miércoles, 28 de abril de 2010

COPPPAL rechaza ley anti inmigrante de Arizona

27 DE ABRIL DE 2010

COMUNICADO
La Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL) condena enérgicamente la aprobación de la ley SB1070 por parte de la cámara de representantes y senado del Estado de Arizona. Dicha legislación, promulgada por la gobernadora Jan Brewer, atenta contra los Derechos Fundamentales de los Latinoamericanos al calificar como delincuentes a los inmigrantes indocumentados.

La COPPPAL y sus partidos miembros nos sumamos a los reclamos y protestas hechas por parte de la comunidad Latina en los Estados Unidos, además de suscribir plenamente la posibilidad de declarar inconstitucional dicho cuerpo normativo una vez presentados los recursos legales e institucionales a los que haya lugar.

martes, 27 de abril de 2010

Génesis si acaso: La singular novela de Ángel Garrido

Por León David
El País.com 27/04/2010.-
Un mínimo de probidad intelectual me obliga a dar inicio a estas acotaciones desaprensivas confesando, acaso para asombro de muchos y escándalo de no pocos que me cuento en el número de los malos lectores de novela… ¿Malos he dicho? Quedé corto, pésimo.
La razón de que en tan desairada categoría me vea constreñido a incluirme es demasiado notoria como para que derroche aliento y sudores en la vana empresa de tapar al sol con un dedo: me tengo por fallido lector en lo que toca género de lo extensos y complejos relatos de imaginación que los italianos denominaran romanzo, romain los franceses y los sajones fiction debido a que, sobre no constituir mi forma literaria predilecta, propendo antes que a precipitarme tras el último título del novelista en boga –que suele caérseme de las manos apenas me he asomado a sus páginas-, propendo, decía, por modo irresistible a retornar una y otra vez a las novelas que en ocasiones anteriores habían suscitado mi embelesada adhesión.
Y es que en materia literaria –no sabría decidir si para ventura o infortunio- me vuelvo cada día más selectivo. Semejante conducta, lejos de hallarse incursa en extravagancia, la juzgo muy en su lugar habida cuenta de que rozando los sesenta años harto comprensible es que empiece a servirme con avaricia del decreciente tiempo de ocio que el porvenir- no por inescrutable menos previsible- me tiene reservado.
Soy- de serlo presumía Borges también- lector hedónico; esto es, leo por placer y sólo por placer. Nada se me hace menos embarazoso que interrumpir la lectura cuando dejan de interesarme los renglones que el resignado papel soporta, sin que cure en que esté en boca de todos el libro que mi impenitencia relegara o en que haya obtenido su autor justificado predicamento; nada me resulta más fácil- creedlo- que preterir el volumen que no acierta a espolear mi fantasía, ni a desatar mi entusiasmo, ni alimentar la roja hoguera del sentir, ni contribuye a que perciba con estremecida certidumbre el significado y valor de la existencia humana… No bien me sorprendo bostezando, sin el menor remordimiento aparto al escrito que ese letárgico efecto provocaba y busco en otros textos – casi siempre clásicos y, por ende, de eficacia artística garantizada -el solaz que mi espíritu anhela.
Este principio de voluptuosidad a que obstinadamente me sujeto en punto a resolver qué obra condesciende a mis caprichos y en cuáles páginas no habré de aventurarme nueva vez, nunca se manifiesta con mayores exigencias y rigores que en el momento en que me dispongo a leer una novela… El asunto nada tiene de misterioso. Basta que reparemos en el hecho de que una de las notas distintivas- no la de menos monta- del género narrativo que nos ocupa es su considerable extensión para que advirtamos por qué suceden las cosas de semejante guisa: es peliaguda tarea expuesta a casi insuperables obstáculos granjearse la continua atención de un lector al que se le apremia a recorrer con escasos intervalos de reposo los trescientos o más folios que cualquier novela, por término medio, suele contener.
El desafío al que autor del referido género debe hacer frente se me antoja descomunal. Cuán empinado no ha de ser su numen, probada su pericia y opima su creatividad para que no decaiga la fabulación y quienes a ella se avecinen, haciendo a un lado las múltiples urgencias cotidianas, consientan acompañar durante horas y horas a los ilusorios personajes que la mente del narrador, ideara por los meandros de una historia que se prolonga, incrementa y ramifica sin cesar.
Permítaseme arriesgar una idea: prolijidad y perfección me lucen supuestos poco menos que incompatibles. Y como no hay novela que no sea por definición prolija – en el entendido de que el detalle, la observación minuciosa y el pormenor se revelan condición ineludible del género-, contadas serán las que me avendré a reputar perfectas.
A tenor de lo que acabo de exponer, procede que insista en el señalamiento amonedado al comienzo de estas divagaciones peregrinas: soy un pésimo lector de novelas. Observo que a mi alrededor personas de muy envidiable formación, no escasa sensibilidad y sincera afición a la buena lectura andan de ordinario con la más reciente saga de algún promocionado autor bajo el brazo y, de dar crédito a lo que declaran, no sólo la leen sino que la disfrutan; y compruebo también que cuando, instigado por los amigos- a cuya influencia no siempre puede uno sustraerse-, me dejo convencer y transijo con la bendita novela en candelero, suele ocurrir que sólo una masoquista tozudez me haga llegar, ahíto y contrariado, al final del relato…¿Qué pasa conmigo?...
Ensayemos una explicación: adolezco de un gusto poco flexible. En materia de literatura y arte sólo me complace lo mejor; y lo mejor en lo que al género novelístico concierne cabe ser compendiado, sin que por ello crea pecar de intransigente, en veinte o treinta títulos cuya universal nombradía ahorra a mi pluma la extemporánea ligereza de la mención.
Ahora bien, la familiaridad con los supremos modelos del arte de novelar (cuya cumbre indiscutible sigue siendo el Quijote de Cervantes) es, si de apariencias delusivas no me pago, lo que me impide hacerme de la vista gorda para con los vicios y carencias de las creaciones novelísticas de última hornada; y la que, de fijo, no me permite tampoco, a diferencia del resto de los despreocupados bibliófilos, saborearlas en paz.
Así las cosas, quienes hasta las fragosas estribaciones de estos razonamientos han tenido la persistencia de acompañarme podrán hacerse cargo de la medida de mi satisfacción y gratitud cuando, al adentrarme en la novela de Ángel Garrido intitulada Génesis si acaso, mientras con marcha cautelosa avanzaba en la lectura, no sólo se iban disipando como por arte de birlibirloque todos y cada uno de mis bien cultivados temores, reservas y prejuicios, sino fue tan honda la fascinación que lo que allí se me contaba alcanzó a provocar que- caso insólito para un irresoluto lector de novelas como era yo- no atiné a despegar los ojos de sus páginas y di cuenta de la obra en una sola sentada que, aunque haya abarcado de la mañana a la noche de un entero día del que no me enteré, no se me figuró más prolongada de lo que tarda la gallina en cacarear el huevo.
¿Qué había sucedido? ¿De qué felices prendas se exornaba la narración de nuestro coterráneo que, contraviniendo lo que era verosímil esperar de un temperamento indócil como el mío, escarmentado si piedad por las torpezas y trivialidades de la hodierna novelística, consiguió contra toda probabilidad mantenerme atado a su yunta sin que en ningún momento me agobiara el ademán expositivo, me aburrieran las sinuosidades del argumento, me desentendiera de la vigorosa fisonomía de los variopintos personajes abocetados o dejara de percibir vívidamente la atmósfera espiritual de un modo de vida pueblerino, rural, en el que emblemáticamente se resume el país dominicano, eso que antaño fuimos y ya no somos o que, acaso, bajo la epidermis de una pretenciosa tardo-modernidad que no acabamos de asimilar, seguimos siendo?
Tantas y tan ostensibles son las bondades de la novela de Garrido que entiendo no cometeré desacato alguno al aseverar que hasta el lector más negligente habrá de columbrarlas. Pero me asalta la sospecha de que para hacer justicia al completo abanico de sus méritos sería menester una péndola menos exangüe que la mía y harto más pliegos tinta que los que una modesta presentación introductoria tiene derecho a reclamar.
Por consiguiente, a partir de ahora rodará mi reflexión sobre tres apenas de las ubérrimas, cuanto señeras, cualidades que esmaltan la obra que nos atañe, quedando para más propicia ocasión la empresa, ciertamente ambiciosa de ponderar con exhaustivo aliento sus plurales aciertos literarios.
En Ideas sobre la novela, apéndice que acompaña su célebre ensayo en torno a la deshumanización del arte, el insigne pensador español José Otorga y Gasset-cuyas fulgurantes intuiciones necio sería echar en saco roto- apuntaba que una de las inconfundibles peculiaridades del género de la novela era su <<>>… voz con la que el filósofo peninsular no pretendía aludir a una supuesta impenetrabilidad del lenguaje o de concepción que entorpecería el acceso al sentido de lo narrado, sino poner de resalto que es virtud intrínseca de la novela actuar en tanto que construcción fabulística que introduce al lector de manera cabal e irrevocable en sus ficticios hontanares, que hasta tal punto lo atrae al espacio propio de los sucesos novelados que, poniendo éste entre paréntesis las leyes por las que se rige el mundo real, da en creer que las cosas sólo pueden funcionar como el autor, en su imaginaria composición, dispone.
Parejo magnetismo, contra el que sería inútil forcejear, es el que desde las primeras frases de Génesis si acaso nos instala en el ámbito prodigioso de un paraje llamado Sabana de la Mar , que es y no es la población que en el mapa figura al sur de la bahía de Samaná, lugar inventado o acaso descubierto, pero que al cabo y a la postre, terminamos por sentir mucho más verdadero que el real. Y así como sobre la terrosa meseta castellana jamás cabalgó con existencia efímera de carne el bueno de Alonso Quijano, y resulta sin embargo poco menos que imposible recorrer los caminos manchegos sin que sobre su desvalido rocín nos escolte la sombra del Caballero de la Triste Figura , así también, quien haya leído la novela de Àngel Garrido no podrá ya contemplar Sabana de la Mar de otra manera que con los ojos abismáticos, visionarios, que el novelista la observó.
Pues Ángel Garrido -alquimia del verbo- al recordar construye; funda cuando menciona; y las anécdotas con las que él familiarizó se desde niño y los personajes que tuvo oportunidad de conocer directamente o por referencia de sus mayores, al ser trasvasados al plano ideal de la ficción se ‘esencializan’, cobran la dignidad de lo indiscutible, la presencia absoluta de lo que de puro auténtico y legítimo ahorra cualquier demostración.
A tenor de lo dicho, me avengo a considerar que solo un temperamento refractario a los primores del relato de literaria urdimbre podría no sentirse convocado al suculento festín que el escritor sabanalamarino aderezó en el fogón de su imaginación creadora. Leer Génesis si acaso y tomar conciencia con inmediatez de pálpito de una Sabana de la Mar paradigmáticamente reveladora de lo que fuimos y somos todavía, es una misma cosa. El efecto de seducción que Ortega y Gasset denominó hermetismo, en la novela de Garrido se cumple – convengamos en ello- de manera venturosa y cabal.
Partiendo del hecho de mero sentido común de que en toda narración encontramos tres elementos fundamentales –acción, personajes y espacio-, W. Kayser propone tres grandes tipos de novelas: la novela de acción, en la que predomina el interés por la intriga y donde los acontecimientos ocupan el primer plano; la novela de personaje, centrada en el análisis psicológico de los caracteres; y la novela de espacio en la que describir un ambiente social y un marco histórico es el objetivo principal que el narrador procura.
Tengo por cosa averiguada que en lo que atañe a la obra Génesis si acaso topamos con un ejemplo típico de novela de espacio, pues si bien es cierto que el autor dibuja personajes nítidamente individualizados, de vigorosa sustancia humana, y que los sucesos, anécdotas y episodios de la más diversa índole e importancia son también abundantísimos, no creo equivocarme al presumir que el interés primordial del novelista se contrae a ofrecer una imagen ferozmente deslumbradora de un régimen de vida y de conducta que lleva por nombre Sabana de la Mar. Cuanto ocurre, aunque ocurra lejos del pueblo mencionado, cuanto piensan, sienten y dicen los personajes del relato cumple la función inequívoca de recuperar para las latitudes perdurables del espíritu una vivencia que trasciende, en virtud de su médula humana, la circunstancia histórica concreta, tantas veces banal, que la voz del autor se impone restituir.
El protagonista de la novela de Garrido, no me cansaré de repetirlo, es Sabana de la Mar. Por los entresijos de su gente e historia se abre paso con incoercibles fervores e irrefragable ímpetu un modo de concebir la existencia que mutatis mutandis brinda preciosas pistas para entender la especificidad de nuestra idiosincrasia insular, la fisonomía del hombre y la mujer dominicanos.
No quisiera, sin embargo, dar remate a estas un tanto desmañadas apostillas sin tratar, así sea a humo de pajas, una de las más incontestables felicidades de la obra que estamos escoliando: la prosa flexible, rica, llana, plástica y sugerente de que hace alarde el autor. Posee la palabra de Ángel Garrido la cardinal virtud de la sinceridad. Es la suya una escritura traviesa, versátil, que si se mueve a sus anchas en el terreno hospitalario del chiste, el refrán ingenioso y la expresión mordaz o socarrona, con igual facilidad adopta la mueca prosaica del improperio, de la blasfemia irreverente, del escarnio feroz… pero no nos extrañe verla de súbito levantar vuelo por líricas regiones, pues henos aquí ante un verbo que con la misma seguridad y sentido del matiz describe, explica e insinúa, como se torna conceptuoso y erudito o blande el rejón viril del elocuente discurso enfebrecido.
Pero acaso la nota menos desdeñable por lo que importa al lenguaje del novelista es su temple. Dificulto, en efecto, que ningún lector medianamente avisado deje de reconocer en los modales retóricos de Garrido, la voz viva, carnal, del narrador nato que ante un extasiado auditorio de rostros familiares, a la temblorosa luz de la lámpara humeante, cuenta sus historias. Pareja cualidad, que acuña radical marchamo de vivencia a lo expresado, que hace de la narración extensión corporal del que la narra como el timbre de la voz o los rictus, posturas y ademanes, pareja cualidad, insisto, infrecuente en la novelística en boga, convierte el espacio fabulístico de Génesis si acaso en hecho literario singular digno de escrutinio moroso.
De lo expuesto se desprende que no camina lejos de la verdad quien sostenga que, lejos de aparecer como el desigual tanteo del bisoño literato que por primavera se aventura en los despeñaderos del género novelístico, la obra a que estamos aludiendo se nos propone en tanto que fruto sazonado de superior inteligencia, de imaginación generosa, de exquisita sensibilidad.
Es en verdad admirable la maestría con que Ángel Garrido rescata para las intimidades diuturnas del espíritu la atmósfera y el ambiente de esa especie de Macondo criollo que era la Sabana de la Mar de los años cuarenta, hasta la caída del ominoso régimen trujillista. Su cálamo no elabora maquetas. Siempre topamos con algo genuino y profundo en cada uno de los caracteres que desfilan – abigarrada muchedumbre- por los renglones de sabrosa factura de Génesis si acaso. Àngel Garrido comenta la realidad. Lo que nos relata no es, en lo esencial invento sino interpretación.
Pero sucede que el poder intuitivo del autor, su portentosa capacidad de contemplar la médula de cada acontecimiento, situación o personaje son tales que dicha realidad, anodina en apariencia, descubre de repente su perturbadora riqueza, su extrañeza apabullante, su absurda y sin embargo lógica urdimbre existencial… Hasta el extremo de que, como sólo acaece en obras del más acabado arte, los sucesos minúsculos de una perdida aldea dominicana, sin que sepamos cómo, se tornan mágico rasero con que medir al hombre de cualquier lugar, tiempo y circunstancia…
Génesis si acaso es novela provocativa, incitadora. Pero su principal excelencia reside tal vez en la modestia de su propósito: contar una historia. ¿No decía Borges que para escribir un libro que las generaciones futuras no se resignaran a olvidar quizás sea conveniente que el autor no se imponga a sí mismo el laborioso objetivo de crear una obra insuperable? Nunca se propuso eso Ángel Garrido, y el resultado no pudo ser más halagüeño: ningún lector medianamente competente será insensible al embrujo de su palabra, y disfrutará, y de otra manera se verá a sí mismo luego de haber leído esta novela.

