domingo, 27 de junio de 2010

El reconteo favorece al PLD hasta ahora

Loida Peña
Hoy 27/06/2010.-
Un caudal de votos que estaban anulados u observados se suman a la enseña morada
En todos los colegios electorales sometidos a revisión de votos nulos y observados el reconteo ha favorecido a los candidatos del Partido de la Liberación Dominicana.
La revalidación de sufragios podría incluso costarle algunas regidurías al Partido Revolucionario Dominicano en el municipio Santo Domingo Este.
Ayer la revisión de
El examen de votos nulos y observados podría implicar la pérdida de algunas regidurías al Partido Revolucionario Dominicano (PRD), incluida la de Robert Arias en el municipio Santo Domingo Este.
La eventualidad fue explicada de manera extraoficial, al concluir la revisión de votos en la Junta Electoral de ese municipio, ordenada por la Cámara Contenciosa, a solicitud del PRD, que luego trató de desistir del reconteo.
Más votos para PLD. En todos los colegios electorales examinados hasta ahora la mayoría de los votos revalidados son del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
El último de ellos fue el de Hato Dama, San Cristóbal, computado ayer en la sede de la Junta Central Electoral (JCE) sin la presencia de los delegados del PRD, a pesar de que a petición de esa organización fue que se ordenó la revisión.
De 27 votos nulos y observados examinados, nueve fueron validados, de los que seis correspondieron al PLD y tres al PRD.
Discusiones y forcejeos. Durante la revisión de votos nulos y observados de San Cristóbal, Neiba, Azua y Rancho Arriba que se realizaba ayer en la sede de la JCE, se produjeron algunos conatos de incidentes que requirieron la intervención de la seguridad de la insttitución y del presidente de la Cámara Contenciosa, Mariano Rodríguez.
El primero de ellos lo provocó el doctor Marino Berigüete, abogado del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) en uno de los casos, cuando se le impidió que participara como observador en un proceso, debido a que no es delegado.
Amenazas. Otra agitada discusión se produjo entre los delegados del PRD y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) ante la Junta de Neiba, en el salón donde eran revisados los votos del municipio El Palmar, por un error en la resolución de la Cámara Contenciosa que ordenaba el examen del nivel A, en luggar del B.
El doctor Francisco Cuevas, delegado del PRD, se opuso de manera tajante a la revisión hasta tanto la Cámara corrigiera el error por sentencia, no obstante haber sido aclarado mediante una comunicación de la secretaria del tribunal, Zeneida Severino, a quien restó calidad para hacerlo.
“A nosotros no nos van a hacer chanchullos aquí, como se hicieron en las elecciones enteras; vienen con esa carta bajo la maga para querer engañarnos, aquí lo que están es llamando al pueblo a una guerra civil”, dijo el delegado del PRD en reiteradas ocasiones.
En respuesta, el delegado del PLD, Rosendo Vásquez, lo acusó de estar predispuesto, y de ir allí a echarle lodo a la JCE.
Ante la imposibilidad de un acuerdo, Cuevas y Robert Polanco, del PRD, interceptaron al magistrado Rodríguez en el pasillo, le plantearon su queja, criticaron el error de la Cámara, y él lo justificó diciéndoles que errar es de humanos.
Los incidentes podrían seguir puesto que el conteo en la Junta es hasta el 28.

sábado, 26 de junio de 2010

Abandonados a su suerte

Roberto Rodríguez-Marchena
Perspectiva Ciudadana 25/06/2010.-
En los Estados Unidos acaba de ocurrir otra tragedia social. Hace unas horas, los republicanos en el Senado lograron obstruir una iniciativa demócrata que extendía las ayudas a los desempleados, a los gobiernos estatales y municipales (muchos en quiebra) y contribuciones al seguro de salud para millones de personas pobres (Medicaid). A los demócratas les faltaron 3 votos.
La decisión significa que dentro de una semana, el 1º de julio, 1.2 millones de estadounidenses desempleados perderán la pequeña ayuda que les otorga el gobierno federal y que utilizan para adquirir alimentos y otros bienes y servicios. En los EEUU hay 15 millones de personas desempleadas, 45 millones de personas sin seguro médico y 100 millones están subaseguradas.
Los republicanos alegaron que el proyecto de ley aumentaría el creciente déficit del gobierno federal, establecía impuestos ‘destructores de empleo” y desestimularía a los desempleados a buscar activamente empleo.
Una decisión política que daña gravemente a seres humanos en necesidad y debilita los esfuerzos por reactivar la demanda de bienes y servicios.
El rescate a los banqueros en dificultad luego de su irresponsable práctica de convertir el mercado financiero en un casino, costó 700 mil millones de dólares a los contribuyentes estadounidenses.
Según el Informe Anual sobre la Riqueza en el Mundo elaborado por Merrill Lynch y Capgemini, en medio de la peor crisis económica que se recuerde en los EEUU luego de la Gran Depresión de los años 30, los 2 millones 866 mil millonarios de ese país vieron crecer su fortuna en 16.5 por ciento el año pasado.
Las guerras de Irak y Afganistán –de acuerdo a Joseph Stiglitz- costarán 3 billones (trillones EEUU) de dólares, es decir, 3 millones de millones de dólares, un muy buen negocio para el complejo militar industrial, que serán aportados por los mismos contribuyentes estadounidenses.
Para los muy ricos hubo y habrá piedad, compasión y comprensión. En su auxilio no importó ni importará el creciente déficit público. En 2001, para facilitar “el ahorro creador de empleos”, George W. Bush les redujo los impuestos que debían pagar. Tanto “ahorraron” que se dedicaron a especular.
Para las clases media y trabajadora estadounidenses, la respuesta es que se acabó el rescate, no hay dinero, y "estamos muy preocupados con el déficit público”.
Lanzados al desamparo, es comprensible el descontento creciente de los ciudadanos estadounidenses con la “corporate class y el establishment de Washington”.
Santo Domingo, 25 de junio de 2010
roberto@perspectivaciudadana.com

