domingo, 27 de febrero de 2011

El catalizador tunecino

*Joseph E. Stiglitz
DAVOS – El mundo entero celebra la revolución democrática de Túnez, que ha desencadenado una cascada de acontecimientos en otras partes de la región –en particular en Egipto– con consecuencias incalculables. Los ojos del mundo están puestos ahora en ese pequeño país de 10 millones de habitantes para aprovechar las enseñanzas que se desprendan de su reciente experiencia y ver si los jóvenes que derribaron a un autócrata corrupto pueden crear una democracia estable y que funcione.
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En primer lugar, las enseñanzas. Para empezar, no basta con que los gobiernos contribuyan a un crecimiento suficiente. Al fin y al cabo, el PIB creció un 5 por ciento, aproximadamente, en Túnez en el transcurso de los 20 últimos años y se citaba con frecuencia a ese país, porque podía alardear de una de las economías con mejores resultados, en particular dentro de esa región.

Tampoco es suficiente seguir los dictados de los mercados financieros internacionales: así se pueden conseguir buenas calificaciones de los bonos y agradar a los inversores internacionales, pero eso no significa que se esté aumentando el número de puestos de trabajo creados o el nivel de vida para la mayoría de los ciudadanos. De hecho, en el período anterior a la crisis de 2008 resultó evidente la falibilidad del mercado de bonos y de las agencias de calificación. Que ahora no vean con buenos ojos el paso de Túnez del autoritarismo a la democracia no redunda en su crédito… y no se debería olvidar nunca.

Ni siquiera puede bastar que se imparta una buena instrucción. En todo el mundo, los países están esforzándose por crear puestos de trabajo suficientes para quienes se incorporan por primera vez al mercado laboral. Sin embargo, un elevado desempleo y una corrupción omnipresente constituyen una combinación explosiva. Los estudios económicos muestran que lo verdaderamente importante de los resultados de un país es que haya una sensación de equidad y juego limpio.

Si, en un mundo con escasez de puestos de trabajo, quienes tienen conexiones políticas los consiguen y si, en un mundo de riqueza limitada, los funcionarios gubernamentales acumulan masas de dinero, el sistema inspirará indignación ante semejantes iniquidades y contra los perpetradores de esos “delitos”. La indignación contra los bancos de Occidente es una versión más suave de la misma exigencia básica de justicia económica que vimos por primera vez en Túnez y ahora en toda la región.

Pese a las virtudes de la democracia –que, como ha demostrado lo sucedido en Túnez, es mucho mejor que la opción opuesta–, debemos recordar los fallos de quienes se declaran partidarios de ella, porque la democracia es algo más que elecciones periódicas, aun cuando se celebren de forma justa. La democracia en los Estados Unidos, por ejemplo, ha ido acompañada de una desigualdad cada vez mayor, hasta el punto de que el uno por ciento superior recibe una cuarta parte, aproximadamente, de la renta nacional… y la riqueza está distribuida de forma aún más inequitativa.

De hecho, la mayoría de los americanos actuales están económicamente peor que hace un decenio, pues casi todos los beneficios del crecimiento económico acaban en manos de quienes se encuentran en la cima de la renta y de la distribución de la riqueza, y el resultado de la corrupción al estilo americano puede representar regalos de billones de dólares a las empresas farmacéuticas, la compra de elecciones con contribuciones en gran escala a las campañas y reducciones de impuestos para los millonarios, mientras que se reduce la asistencia médica para los pobres.

Además, en muchos países la democracia ha ido acompañada de luchas civiles, faccionalismo y gobiernos con un funcionamiento deficiente. A ese respecto, lo sucedido en Túnez ha comenzado con una nota positiva: una sensación de cohesión nacional debida al logrado derrocamiento de un dictador que se había granjeado un aborrecimiento generalizado.
Túnez debe esforzarse por mantener esa sensación de cohesión, que requiere un compromiso con la transparencia, la tolerancia y la proscripción de la exclusión, tanto política como económicamente.

La sensación de juego limpio requiere voz y voto, que sólo se puede lograr mediante el diálogo público. Todo el mundo insiste en el Estado de Derecho, pero importa mucho la clase de el que se establezca, pues se pueden utilizar las leyes para garantizar la igualdad de oportunidades y la tolerancia o para mantener desigualdades y el poder de minorías dominantes.

Tal vez no pueda Túnez impedir que los intereses especiales se apropien de su Gobierno, pero, si sigue sin haber una financiación pública de las campañas electorales y no se aplican cortapisas a los grupos de presión y a las conexiones entre los sectores público y privado, no sólo será posible esa desviación, sino que ocurrirá con seguridad. El compromiso de dar transparencia a las subastas de privatización y las licitaciones competitivas para la adjudicación de contratos públicos reduce el alcance del sistema de captación de rentas.

Hay que adquirir la capacidad para adoptar muchas medidas equilibradoras: un gobierno demasiado poderoso podría violar los derechos de los ciudadanos, pero un gobierno demasiado débil no podría adoptar las medidas colectivas necesarias para crear una sociedad próspera y no excluyente o para impedir que los débiles e indefensos sean víctimas de los poderosos agentes económicos privados. América Latina ha mostrado que los límites de los mandatos de quienes ocupan cargos políticos resultan problemáticos, pero también que la inexistencia de limitación de los mandatos es aún peor.

Así, pues, las constituciones deben ser flexibles. Consagrar modas en materia de política económica, como ha hecho la Unión Europea, cuyo banco central ha prestado atención exclusivamente a la inflación, es un error, pero ciertos derechos, políticos (libertad de religión, expresión y prensa) y económicos, deben estar absolutamente garantizados. Un buen comienzo para el debate de Túnez es el de decidir, al formular su nueva Constitución, qué derechos va a reconocer, además de los consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Túnez ha tenido un comienzo asombrosamente bueno. Su pueblo ha actuado con determinación y seriedad al establecer un Gobierno provisional, cuando tunecinos de talento y acreditados se han apresurado a ofrecerse para servir a su país en esta crítica coyuntura. Serán los propios tunecinos quienes crearán el nuevo sistema, que habrá de indicar cómo podría ser una democracia del siglo XXI.

Por su parte, la comunidad internacional, que con tanta frecuencia ha apuntalado regímenes autoritarios en nombre de la estabilidad (o conforme al principio de que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”) tiene claramente el deber de prestar la asistencia que Túnez necesite en los próximos meses y años.

* Joseph E. Stiglitz es profesor en la Universidad de Colombia y premio Nobel de Economía. Su ultimo libro, Freefall: Free Markets and the Sinking of the Global Economy (“Caída libre. Los mercados libres y el hundimiento de la economía mundial”), está traducido al francés, al alemán, al japonés y al español.

