales que defendían. El pavor público de aquel 12 de enero de 1972 en que 4 militantes aguerridos de los comandos de la resistencia parapetados en una cueva mantuvieron a raya por largas horas a la mitad de las fuerzas militares del país.

En el plano local, el personaje de Carlos, que ha de inmolarse al final de la novela en un ataque suicida a la caravana presidencial, sirve de hilo conductor de la trama. Es el compendio de las acciones de resistencia llevadas a cabo por una célula provincial de la lucha nacional que por momentos enfoca el narrador. A modo de epílogo copia Fornerín in extenso una carta remitida por su compueblano y amigo José Joaquín Garrido, fechada a 14 de julio de 1992, en la cual el remitente le dice al narrador, que era destinatario: “…Dimos los combates de nuestro tiempo y, aunque no ganamos ninguna guerra, aunque la guagua de la justicia social nunca llegó, estamos conscientes de que nunca nos daremos por vencidos”.

Desde el punto de vista estilístico, sabedor Fornerín de que los personajes nunca hablan en la realidad como dicen los novelistas en sus páginas, tantea con gracia recursos de síntesis que le permiten relatar en poco más de dos páginas las artes de birlibirloque puestas por obra por un poeta sorprendido en el mejor momento de su desgracia por la única hembra que le enjuncaba el enjulio, una mulata alta con ojos de lagarto, perfume de ilán-ilán y falda corta, que no se confesaba nunca con nadie.

Traba Fornerín diálogos y comentarios con acierto que nos hace rememorar al maestro Saramago de sus dos últimas novelas. De continuar como ha empezado, acabará el novelista Fornerín donde todos le deseamos. Gana Higüey, donde nació y se crió. Gana Caguas, donde vive y enseña. Y gana la humanidad que lo contiene y lo cobija.

Recurrimos cada vez más al truismo literario que la leyenda enraíza en el consejo que a un joven escritor le diera León Tolstoi: “Trata de describir el universo, y te quedarás en tu aldea; trata de describir tu aldea, y serás universal”. Es justo lo aldeano el elemento que potencia la prosa de Miguel Ángel Fornerín. Es Higüey lo único que puede añadirle autenticidad a lo que él escribe. Son sus vivencias primigenias las que lo rescatan de todo mimetismo literario: “El ojo que ves”, al lado de Tolstoi diría Machado, “no es ojo porque tú lo veas; es ojo porque te ve”.

A esas vivencias iniciales se remite Fornerín hasta en el momento de dar título a su novela; y también a ellas nos hemos remitido nosotros al momento de titular la presente reseña. Era la fértil imaginación de los publicistas de entonces la que consignaba la guagua que venía, la pelota caliente que jugábamos, el tomate que no queríamos del sándwich calentar.

Desde luego, nadie las tiene todas a su favor en el curso de una primera novela. Fornerín ha de aportar, y acaba de hacerlo, lo que de auténtico haya en sus recuerdos de la patria chica, provinciana. Los clásicos de la literatura le dan el tono al músico de la palabra. Prohibido arrancar en do o en re si Homero y Cervantes, al alimón, te sugieren que arranques en fa menor.
Es el tono a la salida, que por el camino, novela abajo, la carga se acoteja.

La técnica narrativa se nutre de la necesidad poética del escritor, madre purísima y bienaventurada de todo lo bien escrito. El resto lo ponen el hambre y la vergüenza a las que el afán narrativo hayan expuesto al novelista. Justo lo contrario de lo que sucede en las ciencias de la naturaleza: El escritor bien alimentado no piensa.

La izquierda democrática (22)

Por Manolo Pichardo

Listín Daiario 21/06/2011.-


En el marco de la celebración del tercer congreso ordinario del Partido de los Trabajadores del Brasil, PT, realizado del 31 de agosto al 2 de septiembre de 2007, los delegados internacionales asistieron a un seminario que se efectuó con la intención de evaluar la marcha de los partidos progresistas en el continente y de pasar revista a los acontecimientos que en el orden social, económico y político se producían a nivel mundial, y en especial, en la región.
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Asistí a aquel evento junto al compañero José Oviedo Landestoy (El Gordo Oviedo) en representación del Partido de la Liberación Dominicana, PLD. En aquel escenario, compartido por otros dirigentes políticos dominicanos, entre los cuales estaba Rafael -Cucuyo- Báez, en condición de delegado del Partido Revolucionario Dominicano, PRD, intervino Fernando Lugo, presentado por el director de debates como el próximo presidente de Paraguay y aplaudido por los presentes entre el murmullo alegre que inspiraba el augurio de cambio hacia el progresismo en otro país sudamericano.

Lugo no me impresionó con su intervención, y pienso que tampoco al auditórium. De hecho su discurso sembró en mí la duda sobre un posible triunfo en las elecciones en que competiría; y es que vi desfiar como expositores a hombres y mujeres con mucha profundidad discursiva, adornada de un análisis conceptual cuasi académico, en muchos casos fluido y con la entonación y los giros que secuestraban la atención del más distraído.

El sacerdote de izquierda, sin embargo, al año de aquella intervención, el 15 de agosto de 2008, para ser exacto, asumió la presidencia de Paraguay para cerrar la puerta a la Asociación Nacional Republicana o Partido Colorado que es como se conoce, que venía de controlar el Gobierno por cerca de un siglo y que colocó raíces en el pueblo paraguayo desde su fundación en septiembre de 1887. Algunos afirman que en su nacimiento fue un partido liberal, antiimperialista, democrático y popular, pero resulta que sirvió de plataforma a largas dictaduras militares como la de Alfredo Stroessner que llegó al poder mediante un golpe de Estado en 1954 y se mantuvo en él hasta 1989 cuando otro golpe lo depuso, pero también fue de 1947 a 1963 la única organización política con reconocimiento legal.