lunes, 26 de abril de 2010

Viaje al hipermercado del mundo

Por José Reinoso
El País / Yiwu - 26/04/2010.-
La ciudad china de Yiwu fabrica y vende la mayoría de artículos para los bazares de los cinco continentes - La urbe explica por qué el país sorteó la crisis mejor que otros
Una de las experiencias más instructivas que puede tener quien quiera comprender por qué se llama a China la fábrica del mundo, por qué sus disputas comerciales con las naciones ricas están a la orden del día, por qué ha logrado vadear mucho mejor que ellas la crisis mundial y su economía crece de nuevo casi al 12%, y, sobre todo, por qué el Gobierno se niega a revaluar el yuan en la forma que pide Estados Unidos, es visitar Yiwu, una ciudad de la provincia costera de Zhejiang, unos 300 kilómetros al sur de Shanghai.
Para ello, nada mejor que volar directamente a su flamante aeropuerto. En la moderna terminal de Yiwu se cruzan acentos de todo el mundo -en particular de Oriente Próximo, Asia Central y África- de empresarios y comerciantes llegados para hacer acopio de todo lo imaginable en el mayor mercado mayorista del planeta.
Carteles y publicidad en árabe, inglés, ruso, español, hindi, coreano y otros idiomas indican que a Yiwu se viene a comprar. A comprar de todo y en gran cantidad. La ciudad vive por y para ello. Porque si la provincia sureña de Guangdong, con sus polígonos industriales hasta el horizonte, es la fábrica del mundo, Yiwu es el reino mundial del todo a 100.
Pero no sólo. Aquí no se venden por toneladas únicamente la quincallería y las baratijas que se encuentran en los chinos de todo el planeta. Hay mucho más. Desde sillones de masaje a pantallas luminosas, pasando por electrodomésticos, zapatos, juguetes, maletas, guantes, botones, cinta adhesiva, sartenes, bombillas, balones de fútbol, jarrones, flores artificiales, muebles, cremalleras, relojes, bañeras o altavoces. Y más. Así que sería mejor decir que Yiwu es, simplemente, el hipermercado del mundo.
Las intenciones del gobierno municipal quedaron bien claras cuando eligió como eslogan de la ciudad "Un mar de productos, un paraíso para los compradores". Una frase que se repite por todos lados, y marca el carácter de sus habitantes, algunos de los cuales, con menos de 30 años, ya conducen potentes BMW y Mercedes, símbolos de éxito y ostentación en este país, paraíso para las marcas de lujo.
"En Yiwu todo gira alrededor de los negocios. Incluso en las raras ocasiones en que la gente se concede un poco de tiempo libre, sus teléfonos móviles no dejan de sonar. Pero lo aceptan porque ganan mucho dinero", dice Yue, una joven de 25 años que trabaja en una compañía de importación y exportación iraní.
Ju Xiaoli, dueña de la tienda de broches, hebillas y accesorios Pequeñas Estrellas, es un ejemplo típico. A sus 43 años, lleva 18 comerciando, y las cosas le van muy bien. Activa, resuelta, atiende una llamada tras otra, mientras negocia con dos paquistaníes un pedido de pequeños diamantes de plástico. "Yo me ocupo de las ventas en la tienda, y mi marido se encarga de la fábrica que tenemos", afirma, rodeada de calculadoras y teléfonos. "Nos va muy bien", asegura esta mujer que sólo se toma unos días de descanso en las fiestas del Año Nuevo chino. "Tiene varios coches; uno es un BMW", la interrumpe una de sus jóvenes empleadas, con tono de admiración.
Al otro lado de la mesa, Muhammad Moazzam Attari y Muhammad Imran Attari, con ropaje blanco y turbante verde, comprueban las muestras e intercambian impresiones mientras dan sorbos al Nescafé con leche instantáneo que les ha ofrecido Ju. Apenas 15 minutos después, el pedido, de 25.000 yuanes, está firmado.
"En Yiwu encuentras de todo y a buen precio y, aunque la calidad en algunas cosas sea regular, es suficiente para mis clientes", explica Muhammad Moazzam Attari, de 37 años, que vive en Lahore (Pakistán). "He venido dos semanas. He comprado también zapatos y diferentes complementos. Parte es para mi tienda y parte para suministrar a otras. En total, voy a comprar por valor de 200.000 yuanes".
El comerciante asegura que "lo único difícil es el idioma". Por ello, es su socio, Muhammad Imran Attari, de 28 años, que reside en China desde hace ocho, quien ha llevado el peso de la conversación en mandarín, intercalada de vez en cuando con el inglés básico de Ju.
La actividad es continua. Hombres y mujeres de negocios de todo el mundo van de tienda en tienda como abejas en busca de polen. Otros negocian con los dueños, calculadora en mano. Vendedores ambulantes ofrecen gajos de sandía y pepinos a los acelerados visitantes. En un rincón, un musulmán ora en el suelo en dirección a La Meca.
Junto a una tienda, Gulala, de 45 años, una iraquí que vive en Londres, explica, acompañada de su traductor, por qué viaja periódicamente a Yiwu. "Tenemos una empresa de exportación aquí. Compramos de todo -ropa, bisutería, gafas, material eléctrico, muebles- y lo enviamos a Irak. La situación allí está muy mal. Hace falta de todo, y aquí encuentras mucha variedad y es barato".
Los diferentes mercados mayoristas de la ciudad suman una superficie de más de cuatro millones de metros cuadrados, alojan más de 60.000 locales comerciales, ofrecen 1,7 millones de productos diferentes y reciben cada día más de 200.000 visitantes. Sus ventas en 2009 ascendieron a 41.200 millones de yuanes (4.490 millones de euros), un 7,8% más que en 2008, a pesar de la crisis.
Si el mayor es el Centro Comercial International -cuya primera fase fue abierta en 2002, y la cuarta, en 2008 (la quinta se encuentra en construcción)-, uno de los más antiguos es el de Binwang. Sus 9.000 puestos mercadean principalmente ropa, lana y textiles. En uno de ellos, Wu Youbin, de 40 años, vende sábanas, cortinas y cojines que fabrica en su taller de Dongyang. "En la fábrica tengo 60 trabajadores. Mis dos hermanos también tienen talleres. También vendo sus artículos. El 80% de mi negocio va a la exportación, en gran parte a Oriente Medio", dice sentado junto a una pantalla de ordenador y una máquina de contar billetes. "Prefiero comerciar con extranjeros porque las cantidades son mayores. Pero si un cliente quiere una sola sábana, también se la vendo".
Wu afirma que Yiwu, una ciudad rodeada de colinas verdes, se ha transformado completamente en la última década. Él, como muchos, vendía antes en la calle. Ahora, en las calles lo que se ve es un tráfico continuo de camiones con contenedores, camionetas de reparto y mototriciclos cargados a rebosar, que se intensifica en polígonos industriales como el de Beiyuan, donde se suceden las fábricas de calcetines, bisutería, textiles, ropa o gomas elásticas. En ellas trabajan muchos de los 1,2 millones de inmigrantes de otras provincias, que representan la mayor parte de los habitantes de esta ciudad de dos millones de almas. Trabajadores que cobran entre 1.500 y 2.000 yuanes (163 y 218 euros) al mes más el alojamiento, en dormitorios comunes, y la comida. Algunos libran un día a la semana; otros sólo dos o tres al mes.
Wang Xiaomin, de 28 años, de la provincia nororiental de Heilongjiang, llegó hace cinco años a Yiwu en busca de empleo. "Muchos de mis compañeros de clase vinieron aquí, y yo hice lo mismo", cuenta mientras se dirige a un pequeño restaurante para almorzar. "Mi marido tiene negocios en Yiwu, y yo trabajo en la planificación de la producción en [el fabricante de calcetines] Bonas. Cobro 2.000 yuanes".
Aunque la mayoría de los artículos que se venden en Yiwu vienen de otras provincias, como Guangzhou o Jiangsu, la ciudad tiene numerosas fábricas, entre ellas las de los cinco mayores productores del mundo de calcetines y medias y el mayor de cremalleras, que suministran a cadenas como la estadounidense Wal-Mart.
El despegue comercial de Yiwu, población fundada el año 222 antes de Cristo, durante la dinastía Qin, se produjo en 1982 -recién puesto en marcha el proceso de apertura y reforma chino-, con la creación de un gran mercado al aire libre. Hoy, la ciudad cuenta con gigantescos centros comerciales, palacios de muestras e incluso un estadio olímpico, que es aprovechado para las ferias internacionales. El año pasado, la renta per cápita de sus habitantes alcanzó 30.841 yuanes (3.360 euros) en las zonas urbanas y 12.899 yuanes (1.405 euros) en las rurales; 1,8 y 2,5 veces más que la media nacional, respectivamente.
Los comerciantes de Yiwu aseguran que la crisis global quedó atrás para ellos hace meses. "El último año la cosa ha ido mejor, y ahora tengo más negocio que antes de la crisis", dice Wu, rodeado de paquetes de sábanas. La misma frase repite Ju, aunque se queja de la subida del precio de la mano de obra. "Cada vez tenemos que enviar más lejos la fabricación de algunos artículos, a provincias como Jiangxi y Anhui", afirma. Ambos tienen dos hijos, un buen indicador de una posición económica desahogada en este país donde quien se salta la prohibición de tener más de un hijo es castigado con una multa cuantiosa.
Pero hacer negocios en Yiwu no siempre es fácil. "A veces, los vendedores cambian el precio que habías acordado", dice Muhammad Imran Attari. "Otras, cuando llega el contenedor, descubres que el envío no corresponde totalmente con lo pedido o que la calidad no es buena. Te piden disculpas y contestan que la próxima vez harán algo", explica Boss, un empresario nigeriano de 58 años, que ha pasado un mes en Yiwu haciendo acopio de artículos de regalo y textiles. "Pero, en general, la calidad es buena y el precio es correcto. ¿Qué más se puede pedir?", añade Boss, que se ha gastado 100.000 dólares en este viaje, y dice que tiene un margen de beneficio neto del 15%.
Luego recapacita un momento y evoca, como muchos comerciantes, el fantasma de la revaluación del yuan, que, según EE UU, está infravalorado artificialmente hasta un 40%, lo que favorece a las empresas exportadoras chinas: "Sólo seguiré viniendo a Yiwu mientras el yuan permanezca al mismo nivel respecto al dólar". Pekín ha dejado bien claro que cualquier apreciación que se produzca tendrá lugar cuando a China le convenga y será gradual. No quiere que empresarios como Boss dejen de hacer la compra en el hipermercado del mundo.

sábado, 24 de abril de 2010

El negocio de las ayudas a Grecia

Antonio E. Cunillera Fernández
El País 24/04/2010.-
Leo con verdadero estupor que los préstamos que los países de la Unión Europea están dispuestos a conceder a Grecia, va a suponer un negocio considerable para los mismos.
En el caso de España prestar a Grecia a un plazo de tres años unos 3.700 millones de euros le va a reportar unos beneficios de 330 millones de euros, puesto que a España le cuesta obtener ese dinero un 2% y se lo prestaría a Grecia a un 5%. En el caso de Alemania los beneficios serían aún mucho mayores, puesto que es el país que menos tiene que pagar por endeudarse.
Esto es simplemente usura. La manera de parar la especulación de los mercados sería que cada país de la Unión Europea concediese a Grecia los créditos con un diferencial del 0,1% sobre lo que les costase adquirir sus respectivos endeudamientos, eso sería ayudar a Grecia. Lo demás es actuar y comportarse como especuladores.

viernes, 23 de abril de 2010

Hipólito y Milagros no pueden ingresar al Parlacen

El Nuevo Diario
23/04/2010.-
El Diputado al Parlamento Centroamericano y cabeza de la boleta peledeísta para repetir en el puesto, Manolo Pichardo, afirmó que el ex presidente Hipólito Mejía y la ex vicepresidenta Milagros Ortiz no tienen posibilidades de juramentarse como parlamentarios en el órgano regional según la opinión de la mayoría de los expertos, porque en el momento que dirigían la nación el país no disfrutaba de los plenos derechos que hoy obligan a la elección de los diputados y permite la juramentación como diputados de los mandatarios y vicemandatarios salientes.
Al ser abordado sobre el tema en el programa El tribunal de la Tarde que se transmite por el canal Coral 39, el parlamentario dijo que “lo que ocurre es que Hipólito ni Milagros se pueden juramentar debido a que gobernaron cuando el país sólo fungía en el PARLACEN como observador permanente, de ahí que aunque en cada país se eligen 20 diputados con el derecho de juramentar a los presidentes y vicepresidentes salientes, a la República Dominicana se le permitieron 22, como forma de suplir la falta de los ex mandatarios”.
“Pienso que la juramentación le correspondería a los mandatarios actuales en razón de que es a partir de ahora que tenemos los plenos derechos, es a partir de ahora que escogeremos mediante el voto popular a los diputados ante el órgano regional como lo establece su tratado constitutivo” expresó.
De acuerdo al Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano, los ex presidentes y ex vicepresidentes de los países miembros, pasan a ser diputados al Parlacen inmediatamente culminan sus mandatos.
El dirigente peledeísta también aseguró que su partido obtendrá entre 12 y 13 diputados al PARLACEN porque las encuestas favorecen al PLD en 29 provincias para ganar las senadurías, cuestión que a su juicio arrastrará los candidatos a la entidad regional “para que la delegación dominicana siga contribuyendo con el fortalecimiento del sistema de integración que nos permita construir una región más próspera en la que los ciudadanos y ciudadanas disfruten de riquezas repartidas con justicia”. )

¿Seguridad nuclear o cartel atómico?