La izquierda democrática (7)

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 25/02711.-
Hay que decir, para ser justos, que el gobierno de Raúl Alfonsín fue de transición, y por lo tanto, sus prioridades quizá se centraron en las cuestiones de orden político más que económico, pues debió lidiar con los remanentes de la dictadura y la resistencia a que se estableciera un régimen auténticamente democrático que, aún apostando a la reconciliación, no podía negociar el olvido.
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El presidente Alfonsín tenía interés en brindar abrevadero a las madres de la Plaza de Mayo que andaban sedientas de justicia ante los más de 38 mil secuestrados y desaparecidos que fueron sus esposos, novios, hijos o nietos. Los juicios a militares cargaban su agenda, mientras el país era arrastrado por las consecuencias del endeudamiento colectivo que contagió a toda América Latina llevándola al callejón del estancamiento económico, las protestas sociales con pobladas incluidas y la ausencia de respuestas adecuadas que la condujeron hacia la denominada “Década perdida”.

Aclarada la difícil situación política en que gobernó Alfonsín, y definido el pobrísimo rol jugado por su compañero de partido, Fernando De la Rúa, me referiré a las administraciones de los Kirchner, los esposos que aparecieron en medio de la ola progresista que comenzó a bañar a los pueblos latinoamericanos echando manos del modelo que ofrece la democracia representativa, para construir sociedades participativas e incluyentes.

Cuando Néstor asumió la presidencia, el descrédito internacional del país era tan dramático que se encontraba en default, o lo que es lo mismo, suspensión de pago por falta de liquidez. Pero El Pingüino, como le llamaban por ser nativo del extremo sur, reestructuró la deuda y canceló sus compromisos financieros con el FMI; triplicó las exportaciones al llevarlas en 2007 a 55.000 millones de dólares y en 2008 a 72.140, un 25 por ciento más que el año anterior.

La tasa de crecimiento durante el gobierno de los Kirchner es de 8 por ciento promedio anual; el período más largo en los últimos veinte lustros, cuestión que se ha reflejado en la generación de empleos, pues en 2003, año en que asumió Néstor la presidencia, la tasa de desocupación era de 20,4 por ciento, cifra que descendió en 2008 a 7,8. El nuevo cuadro contribuyó a mejorar la distribución del ingreso, ya que la participación de los salarios pasó de 34.6 por ciento a 41.3, lo que significó un incremento en el consumo.

Para la recuperación de la economía ayudó la definición de una política de fomento tributario y crediticio a las PYMES y algunas ramas específicas de la industria. La inversión social ha sido un pilar importante en los últimos gobiernos del justicialismo; y es que el presupuesto en educación, llevado de un 4 por ciento del PIB a un 6, permitió diseñar programas como el de alfabetización que ha enseñado a leer y escribir a 170 mil personas, el de inclusión educativa que permitió el retorno a las aulas de más de 100 mil niños y adolescentes.

¿Con un pie adentro?

Carolina Escobar Sarti
Prensa Libre de Guatemala
Sábado 26 de febrero 2011.
En términos generales, nuestra política partidaria es sinónimo de decadencia. Por ello, los partidos políticos ocupan, cada vez con mayor frecuencia, la última casilla en encuestas de credibilidad ciudadana. Ninguno de los partidos actuales tiene más de dos décadas de existencia y muchos han sucumbido luego de su primera participación en elecciones. Quizás lo anterior responde al secuestro de la política partidaria, a manos de sectores y corporaciones específicos. Con sus distancias y diferencias, podemos aplicar lo anterior a casi todos los países de la región.
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En este contexto, ¿qué decir del Parlamento Centroamericano (Parlacen), que coloquialmente ha sido definido como “una casa de retiro demasiado cara e inoperante”, entre otros motes menos afortunados? Siendo nuestra región pionera en el tema de integración continental (al menos económica), cabría esperar que la integración política nos hubiese permitido avanzar por rutas más democráticas. En medio de crisis como las que vivimos, sobre todo en el triángulo norte de Centroamérica, y enfrentando problemas comunes como el crimen organizado, la migración y el narcotráfico, el Parlacen podría haber jugado otro papel.
Pero, y afortunadamente hay “peros” que se pronuncian con fuerza, he visto últimamente movimientos en ese foro regional que apuntan a cambios de fondo. Parece que no son lo que quisiéramos, ni a la velocidad que los quisiéramos, pero quizás marcan el inicio de algo. Por años, se dijo que este órgano del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) sería útil en todo este engranaje político, solo si se modificaban los procesos de elección que lo convertirían realmente en un foro deliberativo, cuyas resoluciones fueran vinculantes para impulsar y orientar las rutas de la integración regional.
Pues bien, desde febrero del 2008, los mandatarios de la región aprobaron las reformas al Parlacen, buscando, precisamente, que sus resoluciones fueran vinculantes. Se logró medianamente, como sucede con las pujas que se hacen en esos espacios: ahora el Parlacen puede pedir cuentas y proponer normas relacionadas con la integración, con el fin de que los parlamentos de cada país miembro las conviertan en iniciativas de ley. Sin embargo, esto no significa que dichas recomendaciones tengan que ser aprobadas obligatoriamente; sí implica que el Parlacen pueda preguntar, en un plazo de tres meses, a determinadas instancias regionales, si se están cumpliendo o no y por qué. O sea que el nuevo protocolo es “casi” vinculante.
Pero este “casi” ya ha dado frutos. Se acaba de realizar la fiscalización de los recursos del Sica, a partir de la rendición de cuentas de su secretario general. Y, en el tema migratorio, el Parlacen está tomando el liderazgo que debió haber tomado hace mucho tiempo. Se ha fortalecido y reactivado el Consejo Parlamentario Regional sobre las Migraciones (Coparem), y se ha dado a conocer a los jefes de Estado, porque ya no se puede seguir tomando decisiones migratorias bilaterales en contextos donde se impone una agenda de seguridad hemisférica. El jueves pasado yo comentaba en mi artículo los vacíos de la Ley de Migración que el Senado mexicano estaba por aprobar; una ley por demás criminalizadora.
Ayer, esa instancia modificó dicha iniciativa y suprimió todos los artículos que implicaban criminalizar a los extranjeros que cruzan territorio mexicano, perseguirlos y propiciar que la fuerza pública cometiera abusos y vejaciones en su contra. Muchas de estas reformas se deben a la presión social ejercida contra la anterior versión de dicha iniciativa, pero también a un esfuerzo conjunto entre los senadores mexicanos observadores ante el Parlacen y la Comisión de Asuntos Migratorios de ese foro regional.
Parece que asistimos a un nuevo momento de equilibrio de poderes desde esa instancia regional y que el Parlacen está ahora con un pie adentro en espacios donde se cocinan las agendas políticas y se armonizan leyes de alcance regional. Es ahora o nunca.

miércoles, 23 de febrero de 2011

ANTES DE ESCOGER EL CANDIDATO DEL PLD

Por Víctor Tirado
Espacial para UMBRAL
Los dirigentes, los miembros militantes y los nuevos miembros del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) están llamados a reflexionar profundamente sobre la importancia que tiene la moderación, la cautela, la sensatez y el buen juicio, a la hora de proceder a la escogencia del candidato presidencial de cara a las elecciones generales del 20 de mayo del año 2012. Todos tenemos que recurrir a una de las principales virtudes que adornan el comportamiento personal y social de los seres humanos, la prudencia. De manera que, como es de esperarse, demos el ejemplo ante todo el país y ante la comunidad internacional, como auténticos discípulos del maestro Juan Bosch y compañeros de quien ha demostrado respeto y coherencia en la manera de ser y de actuar frente a los demás, el presidente Leonel Fernández.