viernes, 25 de junio de 2010

La Junta sin ganadores

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 25/06/2010.-
A casi mes y medio de las votaciones, la Junta Central Electoral no proclama los ganadores. Este hecho nos recuerda procesos electorales pasados en los que el sobresalto atrapaba a los partidos, a los votantes y los no votantes, sumiéndonos en una parálisis que afectaba la vida económica y social del país. Todos sabemos que aquello era la consecuencia de torneos marcados por los fraudes en que la institución responsable de montar y administrar esos eventos actuaba en complicidad con los beneficiarios de aquellas tramposerías que impedían nuestro fortalecimiento institucional.
La vigilancia doméstica y el monitoreo internacional nos empujaron a fortalecer y transparentar el tribunal de elecciones, que hoy cuenta con jueces honorables que se han ganado el respeto de los dominicanos de los diferentes niveles de la sociedad, por sus condiciones profesionales y apego al mandato de la ley. Los problemas derivados del proceso, no son por lo tanto responsabilidad de la Junta, sino de la ley electoral con voto preferencial, pensada quizás con la intención de convertir el proceso de elección de los candidatos y candidatas a cargos electivos, en más directo y democrático.
Esta ley, antes que venir a resolver un problema de déficit de democracia, ha venido a crear un escenario de enfrentamientos entre candidatos de la misma organización política que han convertido los procesos en verdaderos actos de canibalismo. Y ella, de la mano de la desidia de los partidos políticos para usar cedazos en los procesos de selección para las candidaturas, hace que los certámenes se conviertan en batallas gansteriles por las que corre el dinero sucio (y a veces lavado) con el que se compran votos y se venden candidaturas sin plataformas programáticas, discursos ni propuestas.
Ya ni los discursos demagógicos asoman, porque las palabras, sinceras o falsas, no tienen valor alguno frente al peso que corrompe a electores y cuadros políticos. Queda claro entonces que debemos repensar la ley electoral con todo y el voto preferencial, que las organizaciones políticas deben manejar con mayor responsabilidad el tema de sus militantes y candidatos, porque de lo contrario cavaremos la tumba del sistema de partidos en la República Dominicana para pena de la democracia, la gobernabilidad y el deseo de producir riquezas para repartirlas con equidad.

martes, 22 de junio de 2010

EEUU: Pateando traseros

Por Atilio Boron*
ALAI AMLATINA, 11/06/2010.-
Días atrás el presidente Barack Obama le pidió a sus colaboradores que le dijeran cuál era el trasero que tenía que patear para castigar al culpable del peor desastre ecológico de la historia producido por la BP en el Mar Caribe. Recogiendo tan sana inquietud me permito proponerle una lista, preliminar, de traseros a patear.
En primer lugar, debería solicitarle a la Primera Dama que le propine una buena patada en su presidencial trasero porque usted no es ³el negrito del batey² -como le llaman en el Caribe al chico de los mandados- sino el primer magistrado de la más formidable superpotencia que jamás haya existido sobre la faz de la tierra. Y si los bandidos de la BP contaminan las costas de su país es porque usted ­así como sus predecesores- ha sido blando, débil y timorato con los oligopolios petroleros que hace décadas vienen practicando un verdadero ³ecocidio² en Alaska y en el Golfo de México, donde accidentes como el que hoy lo desvela era seguro que, más pronto que tarde, irían a producirse.
Blandura y complicidad también evidenciada con los truhanes del casino financiero global, con sede en Wall Street, que primero provocan una crisis y luego exigen un rescate que usted ejecuta con fondos públicos, expropiando el ahorro y los ingresos de los contribuyentes norteamericanos.
Un puntapié en su trasero por ignorar que esas grandes firmas están casi invariablemente dirigidas por delincuentes de ³guante blanco², protegidos por la Casa Blanca, los congresistas de ambas cámaras, los grandes medios y los lobbies que financian las campañas políticas de representantes y senadores a cambio de garantizar la impunidad de los oligopolios en su agresión al medio ambiente.
Pero además su esposa Michelle debería darle otro puntapié a su trasero por caer en el infantilismo de creer que se construye poder político apelando a los twitters, facebooks y demás gadgets informáticos. Eso puede, ocasionalmente, crear un efímero clima de opinión pero nada más. Para combatir a los tiburones de Wall Street y al complejo militar-industrial se requiere mucho más que eso. Mire lo que hizo uno de sus predecesores, Franklin D. Roosevelt, que pudo realizar muy significativos cambios en la economía de EEUU (ley del seguro social, riguroso control del sistema bancario, impuestos a la riqueza y la renta, banco central, etcétera) apoyado en dos instituciones que movilizó y potenció en su gravitación: sindicatos obreros y su propio partido. Usted, deslumbrado por los progresos de la informática, pensó que en la época actual estos recursos ya no sirven. Y se equivocó.
Pero no es usted el único que merece un buen puntapié. Otros conspicuos traseros que claman por fuertes patadas son los del Secretario de Energía de EEUU, los de los presidentes de las comisiones de Energía de la Cámara de Representantes y del Senado y, por supuesto, los sucios traseros de los integrantes de su equipo de asesores económicos (y muy especialmente Lawrence Summers y Robert Rubin, artífices de la completa desregulación del mercado financiero y autores intelectuales de la actual crisis económica).
No se olvide también de propinarle otro a los estafadores de Goldman Sachs, que ³dibujaron² los números macroeconómicos de Grecia (¡y vaya uno a saber de cuántos países y empresas más!) y los bribones de Moody¹s, que con sus fraudulentos cálculos de ³riesgo país² favorecieron a sus socios sumiendo a numerosos países en profundas crisis económicas.
Ya que estamos en esto no se olvide de asestarle también una violenta patada en el trasero a sus compinches y peones en Tel Aviv, que se creen que tienen licencia para matar impunemente a palestinos, o someterlos, como en Gaza, a un lento genocidio parecido al que el pueblo judío tuvo que soportar a manos de los nazis, por ejemplo, en el Ghetto de Varsovia.
Y, de paso, usted merece otro puntapié en su insigne trasero por olvidarse que es un Premio Nobel de la Paz y respaldar a ese gobierno de fanáticos fundamentalistas, racistas y genocidas -que gracias a la política imperialista de sucesivos gobiernos estadounidenses disponen de las únicas armas atómicas que hay en Medio Oriente- y permitir que continúen burlando las disposiciones de la ONU y las reglas más elementales de la legalidad internacional. Puntapié más que merecido porque sabiendo todo esto usted se empecina en denunciar el armamento nuclear que ... ¡podría llegar a tener Irán, pero que ahora no tiene!
De paso, podría darle un buen puntapié a la Secretaria Hillary Clinton, preocupadísima por la carrera armamentista según ella desencadenada por Venezuela, pese a que su gasto militar apenas equivale a la cuarta parte del de Colombia. ¡Ay!

*Atilio A. Boron es Director del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales (PLED), Buenos Aires, Argentina.

La selección argentina toma partido

He recibido la foto que comparto con ustedes con una nota que pueden leer a continuación: "PARECE SER QUE A ESTA FOTO LOS MONOPOLIOS INFORMATIVOS LA HAN BLOQUEADO POR 10 DIAS Y YOUTUBE LA ACABA DE BLOQUEAR JUSTO HOY QUE LES HACEN EL ADN A LOS NOBLE, por las dudas hagámosla circular, no es sólo por las Abuelas, también para los 400 nietos que buscamos, gracias".

domingo, 20 de junio de 2010

Apología de las palabras...