El pueblo paraguayo quería un poco más que las precarias libertades que le brindó Juan Carlos Wasmosy, el primer presidente civil en cuatro décadas que, en su desastrosa gestión de gobierno, llevó a la quiebra a casi todo el sector financiero nacional y con ello arrastró la economía a una crisis de dimensiones catastróficas. Un país reprimido y secuestrado por tantos años, aislado internacionalmente, compitiendo con otros de la región por ocupar uno de los primeros lugares en pobreza, decidió ubicar sus esperanzas lejos del discurso habitual, de la retórica tradicional con que envolvían y ocultaban los políticos paraguayos sus compromisos con las minorías que gozaban de privilegios.

Entonces, ellas, las esperanzas, fueron encontradas en aquel sacerdote de discurso simple y cercano a los sectores menos favorecidos.

sábado, 18 de junio de 2011

"La comunidad internacional no ha estado a la altura con Haití"

El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, de visita en Madrid, propone un pacto global contra la especulación financiera de productos básicos

Pablo Ximénez De Sandoval

El País, Madrid 17/06/2011.-

Las imágenes de las protestas callejeras en Barcelona reciben al presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, cuando aterriza en España de camino a una gira por Oriente Próximo. Fernández (Santo Domingo, 1953) ha mantenido encuentros con empresarios y ha firmado un acuerdo entre la fundación de estudios internacionales que preside, Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), y el Grupo PRISA (editor de EL PAÍS). Sobre las razones que están llevando a poner todo en cuestión en países estables y solventes hasta hace poco, cree que los Gobiernos no son los culpables de la situación y que las protestas están equivocando su objetivo. "Cuando en España se protesta por el efecto social que la crisis está teniendo, se comprende. Pero los responsables no son los que creemos. Los responsables han sido una fuerza invisible, una economía financiera global desregulada donde ha habido muchas complicidades, y nadie los ha enfrentado".
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En un mundo que se había olvidado de los golpes de Estado, "lo que está ocurriendo en Grecia es un golpe de mercado", afirma, tomando prestada una expresión que se popularizó en Argentina en la crisis de finales de los años ochenta. Fernández se indigna con el "nivel de crueldad y la falta de humanidad" de la situación. "No importa que la gente pierda el empleo, que no tenga ingresos, que los echen de sus casas, ¡no importa nada! Lo importante es que paguen a los bancos. A los bancos que crearon los problemas. Es una especie de conspiración mundial contra la estabilidad de los países, con unos Gobiernos que no tienen fuerza para poder enfrentarse a todo eso".

En el centro de esas "complicidades" en la especulación financiera, Fernández sitúa a "agencias calificadoras de riesgo que aprobaron operaciones de bancos que quebraron y nadie las regula". "Hay una vinculación de esas agencias con medios de comunicación que imponen el debate. Cuando esos periódicos sacan en primera plana lo que esas agencias dicen, los Gobiernos tiemblan, sin que puedan hacer nada, por el momento".

Fernández dice todo esto desde la presidencia de un país que espera crecer más de un 5% este año, pero que sufre otro tipo de especulación: vive pendiente de los precios de los alimentos y del petróleo. Al contrario que a otros países de su entorno, no le beneficia el alza de precios. Más bien todo lo contrario. Afirma que en ambos casos son grupos de especuladores "que nada tienen que ver con el mercado" los que están influyendo en los precios. "Hay alguien que va al mercado de Chicago, por ejemplo, una compañía de seguros o un banco, y suscribe contratos a futuro. El que compra el trigo es otro igual, y hasta que no vence el plazo del contrato, eso puede pasar de una mano a otra", explica. "El otro día, Nicolas Sarkozy dijo que hay un 35% más de transacciones financieras a futuros que transacciones físicas. Eso está generando una presión en los precios de la transacción física real".

Asimismo, cualquier crecimiento de su país "tiene la limitación del petróleo". "Lo que hemos propuesto es un pacto global contra la especulación financiera de productos básicos. Y ya hemos encontrado una respuesta positiva de muchos países".

Ese pacto no debe hacerse en el G-20, que considera "un club de ricos", sino en las Naciones Unidas, a las que llama "el G-192". "Estamos hablando de que hay cuatro trillones de dólares que circulan libremente por el mundo con dar un clic a una computadora, y nadie lo controla. El mundo no puede seguir así. Porque vamos hacia el abismo. Muchas de esas transacciones irregulares incluso tienen seguros, que no son tales porque nadie los ha vigilado. ¿Sabe a cuánto ascienden esos seguros de impago? Por encima de los 150 trillones de dólares. Más de ocho veces el PIB del planeta".

El presidente dominicano es firme partidario de romper la tradición de dirección europea en instituciones como el Banco Mundial y el FMI. La candidatura del mexicano Agustín Carstens a dirigir el Fondo "significa el reconocimiento que merece América Latina como región". Como miembros de la ONU "es un derecho que nos correspondería y que se nos ha negado desde que en 1945 se crearon estas instituciones".

Fernández dibuja un panorama preocupante de su vecino Haití, donde afirma que "hay un estancamiento", año y medio después del terremoto de enero de 2010 que estremeció al mundo. "Los escombros no han sido recogidos. Los proyectos de viviendas no se han iniciado. Naturalmente, esto obedece también a que la comunidad internacional no ha estado a la altura de sus promesas". Por parte de República Dominicana, "estamos cumpliendo con nuestro compromiso de construir una universidad en Cabo Haitiano que esperamos poder entregar en enero de 2012, con motivo del segundo aniversario del terremoto".

El presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, de visita en Madrid, propone un pacto global contra la especulación financiera de productos básicos
El presidente, que acaba mandato en 2012, considera que los retos de República Dominicana para el año próximo son enormes, tantos que al enumerarlos se siente obligado a hacer una aclaración. "Queda por terminar la segunda línea del metro. Esperamos seguir avanzando en el sector eléctrico nacional. Tenemos retos en generación, distribución y transmisión de la energía. Esperamos inaugurar antes de final de año las primeras estaciones eólicas. Esperamos que lleguen a 100 megavatios antes de acabar. Tenemos grandes proyectos de infraestructuras... Son tantos los proyectos que nos quedan en un año que si no hubiese dicho que no me iba a presentar otra vez se creería que la enunciación de estos proyectos es una incitación a la reelección".