No cabe duda de que los intereses, las pasiones y los intentos desestabilizadores de la oposición intentarán interponerse con el fin de erosionar la unidad necesaria que nos permitirá volver a triunfar. Y menos dudas caben aún ante la gran verdad de que el PLD está obligado a retener el poder ejecutivo más allá del 2012. Por esa poderosa razón todos sabemos que no debemos escatimar esfuerzos en mantener la imprescindible unidad partidaria y el buen juicio a la hora de escoger candidato presidencial. El Partido de la Liberación Dominicana conoce muy bien a sus dirigentes y está llamado a interpretar correctamente la señal de su líder. El presidente conoce al dedillo a su partido y sabe muy bien cómo piensa y como suele reaccionar el pueblo dominicano. Sabe qué ha hecho su gobierno, las tareas pendientes y las carencias de la administración que encabeza. Sabe sobre todo que el país no puede caer en manos del desorden ni de la ineptitud y que ese caos podría venir en el caso hipotético de que gane el principal partido de oposición.
Antes de escoger nuestro candidato debemos comprometernos con el respeto a nuestros dirigentes, a nuestros compañeros y compañeras, a las personas que comparten nuestros criterios políticos y a aquellos que piensan diferente. He ahí la clave para ganar. Saber sobre todo que tenemos gente suficiente, votos suficientes, capacidades suficientes y un partido lo suficientemente fuerte como para superar todas la dificultades internas y externas ante el objetivo principal de otra victoria en el 2012.
El PLD entiende y acepta el derecho legítimo de todos los candidatos que internamente aspiran de manera formal, a la presidencia de la República, y a todos ellos les exige prudencia. El Partido, base incuestionable de sustentación política de todos sus miembros, busca el respeto absoluto a los valores y principios que le dieron origen y les exige que tengan bien claro el proyecto de nación concebido por el líder que no ha perdido ninguna de las elecciones en que ha participado, para ser ejecutado en el país. Un proyecto que como bien ha afirmado él mismo, busca en el plano político, el fortalecimiento de un Estado Social de Derecho que implique instituciones fuertes, recursos humanos bien formados, libertad, justicia, transparencia y eficiencia. En el orden económico que siga procurando la modernidad y el progreso con un carácter incluyente. Y desde el punto de vista social que siga aumentando la calidad de vida de los dominicanos y las dominicanas, para que tengan una mejor nutrición, salud, seguridad social, vivienda, transporte, educación, servicios públicos en general; al tiempo que el país pueda lograr una mejor inserción internacional y ocupe posiciones de liderazgo en los foros internacionales. En fin, que todos tengamos bien presente que el país no puede retroceder sino seguir avanzando en la promoción del conocimiento, de la tecnología y de la innovación como fuentes del desarrollo.
Durante la campaña electoral que se avecina, el Parido de la Liberación Dominicana tiene que seguir asumiendo el compromiso de modernidad. Está obligado a exigir a sus miembros y simpatizantes que eleven el nivel del debate político, que lo mantengan en el plano del planteamiento claro y la defensa firme de la ideas, que el valor del respeto sea lo único que se imponga en el comportamiento vivido en cada escenario para el diálogo productivo. Ahora es tiempo de decidir con determinación y buena voluntad a favor de un cambio definitivamente positivo en la manera de ejecutar los programas de la campaña electoral interna y de todo el país. Todo ello con el objetivo de evitar que ningún ciudadano pierda la vida ejerciendo el derecho ineludible de defender libremente sus ideas democráticas. Ojalá que esta vez logremos este sano y significativo propósito para que sólo la alegría llegue permanentemente al seno de los hogares dominicanos. Y ese ejemplo podemos darlo dentro y fuera del partido. Porque aunque sea verdad que los dominicanos llevamos la política en la sangre y con frecuencia llevamos el debate de las ideas más allá de los límites de la prudencia, también es cierto que somos inteligentes y que tomamos muy en serio el valor de la amistad; por tanto cabe ahora establecer las reglas fundamentales que regularán la campaña electoral e intentarán evitar los enfrentamientos estériles promovidos por el fanatismo, el desorden y la sinrazón. Durante la próxima campaña no debe morir ningún dominicano, porque al final todos debemos estar presentes para celebrar otra victoria del PLD que será promovida por el presidente Leonel Fernández y llevará a la presidencia a un peledeísta ejemplar.

sábado, 19 de febrero de 2011

“Retiro de Panamá del Parlacen golpe más demoledor y nocivo a la integración”

El Nuevo Diario
18/02/2011.-
La Subsede Dominicana del Parlamento Centroamericano recibió en sus instalaciones al presidente de la Corte Centroamericana de Justicia, Alejandro Gómez Vides quien manifestó su preocupación por el retiro de Panamá del organismo regional el cual definió “como el golpe más demoledor y nocivo que ha recibido el proceso de integración en los últimos años”.
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Los voceros en el Parlacen de los partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y aliados, y Revolucionario Dominicano (PRD) y aliados, Manolo Pichardo y Ana María Acevedo, respectivamente, se reunieron con Gómez, Guillermo Pérez, magistrado de la CCJ y Luis González Sánchez, embajador dominicano en Nicaragua, para abordar diferentes temas regionales, en representación de la delegación criolla, como el ingreso de la República Dominicana a la Corte Centroamericana de Justicia, a la Secretaría de Integración Económica Centroamericana, SIECA, y como miembro de pleno derecho al Sistema de la Integración Centroamericana, SICA, y el conflicto comercial del Tratado de Libre Comercio, DR-CAFTA.

El diputado Pichardo advirtió que la integración tiene muchos enemigos que de cuando en cuando salen para debilitar el proceso y sugirió una alianza estratégica entre el Parlacen y la CCJ.

Aseguró que se vienen dando pasos firmes en el Parlacen, como la juramentación recientemente del secretario general del SIECA, como parte de las facultades vinculantes adquiridas, y enfatizó que están comprometidos en que República Dominicana sea parte de todos los órganos regionales, como el Banco Centroamericano, entre otros.

De su lado, la diputada Acevedo pidió al presidente de la CCJ que funja como vehículo para que el Parlamento Centroamericano reciba mayores responsabilidades para fortalecer el proceso de integración y aportar aun más a la región.

La OEA y los estudiantes en Venezuela

Copio a continuación, de manera íntegra, un comentario hecho por B. Ventura del Bronx, N.Y. a una información publicada en el periódico dominicano El Nuevo Diario que se refería a la discusión sostenida entre el secretario general de la organización, José Miguel Insulza, y el canciller venezolano, Nicolás Maduro, por una huelga de hambre que han programado estudiantes del país andino:
"Una pregunta tonta: ¿Y por qué la OEA no interviene a favor de los estudiantes de la Universidad de PUERTO RICO ( UPR)., que durante tres meses han estado en huelga, sin docencia y a los que la policía reprimió a niveles tales que murió asfixiada una joven universitaria?.¿ Por qué la OEA no interviene a favor de los estudiantes de la Jhon F. Kennedy High School y los de la Cristóbal Colón H. S. quienes enfrentan el cierre de sus respectivos planteles?.La mayoría son hispanos, de origen dominicano, de padres inmigrantes sin apoyo político y sin dominio del inglés. El descaro y la doble moral conducen al descrédito irremediable, de eso no hay dudas".