Conferencia en Fundación Corripio. Dictada por Juan Carlos Mieses en un ejercicio de reflexión con impresionante belleza y abarcadora inclusión de distintas épocas de la historia de los hombres que a través del uso de la palabra hablada o escrita ayudaron a conformar nuestro universo de la comunicación
Hoy (Areito)
20/06/2010.-
Los lingüistas, los filólogos, los gramáticos, los semiólogos o los académicos las pueden examinar, a la manera de un cirujano que desnuda el interior de un cuerpo. Las pueden definir en base a sus características físicas, a sus vocales, o a sus consonantes. Las pueden estudiar por sus signos, por sus orígenes o por su posterior evolución. Las pueden clasificar por sus denotaciones primarias o por las connotaciones que las matizan y las enriquecen. Las pueden catalogar por sus curvas melódicas o por sus acentuaciones. Las pueden aislar por sus funciones o su posición en la frase. Las pueden considerar castizas ? como un cristiano viejo de la época de la conquista de Granada ? o las pueden tildar de bárbaras porque acaban de pasar una frontera lingüística, más o menos ilegalmente, y aun no han recibido las bendiciones oficiales de alguna academia.
Pero ni aún la suma de tanta reflexión, de tanto conocimiento, nos dirá todo sobre esa entidad inasible que es la palabra; quizá porque en contradicción con la noción misma de cordura o de razón, las palabras, sin perder su esencia inicial, son más que ellas mismas y a pesar de estar constituidas de materiales perfectamente identificables, de poseer una pequeña y limitada cifra de sonidos, de tener un número exacto de fonemas, de existir en una cantidad finita más o menos determinada en cada idioma, sus posibilidades de creación de imágenes, de ideas, de sentimientos, de matices, de expresiones, de símbolos o de sugerencias son ilimitadas como las ondas circulares de un guijarro ideal en la superficie de un lago sin orillas ni horizontes. Las palabras se parecen a nosotros, quizá porque son el reflejo de nuestro espíritu, la expresión de lo que hay en el hombre de más asombroso y de menos explicable y traen dentro de sí, como nosotros, el ansia de una posible eternidad, de un inasible infinito.
Nuestra la lógica no las contiene, ni tampoco las fronteras del tiempo nuestro o del espacio nuestro y así como un grano de arena contiene la historia del río que lo pule a través de los siglos, así, en una sencilla palabra cualquiera podemos reconocer, si sabemos mirar, las voces de los hombres y de las mujeres que vivieron antes que nosotros y que las usaron para articular su amor o para expresar sus rencores, para enunciar sus miedo o para compartir sus esperanzas o sencillamente para plantearse las preguntas fundamentales que todos nosotros, en algún momento de nuestra vida, nos planteamos: ¿Qué y quiénes somos? ¿Cuál es nuestro origen? ¿Cuál es nuestro porvenir como individuo y como especie?
Existe en las palabras, además, un aspecto que nos hace pensar en una noción que trasciende las dimensiones de la normalidad y que nos empuja sutilmente por sendas inexploradas; ellas, cuyo papel consiste en nombrar, en iluminar, en aclarar, en señalar… se ven a menudo perdidas, atrapadas por la complejidad de este mundo que gira entre abismos sin fondo y en donde la armonía convive con el caos; este mundo nuestro tan maravilloso y tan aterrador que para sentirnos seguros y apaciguar nuestro inquietud llamamos Realidad, porque de alguna manera tenemos que lidiar con esa inmensidad que llamamos Cielo, con esa continuidad arrolladora que llamamos Tiempo o con esta ola de carne dolorosa y breve que llamamos Vida. Y esas sendas nos hacen recordar también una noción usada y abusada por los siglos de los siglos: la noción de milagro; pero, no en el sentido personal del ser humano embriagado por sus afanes de salvación, sino como el que sugieren esos versos, hechos con las cosas de todos los días y con otras que en lo misterioso vio Rubén Darío o como sugiere el viejo Whitman cuando afirma: “Ver, oír, tocar son milagros…” y nos recuerda que todo es un milagro, por ser la vida tan portentosa, tan asombrosa y tan llena de misterios.
Y si es así, entre los prodigios de la vida cotidiana, hablar, entender, pensar, leer, escribir, es decir, existir en el mundo de las palabras y de las ideas, constituye entonces el más asombroso de los milagros en la escala de Whitman.
Un inglés irónico y profundo dijo una vez una frase tan elegante como verdadera: “La naturaleza imita al arte”, lo que a mí me hace pensar en aquel campo de cereales que instaló la nostalgia en los dorados cabellos del Principito, o sencillamente, en este mundo que un poeta visionario aunque ciego, no podía imaginar sin los aforismos de Oscar Wilde.
Y es que existe ciertamente una relación a la vez ambigua y evidente entre la dimensión de las palabras y las otras dimensiones de lo real, y uno de los aspectos más atractivos de esa ambigüedad es ese vínculo impreciso, fluctuante y lleno de sugerencias que existe entre las cosas y las palabras, entre lo dicho y lo posible, entre las entidades y los signos.
Basta recordar la versión de San Jerónimo del primer día ? en base al Génesis de los hebreos ? para imaginar lo inimaginable: las circunstancias de aquel momento mítico cuando la luz imitó a la palabra. El mundo era un lugar oscuro y vacío, el Verbo, que flotaba sobre las aguas, se convirtió en luz y separó las tinieblas de las tinieblas. En ese instante la palabra y el resplandor nacieron al mismo tiempo, fueron la misma cosa.
Esa imagen, independientemente de su simple veracidad, nos hace pensar en un universo que es más un concepto espiritual que una entidad hecha de materia y de energía. Ese mismo aspecto es el que Hermógenes y Crátilo analizaran una vez en compañía de Sócrates en las calles de Atenas. ¿Contienen las palabras la esencia de las cosas que nombran o esa relación entre el vocablo y el objeto es tan sólo una sencilla convención humana? Se preguntaban.
Y ese vínculo tenue y tentador, Jorge Luis Borges, trastocando los acentos en nombre de la rima, lo retoma a su manera siglos más tarde, y dice:
Si (como afirma el griego en el Cratilo)
El nombre es arquetipo de la cosa,
En las letras de ‘rosa’ está la rosa
Y todo el Nilo en la palabra ‘Nilo’.
Y estos versos nos hacen volver a Mallarmé. Evidentemente no basta la idea de un cuadro para pintarlo; tampoco basta el pensamiento de un poema para escribirlo. Sospecho que esta afirmación puede invitar a algunos a hablar de talento o de dones; a otros los puede llevar a recordar al Martín Fierro y a recitar junto con él:
“No canta quien tiene ganas sino quien sabe cantar”
Es un hecho, las palabras que utilizamos no las hemos inventado nosotros. Estaban ahí, antes de que naciéramos. Otros las habían usado con anterioridad o habían abusado de ellas; otros las habían pervertido, ensuciado, corrompido tal vez, pero aun así, las palabras se vuelven nuevas de repente, adquieren un nuevo sentido, un nuevo rostro cuando las usa el poeta, el autor, el escritor, y dejan atrás cualquier resabio de vulgaridad como cuando Bertolt Brecht, evocando el rocío del amanecer en los Bosques Negros, dice: “al alba los abetos mean en el gris” o cuando, detrás de vocablos tan aparentemente atroces como herida o desangrar descubrimos, con fascinación y deleite, la más dramática y admirable imagen de una rosa que haya propuesto un poeta:
“Para ser como tú, sólo una herida,
Abierta y desangrándose en el aire”.
Las palabras, con todo su encanto y toda su belleza -al igual que aquellas sociedades abiertas que tan agudamente definiera Karl Popper- representan el más formidable enemigo del Status Quo, porque llevan en su seno un germen indestructible, como otro fantasma que recorre el mundo, el fantasma del cambio irrefrenable de la vida, de la sociedad y del hombre.