Por Manolo Pichardo
Listín Diario 23/04/2010.-
El presidente estadounidense Barack Obama convocó una cumbre sobre seguridad nuclear en Washington a la que asistieron 47 países. El encuentro tenía como propósito, según el convocante, detener la proliferación de armas atómicas e impedir que uranio enriquecido y plutonio caigan en manos de terroristas. Semanas antes se había reunido con su homólogo ruso, Dmitri Medvédev, para firmar un tratado de reducción de armas nucleares.
A estos eventos le precedieron disposiciones presidenciales de cierre de las cárceles en Guantánamo y la reducción de tropas gringas en Irak, país que sufre una violenta ocupación militar que ha cobrado más de 600 mil vidas a pesar de que el mundo sabe que la excusa para la invasión fue una vulgar mentira que la impunidad encubre, pero que la historia, a su tiempo, pondrá en su lugar.
El Nobel preventivo quizá haya obligado al mulato presidente a forzar una agenda llena de “escaramuzas” y pantomimas que justifiquen el galardón, porque en la práctica nada ha sido efectivo ni parece lo será, pues las cosas siguen como están o empeoran: más tropas se anuncian para Afganistán, lo de Guantánamo no pasa de palabras y todo el cuento de la reducción del arsenal atómico y la no proliferación de armas de este tipo, no busca más que crear un cartel de países aliados para mantener el monopolio nuclear con las armas existentes y la asistencia a países que quieran hacer uso de este recurso con fines “pacíficos”.
Según expertos, Israel y Pakistán, países que se niegan a firmar el tratado de no proliferación de armas nucleares, trabajan en el incremento de su conocido arsenal, pero como son aliados del liderazgo inexpugnable de occidente, contra ellos no se ejerce ningún tipo de presión, en cambio Irán, que no posee de las armas que se pretenden reducir, que ha firmado el tratado de no proliferación de armas nucleares, sino que ha anunciado el desarrollo de tecnología de enriquecimiento de uranio para el uso de energía con fines pacíficos, está siendo hostigada para que se someta a los dictámenes del liderazgo de este cartel que tiene el 90 por ciento de las armas atómicas que existen y el temible privilegio de ser el único de contar con el estómago de ponerlas a prueba para ver si, en efecto, mataban como en teoría se pensaba.

jueves, 22 de abril de 2010

¡El pus revienta!


¿Qué hará la iglesia católica para que los feligreses puedan confiar en sus pastores? ¿Bastará con pedir perdón por los años de silencio y encubrimiento? ¿Qué garantiza que esta antigua práctica perversa termine con este escándalo mayúsculo? ¿Dónde están seguros nuestros niños? La fe católica, ya muy debilitada en el mundo, se enfrenta a retos difíciles para sobrevivir y hacer creíbles los códigos morales que sustentan en sus mensajes y literatura. Caricaturas como la que publico circulan con profusión en la red como para curarnos de espantos.

viernes, 16 de abril de 2010

Aseguran Parlamento Centroamericano dará nuevo giro en RD

El Nuevo Diario
16/04/2010.-
Los aspirantes a diputados por el Parlamento Centroamericano que encabezan las boletas de los tres principales partidos en la República Dominicana, aseguran que la institución regional dará un nuevo giro y vivirá una etapa de cambio a partir del 16 de mayo, cuando los electores elegirán por primera vez en el país, mediante el voto popular a sus representantes.
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Los dirigentes de los partidos de la Liberación Dominicana, Revolucionario Dominicano y Reformista Social Cristiano, Manolo Pichardo, Tony Raful y Mirelys Uceta, coinciden en que “aunque el Parlacen ha hecho importantes aportes como lograr la pacificación en Centroamérica cuando se desangraba durante la Guerra Fría, será a largo plazo cuando los países miembros verán beneficios palpables tal cual como ha ocurrido con las naciones que conforman la Unión Europea”.

“Con la elección popular el órgano político del Sistema de Integración Centroamericana se fortalece y la República Dominicana seguirá trabajando para que se convierta en la entidad que monitoree el proceso que llevará a la región y a nuestros países a un despegue definitivo hacia el desarrollo” confió Pichardo, actual diputado al Parlacen que busca reelegirse.

También agregó que “un Parlacen con facultades vinculantes garantizará la transparencia en el proceso de integración para que este sea incluyente, para que garantice a través de la armonización de nuestras leyes, cohesión social, distribución justa del ingreso y crecimiento con desarrollo humano”.

Mientras que Raful, también repostulante, dijo que en el país debía derrumbarse el mito de que los diputados al PARLACEN cobran un salario de lujo, e igualó lo devengado por ellos con el sueldo de una secretaria de segunda en una institución de importancia.

“Nuestro interés en estar en ese órgano regional se inscribe en el deseo de que la Republica Dominicana siga abriéndose pasos en mecanismos como este que nos sirven para ampliar nuestras relaciones comerciales y políticas”, `puntualizó.

La actual diputada al Congreso Nacional y aspirante al Parlacen, Mirelys Uceta explicó que el país tiene mucho que aportar en el Parlamento Centroamericano y que nosotros a la vez obtendremos provechos de una relación que se fortalece con la escogencia de nuestros representante a través del voto popular.

Los dirigentes de los partidos de la Liberación Dominicana, Revolucionario Dominicano y Reformista Socialcristiano, Manolo Pichardo, Tony Raful y Mirelys Uceta, se enfrentaron en un debate amistoso sobre el Parlamento Centroamericano en el programa televisivo Tele Quince que conducen los periodistas Ramón Puello Baéz y Geraldino González.

La renovación del capitalismo

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 16/04/2010.-
Los atentados del 11/S que provocaron en EEUU pavura política y financiera, encaminaron a la economía de aquel país hacia el estancamiento, cuestión que intentó revertir la Reserva Federal llevando los tipos de interés a puntos tan bajos que desataron una burbuja inmobiliaria que detonó una crisis que los economistas comenzaron a asociar a un mal estructural que se venía gestando desde que el negocio de los commodities y todas las transacciones en bolsas se convertían en acciones ajenas a la economía real.
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El mundo lleno de papeles sin respaldo, de dólares falsos, se vio envuelto en una de las peores crisis que ha sufrido el capitalismo. Se comenzó a decir que era el inicio del fin del sistema que sustituyó con éxito el modo de producción feudal, pero resulta que en el Manifiesto Comunista redactado por los sustentadores del socialismo científico, Marx y Engels, escribieron que la burguesía, clase social dominante del sistema capitalista, “no puede existir sino a condición de revolucionar incesantemente los instrumentos de producción y, por consiguiente, las relaciones de producción”.
Partiendo de esta premisa estamos pues muy lejos del entierro de este modo de producción que al decir de ellos, los obreros, clase social que sólo vendía su fuerza de trabajo, serían el germen que lo destruiría para imponer en principio una dictadura proletaria que terminaría eliminando las clases sociales y, como consecuencia, el régimen de fuerza que les llevaría al control del Estado.
Para 1848, año en que se publica el Manifiesto se había avanzado del capitalismo rural y mercantil al capitalismo industrial, y Marx y Engels, creyendo que el capitalismo había alcanzado su clímax, afirmaron que "la burguesía, con el dominio de clase, ha creado fuerzas productivas más abundantes y más grandiosas que todas las generaciones pasadas juntas”.
Por ello decidieron organizar a los obreros para la toma del poder a través del Partido Comunista sin sospechar que la incesante revolución de los instrumentos de producción se prolongaría hasta estos días, creando de la mano de la ciencia y la tecnología, nuevos trabajadores, nuevos sectores de clases, que como los trabajadores del conocimiento, desempeñan un papel que les hace convertir sus destrezas en factores de producción más decisivos que la fuerza tradicional de trabajo, la tierra y el propio capital. De eso saben China y Vietnam.

jueves, 15 de abril de 2010

Bernanke dice que economía se recupera lentamente, pero advierte del déficit

Washington, 14 abr (EFE).-
El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, confirmó hoy que la economía estadounidense crece con moderación, aunque advirtió de la lenta recuperación laboral y del alto déficit fiscal, que obligará al Gobierno a tomar "decisiones difíciles".
En una comparecencia ante el Congreso para dar a conocer las perspectivas económicas del país, Bernanke dijo que, en términos generales, la economía de EE.UU. está en la senda de la recuperación, después de haberse visto inmersa en la peor recesión de los últimos 70 años.
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Tras un año de contracción, la economía estadounidense comenzó a crecer en el tercer trimestre de 2009, en tanto que las empresas han comenzado a dar salida a los inventarios acumulados durante la crisis y a aumentar la producción.
La Reserva Federal (Fed) ha incentivado la recuperación económica con varios programas de compra de activos y con unos reducidos tipos de interés, que se encuentran por debajo del 0,25 por ciento desde diciembre de 2008.
En su comparecencia, Bernanke sostuvo, utilizando el lenguaje habitual de la Fed, que los tipos se mantendrán bajos "por un extenso periodo de tiempo".
La rapidez con la que Estados Unidos saldrá definitivamente de la crisis dependerá, según Bernanke, de dos factores, como es el consumo privado, que ha estado frenado en los dos últimos años, y la inversión empresarial.
"En términos generales, los datos más recientes sugieren que la demanda interna será suficiente para promover un crecimiento económico moderado", apuntó el máximo responsable de la política monetaria estadounidense, quien resaltó, además, que no se están produciendo tensiones inflacionistas.
No obstante, afirmó, EE.UU. tiene ante sí algunos obstáculos, entre ellos la debilidad del sector inmobiliario y del mercado laboral, y las dificultades de las familias y las empresas para acceder a los créditos.
El mercado del trabajo, indicó Bernanke, fue duramente castigado durante la crisis y, aunque el ritmo de despidos se ha ralentizado, reconoció que "llevará tiempo restaurar los 8,5 millones de empleos que se han perdido en los dos últimos años".
Si bien la economía, en su conjunto, comenzó a crear empleos en marzo pasado, existen indicios que son desalentadores, como el hecho de que uno de cada diez estadounidenses en edad de trabajar esté desempleado.
"Estoy particularmente preocupado por el hecho de que en marzo, el 44 por ciento de los desempleados ha estado sin trabajo durante al menos seis meses", añadió el presidente de la Fed.
Otra de las grandes sombras que planean sobre la mayor economía del mundo es, según Bernanke, el alto déficit que arrastra el país, que en el ejercicio fiscal 2009 alcanzó los 1,4 billones de dólares, el 9,9 por ciento del producto interior bruto (PIB).
El economista explicó que ahora que la recuperación ha comenzado y se necesita un menor estímulo fiscal, las previsiones son reducir el déficit en los próximos diez años a un nivel de entre el 4 y el 5 por ciento, en tanto que la deuda pública se situará sobre el 70 por ciento del PIB.
No obstante, este escenario está basado en determinadas condiciones, como que el Gobierno no extienda los recortes de impuestos vigentes y contenga el gasto público.
Sin estos requisitos, advirtió Bernanke, el déficit podrá regresar al nivel del 9 por ciento de PIB en 2020, en tanto que la deuda alcanzaría el 100 por ciento del producto interior bruto.
El responsable de la máxima autoridad monetaria de Estados Unidos urgió al Gobierno y a los legisladores a afrontar este problema si se quiere mantener "la confianza de los mercados financieros y del público en general".
"Atender estos problemas a tiempo es importante, no sólo para mantener la credibilidad, sino también para llevar a cabo los ajustes necesarios sin apuros", apuntó.
"En otras palabras -indicó- afrontar los problemas fiscales del país requiere tomar decisiones difíciles, pero posponerlas sólo lo hará más difícil".