La izquierda democrática (6)

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 19/02/2011.-
Al otro lado del Río de la Plata la izquierda democrática llegó de la mano de los Kirchner. El justicialismo fue el instrumento para desmontar las reformas estructurales que esta misma organización política había impulsado durante los gobiernos del presidente Carlos Menem bajo la euforia neoliberal que desató privatizaciones a granel, desmontes arancelarios, desregulación laboral y de los mercados, y todo el paquete que debieron adoptar los países en vía de desarrollo para entrar en la lógica de los industrializados que, en medio del orgasmo unipolar, pretendían reducirnos a simples consumidores.
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Menem se distanció, aplicando “políticas responsables”, del peronismo original que se alió a los sectores laborales para poner en práctica medidas de corte populistas, que muchos confundieron con progresistas sin darse cuenta de que Perón seducía a los trabajadores para agenciarse los votos de éstos, pero vivía de los bienes de los oligarcas argentinos, acumulados mediante la explotación de los sectores populares, entre los cuales estaban los hombres y mujeres que sólo disponían de la fuerza de trabajo que vendían a los dueños de los medios de producción.

La distancia entre los gobiernos justicialistas de los Kirchner y Menem, tiene que ver mucho con el origen y la evolución del peronismo que guarda estrecha relación con el elástico pensamiento político de Perón, pues el ideólogo y alma de esta organización multiforme llegó a manifestar públicamente simpatías con el fascismo de Benito Mussolini al expresar que éste era “un ensayo del socialismo nacional, ni marxista ni dogmático”; a manifestar simpatías por el falangismo español y a ser el líder de la resistencia durante la dictadura, resistencia que incluía a Los Montoneros, grupo guerrillero de orientación marxista.

La cuestión es, que los sectores conservadores a lo interno del justicialismo se sintieron excitados con el avance arrollador de las políticas del Consenso de Washington que, por demás, parecía resolver el problema de la inversión extranjera, el crecimiento y la estabilidad macroeconómica, lastimada durante el gobierno del socialdemócrata Raúl Alfonsín que en 1984 disparó la inflación a 625 por ciento.

Como en el resto del mundo donde se aplicaron las reformas que impulsó Menem, el espejismo se diluyó cuando el impacto de éstas quedó al desnudo mostrando las grandes desigualdades que se habían creado, y estalló entonces la crisis que tocó fondo con la vuelta del radicalismo y el famoso “corralito” de Fernando De la Rúa, que convocó al pueblo argentino a la movilización permanente, creando una situación de volatilidad política que desembocó en el ascenso al poder de Néstor Kirchner, un desconocido peronista de izquierda que puso orden, para alivio de los sectores productivos que vieron resucitar sus negocios, y populares que sintieron mejorar de forma sustancial sus condiciones de vida.

lunes, 14 de febrero de 2011

Incidente EEUU-Argentina: La valija de Obama

Por Horacio Verbitsky
pagina12.com.ar 13-02-2011
Un avión militar estadounidense intentó ingresar a Argentina un cargamento no declarado de armas de guerra, equipos de comunicación encriptada, programas informáticos y drogas narcóticas y estupefacientes. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ordenó abrir una valija, que los estadounidenses se negaban a entregar. El gobierno reiteró así la negativa a militarizar la seguridad interior.
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El gobierno nacional impidió el ingreso de “carga sensitiva” secreta que arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza en un vuelo de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y sobre cuyo empleo no se ofrecieron explicaciones satisfactorias. La expresión carga sensitiva fue utilizada el lunes pasado por la Consejera de Asuntos Administrativos Dorothy Sarro al solicitar autorización para que un camión con acoplado pudiera ingresar a la plataforma operativa. El enorme C17, un carguero Boeing Globmaster III, más grande que los conocidos Hercules, llegó en la tarde del jueves con un arsenal de poderosas armas largas para un curso sobre manejo de crisis y toma de rehenes ofrecido por el gobierno de Estados Unidos al Grupo Especial de Operaciones Especiales de la Policía Federal (GEOF), que debía tener lugar durante todo febrero y marzo. El gobierno estima que el costo total del transporte y el curso ronda los dos millones de dólares. El curso estaba autorizado por el gobierno argentino, pero cuando el personal chequeó que el contenido de la carga coincidiera con la lista entregada de antemano, aparecieron cañones de ametralladora y carabina y una extraña valija que no habían sido incluidas en la declaración. Aunque el curso estaba destinado a fuerzas policiales argentinas, la carga llegó en un transporte militar y en Ezeiza la recibieron los agregados militar y de defensa, coroneles Edwin Passmore y Mark Alcott. Todas las cajas tenían el sello de la 7ª Brigada de Paracaidistas del Ejército con sede en North Carolina. Intentaron pasar en forma clandestina mil pies cúbicos, equivalentes a un tercio de la carga con que llegó el avión, luego de escalas en Panamá y Lima.

Doce expertos militares
La nota que la embajadora Vilma Martínez envió en noviembre al ministro de Justicia Julio Alak, quien por entonces también se encargaba de la seguridad, recordaba que la primera fase del entrenamiento al GEOF para el rescate de rehenes se había realizado en abril, “por lo cual se nos solicitó realizar otro más avanzado”. En otra nota, dirigida el 21 de diciembre a la ministra de Seguridad Nilda Garré, que había asumido el cargo cinco días antes, Vilma Martínez le informó que Alak había aprobado la realización del curso y que para dictarlo llegarían doce “expertos militares estadounidenses”. Cursos similares se realizaron en 1997 y 1999, bajo la presidencia de Carlos Menem, y 2002, durante los meses en que el ex senador Eduardo Duhalde cumplió un interinato a cargo del Poder Ejecutivo. No los hubo durante el gobierno de Néstor Kirchner y se reanudaron en 2009, bajo el actual gobierno. El nuevo curso, de cinco semanas, estaba programado para agosto de 2010, pero debió postergarse por un episodio similar. En aquel momento fue la embajadora Vilma Martínez la que se negó a recibir el cargamento porque la numeración de las armas no coincidía con la del listado previo, lo cual muestra los conflictos que esta práctica produce dentro del propio gobierno estadounidense. “Esto es una vergüenza”, dijo entonces Martínez, antes de devolver la carga a North Carolina. Por orden de la presidente CFK, funcionarios de la Cancillería y de los ministerios de Planificación Federal y de Seguridad, de la AFIP y de la Aduana supervisaron el procedimiento. Luego se sumaron técnicos de los ministerios de Salud y del Interior.