Hecha la aclaración, rechaza dar consejos al que sea su sucesor en la presidencia. "Cada presidente tiene su programa, aunque hay cosas que deben ser políticas de Estado".

La revancha y el voto masivo

Por Manolo Pichardo


Perspectiva Ciudadana 18/06/2011.-
La revancha quedará marcada el próximo 26 de junio, y los peledeístas, consciente de ello, hacen acopio de los pertrechos que utilizarán para librar las batallas que se sucederán durante los meses que seguirán hasta el 20 de mayo del año que viene.
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La primera acometida, aunque parezca una confrontación interna, pudiera ser el primer golpe que encestemos a los que están al acecho para robar el bienestar que ya habían hurtado durante el cuatrienio 2000/2004. Por ello para hacerlo efectivo, el Partido, como un ejército bien coordinado, tiene que concentrarse en las mesas para votar de forma masiva y militante por las ofertas electorales que se presentan.

Sé que el plebiscito convocará a las masas moradas como lo harán las ofertas que traen en sus entrañas al candidato que derrotará al retroceso; de hecho el SI y el No van concitando un interés que envuelve en pasión a los peledeístas, y aunque estoy claramente definido con el primero por entender que nuestra organización debe concentrarse en la candidatura en este momento, lo cierto es que algunos compañeros, con su posición contraria le han puesto algunas chispas extras al proceso.

Nada que nos reduzca será permitido por los militantes peledeístas. No hay un compañero dispuesto a dar “gabela” al perredeísmo que espera frotándose las manos un pobre flujo de votantes el 26. Los morados quieren su bandera arriba, porque estando en la cima hay oportunidad para continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se ha hecho.

Este histórico domingo 26 de junio comenzará la guerra para defender con uñas y dientes lo que el pueblo dominicano ha conquistado. Este domingo memorable se inicia la cruzada para evitar que el fantasma de la inestabilidad, de la pobreza, de la intolerancia, de las groserías que siembran desasosiego y frustración, asome de la mano del partido blanco y su siniestro torbellino del espanto.

Como sabemos, la revancha que arranca el 26 se soporta en un escenario distinto al del año 2000, pues nuestra candidatura es la esperanza de cambio para continuar el progreso y la que ofrece el PRD es la añoja retama que fabricó más de un millón de pobres y dejó sin empleos y horizontes a cientos de miles de hombres y mujeres, muchos de los cuales habían caído en las redes de un circo que en principio les hizo reír.

"En la escritura he encontrado un medio de expresión"

Por Francisco Félix
El Caribe 18/06/2011.-
Su corta edad no ha sido obstáculo para plasmar en páginas toda la madurez que conlleva escribir una novela. De voz pausada, y con una evidenciada visión de qué persigue en la vida, Náyila Pichardo es una joven escritora que desde muy temprano fue dándole forma a su sueño: Ver finalizada su primera obra literaria “Psique”, novela juvenil donde trata de sumergir a sus lectores en un mar de suspenso.
Dentro de su recorrido, en procura de presentar su libro, Pichardo le brinda la oportunidad a los lectores de El Caribe, de conocer un poco más de su obra y sobre sus planes futuros.
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¿Quién es Náyila Pichardo?
Me defino como una adolescente igual a las demás, que le gusta leer, ir al cine, escuchar música, compartir con sus amigos y familia, y que ha encontrado en la escritura un medio de expresión.

¿Cómo defines tu estilo de escribir?
Puedo decir, y siendo del todo honesta, que no considero tener un estilo. Psique es mi primera novela y siento que con cada capítulo mi escritura va madurando; puede decirse que empecé como una narradora torpe y fui tomando confianza en mi trabajo, pero la verdad es que ningún escritor empieza con un estilo, creo que el estilo lo define el tiempo.

¿De dónde surgió esa inspiración para escribir novelas?
Quisiera dar una respuesta concreta pero no lo sé, sólo sé que las ansias de escribir llegaron cuando tenía once años, no empecé escribiendo novelas, por supuesto que no, escribía cualquier cosa que me pareciera interesante y creo que aquello se derivaba de tener siempre la cabeza repleta de cosas que he leído en libros o escuchado en alguna parte, que de cierta forma me resultan armoniosas, por eso escribía, o más bien, escribo aún.

¿Cómo te vislumbras en el futuro?
No se puede predecir el futuro, sólo espero seguir escribiendo.

¿Qué sientes que has heredado de tus padres?
Antes de todo, un gran amor hacia la lectura, una forma maravillosa de transmitir mis ideas, que es la escritura, y la constancia en lograr lo que me propongo.

¿Qué tiempo te tomó escribir tu libro?
Dos años, con largos recesos incluidos.

¿Qué mensaje tienes para los jóvenes?
No se necesita llegar a la adultez para empezar a trabajar en un proyecto que nos llene de satisfacción, si ahora es el momento exacto en el que contamos con todo el tiempo, la fuerza y las ideas, si ya tenemos la vida porqué no empezar a vivirla de manera productiva en este instante.

¿Cómo describes tu obra?
Como una corta novela juvenil sumergida en un mar de suspenso y sobrenaturalidad que promete mantener al lector entretenido hasta su final.

¿Qué impulsa que siendo tan joven seas escritora?
Las ganas de escribir y, sobre todo, el apoyo de mis padres, ellos son mis descubridores y mis principales promotores, los que siempre están ahí para decirme que sí puedo, y creo que sin ellos no existiría Psique.

¿Qué es lo que inspira tus creaciones literarias?
Todo lo que me rodea, las experiencias que vivo día a día, las historias que tomo de otras personas, lo que sueño, y principalmente lo que veo, todo se transforma en una narración en mi cabeza, hasta lo más simple de las cosas para mí es el inicio de una nueva historia.