martes, 13 de abril de 2010

Deuda pública: una burbuja a punto de estallar

Por Mario Lettieri y Paolo Raimondi
24 de septiembre de 2009.-
Un nuevo fantasma recorre los salones de los gobiernos y de las lonjas de valores de los mercados más grandes del mundo: la deuda pública. En el paso de unos cuantos meses ha crecido de forma desmesurada hasta llegar a ser una burbuja apunto de estallar. Esto se agrega a las demás minas que amenazan a las finanzas internacionales, las cuales todavía no están subordinadas a ninguna regla ni control estricto.
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En Estados unidos la deuda pública del 2009 aumentará 2 billones de dólares, 22 por ciento en un año, para llegar alrededor de los 11 billones 500 mil dólares. El PIB de Estados Unidos se acerca a los 14 billones de dólares, pero en los primeros seis meses del año perdió otros 200 mil millones de dólares a causa de la depresión económica que cerró fábricas, crea desocupación y reduce las condiciones de vida de la gente. La incidencia de la deuda pública 82 por ciento del PIB estadounidense parece contenido, con respecto al monto de la deuda italiana del 115 por ciento, pero sería bueno no olvidar que Estados Unidos tiene también una deuda privada de otros 14 billones de dólares.
Se estima que en 2009, Europa llevará al mercado obligaciones por 800 mil millones de euros. En su mayor parte para resarcirse de los nuevos déficit. En Alemania la deuda pública aumentará cerca de 200 mil millones. En España el déficit es de 50 mil millones de euros en 7 meses y se teme que a finales de año pueda subir al 8 ó 10 por ciento del PIB. En Francia el ministro del presupuesto calcula un aumento de la deuda de 10 por ciento en 2009, cerca de los 130 mil millones de euros. En Inglaterra, con una deuda privada cercana al 115 por ciento del PIB, la prensa denuncia que, luego de las nacionalizaciones del Lloyds Bank y del Royal Bank of Scotland, el gobierno, al hacer suyos los títulos tóxicos, elevaría la deuda pública del 46 al 150 por ciento del PIB.
En Japón, la deuda pública ya es de 170 por ciento del PIB y aumentará este año algunos centenares de millones de dólares. En Italia, de enero a junio, la deuda pública aumentó 90 mil millones, para llegar a la cumbre de un billón, 752 mil millones, 200 millones. Las últimas proyecciones del FMI sobre la marcha de los países industrializados son todavía más oscuras. De ninguna forma es exagerado decir que el aumento de la deuda pública a escala mundial en 2009 llegará los 4 billones de dólares que se deberán pagar con la emisión de nuevos títulos del Estado.
No somos monetaristas que ven en la deuda pública una intromisión perniciosa del Estado en los asuntos económicos. Por el contrario, creemos que esta puede tener un efecto de estabilidad y de estimulo, pero sólo cuando se utiliza correctamente para sostener y promover los sectores de la economía real, empezando con las grandes obras de infraestructura que necesitan inversiones a largo plazo.
Al momento del estallido de la gran depresión del 29, la deuda pública estadounidense equivalía a 17 por ciento del PIB. En 1934 llegó a 40 por ciento, al 43 por ciento en 1938 y a 121 por ciento en 1946, por el gran empeño en la movilización militar y en la reconstrucción. Pero sostenía inversiones en la producción, inclusive en la militar, que podían tronarse positivas en el sector de la economía civil, por lo cual la deuda se absorbió paulatinamente.
En estos meses, en cambio, se ha creado deuda pública nueva, en mayor parte ni siquiera para mantener el gasto corriente, algo ya de por si problemático, sino para adquirir títulos tóxicos de los bancos. Sólo una pequeña parte se destinará a ayudar efectivamente a la economía productiva. A partir de la situación patológica estadounidense, mucho se preguntan cual será el efecto a mediano plazo de tanta deuda y tanta liquidez en la inflación.
Además, se estima que el año que viene Estados Unidos y Europa tendrán que refinanciar cantidades enormes de obligaciones vencidas por cerca de 3 billones de dólares y 300 mil millones de euros, respectivamente. Italia, también, en los 12 meses venideros tendrá que desembolsar otros 320 mil millones de varios títulos del Estado en vencimiento. Es difícil no imaginarse que dichos movimientos no provocarán turbulencias serias en los mercados y en las tasas de interés. La deuda pública y los títulos del Estado son instrumentos muy delicados y peligrosamente devastadores si se utilizan incorrectamente. El surgimiento de la crisis ha arriesgado a muchos gobiernos a hacer uso de modo erróneo, es decir, casi exclusivamente para salvar instituciones financieras en quiebra. La idea de que el Estado sea el prestamista de última instancia funciona y crea estabilidad si no se abusa. El incumplimiento de Argentina debería haber enseñado algo.

domingo, 11 de abril de 2010

Ante la corrupción en el PP

Por Javier Moreno
El País 11/04/2010.-
Si he de creerme las declaraciones de sus dirigentes, el PP ha sufrido con la trama Gürtel una gran bribonada. En primer lugar, un grupo de estafadores, trapisondistas y sinvergüenzas ajenos al partido montaron un tinglado con el que enriquecerse en ayuntamientos y comunidades autónomas gobernadas por los populares cobrando comisiones ilegales, logrando contratos a dedo, organizando pelotazos inmobiliarios y, en general, saqueando los recursos del Estado hasta donde pudieron o les dejaron la suerte y las circunstancias, sin olvidar reinvertir el producto de sus granjerías previo blanqueo en el extranjero de los millones logrados.
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Todo ello comenzó mientras el señor Aznar, a la sazón presidente del Gobierno, casaba a su hija en El Escorial -sarao al que asistieron como invitados distinguidos algunos de estos vividores- y dirigía los destinos de España con tal concentración que descuidó lo que la corte de los milagros organizaba a sus espaldas, según pudieron descubrir atónitos los espectadores que el jueves pasado siguieran la entrevista en CNN+ de Iñaki Gabilondo con la señora Cospedal, hoy secretaria general de ese mismo partido. Sobre que el saqueo se prolongara unos años más en los feudos del PP de Madrid y Valencia quedamos de momento huérfanos de explicación. Nadie en el partido supo nada, ni es responsable de nada, ni asume naturalmente responsabilidad política alguna por nada.