Los muchachos de la valija
En su libro ya clásico The Mission. Waging War and Keeping Peace with America’s Military, publicado en 2003, la periodista del diario The Washington Post Dana Priest describió la dramática primacía del Pentágono en la formulación y ejecución de la política exterior estadounidense. Con más de un millar de personas, el Comando Sur supera la cantidad de especialistas en América Latina de las Secretarías de Estado, de Defensa, de Agricultura, de Comercio y del Tesoro sumadas. Este desequilibrio no ha cesado de crecer y Estados Unidos intenta exportarlo a los países bajo su influencia, que son casi todos. Como ya había caído la noche del jueves, Cristina ordenó precintar la valija y reanudar la tarea al día siguiente, para lo cual dispuso que la Cancillería y el ministerio del Interior enviaran al lugar personal técnico capacitado para entender de qué se trataba. Durante seis horas del viernes, varios de los marines de los Estados Unidos se sentaron en forma rotativa sobre la valija, lo cual sugiere la importancia que le asignaban a su contenido. Según los estadounidenses se trata de software y material sensitivo para la seguridad. Un coronel dijo que no debía abrirse a cielo abierto porque podría revelar secretos a los satélites que sobrevolaran en ese momento. El avión también contenía una caja con merchandising para regalar a los policías argentinos, que incluía gorras, chalecos y otras baratijas. El canciller Héctor Timerman permaneció casi todo el día en el aeropuerto, junto con el secretario de transporte Juan Pablo Schiavi, en cumplimiento de instrucciones presidenciales, junto con personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, de la Aduana y de la AFIP y con los principales directivos de las direcciones de Informática, de Tecnología y Seguridad y de Sistemas del ministerio del Interior. También intervinieron dos inspectoras del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname) y la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat). Tomó intervención el juez en lo penal económico Ezequiel Berón de Estrada. La embajada retiró del aeropuerto a su personal jerárquico y se negó a consentir la apertura de la valija. Luego de un día completo de tira y afloje, Timerman informó que usaría sus facultades legales para abrirla. Lo acompañaba la oficial principal Patricia Adrianma Rodríguez Muiños, de la sección Importaciones de la Policía Federal, a la que estaba dirigida la carga. Al comprobar la decisión oficial de proseguir, y vencido el plazo final de una hora que fijó Timerman, la embajada pidió diez minutos de prórroga hasta el arribo a Ezeiza de la jefa de prensa, Shannon Bell Farrell. Tanto ella como el agregado Stephen Knute Kleppe dijeron que no tenían la clave del candado, por lo que Timerman dispuso que la Aduana lo cortara con un alicate. Cuando ello ocurrió, en la tarde del viernes, aparecieron equipos de transmisión, mochilas militares, medicamentos que según los funcionarios estaban vencidos, pen drives, sobre cuyo contenido deberán dictaminar los expertos, y drogas estupefacientes y narcóticas y estimulantes del sistema nervioso. Entre el material había tres aparatos encriptadores para comunicación. Dentro de la valija secreta también apareció un sobre supersecreto, de tela verde. Como el personal de la embajada dijo que no tenía la llave del sobre, también fue abierto por medios expeditivos. En su interior se hallaron dos pen drives rotulados “Secreto”, una llave I2 de software para información; un disco rígido también marcado como “Secreto”. Códigos de comunicaciones encriptadas y un gracioso folleto traducido a quince idiomas, con el texto: “Soy un soldado de los Estados Unidos. Por favor, informe a mi embajada que he sido arrestado por país”. Ninguno de esos materiales coincide con las especificaciones que la embajada envió a la Cancillería sobre la índole del curso que debía impartirse para el rescate de rehenes. Luego de presenciar esos hallazgos, los funcionarios de la embajada decidieron retirarse, pese al pedido oficial para que permanecieran allí, y no firmaron el acta. El jueves el coronel Alcott dijo que no sabía que algo similar hubiera sucedido en ningún lugar del mundo. Las armas y la valija no declarada fueron requisadas y mañana lunes 14 continuará la verificación de su contenido. Por ejemplo, los antibióticos, antihistamínicos, complejos vitamínicos, protectores solares y hormonas hallados, estarían vencidos según la información de sus envases. Pero el gobierno quiere verificar si se trata de los medicamentos que dicen los envases y si es cierto que están vencidos. El resto del material, que coincidía con la declaración previa fue transportado en un flete de la embajada hasta la sede de la Policía Montada en la calle Cavia. Al cierre de este artículo fuentes de la embajada dijeron que en Washington se estaba preparando un documento con la posición oficial y que consideraban que el entrenamiento sería suspendido. El Departamento de Estado citó al embajador argentino Alfredo Chiaradía y le expresó su “sorpresa” por el procedimiento ya que “Estados Unidos desea mantener relaciones amistosas con la Argentina”. Curiosa forma de lograrlo. Cualquier argentino, civil o militar, que intentara ingresar armas y drogas no declaradas a los Estados Unidos iría preso en forma inmediata.