¿Qué libro, no escrito por ti, te habría gustado escribir y por qué?
Pregunta difícil. Hay tantos genios en la literatura a los que admiro, aunque nunca he sentido al terminar de leer un libro ganas de que este lo haya escrito yo, más bien me dan ganas de escribir algo parecido pero de mi propia autoría. Pero si tuviera que mencionar un libro que haya causado un efecto parecido a este sobre mí, creo que sería El perfume, de Patrick Suskind.

Bueno, antes había escrito cuentos para el colegio, incluso escribí un cuento para mi hermanito llamado ‘‘Siul y su breve aventura en el planeta Arreit’’ el cual publicó una revista infantil, era un cuento corto para niños que narraba la historia de un extraterrestre que llegaba nuevo a la escuela, conocía un niño y le contaba la historia de cómo había llegado a este planeta. Luego inicié con Psique, mi primera novela.

¿Qué género literario utilizas y porqué te inclinas a ese tipo de género?
Mi género literario es la novela. Mi género preferido para escribir y para leer, aunque leo de todo. Lo que me encanta de la novela es que no te limita, puedes dar las descripciones más extensas y explícitas sin preocuparte por cuándo empezará el lector a vivir la historia narrada, y lo mejor de estas es que sus personajes te envuelven y llegas a tener la sensación de que formas parte de la historia.

Muy personal

¿Edad?
17 años.

¿Pasatiempo?
Escribir

¿La familia?
Mi apoyo, lo que me permite seguir adelante.

¿Un escritor?
Gabriel García Márquez.

¿Un libro?
Pandora, de Anne Rice.

viernes, 10 de junio de 2011

La izquierda democrática (21)

Por Manolo Pichardo

Listín Diario 10/06/2011.-
Con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas ecuatorianos, Correa emprendió el camino hacia su revolución volteando los números que marcaban el abandono de que eran víctimas las mayorías, para comenzar a conjurar la histórica deuda social expresada en pobreza, marginalidad y exclusión que profundizaron las políticas neoliberales que, por frustratorias, fueron sembrando las semillas que germinaron para dar nacimiento a un gobierno de centro izquierda. La oposición conservadora atribuye muchos de los logros de la administración de Correa a la dolarización de la economía, pero los funcionarios del gobierno sueltan cifras que desvencijan tal argumento.
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Y es que, como señalan, la cuestión no tiene nada que ver con aquella medida, pues del 2003 al 2006, con el dólar estadounidense como moneda de curso legal, la inversión en salud fue de 437 millones y, entre el 2007 al 2010, luego de la Revolución Ciudadana, hubo un incremento en el sector para llevar el monto invertido a 3,433 millones. Lo propio ocurrió en el área de educación cuya inversión del 2003 al 2006 fue de 235 millones de dólares, en contraste con los 940.7 millones invertidos del año 2007 al 2010; un espectacular jalón que colocó entre las prioridades a los sectores más sensibles y determinantes para impulsar el desarrollo de sociedades que, como las latinoamericanas, no encontraban desde hace décadas la justa distribución del ingreso a través del gasto social, a pesar de largos períodos de crecimiento económico en la región. Los resultados de una política enfocada en poner a la economía al servicio de la gente y no a la gente al servicio de la economía, como dijo recientemente Danilo Medina, precandidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, se muestran en el incremento de los afiliados al régimen de seguridad social, que pasó, desde la llegada de Correa a la presidencia, de 38,6% a 59,3%, en una disminución de la pobreza expresada de la siguiente manera: 7% en las mujeres, 6.2 en los jóvenes y los llamados adultos mayores, 7.6% en el campo y 13% en los afrodescendientes.

Dicho de otra manera, más de 700 mil personas han logrado salir de la pobreza durante los años que lleva gobernando al Ecuador el presidente Rafael Correa. Los años de caos, volatilidad económica y política, de quiebras institucionales, incertidumbre y desesperanzas, han cesado al menos por el momento, no sin que haya expresiones de disidencias, incluso de sectores que se definen como progresistas, que muchas veces entienden que los procesos deben llevarse con más celeridad o que, el curso de las reformas y los cambios, deben ser otros; pero ese es el mérito de la izquierda democrática: producir los cambios en medios del debate, las ideas encontradas y la oposición. Viendo estos detalles que adornan, con un punto más o un punto menos, a los gobiernos que han puesto la mira en el socialismo democrático, el ex presidente Lula dijo durante la celebración de la XVII versión del Foro de Sao Paolo, celebrado en Managua durante el pasado mes de mayo: “Hemos probado que la izquierda gobierna con más competencia de lo que la derecha gobernó durante todos estos años”.

jueves, 9 de junio de 2011

El relativo carácter occidental de Oxidente

Por Ángel Garrido

Alexandria,Virginia 08/06/2011.-

Especial para UMBRAL

Ni los puntos cardinales del planeta que habitamos ni la temporalidad de la existencia física de León David han delimitado jamás la universalidad de su pensamiento. Se crió al amparo de un humanista al que cada día reproduce más y de mejor manera. El eximio filósofo que se sumergía por meses en la lectura de los clásicos de todas las antigüedades del hombre, cuando se ponía de pie, contenía la parte que formaba al humanista tierno y sensible que se perdía en las artes como Reinaldo y en jardín de Armida: “En nada desmerece quien a su padre se parece”.




Dizque con dedicatoria y todo: Aprovecho pues la circunstancia de que mi amigo el presidente Leonel Fernández no está en la actualidad recién reelecto a la presidencia de la República, ni es candidato a la reelección, para dedicarle con el debido respeto y con el holgado afecto que de manera recíproca nos profesamos, este vano intento mío por reseñar el admirable y señero libro Oxidente que acaba de publicar nuestro común amigo y grande escritor León David.