Y esa característica, les confiere un rol forzosamente inquietante y amenazador para aquellos que optan por olvidar que la vida es precisamente eso: cambio continuo. Lo queramos a no, el Ser de Parménides, con toda su quietud, su aparente perfección en el tiempo y en el espacio, está destinado a ahogarse triste y majestuosamente en el río de Heráclito. Y no podría ser de otra manera; las palabras rejuvenecen con cada generación, representan el espíritu de cada época, y más que representar las épocas, las reformulan, las sugieren, las anuncian como magníficos heraldos temporales. Redefinen sus características; puntualizan sus conflictos, plantean posibles soluciones y hacen del escritor, aunque éste no se lo proponga, aunque lo niegue o lo rehúya -él, que se piensa presuntuosamente demiurgo de las palabras- hacen de ese escritor su instrumento y su oficiante.
Esa característica nos hace comprender por qué las mismas palabras que desde lo alto de los alminares proclaman la eterna grandeza de Allah; las que celebran el amor perenne en canciones desesperadas; las que desde los foros, los capitolios o las asambleas de notables rigen, por medio de leyes y dictámenes el comportamiento social y definen las verdades oficiales con vanos sueños de futuro y de absoluto, las que sostienen los reinos, los emiratos o las repúblicas con principios que se pretenden sagrados y que proclaman la perfección de sus axiomas, son las mismas que expresan la inconformidad, la angustia o la cólera de las naciones, de los grupos o de los individuos; las que le cantan a la vida desde los pastizales de America; las que aplauden la libertad y la dignidad del hombre; las que formulan las dudas, las que manifiestan el escepticismo, las que provocan y siempre han provocado, tanto temor, tanta desconfianza y tantos escozores en los inquilinos de los salones imperiales de antes y de ahora.
Casi me atrevería, si fuera más temerario que valiente, a afirmar que las palabras hacen al escritor, como esos personajes de Pirandello que deambulan entre las candilejas y rozan los decorados en busca de un autor.
Y por eso esta noche, aquí, ahora, con este puñado de silabas en la mano, pienso en Hamlet frente a la tumba de su padre; pienso en él, porque sé que para las palabras, ser o no ser no es el problema, sino ser y no ser al mismo tiempo; y como otro Hamlet me pregunto: ¿Cuáles calaveras esconden estas palabras detrás de sus rostros maquillados? La respuesta es evidente: detrás de sus rostros se esconden todas las calaveras, porque las promesas de una muerte que no es otra cosa sino transformación y renovación, no abandonan nunca ni al hombre, ni a las galaxias, ni a los dioses, ni a las palabras.
Así son las palabras de las que hablaba Stefan Mallarmé, como la vida que anuncia, con su sólo existencia su inevitable fin; como el río que corre indefectiblemente hacia el estuario que delimita su recorrido; como la luz que crea su propia e ineluctable sombra.
Y por eso los versos de Pedro Mir ? que no por ser bellos dejan de ser despiadados, plumón de nido, nivel de luna, salud del oro, guitarra abierta… marcan el final de un viaje de miseria y de dolor por los campos de la patria, porque como las monedas o los corazones, o como la luna, las palabras también tienen un lado no siempre visible, aunque no siempre oscuro, pero siempre presente y siempre significativo.
Y cuando Bertolt Brecht aconseja:
Alabad el árbol que desde la carroña sube jubiloso hacia el cielo
Alabad la carroña
Alabad el árbol que se la come
Pero alabad también el cielo
Lo dice, pienso, porque sabe que como el árbol, las palabras tienen sus orígenes en la tierra y sus ambiciones en el cielo y que cuando el poeta dice flor, esa flor guarda entre sus raíces motas de fango, y cuando un escritor dice hombre, pensando tal vez en la saga de la humanidad, en los prodigios de Atenas, en la odisea de los conquistadores, en el esplendor del Siglo de Oro español… ese escritor, que dice hombre, piensa tal vez en todo eso, pero esa sencilla palabra invoca también, aunque él no lo pretenda, al pueblo, a la multitud, a la masa, a la chusma de la que hablaba Carl Sandbourg, y es así como la palabra estrella nos impulsa hacia un universo que se expande cada vez más y al hacerlo expande sus propios límites, y que la palabra princesa, a pesar de sus ruecas de plata, de sus quioscos de malaquita y de sus mantos de tisú, evoca también un mundo de desigualdades supremas y de privilegios insalvables.
Y así como en el rastro de los favoritos del talento o de la suerte, se puede seguir la pista de los desheredados del azar, de los olvidados de la historia o de los marginados del tiempo, en la palabra paz acecha la guerra, en la palabra amor duerme el olvido y en la palabra vida espera la muerte. Ese es el sino fatal de las palabras y ese es el destino que ellas imponen inevitablemente a los escritores, quizá, repito, porque ellas también nacieron como el hombre y son, como nosotros, pequeñas cosas hechas de barro, de dolor y de esperanza.
Esas son las palabras, estoy seguro, de las que hablaba Stefan Mallarmé. Las que permiten que Sir Stephen Hawking nos cuente la Historia del Tiempo desde una silla de ruedas que lo ha llevado hasta las fronteras más distantes del universo. Las que forman esas frases vagas y tenues suspiros con las que Rubén Darío recorre la lengua castellana en el lomo de un cisne hecho “de perfume, de armiño, de luz alba, de seda y de sueño”… Esas palabras con las un dios, crucificado hace dos mil años y que aun respira, perdonó a sus verdugos desde lo alto de una cruz… Esos signos en los papiros que provocaron que emperadores, papas y califas demasiado seguros ? o quizá demasiado inseguros de sus verdades ? en el curso de guerras por el poder y la riqueza, redujeran a cenizas la memoria del mundo antiguo en la ciudad de Alejandría.
Esas voces con las que un marinero genovés anunciara un nuevo mundo desde lo alto de un castillo de proa. Las palabras de los versos, las de los sueños, las de los corazones, las de los delirios de la esperanza; las que encantan, embriagan y pierden a los poetas y a los lectores.
Las que nos permiten a veces vivir en paz con el mundo, ? aunque siempre, siempre, como Antonio Machado ? en guerra con nuestras entrañas. Las que constituyen ? y perdónenme si no me canso de repetirlo junto con Octavio Paz, ? esa otra patria, profunda, personal e irremediable que no podemos abandonar si no queremos perdernos por los caminos de la Tierra.
Esas son las palabras a las que se refería el poeta Stefan Mallarmé en aquel anochecer de otoño junto al Sena. Esas palabras que se nos parecen tanto y que como nosotros huelen a lluvia y a hojas podridas y que están hechas, como nosotros, de amarga esperanza, de temores callados, de latidos que duelen solitarios o de algunos instantes, que como los caminos de Antonio Fernández Spencer, nunca terminan de pasar. En fin, esas palabras, que al igual que nosotros, están hechas de espera sin cesar, de espera siempre, desde el primer latido hasta el último aliento.
En síntesis
Conversación entre Paul Valery (en la foto) Stefan Mallarmé y Edgar Degas...
En uno de sus ensayos Paul Valery evoca una conversación que tuvo lugar en París, a principios del siglo XX entre el poeta Stefan Mallarmé y el pintor Edgar Degas. Valery no describe los detalles, pero a mí me gusta imaginar la escena en el mes de septiembre. Veo al poeta y al pintor juntos, frente a un ventanal por donde penetra el último fulgor de la tarde. Arriba, se extiende un cielo sin nubes, de un gris abismal; a lo lejos, el horizonte ha tomado tintes rojizos y tiñe de púrpura las aguas del Sena. Querido amigo, dice Degas, a veces intento escribir un poema, pero a pesar de tener una idea perfectamente clara de lo que deseo expresar, no lo consigo. Mallarmé, contempla por unos segundos las hojas muertas en el jardín y aquella melancólica escena de otoño le hace pensar en un viejo amigo que acaba de morir: el poeta Francis Vielé Griffin. Luego deja que sus ojos se pierdan en aquel cielo sin nubes, tan vertiginoso como una página vacía de palabras, y dice: Mi querido Edgar, es que los poemas no se escriben con ideas, se escriben con palabras. A Edgar Degas aquella sentencia le pareció tal vez un aforismo sutil, posiblemente un alarde de agudeza o quizá una frivolidad, pero cuidémonos nosotros de considerar superficial la afirmación de Mallarmé y no olvidemos que las palabras cuando existen en una dimensión literaria tienden a trascender su propia apariencia y a sobrepasar sus propios límites.