domingo, 13 de febrero de 2011

La lucha de clases política de los Estados Unidos

Por jeffrey D. sachs*
-Predigo que, con la espalda contra la pared, los estadounidenses pobres y de clase trabajadora comenzarán a manifestarse por justicia social-.
Estados Unidos está en curso de colisión consigo mismo. El acuerdo alcanzado este mes entre el presidente Barack Obama y los republicanos en el Congreso para extender los recortes fiscales iniciados hace una década por el presidente George W. Bush está siendo saludado como el comienzo de un nuevo consenso bipartidista. Creo, en cambio, que es una falsa tregua de lo que será una batalla campal por el alma de la política estadounidense.
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Al igual que en muchos países, los conflictos sobre la moral pública y la estrategia nacional se reducen a cuestiones de dinero. En los Estados Unidos, esto es más cierto que nunca. El país un déficit presupuestario anual de alrededor de US$1 billón, que puede ampliarse aún más como resultado del nuevo acuerdo tributario. Este nivel de endeudamiento anual es demasiado alto. Hay que reducirlo, pero ¿cómo?
El problema es la política corrupta y la pérdida de moral cívica de los Estados Unidos. Un partido político, los republicanos, apuesta a poco más que a reducir los impuestos, objetivo que pone por encima de cualquier otro. Los demócratas tienen una gama algo más amplia de intereses, como el apoyo a la atención de salud, la educación, la formación y la infraestructura. Pero, al igual que los republicanos, también están interesados en regalar con profusión recortes de impuestos a sus grandes contribuyentes de campaña, entre los que predominan los estadounidenses ricos.
El resultado es una paradoja peligrosa. El déficit presupuestario de EE.UU. es enorme e insostenible. Los pobres se ven exprimidos por los recortes en los programas sociales y un mercado laboral débil. Uno de cada ocho estadounidenses depende de cupones para alimentos para comer. Sin embargo, a pesar de estas circunstancias, un partido político quiere acabar con los ingresos fiscales por completo, y el otro se ve arrastrado fácilmente, contra sus mejores instintos, en aras de mantener contentos a sus contribuyentes ricos.
Este frenesí de recortes de impuestos viene, increíblemente, después de tres décadas de un régimen fiscal de elite en los EE.UU. que ha favorecido a los ricos y poderosos. Desde que Ronald Reagan asumiera la presidencia en 1981, el sistema presupuestario de Estados Unidos se ha orientado a apoyar la acumulación de una inmensa riqueza en la cúspide de la distribución del ingreso. Sorprendentemente, el 1 por ciento más rico de los hogares estadounidenses tiene ahora un valor neto más alto que el 90 por ciento inferior. El ingreso anual de los 12 mil hogares más ricos es mayor que el de los 24 millones de hogares más pobres.
El verdadero juego del Partido Republicano es tratar de fijar en su lugar esa ventaja de ingresos y riquezas. Temen, correctamente, que tarde o temprano todo el mundo comience a exigir que el déficit presupuestario se cierre, en parte, elevando los impuestos a los ricos. Después de todo, los ricos viven mejor que nunca, mientras que el resto de la sociedad estadounidense está sufriendo. Tiene sentido aplicarles más impuestos.
Los republicanos se proponen evitar esto por cualquier medio. Este mes tuvieron éxito, al menos por ahora. Pero quieren hacer que a su victoria táctica –que pospone el restablecimiento de las tasas tributarias previas a Bush por un par de años– le siga una victoria de largo plazo la próxima primavera. Sus líderes en el Congreso ya están diciendo que van a recortar el gasto público a fin de comenzar a reducir el déficit.
Irónicamente, hay un ámbito en el que ciertamente se justifica hacer grandes recortes presupuestarios: las fuerzas armadas. Pero ese es el tema que la mayoría de los republicanos no va a tocar. Quieren recortar el presupuesto no mediante el fin a la inútil guerra en Afganistán y la eliminación de los sistemas de armas innecesarios, sino recortando la educación, la salud y otros beneficios de la clase pobre y trabajadora.
Al final, no creo que lo logren. Por el momento, la mayoría de los estadounidenses parecen estar de acuerdo con los argumentos republicanos de que es mejor cerrar el déficit presupuestario mediante recortes de gastos en lugar de aumentar impuestos. Sin embargo, cuando sea la hora de hacer propuestas presupuestarias reales, habrá una reacción cada vez mayor. Predigo que, con la espalda contra la pared, los estadounidenses pobres y de clase trabajadora comenzarán a manifestarse por justicia social.
Esto puede tomar tiempo. El nivel de corrupción política en Estados Unidos es asombroso. Ahora todo gira en torno al dinero para las campañas electorales, que han llegado a ser increíblemente costosas. Las elecciones de mitad de período tuvieron un coste estimado de US$4.5 millardos, y la mayor parte provino de grandes empresas y contribuyentes ricos. Estas fuerzas poderosas, muchas de las cuales operan de forma anónima bajo las leyes de EE.UU., trabajan sin descanso para defender a aquellos que se encuentran en cima de la distribución del ingreso.
Pero no nos equivoquemos: ambos partidos están implicados. Ya se habla de que Obama va a recaudar US$1 millardo o más para su campaña de reelección. Esta suma no vendrá de los pobres.
El problema para los ricos es que, aparte de los gastos militares, no hay espacio para recortar el presupuesto más que en áreas de apoyo básico para la clase pobre y trabajadora. ¿En Estados Unidos realmente se va a recortar los beneficios de salud y las jubilaciones? ¿De verdad va a equilibrar el presupuesto reduciendo el gasto en educación en momentos en que los estudiantes de EE.UU. ya están siendo superados por sus contrapartes de Asia? ¿Realmente va Estados Unidos a permitir que su infraestructura pública siga deteriorándose? Los ricos van a tratar de impulsar ese programa, pero al final fracasarán.
Obama llegó al poder con la promesa de cambio. Hasta ahora no ha habido ninguno. Su gobierno está lleno de banqueros de Wall Street. Sus altos funcionarios se van para unirse a los bancos, como hizo recientemente su director de presupuesto, Peter Orszag. Está siempre dispuesto a servir a los intereses de los ricos y poderosos, sin trazar una línea en la arena, sin límites al “toma y daca”.
Si esto sigue así, surgirá un tercer partido, comprometido con la limpieza de la política estadounidense y la restauración de una medida de decencia y justicia. Esto también tomará su tiempo. El sistema político está profundamente sesgado contra todo reto a los dos partidos en el poder. Sin embargo, el tiempo del cambio vendrá. Los republicanos creen que tienen la ventaja y pueden seguir pervirtiendo el sistema para favorecer a los ricos. Creo que los acontecimientos futuros demostrarán lo equivocados que están.

*Jeffrey D. Sachs es profesor de Economía y director del Earth Institute de la Universidad de Columbia. También es asesor especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre las Metas de Desarrollo del Milenio.
Copyright:

Project Syndicate, 2010.

www.project-syndicate.org
Traducido del inglés por David Meléndez Tormen.

Desislamización

Por Lluís Bassets
El País 12/02/2011.-
Todas las revoluciones marcan un cambio de tendencias. Tardaremos en captar con precisión los componentes ideológicos que explican la actual oleada revolucionaria, entre otras razones porque todavía estamos en una fase incipiente. Pero la pregunta central y urgente, de cara al rumbo que tomen los dos primeros países que se han desembarazado de sus respectivos dictadores, es el papel que jugará el islam político
Parece evidente que en ninguno de los dos países el islamismo organizado ha jugado un papel relevante en el origen y ni siquiera en la organización de la revuelta. En el caso egipcio, donde se halla la organización matriz y más fuerte de todo el islam sunní, los Hermanos Musulmanes, son muchos los que han deducido de su bajo perfil un paralelismo con partidos comunistas clandestinos, como el español, capaces de aglutinar e incluso monopolizar la oposición pero incapaces luego de obtener mayorías. Otras voces, más suspicaces, temen que la actual prudencia de la cofradía sea una táctica previa a un asalto perfectamente diseñado para tomar el poder y crear una república islámica. Esta teoría tiene sus adeptos israelíes, estadounidenses y saudíes, y el propio Mubarak la ha exhibido hasta el último minuto para aferrarse al poder.
La percepción más común es que esta revolución árabe, no tan sólo en Egipto, está en manos de una generación nueva, muy numerosa y diferenciada de las anteriores, sobre todo gracias a la irrupción masiva de la cultura globalizada de las redes sociales a través de teléfonos móviles. Hay abundancia de mujeres descubiertas y de jóvenes con vestimenta occidentalizada. El conflicto árabe israelí no tiene relevancia alguna en la protesta. Tampoco las mezquitas han sido un especial punto organizativo ni han irrumpido líderes religiosos. Hay que tener en cuenta que el sunismo, a diferencia del chiismo, es una religión sin clérigos; un punto de diferencia importante respecto al derrocamiento del Sha en 1979, el otro paralelismo exhibido como espantajo por quienes querían evitar el derrocamiento.

Hay unas incipientes e interesantes pistas demoscópicas, producidas por el Washington Institute for Near East Policy esta misma semana. Según una encuesta realizada en El Cairo y Alexandria a usuarios de móviles, entre el 5 y el 8 de febrero, sólo un 15 por ciento de los preguntados aprueban a los Hermanos Musulmanes, un 12 por ciento son partidarios de aplicar la sharia y un 7 por ciento justifican el levantamiento porque el régimen no es suficientemente islámico. Una mayoría del 37 por ciento frente al 27 quieren que se mantenga el Tratado de Paz con Israel y una proporción similar se pronuncia a favor de unas buenas relaciones con Washington. Sólo un 8 por ciento se han unido a la protesta porque consideran al régimen demasiado proamericano.