La derecha no logra incorporarse del todo a la gran tradición conservadora del resto de Europa
La campaña orquestada contra Garzón tiene mucho que ver con el sectarismo de los tribunales españoles
Para desgracia suya, la frenética sucesión de acontecimientos de los últimos meses en torno a la trama de corrupción, cuyo clímax se ha alcanzado esta semana tras levantar el juez el secreto sobre casi 50.000 folios del sumario, ha dejado en nada el intento de los dirigentes de la derecha de establecer un cordón sanitario entre los presuntos delincuentes y los políticos implicados, convencida como está la generalidad de los españoles de que no caben muchos distingos entre unos y otros. Los ciudadanos consideran de forma mayoritaria -incluido un notable porcentaje de votantes del Partido Popular-, como publica hoy EL PAÍS, que Francisco Camps y Esperanza Aguirre son también responsables de las tropelías de la trama Gürtel en sus respectivos territorios, y que el líder del partido, Mariano Rajoy, siempre ha sabido más de las andanzas de los corruptos de lo que ha venido en reconocer, a tenor de sus vacilaciones con el ex tesorero del partido, y a día de hoy todavía miembro del Grupo Popular en el Senado, Luis Bárcenas.
Son tantas y tan obscenas las colecciones de relojes de lujo, los bolsos, los trajes, algún yate, los inconfesables negocios inmobiliarios, los millones cobrados en comisiones diversas y las vergonzosas conversaciones grabadas entre los sospechosos que convierten en irrisorios, me parece a mí, los intentos del PP y de sus terminales mediáticas de encapsular al partido de tanto desafuero, y sobre ello no vale la pena seguir discutiendo. Más me interesa, por el contrario, una reflexión en profundidad sobre la venalidad en la democracia española que vaya más allá de la constatación más o menos impotente del lamentable estado en que se encuentra la política en este país. Hay que defender la democracia, sostiene Norberto Bobbio, aun cuando ésta sea ineficiente o corrupta. Y hay que hacerlo también, me atrevería a añadir yo, aun cuando la insensatez y la escasa cultura democrática de gran parte de la clase política, especialmente de una derecha que no logra incorporarse del todo a la gran tradición conservadora del resto de Europa, augure un triste futuro a la tarea.
Resulta conveniente recordar, por tanto, que el preámbulo a la Constitución sentó en su día la voluntad de establecer en España una "sociedad democrática avanzada". Faltos de una definición más restrictiva, se ha tendido a asociar el concepto de democracia avanzada con aquellos países que disfrutan de un grado más elevado de derechos, libertades y garantías; pero también de prácticas y procedimientos del conjunto de sus instituciones y, en particular, de la justicia y los partidos políticos: lo que podríamos considerar como el cielo de la democracia, por contraposición al purgatorio y aun al infierno al que están sometidos millones de habitantes del planeta; o también la AAA de la democracia, por utilizar otra taxonomía muy en boga en estos tiempos de descalabros financieros. No resulta necesaria harta sagacidad para concluir que España no sólo no ha logrado en estas tres décadas situarse al nivel de los países con mejores prácticas, ni por lo que respecta a los partidos ni a los tribunales, sino que ahora se corre serio riesgo de descender aún más peldaños en esta particular escalera al infierno si, como todos los sondeos parecen apuntar, la derecha gana las próximas elecciones sin haber purgado previamente su papel central en el escándalo de Gürtel y otros (Matas, Fabra), y asumido las consecuencias que de ello se derivan.
No voy a insistir en lo obvio: la crisis económica que desde hace dos años castiga a España con una ferocidad desconocida para toda una generación, la impericia de los socialistas en comprender desde el primer momento los peligros de todo tipo que ésta comportaba y el comprensible retraimiento de una parte de los votantes de izquierda explican por qué los sondeos colocan de momento a Mariano Rajoy en La Moncloa tras las elecciones que previsiblemente se celebrarán en 2012. Por lo demás, y en lo que respecta a la corrupción, no creo que a estas alturas quepa duda alguna de que un eventual triunfo de la derecha traerá como correlato automático el discurso que ya hemos oído en su versión más arrabalera e iletrada en los mítines de Camps, Fabra o la siempre desaforada Rita Barberá. Los votos cosechados, han dicho todos ellos de una forma u otra, expían los abusos cometidos, y el pueblo, el mejor tribunal en última instancia, les absuelve así de los cargos que de forma atrabiliaria les atribuyeron jueces prevaricadores, fiscales partidistas y una policía manejada a su antojo por un Gobierno socialista constituido en régimen y decidido a liquidar la oposición. Para lograr sus objetivos, los socialistas no paran en mientes, según han afirmado tanto la señora Cospedal como el señor Cascos, vicepresidente con Aznar, respaldados de forma oficial por el partido este mismo viernes. Y así los españoles han tenido que escuchar de dirigentes cuyas declaraciones no toleraría ningún partido democrático en Europa cómo los policías trucan las pruebas del sumario o el Ministerio del Interior monta un sistema de escuchas ilegales contra la oposición política.
El que resulte estrambótica no convierte esta hez en menos peligrosa, y convendría no menospreciar su capacidad de desestabilización. La campaña que orquestaron los dirigentes populares contra Baltasar Garzón desde el mismo fin de semana que el juez encarceló al cabecilla de la trama tiene mucho que ver con el irrespirable clima que se ha creado en los tribunales españoles, sectarios y cargados de ideología, en los que el magistrado puede ver liquidada su carrera ante el asombro del resto del mundo.
Mucho me temo que los actuales dirigentes de la derecha sean incapaces de rectificar el rumbo político cuyos principales rasgos he descrito antes, a los que cabría añadir unos cuantos más ensayados con carácter previo en Madrid y Valencia. El desaire a los periodistas, a los que se ignora o se les contesta con excentricidades, obviando que es a los ciudadanos a los que verdaderamente se dirige este desprecio y que en las democracias occidentales el poder se somete cada día al escrutinio de la opinión pública, o al menos a aquella parte de la opinión pública que le interroga. La deformación masiva de la realidad mediante la manipulación de los medios de comunicación social públicos, y aun de aquellos privados que gustosamente contribuyen a cambio de dádivas y privilegios de todo tipo. La bastarda contraposición de un poder del Estado, el Ejecutivo, a todos los demás, especialmente al judicial cuando éste no se pliega de grado a sus exigencias, como se ha visto con Garzón o, en otro orden de cosas, con Caja Madrid. Todo ello muestra, en mi opinión, que el proyecto político de los actuales líderes de la derecha para los españoles, de no mediar rectificación, se reduce, en cuanto a libertades democráticas se refiere, a un bonapartismo sin carisma en el que el principio caudillista de legitimidad acaba embruteciendo y desfigurando una vida política que debería transcurrir, pasados más de 30 años de la aprobación de la Constitución, por vías más homologables con el resto de Europa. Todo ello estaba ahí, en mayor o menor medida, antes del escándalo. La trama corrupta lo ha exacerbado hasta el esperpento actual. Ésas son, creo yo, las verdaderas consecuencias del caso Gürtel, de las que Rajoy y los suyos no quieren, no pueden o no saben desuncirse, y que impide contar con el PP vigoroso y preparado que España necesita para asumir la gobernación sin lastre alguno. Una bribonada, en efecto. Pero no contra el PP, como pretenden, sino contra la mitad del electorado que legítimamente les elige para encarnar y defender sus sueños de progreso, primero, y contra el conjunto de la ciudadanía después.