viernes, 18 de junio de 2010

"La muerte es la inventora de Dios"

Por Francesc Relea
El País 17/10/2009.-
Hay quien me niega el derecho de hablar de Dios, porque no creo. Y yo digo que tengo todo el derecho del mundo. Quiero hablar de Dios porque es un problema que afecta a toda la humanidad". José Saramago (Azinhaga, 1922) ha vuelto a escribir de un tema que le inquieta. Lo ha hecho esta vez a través de una figura bíblica con mala prensa. Caín (Alfaguara), última novela del premio Nobel de Literatura de 1998, tiene grandes posibilidades de levantar las iras de algunos sectores católicos. Nada nuevo para el escritor portugués, que en 1991 generó una polémica mayúscula con El Evangelio según Jesucristo. En aquella ocasión, el Gobierno luso se sumó a la campaña contra Saramago, al vetar su nombre como candidato al Premio Literario Europeo. El primer ministro era el conservador Aníbal Cavaco Silva. Hoy es el presidente de la República. El veto indignó al escritor, que decidió autoexiliarse en Lanzarote, donde reside con su esposa, Pilar del Río, desde entonces.
¿Se puede repetir la historia ahora con Caín? "No. Ya metieron una vez la pata. No repetirán la experiencia, a no ser que quieran caer en el ridículo", dice Saramago, con aparente convicción. La entrevista tiene lugar en su casa lanzaroteña, refugio del escritor, a la que acuden amigos de todos los rincones. Dentro de unas horas tiene prevista la llegada de Mario Vargas Llosa. "El Evangelio... provocó las reacciones más violentas en sectores católicos de Italia. Me llamaron provocador", explica. "En mi opinión, los católicos no tienen motivos para enojarse con Caín, porque no tiene nada que ver con ellos. El libro habla del Antiguo Testamento, y me parece que los católicos no leen la Biblia ni el Antiguo Testamento. Tienen el Nuevo Testamento, que es un texto simpático con parábolas bonitas. Creo que Caín sentará mal a los judíos, porque la Torá es su libro. Me llamarán de nuevo antisemita. No me importa. He escrito el libro que quería y creo que es una buena obra literaria". Una obra que reescribe libremente una historia, la Biblia, que según el autor no ocurrió. Y para ello usa elementos de esta historia, Babel, Jericó, Sodoma y Gomorra, Moisés en el Sinaí. Entonces ¿qué ha escrito? ¿Una fantasía? "Sí, pero en mis fantasías hay mucha lógica, y esto ocurre en muchos de mis libros. Le propongo al lector un punto de partida que puede parecer absurdo. Pero después, el desarrollo es siempre de una lógica impecable". Acaso pretende hacerle la competencia a la Biblia. "De ninguna manera. No pretendo que el lector crea haber visto la luz después de leer el libro. Sólo propongo que piense en sus propias creencias y qué espera de ellas. ¿La vida eterna? ¿La condena al infierno?".
En la controvertida novela del Evangelio, Saramago humanizó la figura de Jesucristo. Algunos lectores de su último libro apuntan que ahora humaniza la figura de Caín. Pone cara de póquer, medita un instante y hace la siguiente reflexión: "Lo que pasa es que Jesús humaniza la figura de Dios. Jesús suavizó y matizó el Dios del Antiguo Testamento. Nunca tuve la conciencia de que estaba humanizando a Caín, pero, claro, es el fratricida, el asesino de su hermano Abel. En castellano hay la palabra cainita, que habla por sí sola. Siempre he pensado que la historia de Caín es una historia que ha sido mal contada en la Biblia. Como la de David y Goliat. Goliat nunca ha podido acercarse a David, David venció porque tenía una honda, que era la pistola de la época".
De dónde viene esa obsesión por escribir de Dios, pregunto, porque el tema de fondo es Dios, aunque ahora sea a través de la figura de Caín. "Puede parecer extraño", dice. "Nunca tuve educación religiosa. Ni en el colegio, ni en casa. No tuve crisis religiosas en la adolescencia ni cuando uno empieza a preguntarse sobre la muerte. Sinceramente, creo que la muerte es la inventora de Dios. Si fuéramos inmortales no tendríamos ningún motivo para inventar un Dios. Para qué. Nunca lo conoceríamos". El ateísmo del autor tiene sus matices. "Ateo es sólo una palabra. En el fondo, estoy empapado de valores cristianos, y es verdad que algunos de estos valores coinciden con valores de humanismo. Los acepto. Ahora bien, todo lo que tiene que ver con la creencia en un Dios superior y eterno, que un día me condenará, me parece una chorrada".
Las páginas de Caín son implacables con Dios. "No", replica. "Soy implacable con la especie humana, que ha inventado el Señor". Bueno, pero el libro dice, entre otras cosas, que Dios no es de fiar, que es capaz de pactar con Satán, que está rematadamente loco. Le trata de rencoroso, maligno, corrupto... Le acusa de despreciar la Justicia. Y así hasta el final, donde afirma que Dios acaba por arrepentirse de haber creado el hombre. "Sí, por eso, según la Biblia, ordenó el diluvio y exterminó a la humanidad, a excepción de Noé y su familia. El libro es una lucha entre el hombre y Dios. Con Caín, que no era precisamente un santo sino todo lo contrario, pero en el fondo más limpio de mente y más transparente".
Mientras escribía, Saramago tropezó con un problema narrativo que parecía no tener solución: el paso de Caín por el tiempo. ¿Qué hacer? "Inventé, no el futuro ni el pasado, sino lo que llamo otro presente. De repente, Caín se encuentra en otro presente, no importa que sea pasado o futuro. Creo que conseguí conservar el humor en un tema tan complicado. El libro es divertido y profundamente serio". No es una ironía premeditada, asegura. Nunca premedita nada. La historia marca el camino de cómo tiene que ser narrada. "Soy una mano obediente que intenta no hacer nada en contra de la lógica y de lo que estoy escribiendo. Que acepta lo que quiere la propia historia. La ironía es una constante en todos mis libros. El humor aparece por primera vez en El viaje del elefante, y se repite en Caín. No fue una decisión consciente, simplemente ocurrió así".