Ni los puntos cardinales del planeta que habitamos ni la temporalidad de la existencia física de León David han delimitado jamás la universalidad de su pensamiento. Se crió al amparo de un humanista al que cada día reproduce más y de mejor manera. El eximio filósofo que se sumergía por meses en la lectura de los clásicos de todas las antigüedades del hombre, cuando se ponía de pie, contenía la parte que formaba al humanista tierno y sensible que se perdía en las artes como Reinaldo y en jardín de Armida: “En nada desmerece quien a su padre se parece”.
Amó el eminente sabio dominicano con pasión a sus tres hijos y a su amada Amada: “Amor de padre, que todo lo demás es aire”. Los tres hijos, de su parte, han amado con igual pasión la búsqueda incesante de la verdad, que en torno a cada hecho concreto, es una sola. El eufemismo de que cada quien tiene su propia verdad, es solo andamio para trepar subjetividades. Juan Isidro Jimenes Grullón contribuyó de manera decisiva e inapelable al recio carácter y a la formación ética del artista egregio y del pensador sin fronteras cuyo más reciente texto, Oxidente, comentamos hoy: “Honor merece quien a su padre se parece”.
Cuando nos referimos a la universalidad literaria del pensamiento leondavidiano no dejamos de evocar a un Jorge Luis Borges colocado por Joaquín Soler Serrano frente a la recurrente sugerencia de que nombrara a un autor predilecto: “Bueno, hay por ahí un joven, Virgilio, que promete mucho”. Se refería Borges al ciudadano romano que antes de morir hizo esfuerzos denodados por prenderle fuego a La Eneida, su obra cumbre. No la estimaba digna de la posteridad.
La proverbial modestia de León David lo ha llevado esta mañana a solicitar por teléfono con la cordialidad que lo caracteriza la recensión que sobre Oxidente pueda hacer este mísero siervo del oficio de escribidor, lleno como anda de pecados literarios. Es el altísimo de las letras con raíces dominicanas quien le ha pedido opinión a este bajísimo pecador.
Antes les gastaba yo la broma a los dogmáticos del cristianismo por cuenta del cliché de un Altísimo impoluto y de unos bajísimos en los cuales los pecados cunden con la esplendidez con que lo hace el arroz yunita cuando por cada taza del grano se ha duplicado al cocerlo la cantidad de agua. Ya no bromaré con esa vaina nunca más. Ya quiso la vida que este bajísimo anduviera también lleno de pecados.
Qué joder. Y lo que me molestaba a mí de joven la pendejada esa de los convertidos: “Coño, pero pequen menos y no jodan tanto”, pensaba yo, de puro ignorante. Como castigo justo y debido, hasta aquí me ha traído Dios. Pecador de mí. Es naturaleza humana, puesta de manifiesto por todas las civilizaciones del mundo, ese sentimiento de inferioridad frente a la divinidad inmarcesible. Así me siento yo frente a la monumental obra poética y ensayística de León David. Me quito con reverencia el sombrero, pero no lo injurio ni lo profano por cuenta de mis propias limitaciones. Su creatividad enriquece el alma de mi pueblo; y envuelto en el alma de mi pueblo busco la gloria de creer en lo que digo.
Mi ejemplar de Oxidente, llega hoy sábado 4 de junio a mis manos por una cadena de cortesías que empezó la misma noche del miércoles de su presentación en el local de la Fundación Corripio de Santo Domingo, y empezó además en las cuatro manos solidarias que juntos tienen León David y Manolo Pichardo. Llovía a chaparrón deshecho. Tengo noticias ciertas de que de haberse tratado de un traspaso de la banda presidencial, los elementos de la naturaleza habrían forzado la posposición del acto. En el caso que nos ocupa, Nacarile del oriente. La gente echó el cuerpo al agua y el acto tuvo lugar ante una audiencia entusiasta y merecedora de lo que oía.
Nuestro ejemplar del libro de León David, junto a otro de la primera novela de la adolescente narradora Náyila Pichardo, avanzaron a la mañana siguiente el segundo tramo de su trayecto hacia Alexandria, Virginia, gracias a las cuatro manos solidarias que juntos tienen Manolo Pichardo y Jedeón Santos, quien hasta NYC los trajo. La tarde del siguiente día, avanzaron en un restaurante de Nueva Jersey los libros de León y Náyila su tercer tramo gracias a las cuatro manos solidarias que juntos tienen Jedeón Santos y Víctor Tirado. Esa misma tarde, y en el mismo restaurante que de Nueva Jersey prefiere Jaime David Fernández Mirabal, iniciaron ambos libros su cuarto tramo por cuenta de las cuatro manos solidarias que juntos tienen Víctor Tirado y Ramón Ruiz, último eslabón de la cadena de favores que trajo ambos libros a mis manos.
Mientras pongo por obra el vano intento de reciprocarle a Ramón con una empanadilla recién frita la milésima parte de los esfuerzos combinados de sí mismo, de León, de Manolo, de Jedeón y de Víctor para que ambos libros llegaran a mis manos, hojeo, y ojeo al azar el libro de mi amigo y maestro León David. Me doy de bruces en el primer párrafo de la primera página con mi primer estremecimiento: “Me tengo por profesional de lo fragmentario y especialista de lo inconcluso; en otras palabras, el aforismo es mi modo de expresión”.
De buen grado le creería, eximio poeta, si no morara usted “…en el descalzo reino de la espuma del poema”. Si no anduviera yo convencido, sin cambiar siquiera de poema y a tan solo una estrofa de distancia, de que no desprecia su numen el pulcro pensamiento.
Usted, señor bardo, que está en el verso como en la prosa, profanado sea su nombre. No se haga nunca su voluntad, ni en la Tierra ni en el Cielo. Dadnos por lástima el verso de cada día, así en el poema como en la prosa. En el ensayo preciso y bien trabado; en el aforismo conciso y depurado. En su ficción gallarda y elegante. Porque usted ha sido capaz de decirnos, a poco oxidentar, que: “Donde el estilo no florece, quizás topemos con algún loable pensamiento, pero jamás con el genuino pensador”. Pensad, poeta del país de los efesios. ¿Quién niega que haya florecido en usted el estilo? ¡Estaría loco! Mejor sería que hiciera quien lo niegue gárgaras, que a usted no le tiembla el pulso para pensar.
Usted nos oxidentaliza paso a paso, poeta: “Lo que don Fulano escribe ni Dios mismo lo entiende. Es de una oscuridad impenetrable; no en balde ha conquistado fama de profundo”. Quién fuera, don León, puertorriqueño para decirle que nos lleva usted tierra por guardarraya: “Críticos hay –y no pocos—incapaces de reconocer el mérito ajeno; cuando dicho mérito fulge por modo tal que sería vergonzoso escatimarle el aplauso, entonces el elogio de esos biliosos Zoilos va infaliblemente acompañado de un ‘pero’ devastador…” Yo le quiero ahorrar a usted, maestro, muchos zoilos, y por eso no diré hoy en público lo que en privado de usted y de su obra profetizaba Juan Bosch.
Mire que le pido que mire bien lo que escribe. Mire hasta donde nos ha traído usted, don León: “La acrobacia verbal no es poesía. Aceptado. Más desafío a que me muestren cualquier poema genuino en el que no tenga parte un mínimo de virtuosismo en el uso de las palabras”. Error. Los acróbatas verbales conquistan premios y lugares. La vileza estriba tal vez en el carácter mecánico de sus habilidades. No entienden la elevada nobleza del virtuosismo que usted menciona.
Descomponer pues la obra poética, ensayística y narrativa leondavidiana en sus elementos constitutivos esenciales es tarea de críticos mucho mejor dotados que este humilde siervo del oficio de escribidor. Son esos profesionales de la crítica literaria quienes manejan los conceptos básicos y la metodología indispensable para identificar, describir y evaluar el texto que al caso venga. Oxidente, tanto por la belleza de su estilo como por la densidad de su contenido, es un texto destinado a darle a ganar a los especialistas el agua que se beben y el aire que respiran.
Cuentan los partes de prensa que suman treintena las obras escritas por León David. Usted, gentil y manirroto con los amigos como su padre, nos los ha dedicado todos con invariable afecto. Nuestro distinguido amigo Hamlet Hermann le augura otros tanto. Sumamos a los de Hamlet nuestros propios votos en favor suyo, don León.