sábado, 10 de abril de 2010

INTERCAMBIO EPISTOLAR ENTRE CARLOS MONTANER Y SILVIO RODRÍGUEZ

09/04/2010.-
¿Mintió Montaner sobre Martí y Carlos Marx? ¿Fue oportuno Silvio al refugiarse en Mandela para justificar la presencia cubana en África? Veamos este interesante debate que comienza con una carta del cantautor cubano:
Preguntas de un trovador que sueña a Bertold Brecht, por sus preguntas de un obrero que lee. Si el flautista de Hamelín partiera con todos nuestros hijos ¿comprenderíamos que se nos va el futuro?
Si ese futuro que se nos va supiera adónde lo lleva el flautista de Hamelín ¿partiría con él?
Si un huelguista de hambre exigiera que Obama levantara el bloqueo ¿lo apoyaría el Grupo Prisa?
Si los miles de cubanos que perdimos familia en atentados de la CIA hiciéramos una carta de denuncia ¿la firmaría Carlos Alberto Montaner?
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Si algunas firmas meditaran antes de condenar las cárceles ajenas ¿resultarían incólumes las propias?
Si un líder del norte es un líder ¿por qué es caudillo el que nació en el sur?
Si la política imperial es responsable de algunas de nuestras desgracias ¿no deberíamos liberarnos también de esa parte de la política imperial?
Si condenamos la guerra fría ¿nos referimos a toda o sólo a la porción ajena?
Si este gobierno ha sido tan malo ¿de dónde ha salido este pueblo tan bueno?
Aborto (marque con una cruz): asesinato, hedonismo, piedad.
Homosexuales (marque con una cruz): Elton John advierte que Cristo era gay
¿Quién le importa al PP? (marque con una cruz): ¿Zapata o Zapatero?
Si la Casa Blanca devolviera Guantánamo y acabara el embargo ¿qué posición (común) adoptaría el Kama-Sutra europeo?
Si el que hoy maldice, ayer bendijo, ¿con quién pasó la noche?
Si de veras nos haría tanto daño una amnistía ¿por qué no me lo explican?
Si la suma de ambas intransigencias nos extingue y la nada baldía nos arrastra al pasado ¿nuestros hijos tendrán lo que merecen?
¿Qué pasa con los negros? ¿Qué pasa con los amarillos? ¿Qué pasa con los blancos? ¿Qué pasa con los rojos, con los azules e incluso con los hombrecillos verdes?
Si alguien roba comida y después resulta que no da la vida ¿qué hacer?
Si otro Martí naciera entre nosotros ¿podría ser emigrante, rapero, cuentapropista, ciudadano provincial en una chabola periférica?
Patria, Universo, Vida, respeto al semejante y todos venceremos un poquito.
Silvio Rodríguez
21 de marzo de 2010
Respuesta a Silvio RodríguezAbril 1, 2010El cantautor Silvio Rodríguez me ha hecho una pregunta públicamente. Se la voy a responder. Es un magnífico y admirado compositor al que debe tomársele en cuenta. Dice Silvio: “Si los miles de cubanos que perdimos familia en atentados de la CIA hiciéramos una carta denuncia ¿la firmaría Carlos Alberto Montaner?”. La pregunta forma parte de lo que parece ser un poema o la letra de una canción inédita. El texto se titula “Preguntas de un trovador que sueña” y está disponible en un website llamado kaosenlared.net, vertedero ideológico en el que es posible leer elogios a los narcoterroristas de las FARC o a los asesinos de ETA, pero donde, de vez en cuando, aparecen críticas lúcidas a la dictadura cubana.
Por supuesto, Silvio: yo firmaría esa denuncia. La CIA, como todos los servicios de inteligencia, ha hecho cosas deplorables que merecen ser censuradas. Y las ha hecho el ejército norteamericano cuando maltrató cruelmente a los prisioneros. Y las sigue haciendo el Departamento de Justicia de Estados Unidos, y hasta la Corte Suprema, cuando priva a ciertos detenidos del amparo de la ley. Todo eso, incluida la pena de muerte, me parece abominable y contrario a un verdadero Estado de Derecho en el que se respeten las libertades individuales.
Ahora, Silvio, me toca preguntarte a ti: ¿firmarías una carta en la que se denunciaran los atropellos a los presos políticos cubanos y el acoso a las Damas de Blanco? Una carta en la que mostraríamos nuestro respeto por Orlando Zapata Tamayo, Guillermo Fariñas y todo aquel dispuesto a morir defendiendo su dignidad de ser humano. Una carta en la que solicitaríamos la condena a los policías responsables de la muerte de 41 infelices, la mayor parte niños y mujeres, que huían de Cuba en un barco en la madrugada del 13 de julio de 1994. Una carta en la que los cubanos les pediríamos perdón a los somalíes por la matanza de miles de personas llevada a cabo en 1977 y 78 por el ejército cubano en la Guerra de Ogadén, cuando Cuba se alió a la dictadura etíope. Una carta en la que se condenara la censura, el dogmatismo, el partido único, la persecución a las personas por tratar de defender sus ideas políticas, sus creencias religiosas, sus preferencias sexuales. Una carta en la que les dijéramos a los hermanos Castro que 51 años es un periodo demasiado prolongado para continuar imponiéndoles a los cubanos un sistema fallido y cruel en el que ya casi nadie cree, comenzando por ti, Silvio, y por tu talentoso hijo “Silvito”, músico, como tú, a quien apodan “El libre” para diferenciarlos, porque Silvito ha decidido cantar y decir lo que piensa.
Voy a contestar por ti, Silvio: yo creo que la firmarías. Y creo que la firmaría el 90% de los cubanos, hartos ya de esa vieja dictadura de difuntos y flores. Y te diría más: es importante que todos los cubanos interesados en salvar el futuro (porque el pasado lo hemos hecho añicos irremediablemente), los de la oposición democrática y los reformistas del régimen, como es tu caso, se encuentren en un punto medio para buscar una salida a la trampa que nos van a legar los hermanos Castro cuando decidan morirse y nos dejen como herencia un manicomio empobrecido y sin ilusiones patrullado por una legión de policías corruptos.
Hace pocas fechas dijiste que a la palabra “Revolución” hay que quitarle la “R” para comenzar a evolucionar. De acuerdo. ¿Cómo se hace ese prodigio? Se hace vaciando las cárceles de presos políticos, permitiendo la libre expresión de las ideas y la asociación espontánea y sin coacciones de las personas. No se trata de determinar ahora hacia dónde debe ir el país.
Lo que se impone en este momento es abrir los cauces de participación para que los propios cubanos cambien todo lo que haya que cambiar y decidan democráticamente el rumbo que debe seguirse. Después, poco a poco, sin violencia, sin revanchas, pacíficamente, elección tras elección, las piezas irán cayendo en su lugar hasta que salgamos de la etapa actual y la sociedad, si así lo decide libremente, redefina el Estado y el perfil de la convivencia.
¿Hacemos esa carta juntos? Atrévete.
Carlos Alberto Montaner Miami
Réplica a Carlos Alberto Montaner2 de abril, 2010
Montaner:Mi hijo Silvio-Liam es una voz que comienza a extender sus verdades. Él ama a nuestro Apóstol, no le resulta incómodo, no desea borrarlo de la Historia. A él no le crispa que Martí haya dicho: “Viví en el monstruo y le conozco las entrañas”. Él escogió ponerse “el libre” por no sentirse atado. Asume haber nacido así y su padre aplaude que lo sienta y lo diga en su clave generacional.
Desconoces la razón de un joven, pero intentas apropiártelo. No pareces comprender mucho lo que aseguras defender. ¿Será costumbre tuya? Diseñas una Cuba distorsionada que propagan las monstruosas cadenas. Cortando y pegando repartes un odio que ha derribado aviones llenos de inocentes. Siempre he reprobado el hundimiento del remolcador “13 de marzo”.
Pero quién va a creer que te importan los muertos somalíes, cuando no te interesan los cubanos que dieron su vida por un fingido prócer. A mí me conforta saber que no fue en vano el sacrificio de los caídos en Angola. No sólo porque los haya visto combatir y morir pobres y limpios, sino porque fueron consagrados en la eternidad por Nelson Mandela.
Atrévete, Carlos Alberto, a afirmar que Mandela mintió cuando dijo que la presencia cubana en África significó el principio del fin del apartheid.
Sé que tus argucias serán multiplicadas mil veces más que cualquier verdad desde Cuba. Desde esta dignidad cercada continuaré cantando lo que pienso: Sigo con muchas más razones para creer en la Revolución que en sus detractores. Si este gobierno es tan malo ¿de dónde salió este pueblo tan bueno?
Atrévete un día a respetar al prójimo. Atrévete a expulsar la soberbia. Atrévete a merecer un pueblo como este.
Silvio Rodríguez Domínguez
La Habana, Cuba
Segunda respuesta del periodista al carismático cantautor cubanoEstimado Silvio Rodríguez, Me has respondido con cierta vehemencia. No te gustó mi anterior contestación a una pregunta tuya.
Ojalá estos papeles tengan mejor suerte. Mi intención no es hostilizarte, sino conversar civilizadamente. Veamos.
Dices: “Mi hijo Silvio- Liam es una voz que comienza a extender sus verdades.
El ama a nuestro Apóstol, no le resulta incómodo, no desea borrarlo de la Historia. A él no le crispa que Martí haya dicho: “Viví en el monstruo y le conozco las entrañas”.
Él escogió ponerse “el libre” por no sentirse atado. Asume haber nacido así y su padre aplaude que lo sienta y lo diga en su clave generacional”.
Yo también, Silvio, respeto la memoria de Martí, el más ilustre de todos los cubanos, pero no sólo el que, con bastante sagacidad y razón, temía los impulsos imperialistas de Estados Unidos a fines del siglo XIX, sino, además, el que criticó severamente a Marx y alabó a los empresarios con iniciativa al grado de afirmar: “Pero los pobres sin éxito en la vida, que enseñan el puño a los pobres que tuvieron éxito; los trabajadores sin fortuna que se encienden en ira contra los trabajadores con fortuna, son locos que quieren negar a la naturaleza humana el legítimo uso de las facultades que vienen con ella.
Como coincido con Martí, Silvio, y no con Fidel, a mi me parece muy bien que alguien con tu talento haya podido enriquecerse legítimamente, tener propiedades dentro y fuera de Cuba y poseer una próspera empresa de grabaciones construida con el producto de su esfuerzo.
Lo que quisiera es que ese privilegio que te han concedido se convierta en un derecho y se extienda a todos los cubanos. Es cruel y terriblemente empobrecedor que tanta gente talentosa y con iniciativa, como hay en Cuba, tenga que vivir subordinada a los caprichos de los comisarios y los burócratas.
Pero volvamos a la generación de tu hijo, la de Silvito “El libre”, que es, también, la de los míos, y la de Yoani Sánchez y Gorki Águila. ¿No te parece criminal que esos jóvenes estén obligados a suscribir las ideas y prejuicios de unos confundidos octogenarios, paralizados por el miedo y el dogmatismo, que adquirieron sus juicios morales y su percepción de la realidad y de los conflictos sociales hace sesenta años, en otras circunstancias radicalmente diferentes? Tenemos que liberar a las jóvenes generaciones de esa carga nefasta para que sean capaces de construir libremente sus vidas. Eso es urgente.