La novela termina con una discusión, cargada de reproches mutuos, en el umbral de la gran puerta del arca de Noé, entre Dios y Caín: "Caín eres el malvado, el infame asesino de su propio hermano. No tan malvado e infame como tú, acuérdate de los niños de Sodoma". Es la eterna discusión entre el hombre y Dios, precisa el escritor. Una discusión sin salida. "Ni él nos entiende a nosotros, ni nosotros le entendemos a él. Son dos entidades que no se han entendido, no se están entendiendo y no se entenderán".
Saramago lo escribió en cuatro meses, la mitad del tiempo invertido en su anterior libro, El viaje del elefante. En ambos casos, reconoce, tenía prisa por escribir, en una carrera contra el tiempo. No podía bajar el ritmo. "Ahora ya puedo darme el lujo de reducir la velocidad. Cumpliré pronto 87 años. La vida es como una vela que va ardiendo, cuando llega al final lanza una llama más fuerte antes de extinguirse. Creo que estoy en el periodo de la última llamarada, antes de la extinción. Lo digo sin dramatismo. Tengo muy claro que no voy a vivir mucho más. Ahora estoy en una fase en la que sí creo que puedo hacer un trabajo y lo puedo hacer bien, quiero hacerlo. Después acabará todo y quedarán mis libros, que pienso seguirán siendo leídos. Espero, si la salud aguanta, terminar la novela que tengo entre manos". No revelará nada del próximo libro. Tan sólo un detalle: ya tiene decidida la última frase. No habrá sorpresas ni cambios sobre la marcha. No suele haberlos en su escritura. "Creo que soy un escritor lógico".
Pilar del Río va y viene por la casa, como siguiendo en la distancia la conversación. Saramago habla con cierta parsimonia, pero no da muestras de cansancio. Pasamos de la literatura a la política, su otra gran pasión. Le gusta hablar de política. Toma carrerilla y no para. Las primeras críticas son para el Partido Socialista (PS), que ha gobernado en Portugal los últimos cuatro años y medio con mayoría absoluta, y que seguirá en el poder después de ganar las elecciones del pasado 27 de septiembre. "El Gobierno socialista ha hecho políticas de derecha y el problema es que no hay ningún palacio de invierno para asaltar. Lo peor de todo, y esta crisis lo ha demostrado, es que la izquierda no tiene ideas. Ningún partido de izquierda, más o menos roja, más o menos rosa, ha presentado una sola idea para combatir la crisis. Y con los sindicatos ha ocurrido lo mismo. Su fuerza está dormida, domesticada. Me parece que Marx nunca ha tenido tanta razón como ahora. Pero eso no es suficiente. Haría falta una reflexión profunda, partiendo de Marx".
Es sabido que el premio Nobel portugués es militante del Partido Comunista desde los años sesenta. Un PC que no tiene parangón en la Unión Europea, de larga tradición estalinista, que sigue llamándose comunista, que conserva la iconografía bolchevique, hoz y martillo, bandera roja, que sigue soñando en épocas pasadas, probablemente más próximas a lo que representaba la antigua Unión Soviética, y que, contra viento y marea, tiene un electorado inquebrantable de medio millón de votos, que representa alrededor del 8%. El escritor admite que "es muy posible" que el PCP viva anclado en el pasado. "Lo que pasa es que tenemos una herencia, de la que no puedo despegarme. Y es posible que esta herencia no tenga mucho que ver con la realidad actual. Pero ¿por qué la realidad actual tiene razón?". Su militancia comunista tiene, probablemente, más de sentimentalismo que de convicción. "Los sentimientos cuentan. No me reconocería en ningún otro partido. Puede que sea mi culpa, y que esté enquistado en ideas del pasado, pero yo también tengo mi propio pasado. Francamente, no sabría convivir en otro partido si mañana dejara el PCP. No me pasa por la cabeza". Entonces ¿por qué sigue en el Partido? "Por respeto a mí mismo. He sido muy crítico con mi partido. Dije en una ocasión que nunca dejaría el partido, con una condición: que el partido no me deje a mí. Dejarme a mí sería un cambio radical de rumbo. No creo que eso ocurra". Tuvo una incursión, fugaz, en la política activa, cuando fue presidente de la asamblea municipal del Ayuntamiento de Lisboa. Duró cuatro meses y acabó enojado hasta con su propio partido. No le quedaron ganas de repetir la experiencia, aunque en alguna ocasión aceptó ir en las listas electorales en lugares no elegibles. "Creo que sería un diputado muy bueno", dice sin cortarse. "Siempre he dicho lo que he querido, y también es cierto que la dirección del partido nunca ha hecho nada para impedírmelo".
Saramago hace tiempo que no sube a su escritorio, en el piso superior de la casa, porque la estrecha escalera entraña un riesgo demasiado alto. El estudio tiene una hermosa vista con el Atlántico al fondo, la mesa de trabajo, anaqueles con los libros más queridos, pinturas, recuerdos. Ahora escribe en la biblioteca construida en un edificio anexo a la casa, que alberga su colección particular, convenientemente catalogada, a la espera de su traslado a la Casa dos Bicos, un edificio emblemático del gótico lisboeta, construido en 1523, que será la sede de la Fundación José Saramago, gracias a la colaboración del Ayuntamiento de la capital. "La fundación es cosa de Pilar", dice el escritor. La compañera inseparable, traductora de sus últimos libros, es el motor del engranaje. "No sólo el motor, también las ruedas". En la recta final de su vida, contempla una vuelta, tal vez parcial, a su querida Lisboa, donde tiene una casa. "Ahora nos vamos a Italia y luego nos quedaremos unas semanas en Lisboa. Allí siento que estoy en casa. Nunca pensé que viviría en una isla en medio del Atlántico, a 100 kilómetros de la costa africana". Todo parece a punto para el regreso.
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Caín. José Saramago. Traducción de Pilar del Río. Alfaguara. Madrid, 2009. 200 páginas. 18,50 euros. Caín. Traducción de Núria Prats. Edicions 62. Barcelona, 2009. 144 páginas. 18,50 euros.