sábado, 4 de junio de 2011

La primera novela de Náyila Pichardo

Por León David
Listín Diario 04/06/211.-


Sí recalcaré, empero, pues es resorte de la crítica escrupulosa hacerlo, que la joven novelista muestra una precoz y feliz competencia lingüística, rara sobremanera en personas de sus escasos años. Su frase es dúctil y clara; maneja el idioma con vigor y perfecta corrección no exenta de elegancia; jamás incurre en vulgaridad; sus imágenes, siempre empleadas con comedimiento, no suelen resbalar por la pendiente del lugar común sino que ordinario contribuyen con atinadas pinceladas de color a conferir vida y amenidad a lo que cuenta; desenvuelve los sucesos ficticios con destreza de la que no sospecharíamos capaz a una bisoña adolescente; los diálogos son ágiles, oportunos y a no dudarlo ajustados a la sicología de los imaginarios personajes que la autora creara, personajes, convengamos en ello, cuya verosimilitud, no obstante la atmósfera mirífica del universo en que se mueven, no hallaremos motivo de poner ni por un instante en entredicho.
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Acaso proceda preludiar estas sumarias apuntaciones en torno a la novela psique –fruto primerizo y fresco de la adolescente fantasía de Náyila Pichardo dando razón de las circunstancias que indujeron a mi pluma, harto selectiva y asaz desconfiada, a presentar el relato con que inicia su carrera literaria una jovencita de dieciséis años de la que entiendo que, aparte de su familia y amistades, nadie hasta ahora había oído hablar. ¿Por qué un escoliasta huraño de puro riguroso, pero a quien en todo caso no sería justo reprochar inexperiencia en materia de crítica o tildarlo de opinante advenedizo, condescendiente a apadrinar los primiciales balbuceos narrativos de una autora a la que faltan todavía unos cuantos años para alcanzar la edad adulta en los pagos de la escritura artística?...

Pues bien, confesaré que cuando el buen amigo Manolo Pichardo, padre de la novel narradora cuyo libro me he impuesto comentar, se comunicó conmigo vía telefónica para solicitarme el favor de expresar algunas ideas acerca de la novela de su hija en la puesta en circulación pautada como una de las tantas actividades culturales de la décimo cuarta versión de la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2011, cuando, reitero, me fuera hecha pareja petición por un ser humano al que estimo y siempre he profesado hondo afecto, acepté, va de suyo, ya que nobleza obliga y a los amigos no se les niegan favores que estén en nuestras manos conceder, aunque, frunciendo el entrecejo, no pude menos que murmurar para mi propio coleto: “Y ahora ¿qué voy hacer para salir airoso de tan arriesgado trance?... ¡vaya compromiso!, ponderar una obra que no he leído de la autoría de una aprendiz de la que cabría suponer cualquier cosa salvo veteranía en la compleja brega de la escritura novelística”.

He aquí, sin embargo, que mi preocupación se desvaneció como el humo bajo el soplo del cierzo, dando paso a un reconfortante sentimiento de júbilo apenas tuve ocasión, días más tarde, de leer de una sentada el relato de Náyila Pichardo. La historia, una suerte de thriller de suspense o


ficción, logró interesarme, consiguió entretenerme; en ningún momento me invadió la fatiga ni el aburrimiento al recorrer las páginas de la novelilla Psique… Y conste que el término “novelilla” nada tiene de despectivo en este preciso lugar: hace simplemente referencia al hecho de que se trata de una novela muy corta, que no excede las noventa y tantas páginas, perteneciendo entonces por derecho a ese género al que los franceses calificarían de “nouvelle”.