Sigo con tu carta. Dices: “Diseñas una Cuba distorsionada que propagan las monstruosas cadenas. Cortando y pegando repartes un odio que ha derribado aviones llenos de inocentes.
Siempre he reprobado el hundimiento del remolcador 13 de marzo”.
¡Ay, Silvio! ¿Diseño una Cuba distorsionada? ¿Te parece poco que, desde que se instauró la revolución, hace ya más de medio siglo, el 20% de la población ha huido a bordo de cualquier cosa, pagando el intento con varios miles que han muerto? ¿Son falsos los fusilamientos, los maltratos en las cárceles, los actos de repudio a quienes se atreven a criticar al régimen? ¿Es mentira la censura? ¿Recuerdas cuando apaleaban a los cubanos por quererse ir del país en aquellos “actos de repudio”, que no han cesado nunca porque hoy los organizan contra las Damas de Blanco y los demócratas de la oposición? ¿Se te ha olvidado como encerraban a los homosexuales en campos de concentración, como los echaban de la universidad tras humillarlos públicamente? ¿No es verdad que en la primavera del 2003 encarcelaron y condenaron a penas de hasta 28 años de cárcel a 75 personas por prestar libros prohibidos, pedir un referéndum y escribir crónicas en los diarios extranjeros? ¿Qué tiene que ver la denuncia de esas monstruosidades con el condenable derribo de un avión de “Cubana de Aviación” lleno de inocentes, crimen que me parece repugnante? Tú condenas, y yo creo en tu sinceridad, el hundimiento del remolcador “13 de marzo” y el asesinato en ese episodio de 41 personas, pero ¿por qué no alzaste tu voz en la Asamblea Nacional del Poder Popular para denunciar el crimen? Eras un diputado, un representante de la sociedad.
¿Por qué callaste? Si quienes pueden hablar no se atreven a hacerlo se convierten en cómplices de la barbarie y contribuyen a perpetuarla.
Quienes desean cambios deben proclamarlo con valentía.
Y luego dices: “Pero quién va a creer que te importan los muertos somalíes, cuando no te interesan los cubanos que dieron su vida por un fingido prócer. A mí me conforta saber que no fue en vano el sacrificio de los caídos en Angola. No sólo porque los haya visto combatir y morir pobres y limpios, sino porque fueron consagrados en la eternidad por Nelson Mandela. Atrévete, Carlos Alberto, a afirmar que Mandela mintió cuando dijo que la presencia cubana en África significó el principio del fin del apartheid”.
Claro, Silvio, que me importan los miles de muertos somalíes exterminados por el ejército de Cuba en una guerra desigual y sin piedad que nada tenía que ver con la lucha contra el apartheid y sí con darle una victoria a la dictadura etíope, entonces aliada de la URSS. Como me importan, y mucho, los tres mil cubanos que dejaron la piel en África, sólo porque Fidel Castro, sin consultar con nadie, ni siquiera con el Partido Comunista, decidió convertirse en un líder planetario y transformó a la pobre Cuba en la punta de lanza de sus apetencias de renombre internacional y en el peón más agresivo y oportunista de la Guerra Fría.
¿Para qué tanto sacrificio? Al final, las tropas cubanas, entre otras ironías de esa insensata carnicería, acabaron custodiando los intereses petroleros norteamericanos en la zona de Cabinda, y hoy Angola es una nación capitalista deseosa de olvidar los años en los que planeaba construir un estado calcado del modelo soviético.
En Angola ya nadie recuerda aquel proyecto revolucionario por el que murieron tantos cubanos inútilmente.
¿No crees que es hora de poner punto final a la utilización del pueblo como carne de cañón para saciar las ansias de notoriedad de una camarilla sedienta de poder y gloria? ¿No crees que el arrendamiento de profesionales cubanos para pagar deudas, como si fueran esclavos, en nombre de la solidaridad internacional, es una ofensa profunda al honor nacional? Mi admirado Mandela, Silvio, no mintió: tiene, sencillamente, un ángulo diferente al mío sobre el papel de las tropas cubanas en África. En todo caso, lo que me emociona de Nelson Mandela no es su discutible opinión sobre el rol de las tropas cubanas en ese continente, sino esa democracia y esa libertad sin ira que les llevó a todos los sudafricanos en lugar de seguir el ejemplo totalitario de Fidel.
Terminas tu carta de una forma curiosa: “Sé que tus argucias serán multiplicadas mil veces más que cualquier verdad desde Cuba.
Desde esta dignidad cercada continuaré cantando lo que pienso: Sigo con muchas más razones para creer en la Revolución que en sus detractores. Si este gobierno es tan malo ¿de dónde salió este pueblo tan bueno? Concuerdo contigo, Silvio, en que la prensa libre será más generosa con mis explicaciones que con las tuyas, pero no es tu culpa.
El mundo al que se adscribía la revolución cubana se derrumbó con el Muro de Berlín y hoy esa dictadura es sólo un viejo y desacreditado fósil, apenas emparentado con Corea del Norte, porque ya ni siquiera China y Vietnam son regímenes comunistas, aunque, lamentablemente, sigan siendo dictaduras gobernadas por un partido único con mano de hierro.
No obstante, me parece legítimo que continúes cantando lo que piensas e insistas en defender la revolución y la dictadura comunista. Ese es tu derecho. Te diré más: la Cuba con la que sueñan millones de cubanos debe ser un país en el que tú puedas cantar lo que piensas, pero en el que también quepan Gloria Estefan, Willy Chirino, Paquito D¥Rivera y Los Aldeanos. Una Cuba sin exclusiones.
Entre todos, Silvio, tenemos que forjar esa Cuba tolerante en la que no se persiga a nadie por manifestar sus ideas. No te equivocas cuando dices que el cubano es un pueblo “bueno”. Todas las dictaduras comunistas padecían malos gobiernos, pero tenían pueblos buenos en los que no faltaban los Sajarov, los Walesa y los Havel.
En Cuba también abunda esa clase de héroes. Muchos están presos.
Tenemos que encontrarnos en un claro de la historia patria para darnos ese abrazo de reconciliación, libertad y cambio que casi todos anhelamos. Saltemos sobre nuestras diferencias, Silvio, y hagamos un mundo mejor para nuestros hijos.
Un mundo democrático y libre, como esas veinte naciones que están a la cabeza del planeta; esas veinte naciones a las que quieren escapar tantos cubanos jóvenes, como tú mismo acabas de advertir muy preocupado.
Entre todos, Silvio, pacíficamente, podemos cambiar nuestro destino y salvar el futuro.
Con genuina cordialidad cívica, Madrid, 3 de abril de 2010
Segunda réplica a Carlos Alberto Montaner (Letanía)La Habana, 9 de abril de 2010
Montaner:Sé que, cuando Marx murió, Martí le dedicó algunas frases de homenaje, si mal no recuerdo “por haberse puesto de parte de los pobres”. Por favor, ilústrame y muéstrame las “críticas severas” del Apóstol al autor de El Capital.
Montaner:Antes de la Revolución, la mayoría de los cubanos no podía ni soñar con tener casa propia. Mi familia entre ellos. El único inmueble que ahora mismo poseo es mi casa. Infórmate mejor, porque hasta el día de hoy no tengo propiedades o empresas en Cuba o en el extranjero.
Montaner:En algunas entrevistas y canciones, a través de una trayectoria de más de 40 años, he señalado lo que he considerado criticable del proceso revolucionario. En otras he apoyado este proceso, sin caer jamás en el servilismo o el panfleto. No hay dualidad en esto. En ambas facetas soy el mismo cubano pretendiendo asistir a los suyos.
Montaner:No me molesta un gobierno de ancianos. En muchas culturas antiguas tener edad, por la sensatez inmanente, era un requisito para gobernar. Acuérdate de que tú también adquiriste tus “juicios morales, tu precepción de la realidad y de los conflictos sociales” hace medio siglo. No pretendas venderte como prospecto de la generación del dos mil, que no te queda bien.
Montaner:Los fusilamientos se originaron en los primeros meses de la Revolución, contra criminales de guerra del batistato: torturadores y asesinos probados en los juicios que el pueblo de Cuba miró sobrecogido. La guerra despiadada que nos impuso la CIA obligó al gobierno a mantenerla como medida persuasiva. Con los años me he dado cuenta de que la pena de muerte es algo que debiera abolirse en todo el mundo, por incivilizada. Estoy convencido de que el cese de las hostilidades contra Cuba sería el principio del fin de la pena de muerte en nuestra Patria.
Montaner:La oposición, en las prisiones, enfrenta el mismo drama que en las calles: no tienen pueblo, sus posiciones los alejan de las masas. En el 2008 más de treinta artistas e intelectuales visitamos 16 prisiones y cantamos ante más de 40 mil reclusos. Los malos tratos que ustedes manifiestan no tienen nada que ver con la mucha preocupación que vimos en las autoridades carcelarias de todos los penales que visitamos. El mismo hecho de que exista un movimiento de aficionados tan poderoso en las prisiones cubanas contradice profundamente la versión que ustedes propagan.
Montaner:No estoy de acuerdo con los actos de repudio, pero otros cubanos se indignan hasta el punto de cometerlos. Los cubanos de Miami hacen lo mismo. Debe ser la parte triste de nuestro karma. Encuentro lógico que las madres y esposas de los presos se preocupen por sus familiares y que lo manifiesten. No me parece muy honesto que reciban ayuda económica de otro gobierno y mucho menos de connotados terroristas, como parece ser el caso de ciertas señoras. La censura, como en otros países, existe en Cuba. Y ahí donde estás ahora mismo, existe también, sobre todo para los que no piensan como tú.
Montaner:Me parece que no te corresponde decir lo que recuerdan los angoleños. A mí me consta que recuerdan mucho y bien la desinteresada ayuda de los cubanos. En Cuba nunca se ha usado una gota de combustible de Cabinda, donde estuve personalmente y vi caer a hombres extraordinarios, defendiendo ese petróleo para que una Angola soberana decidiera su suerte.
Montaner:Si tanto deseas que Cuba sea mejor, cambia tu lógica y empieza a luchar contra el bloqueo. El bloqueo es genocida, inmoral, impresentable. Mientras exista será la justificación para no bajar ni un ápice la tensión defensiva. Si quieres tanto a los somalíes, supongo que debes querer al menos igual a los niños cubanos. Pues bien: los niños cubanos, gracias al bloqueo, este año no podrán entrar masivamente a los conservatorios musicales. Y no me vayas a decir que el gobierno cubano se volvió loco y ahora quiere destruir lo que construyó. En tus manos queda hacer felices a cientos de miles de niños del país en que naciste.
Por eso, Montaner:
Lucha contra el bloqueo para que el talento que lleva 50 años floreciendo no se frustre.
Con probada vocación patriótica e internacionalista,
Silvio Rodríguez Domínguez.
PD: La todopoderosa “Gran Prensa” que te apoya ya empezó a publicar versiones convenientes de este careo. Sé demócrata cabal (y cívico) y pídeles que muestren íntegras mis palabras.