El amor defendió a Saramago de la muerte hasta hoy

Carmen Sigüenza Madrid, 18 junio, 2010 (EFE).-
Con una mirada concienzuda y severa que cubría con unas gruesas gafas, José Saramago se presentaba en las entrevistas tranquilo y afable, pero siempre sabiendo que, además de desentrañar el argumento de su última novela, tenía que opinar sobre los últimos acontecimientos políticos y sociales.
Fue un creador ideológicamente activo y su voz recorrió el mundo para gritar contra la injusticia, la globalización o la pobreza. Un sentir humano que también le dio la profunda capacidad para amar y sentir pasión por la literatura.
"Nuestra única defensa contra la muerte es el amor" señaló este escritor luso que encontró la armonía del corazón con la periodista Pilar del Río, quien también fue su traductora.
Pero el compromiso con los débiles que ya lo dejó patente en 1980 en el libro "Alzado del suelo", donde daba cuenta del testimonio de la luchas de los campesinos, se multiplicó tras recibir el Nobel de Literatura en 1998, porque su voz, su altavoz, se multiplicó al tener que viajar por el mundo entero.
"Me gustaría -dijo a Efe cuando se reedito 'Alzado del suelo' en 2000- que la gente se haga esta reflexión: que los Derechos Humanos son incompatibles con la globalización económica, porque todos estamos controlados y no importa nada, lo que profetizó Orwel es una pálida sombra de lo que está pasando hoy. A los gobernantes solo les interesan los derechos políticos, pero los humanos no y son la clave de la existencia".
"Creo que es necesario más que nunca defender lo que se siente y ser libre. Y lo más importante: yo me siento libre y con voz propia para asumir lo que creo que es justo", dijo en la misma entrevista este escritor, que nació en una familia humilde de campesinos, en un casa en la que no había libros (el primero se lo regaló un amigo a los 18 años).
"Lo que cuenta es la capacidad del individuo para resistir a los cambios de su propia vida, y desde luego no se puede renegar de uno mismo", dijo en otra ocasión.
En 2008 con la experiencia que da el paso del tiempo, Saramago decía en una entrevista a Efe en Granada que la felicidad consistía en dar pasos hacia uno mismo.
"Siempre estoy atento a la realidad del mundo, tanto a las cosas buenas como a las malas, con la pretensión última de alcanzar la felicidad", un don que, en su opinión, se conseguía "dando pasos hacia uno mismo y mirando lo que se es".
Y, aunque creía que la literatura no podía cambiar el mundo, "porque si no ya habría cambiado y mucho", si pensaba que los autores, "aprovechando su situación, pueden concienciar a su auditorio para mejorarlo. Porque vivimos en un mundo horrible y nos parece que es el mejor".
En 2009 cuando presentó "Caín", criticado por la Iglesia católica y por los conservadores de su país, sostuvo que "el Dios de la Biblia no era de fiar".
"Dios y el demonio no están en el cielo ni en el infierno están en nuestra cabeza. Primero creamos a Dios y luego nos esclavizamos a él", explicó Saramago, que ya había causado las iras de la Iglesia con "El Evangelio según Jesucristo", en 1991.
Y cómo fue Saramago de niño lo contó en 2007, cuando publicó "Las pequeñas memorias". "Era un niño muy tranquilo, que no tenía caprichos. He sido siempre eso que se suele llamar un niño bueno, que acataba lo que le decían los mayores; no era humilde, pero era respetuoso, y, por encima de todo eso, era muy callado, me gustaba estar solo. Un niño que necesitaba amor", decía.
Después de mucha pobreza vendrían las palabras, la poesía, el periodismo, el éxito con sus novelas y el Nobel. "El triunfo nunca ha sido un objetivo para mi", precisó este hombre que persiguió la ética constantemente.
"El problema no es el mundo sino el hombre, que ha hecho del mundo un lugar lleno de injusticias, crueldades y torturas. Por eso, yo digo a veces que no nos merecemos la vida, una frase un poco retórica pero que encierra mucha verdad dentro".

Blanquinegros

Las nubes ocultaron
la suerte que vertí desde la hondura
de mi pena
de mis desoladas alas
de mis rotas y brumosas
andanzas juveniles trepadas
en andamios de sueños
confiadas en la inocencia dehiscentes de los niños

Mis alegrías eran grutas porosas
perneadas por repentinos golpes
de malezas
y salidas muertas y angostas
salidas que me entraban
a mundos nublados y de pastos secos
como el desierto que hierve
en confusiones
como el mar que mata las olas

Dominaba el mundo
desde las alturas rascando estrellas
pero mis pasos en tierra
los ríos que se mueven
en mis entrañas ceden sus caudales
a la tristeza
a todos los caminos que han empedrado
mi suerte
por el largo amor que resbaló
de súbito para morir ahogado
en las salivas que pasaban
predicando ternura.

Una ventanilla me regalaba El Mundo
un avión ensordecía el presente
avivaba las historias que se vestían de ternura
e inocencia
de papalotes y olor a libros de texto nuevos:
eran pensamientos blanquinegros
de mi infancia transparente
y una adultez que a prisa
quiere meterse entra las llamas y el humo
de un cigarro que se esconde
en los oscuros rincones de bares
que se alimentan de las penas.

Manolo Pichardo
Santo Domingo, D.N.
Marzo 14 de 2010.-

¿Cómo muere una lengua?