No cometeré la imprudencia de aludir a la anécdota, de cierto intrigante, sobre la que se vertebran los diferentes episodios de la obra que nos ocupa, por modo a no dar al traste con la sorpresa ni desinflar la curiosidad de los lectores.

Sí recalcaré, empero, pues es resorte de la crítica escrupulosa hacerlo, que la joven novelista muestra una precoz y feliz competencia lingüística, rara sobremanera en personas de sus escasos años. Su frase es dúctil y clara; maneja el idioma con vigor y perfecta corrección no exenta de elegancia; jamás incurre en vulgaridad; sus imágenes, siempre empleadas con comedimiento, no suelen resbalar por la pendiente del lugar común sino que ordinario contribuyen con atinadas pinceladas de color a conferir vida y amenidad a lo que cuenta; desenvuelve los sucesos ficticios con destreza de la que no sospecharíamos capaz a una bisoña adolescente; los diálogos son ágiles, oportunos y a no dudarlo ajustados a la sicología de los imaginarios personajes que la autora creara, personajes, convengamos en ello, cuya verosimilitud, no obstante la atmósfera mirífica del universo en que se mueven, no hallaremos motivo de poner ni por un instante en entredicho.

Añádase a lo que antecede una persistente y notoria atención a los detalles –don con el que el novelista de garra viene al mundo- , una fantasía desbordante y una inocente ternura y habremos, creo, condensado las más descollantes cualidades con que en punto a literario regodeo nos obsequia la novela Psique.

Habrá quien no dispute la obre a la que vengo de referirme por una creación acabada, rebosante de aliento y humano espesor. Mayúscula sandez.

Nunca el olmo ha dado peras y sería incurrir en pecaminosa arbitrariedad, por entero reñida con la ecuanimidad a que debe aspirar la crítica empinada establecer un parangón entre esta primera flor que Náyila Pichardo entrega a sus lectores y las grandes novelas de los autores de nota y aventajada escritura. Semejante equiparación, por indelicada e improcedente, no merecería siquiera a los honores de refutación.

Ahora bien, una cosa cabe ser admitida de rondón: si es imperativo convenir que siempre que tengamos en cuenta la juventud de la escritora resulta difícil exagerar el valor de esta su primera incursión en el arte de novelar, lo que no se presta a discusión y en realidad importa es lo que las páginas de Psique anuncian y prometen, el auspicio desarrollo de un espíritu de formidable y singular talento narrativo al que lo único que le falta es maduración y vida, adquirir ese tesoro de experiencias con el que Dios mediante el tiempo, cargado de alegrías y decepciones, no dejará de coronarla.

viernes, 3 de junio de 2011

Stiglitz afirma que las políticas de austeridad condenan a los países a la debilidad

Por Clara Blanchar y Lluís Pellicer


El País 03/06/2011.-

Durísima intervención la de este mediodía en las jornadas del Cercle d'Economia en Sitges del premio Nobel de Economía en 2001, Joseph Stiglitz sobre las políticas de austeridad que han emprendido Estados Unidos y los países europeos para combatir la crisis económica. En su opinión, condenan a estos países y sus ciudadanos a la debilidad al tiempo que favorecen a la banca. Stiglitz ha comenzado asegurando que comprende las protestas que han tomado las plazas en las grandes ciudades españolas: "Estas situaciones no son sorprendentes, lo sorprendente es que la gente tardara tanto en protestar", ha afirmado después de repasar indicadores macroeconómicos como la elevada tasa de paro.
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En el caso de Estados Unidos, ha destacado, el país se enfrenta por primera vez a la generalización del paro de largo plazo, con millones de ciudadanos que llevan más de 99 semanas sin empleo, una situación dramática que ha llevado a siete millones de personas a perder su hogar, mientras el precio de la vivienda sigue cayendo en barrena.

En opinión del premio Nobel las medidas de austeridad emprendidas en occidente "parecen ser las erróneas". De entrada, ha dicho, la fórmula es razonable, comprensible, pero el legado de la deuda y el lastre del estallido de la burbuja inmobiliaria -que antes de la recesión copaba el 40% de la inversión- pesan de tal forma que a quien se acaba ayudando es a los bancos y no a la ciudadanía. El mayor ejemplo, ha dicho Stiglitz, es el de Grecia. "La austeridad ha provocado una caída general, de salarios, consumo, impuestos... que no ha hecho sino empeorar las cosas". En su opinión las secuencias de los rescates empeoran la situación: "Se traspasó la deuda del sector privado al Gobierno, que tiene que responder con un recorte que experimentan los ciudadanos". El caso de Grecia, ha criticado, "ha sido una protección de los bancos europeos", muy endeudados, que son los acreedores del país. Conclusión: "La austeridad condenará a Estados Unidos y Europa a un bajo crecimiento, al estancamiento. Estaremos socavando no solo las economías sino los cimientos de nuestra sociedad".

Frente a la fórmula de los rescates, Stiglitz ha apostado por un fondo de solidaridad a nivel europeo o bien una reestructuración de la deuda de los países afectados por la crisis. En este sentido también ha cargado contra los bancos centrales, que ha dicho, "siempre culpan a otro". En el caso del Banco Central Europeo (BCE), ha cuestionado que "se preocupe solo por la inflación", lo que lleva a prever una subida de los tipos de interés que provocará problemas para las exportaciones. Según Stiglitz, el BCE olvida otros mandatos como el crecimiento económico.

Stiglitz sostiene que la actual crisis se veía a venir. "Existía una economía débil que la burbuja ocultaba". Y esta debilidad afectó a las clases populares en lo que ha denominado "infraconsumo". "La franja inferior consume en proporción mayor a la superior y esto provoca debilidad", ha dicho. "Esta situación no es sostenible y todo lo que no es sostenible no se puede sostener, en algún momento debía desmoronarse", ha resumido en una frase que ha provocado la sonrisa del auditorio.