viernes, 9 de abril de 2010

Ricky Martin y “El fin del hombre”

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 06/04/2010.-
Arribar a un estadio “post-humano” es una posibilidad que plantea Francis Fukuyama en su libro “El fin del hombre”; pues este profesor estadounidense de origen japonés que saltó a la fama tras escribir un artículo en el que aireó la tesis del “fin de la historia”, de la que luego se retractaría, afirma que el avance de la biotecnología encaminará a los humanos a una transformación radical en la medida en que las manipulaciones genéticas cobren fuerza.
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Analiza Fukuyama en el desarrollo de su nueva tesis que muchas de las conductas atribuidas hasta ahora a algunos individuos, no tienen su origen exclusivo en la influencia del entorno, sino que un componente importante viene dado por genes que moldean el comportamiento.
La hiperactividad, la distracción e incluso una conducta criminal, pueden tener sus raíces en sustancias neuroquímicas, por lo que las terapias psicológicas para tratar estos trastornos resultan, a la luz de estos hallazgos científicos, simples musarañas inefectivas.
La cura a estas y otras perturbaciones de índole semejante habrá que buscarlas en un futuro inmediato en la biotecnología que no sólo brindará la oportunidad de solucionar problemas que alteran el comportamiento social de los individuos, sino que generará otros mayores que incidirán en el modo en que producimos las riquezas y por ende cambiarán las relaciones sociales e incluso la base que la sostienen que es la familia que conocemos hasta hoy; la familia que nació con el capitalismo industrial. Pues resulta que los más ricos podrán manipular los genes de sus futuros hijos para que sean más inteligentes, para que tengan los ojos, la nariz, la boca y hasta el color de la piel a la manera que deseen.
Pero bien, volviendo a lo expresado en principio con relación a la información genética que moldea nuestro comportamiento y preferencias, Fukuyama afirma que “en cuestiones de genes e inteligencia, genes y crimen, y genes y preferencia de sexo, la izquierda rechaza con vehemencia las explicaciones biológicas”, pero en torno a la homosexualidad piensa que es hereditaria; la derecha por su parte, opina lo contrario.
Viendo estas posiciones, pienso que Enrique Martín Morales, después de revelar sus preferencias sexuales por los varones, se decantaría por la posición de la izquierda, pues así se libera de las culpas sociales, religiosa y de los índices sindicados de intolerantes.