Venimos de dos décadas de intensa reislamización, lo que ha significado una regresión en los procesos de laicización de las sociedades y la aparición de un Islam globalizado muy impregnado de la identidad más tradicional. La actual oleada revolucionaria, en cambio, emite señales de una desislamización incipiente. Olivier Roy, uno de los mejores conocedores de la evolución del Islam político, ha explicado en este mismo periódico que estas señales se deben a la aparición de una nueva generación postislamista y a la evolución de muchos islamistas hacia la democracia, en la estela de la experiencia turca.

Una novedad de esta revuelta es la sintonía entre la ciudadanía de todos los países árabes, en una especie de panarabismo aglutinado por la abominación de las dictaduras, no por el antiimperialismo ni el antisionismo. De confirmarse la tendencia, ésta sería la señal mayor de la superación del islamismo político por una solidaridad árabe con recorrido hacia la sociedad laica y plural.

Noam Chomsky:"EEUU sigue en Egipto su libreto habitual"

TeleSUR
07/02/2011.-
Para Chomsky los Estados Unidos tienen un poder abrumador en Egipto.
En las últimas semanas, los levantamientos populares en el mundo árabe lograron la salida del dictador tunecino Zine El Abidine Ben Alí, la inminente caída del régimen de Hosni Mubarak, un nuevo gobierno en Jordania y el compromiso del dictador yemení de dejar el poder cuando termine su mandato. El profesor Noam Chomsky analizó qué significa esto para el futuro de Medio Oriente y la política exterior de Estados Unidos para la región.
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-¿Cuál es su análisis de lo que está sucediendo y cómo puede repercutir en Medio Oriente?

-En primer lugar, lo que está pasando es espectacular. El coraje, la determinación y el compromiso de los manifestantes son destacables. Y, pase lo que pase, éstos son momentos que no se van a olvidar y que seguramente van a tener consecuencias a posteriori: abrumaron a la policía, tomaron la plaza Tahrir y se están quedando allí a pesar de los grupos mafiosos de Mubarak. El gobierno organizó esas bandas para tratar de expulsar a los manifestantes o para generar una situación en la que el ejército pueda decir que tuvo que intervenir para restaurar el orden y después, quizás, instalar algún gobierno militar. Es muy difícil predecir lo que va a pasar.

Los Estados Unidos están siguiendo su libreto habitual. Ha habido muchas veces en las que un dictador “cercano” perdió el control o estuvo en peligro de hacerlo. Hay como una rutina estándar: seguir apoyándolo tanto tiempo como se pueda; cuando se vuelva insostenible -especialmente, si el ejército se cambia de bando-, dar un giro de 180 grados y decir que siempre estuvieron del lado de la gente, borrar el pasado y después hacer todas las maniobras necesarias para restaurar el viejo sistema pero con un nuevo nombre. Presumo que eso es lo que está pasando ahora. Están viendo si Mubarak se puede quedar. Si no aguanta, pondrán en práctica el libreto.

-¿Qué opina de la apelación de Obama a que se inicie ya la transición en Egipto?

-Cuidadosamente, Obama no dijo nada. Mubarak también estaría de acuerdo con que debe haber una transición ordenada. Un nuevo gabinete, algunos arreglos menores en el orden constitucional no es nada. Está haciendo lo que los líderes norteamericanos generalmente hacen.

Los Estados Unidos tienen un poder abrumador allí. Egipto es el segundo país que más ayuda militar y económica recibe de Washington. Israel está en primer lugar. El mismo Obama se mostró muy a favor de Mubarak. En el famoso discurso en El Cairo, el presidente estadounidense dijo: “Mubarak es un buen hombre. Ha hecho cosas buenas. Mantuvo la estabilidad. Seguiremos apoyándolo porque es un amigo”.

Mubarak es uno de los dictadores más brutales del mundo. No sé cómo después de esto alguien pudo haberse tomado en serio los comentarios de Obama sobre los derechos humanos. Pero el apoyo ha sido muy grande. Los aviones que están sobrevolando la plaza Tahrir son por supuesto estadounidenses. EE.UU. es el principal sostén del régimen egipcio. No es como en Túnez, donde el principal apoyo era Francia. Los Estados Unidos son los principales culpables en Egipto y también Israel, que junto con Arabia Saudita fueron los que prestaron apoyo al régimen cairota. De hecho, los israelíes estaban furiosos porque Obama no sostuvo más firmemente a su amigo Mubarak.

-¿Qué significan todas estas revueltas en el mundo árabe?

-Este es el levantamiento regional más sorprendente que puedo recordar. A veces, lo comparan con Europa del Este, pero no es contrastable. Nadie sabe a lo que llevarán estos levantamientos. Los problemas por los que los manifestantes protestan son de larga data y no se van a resolver fácilmente. Hay una pobreza tremenda, represión, una falta de democracia y también de desarrollo. Egipto y otros países de la región recién pasaron por el período neoliberal, que trajo crecimiento en los papeles junto con las consecuencias habituales: una alta concentración de la riqueza y de los privilegios, un empobrecimiento y una parálisis de la mayoría de la población. Y eso no se cambia fácilmente.

-¿Cree que hay alguna relación directa entre estos levantamientos y las filtraciones de Wikileaks?

-En realidad, la cuestión es que Wikileaks no nos dijo nada nuevo. Nos dio la confirmación para nuestras razonables conjeturas.

-¿Qué pasará con Jordania?

-En Jordania, recién cambiaron al primer ministro. Fue reemplazado por un ex general que parece ser moderadamente popular, o al menos no es tan odiado por la población. Pero esencialmente no cambió nada.


Fuente: http://www.cubadebate.cu/noticias/2011/02/06/noam-chomsky-eeuu-sigue-en-egipto-su-libreto-habitual/

La iquierda democrática (5)


Por Manolo Pichardo
Listín Diario 11/02/2011.-
Es cierto que el “compañero Pepe”, como suele firmar el actual mandatario uruguayo los documentos partidarios dirigidos a sus camaradas, tiene el reto de trabajar para bajar del 18 por ciento la pobreza, pero lo hará bajo condiciones distintas a las encontradas cuando ascendió al poder el gobierno frenteamplista, pues para entonces la cifra alcanzaba el 33 por ciento y la indigencia el 5, número que Vázquez redujo a 1, porque al final de su mandato el desempleo que superaba el 13 por ciento en 2005 se colocó en 6.9.
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El ex guerrillero y gobernante del pequeño país que besa a Río de la Plata quizá no siga el libreto de su antecesor, con los puntos y las comas, los énfasis y las negrillas que éste colocó, pero ha dejado claro su compromiso de continuar impulsando las políticas sociales que han llevado a un progresivo proceso de inclusión.

Mujica encontró el tren en marcha para avanzar hacia una sociedad con futuro asegurado, pues el incremento del presupuesto en educación a 4.5 por ciento del PIB, dio un empujón al sistema educativo, que permitió incluso que cada niño estudiante de escuela pública recibiera una computadora; y las reformas en salud, con el debido incremento en el presupuesto, no sólo redujo la mortalidad infantil de un 13 por mil nacidos, a 9 por mil, sino que encaminó el sistema hacia la universalización.