Stiglitz no ha sido menos crítico con las economías emergentes, como la China. Sus mercados internos, ha dicho, todavía pueden explotar, pero no tienen capacidad para ofrecer, en el futuro, bases de recuperación. Además, ha apuntado, importar sus problemas será cada vez más caro, con nefastas consecuencias sobre occidente. Tampoco ha salvado organismos que sobre el papel pueden solucionar problemas, como el G20: "Funciona cuando se garantiza cohesión y perspectiva común, ahora es difícil".

La izquierda democrática (20)

Por Manolo Pichardo

Listín Diario 03/06/2011.-


Con su Revolución Ciudadana, el presidente Rafael Correa intenta construir una sociedad más justa, y aunque él encabeza este proyecto de inclusión, no es más que un instrumento de fuerzas sociales e históricas que en un natural proceso dialéctico rescataron del caos y la incertidumbre al Ecuador, que por años fue escenario de una volatilidad política que generó desconfianza e incluso rechazo hacia la forma tradicional de hacer política y hacia los políticos que se convertían en tradición.
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Resulta que, con la vuelta a la democracia después de la inestabilidad política que provocaron los golpes de Estado que caracterizaron a la mayoría de nuestros países por esos años, en 1978 con Jaime Roldós inicia un proceso hacia la estabilidad democrática que no se sostendría por mucho tiempo; pues frágil y hasta con un presidente secuestrado, alcanzó para sobrevivir a la llegada de Abdalá Bucaram en 1996, destituido al otro año, tras un desastroso desempeño económico y sucesivos escándalos que generaron protestas populares que culminaron con su destitución por “incapacidad mental”.

Su vicepresidente no pudo retener el poder por más de dos días a pesar de que le correspondía la sucesión según lo establecido por la constitución; el poder legislativo le entregó el Gobierno a quien le presidía y éste a su vez, tras las elecciones, se lo cedió a Jamil Mahuad, el hombre que dolarizaría la economía tras enfrentar la quiebra del 50% del sector financiero y declarar un feriado bancario que hundieron al país en una profunda crisis que llevó a miles de ecuatorianos a abandonar la tierra que les vio nacer y causaron su derrocamiento en el 2000.

Gustavo Novoa debió terminar el período para entregarle el poder al ganador de las elecciones presidenciales de 2002 que resultó ser Lucio Gutiérrez, hombre de perfil autoritario que provocó su derrocamiento, luego de haber tenido la osadía de desintegrar la Corte Suprema de Justicia.

Alfredo Palacio entró de emergente, y con él se acercaba el fin de un período de caos institucional y económico en el Ecuador, pues Rafael Correa malograría las aspiraciones de Álvaro Novoa, el hombre más rico del país, que pretendía por segunda ocasión, alcanzar la Presidencia de la República, cuando en segunda vuelta lo venció con el 56.67 por ciento de los votos frente a un 43.33%.

A partir del 2007, con el presidente de orientación progresista que proclamó la Revolución Ciudadana, Ecuador comenzó a transitar el camino de la estabilidad, en medio de reformas políticas, económicas y sociales que van perfilando el tipo de nación que pretenden construir los hombres y mujeres que acompañan al mandatario en el camino hacia la reorientación de una sociedad que viene demandando de los cambios profundos que se requieren para alcanzar una sociedad más justa e incluyente.

La izquierda democrática (19)

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 27/05/2011.-

En Ecuador como en Bolivia la población indígena es mayoritaria, pues mientras en el país que soltó las amarras para llevar a la presidencia a un auténtico hijo de los pueblos originarios, ésta alcanza el 62 por ciento, en la tierra que vio nacer a Rafael Correa, el porcentaje alcanza un 52%, con un 40% de mestizo, un 5% de afrodescendientes, y el resto, esto es el 3 por ciento, tiene raíces hispanas.
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Desde la colonia, con el engranaje jurídico y administrativo que establecieron los conquistadores para marcar una diferencia entre los aborígenes y ellos, los pueblos indígenas han sufrido de la marginalidad social, el despojo y la explotación que se ha expresado en la repartición de tierras de mala calidad, atención en salud más que precaria, empleos mal remunerados y toda suerte de tratos y ambiente que generan paupérrimas condiciones de vida.

Las desgracias centenarias que han acompañado a los pueblos sometidos en el Ecuador, acompañaron a los negros que fueron trasladados desde África a esta parte del continente americano, con la finalidad de trabajar en las plantaciones de caña y algodón, pues ocurre que no solo fueron víctimas de la esclavitud clásica, sino de la que se desprendió del esquema jurídico que durante 500 años les marginó de los beneficios desprendidos de la occidentalización de la sociedad.

La negación de derechos políticos y económicos a las tres mayorías que forman la población ecuatoriana (indígena, mestiza y negra) se vino arrastrando de una u otra forma hasta entrado este siglo cuando el gobierno de Correa comenzó a romper con las jerarquías sociales étnicamente definidas por siglos, ya que desde inicios de su gobierno dio participación en calidad de ministros y otros altos cargos a indígenas; levantó el orgullo de sus culturas milenarias al hablar en quichua en actos públicos y reivindicar incluso indumentarias aborígenes en sus presentaciones oficiales.

La cuestión, sin embargo, va más allá de lo que pudiera considerarse como cosmético o fachada para un gobierno que por su ubicación ideológica necesita mostrar su talante progresista, y es que como afirma Jorge León Trujillo en un trabajo que llamó “Las organizaciones indígenas en el gobierno de Rafael Correa”: “En Ecuador, la inserción en la escena política de los indígenas y sus objetivos de lograr mayores espacios sociales para la afirmación colectiva se ha acelerado en los últimos años, entre otros durante el gobierno de Rafael Correa”.

Pero la impronta izquierdista que va dejando el presidente ecuatoriano no solo se estampa en la reivindicación de los pueblos indígenas y afrodescendientes, sino en las reformas políticas y económicas que impulsa tras llegar de la mano de movimientos sociales.