En fin, Pepe tiene conciencia de empujar en la dirección de Vázquez, con la idea de que el país siga cosechando resultados positivos para las mayorías, pues aunque el ex presidente defendió sus relaciones con el FMI, un organismo que impulsó las políticas del Consenso de Washington, siempre estuvo claro, como Lula, en su agenda propia, sin permitir imposiciones ni recetas importadas.

Tan definido estaba en lo que quería, que al salir de la presidencia les dijo a algunos economistas: “…Lo cierto es que el desplome de 2008 no fue solamente financiero. Fue también el desplome de quienes, creyendo ser los únicos dueños de la verdad y la razón, manejaban la economía como si fuera un casino y despreciaban a la política y el Estado porque molestaban en los negocios, mejor dicho, en sus negocios”.

Y continuó: “La falacia se les derrumbó y, aunque no es bueno pasarle cuentas al pasado ni humillar al derrotado, conviene no olvidar lo que sucedió antes. Conviene, cuando algunos que hasta ayer eran fundamentalistas de mercado, en una súbita y espectacular conversión, le piden a la política y al Estado que los salven”.

La izquierda democrática no ha muerto como afirmó Carlos Alberto Montaner. Todo lo contrario, está tan viva que puede dar lecciones a los conservadores que, tras haber derrotado a la izquierda revolucionaria, asumieron con arrogancia acciones de desprecio hacia el Estado que debió ir en su auxilio, cuando la orgía de las desregulaciones y la ambición llegó al clímax y amenazaba con llevarlos a la bancarrota total, y hundir también a inocentes.

miércoles, 9 de febrero de 2011

La izquierda democrática (4)

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 03/02/2011.-
Un escenario parecido al que facilitó el ascenso de Dilma Rousseff al poder ya se había presentado en Uruguay con el triunfo de Pepe Mujica, pues la gestión de gobierno del Frente Amplio, una coalición de partidos progresistas que en 1971 logró colocar bajo una misma sombrilla a socialistas, comunistas y socialcristianos, incluyendo ex guerrilleros, entre los cuales estaba el actual mandatario, acumuló la popularidad necesaria para retener el gobierno.

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El Frente Amplio logró colocar al centro de la izquierda a los que se planteaban la destrucción del Estado capitalista para instalar la llamada dictadura del proletariado sin descartar para ello métodos como el foquismo y el anarquismo.

Y así, respetando sin embargo, la identidad e independencia de las organizaciones políticas que lo integraban, fue armando un discurso que sintonizó con las demandas de una población atrapada en la libertad de un mercado que generaba riquezas para unos pocos y pobreza, muchas veces en su expresión más extrema, para las grandes mayorías.

Las fuerzas progresistas concentradas en el Frente ya habían coqueteado con el poder cuando en las elecciones de 1999 obtuvo el triunfo en primera vuelta ante el tradicional Partido Colorado que lo obtuvo en la segunda, pero fue en 2005 que Tabaré Vázquez llevó la concertación a la administración del gobierno con el reto de devolverle a la otrora Suiza de América el esplendor perdido tras la crisis bancaria que sacó de sus puestos de trabajo a miles de ciudadanos y ciudadanas.

Con el Plan de Emergencia Nacional que dio inicio a la gestión de Vázquez para conjurar la crisis encontrada, y que se ancló en las líneas de la equidad, igualdad y justicia social, se definió el cariz de izquierda del nuevo gobierno, y con él, Uruguay comenzó a revertir cifras negativas, pues el desempleo que en 2002 superaba el 17 por ciento, se colocó en 2007 en 7.7, un número verdaderamente impresionante.

El estupendo desempeño de la primera administración del Frente Amplio fue reconocido en un informe del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, al destacar que el país sudamericano alcanzó la tasa de desocupación más baja en toda su historia. Las fuerzas progresistas uruguayas no sólo diseñaron un plan con énfasis en las políticas sociales que arrojaron los números mencionados anteriormente y sacaron de la pobreza a los ciudadanos y ciudadanas que se habían hundido en la miseria que crearon las fuerzas conservadoras bajo el manto de las prédicas de Adam Smith y la invisible mano que nunca aparece, sino que fortalecieron las instituciones y consolidaron la democracia.

Sobre la cresta de estos logros y un Tabaré Vázquez que terminó bordeando el 80 por ciento en la aceptación popular, llegó al poder el ex guerrillero tupamaro José “Pepe” Mujica, bajo la promesa de continuar caminando por la senda que comenzó a trillar el Frente Amplio.

La izquierda democrática (3)


Por Manolo Pichardo
28/01/2011.-
El rompimiento del líder del Partido de los Trabajadores del Brasil, PT, con el viejo esquema para apostar a esta nueva izquierda, llevó la prosperidad a Brasil que permitió la elección de la candidata señalada por él, como escribí en un artículo que titulé Cardoso, Lula y Dilma y que reproduzco a continuación:
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“Amigos del ala conservadora de la socialdemocracia en el continente, que incluso estuvieron por el país en algunos encuentros en los que se analizó el avance del progresismo en América Latina, afirmaron que de no haber existido un Cardoso en Brasil no hubiera crecido un Lula”.
“La afirmación intenta explicar que el éxito del gobierno del Presidente brasileño salido del movimiento sindical se debió a las reformas estructurales que impulsó el mandatario “intelectual” socialdemócrata, que en contradicción con la doctrina política que sustentó su discurso, caminó sobre los rieles del Consenso de Washington y John Williamson”.
“Las reformas estructurales buscaron achicar el Estado con la intención de dejar al mercado como imperio en la sociedad para poner de lado la protección a los ciudadanos; ellas generaron crecimiento, números que exhibían el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, las calificadoras de riesgo y todas las entidades financieras que formaban parte de la estructura que portaba el frenesí que contagió de capitalismo salvaje al planeta”.
“La fábrica de riquezas se activó. Los mercados estaban excitados y la explosión se acercaba en parecido a la Revolución Industrial. Pero el Estado, pequeño y débil como se había planeado, al dejar a los ciudadanos y ciudadanas a su suerte, contribuyó con la generación de pobreza, y en nuestra América morena se fue construyendo una brecha entre ricos y pobres cada vez más ancha, que acentuó nuestra condición de continente más desigual”.
“Cardoso estuvo allí de protagonista, hasta que Lula, el metalúrgico inteligente, asumió la Presidencia y rompió el esquema anterior para trillar un camino propio, en el que el mercado debió sujetarse al control del Estado para que sus beneficios se derramaran con más justicia a través de políticas sociales”.
“Y así, sin tomar dictados, con una especie de economía social de mercado, generó 15 millones de empleos, sacó de la pobreza a cerca de 30 millones de sus compatriotas y dejó a Brasil en la vía de convertirse en una potencia económica mundial, con mayor peso político en la comunidad internacional, condición que aprovechó para impulsar una diplomacia con énfasis en la paz y la tolerancia”.
“Con su estela de éxitos eligió a Dilma, y nadie dudó que el peso de su figura la llevaría al contundente triunfo que obtuvo en segunda vuelta, tras la promesa de continuar su obra, porque en la otra acera estaba Serra como la sombra de Cardoso, amenazando con cambiar todo lo que había hecho el obrero metalúrgico, para pavura de las favelas”.