José Luis Aranda
El País 17/06/2010.-
Aunque parezca complicado, hay un país en el que cantar el himno es casi más difícil que en España. El pasado 11 de junio Sudáfrica inauguró su Mundial y el himno nacional sonó ante millones de telespectadores en todo el mundo. ¿Cuántos se dieron cuenta de que las 80.000 personas que abarrotaban el estadio Soccer City de Johanesburgo tuvieron que cambiar hasta cinco veces de lengua para entonar la canción al unísono? ¿Cuántos sabían que Sudáfrica tiene 11 lenguas oficiales? ¿Sabías que entre esas nueve lenguas no se encuentra el korana, que según la Unesco no hablan más de seis personas y es un firme candidato a unirse a la lista de idiomas extintos? ¿Cómo sobrevive y cómo muere una lengua?
A principios de este año, medios de todo el mundo celebraron un funeral por el idioma bo cuando la última hablante de esa tribu de las islas Andamán (India) falleció a los 85 años. Sin embargo, la lingüista Colette Grinevald, con cuatro décadas de experiencia de trabajo con lenguas indígenas americanas, pone en duda el concepto de último hablante: "Es un mito para periodistas, nunca se sabe cuál es la última persona que habla una lengua porque los últimos hablantes se esconden al ser una lengua despreciada". Grinevald (Argel, 1947) recuerda los primeros manifiestos a favor del plurilingüismo en los 80 y asegura que los lingüistas llegaron "con 20 años de retraso respecto a los biólogos" en la defensa de la diversidad. De vuelta a 2010, los programas se han multiplicado, pero no está claro que la ayuda sea suficiente y los expertos estiman que más de la mitad de las 6.000 lenguas que se hablan en el mundo están amenazadas.
De Kurdistán a Nicaragua
"El programa Sorosoro se inició en junio de 2008 tras dos años de reflexión y preparación. Su finalidad es contribuir a la salvaguarda de las lenguas y las culturas en peligro a través de los medios audiovisuales" cuenta Rozenn Milin, directora de esta iniciativa de la Fundación Chirac, la organización creada por el ex presidente francés. Nacida hace medio siglo en la Bretaña francesa, en cuya lengua lanzó una televisión bilingüe pionera en Francia, Milin relata por correo electrónico que se concienció definitivamente sobre la diversidad cultural en un viaje al Kurdistán turco a principios de los 80: "Había un pueblo sin apenas electricidad con un único aparato de televisión en la plaza. Todos miraban el mismo programa: ¡la serie americana Dallas traducida al turco! Eso me provocó vértigo. Era como una señal de alarma".
En esa misma época, las señales de alarma del Kurdistán eran ya un grito desesperado en la selva centroamericana. Grinevald llegó en 1984 a Nicaragua, donde la revolución más linda del mundo cruzó su destino con el del pueblo rama, una comunidad que no llega al millar de personas. "Llegaron llorando al Gobierno sandinista porque habían perdido su lengua. La despreciaban tanto que la habían perdido", cuenta telefónicamente desde Lyon, en cuya Universidad da clases y forma parte del laboratorio Dinámica del Lenguaje. Como este pueblo indígena de la costa atlántica nicaragüense no hablaba castellano sino inglés criollo, los sandinistas pidieron ayuda a Grinevald, entonces profesora en la Universidad de Oregon (EE UU).
Un cuarto de siglo después, la hazaña profesional de Grinevald continúa. Su desprecio hacia "el hablante que asume un estatus por ser el último", le ha llevado a despreocuparse por saber si cuando llegó al territorio de los ramas había más o menos de cinco personas capaces de hablar en esa lengua de la familia chibcha. Lo importante es que dio con una: "Los hablantes se escondían, pero busqué y al final encontré una viejecita que la conocía muy bien y estaba dispuesta a enseñarla". De las conversaciones con Miss Nora (fallecida en 2001) hasta hoy, la situación ha cambiado mucho: "Todos quieren aprenderla. Quieren hablar por la calle y que otros los reconozcan como ramas. No es para expresarse sino por identidad, en eso hemos ganado la batalla".
Los jóvenes ramas, como sus padres, no hablan la lengua, pero chapurrean algunas expresiones. "Los europeos creen que rescatar es que vuelva a hablarse como lengua materna, pero hay pocos ejemplos de eso. Los más conocidos son el hebreo y el irlandés. Ambos son proyectos estatales con una inversión enorme", dice Grinevald. Más modesto es el proyecto Turkulka.net, un diccionario online de unas 3.500 palabras. "¡Hasta los japoneses pueden saber que existimos!", exclamaron los ramas al verlo por primera vez.
Divulgación en la Red
Todo ese trabajo no pasó desapercibido para Sorosoro, que cuenta con Grinevald en su consejo científico y que también ha encontrado en la Red una aliada. "Lo que defendemos, en el fondo, es la idea misma de diversidad, que es necesaria para el ser humano", señala Milin. Su punta de lanza es el portal Sorosoro.org (disponible en español) y que incorpora un canal en Youtube para ver los trabajos de sus equipos de campo. Vídeos como los que acompañan este artículo; en los que Jean Emile y Henriette nos enseñan a contar en punu o a decir los días de la semana en mpongwe, una de las más de 40 lenguas que conviven en Gabón y a la que las previsiones más optimistas atribuyen unos 4.000 hablantes. Sus oyentes potenciales se cuentan ahora, sin embargo, por millones.
La idea, como la de los numerosos recursos online de otras organizaciones similares, es convertir al potencial enemigo en aliado: la Unesco ha alertado en varias ocasiones del peligro para la uniformización cultural que supone Internet, donde el 90% de contenidos se escriben en apenas una docena de lenguas. Y es que la Red refleja lo que es la Humanidad. "Yo creo que alrededor de un 50% de las lenguas actuales no llegarán al siglo XXII", señala Carme Junyent desde la Universidad de Barcelona. Esta profesora de lingüística es una de las pioneras del estudio de lenguas amenazadas en España. En 1992, creó junto con unos alumnos el Grupo de Estudio de Lenguas Amenazadas.
Junyent, a la que cuesta localizar al teléfono en su despacho, describe una actividad frenética que les ha llevado a inventariar unas 300 lenguas con presencia en Cataluña , del catalán a hasta cinco variedades de chino aportadas por la inmigración. Un trabajo desbordante en un grupo de apenas siete personas que nació para promover el estudio de lenguas olvidadas en la facultad. "Fracasamos rotundamente en este sentido", reconoce sin sonar demasiado nostálgica, "en cambio hemos descubierto que en Cataluña se hablan muchas lenguas y se llevan a cabo iniciativas que las dignifican".
Intrínsecamente multilingües
Las palabras vergüenza y dignidad suenan continuamente en boca de las personas que saben cómo mueren las lenguas. Cómo sus hablantes las matan por vergüenza a usarlas en público. Cómo la presión de otra lengua dominante les hace creer que la suya es menos digna. Sobre esas situaciones recibió una inesperada lección Grinevald cuando estaba casada con un "americano monolingüe" y vivía en EE UU. Un día, su hijo mayor le dio patadas al salir del cole por hablarle en francés ante sus compañeros. La solución fue ampliar su horizonte: "Cuando cumplieron cuatro y seis años me llevé a mis hijos a Francia y vieron que allí todos hablaban francés. Vieron que yo no era una loca, sino francesa".
"Hay una pequeña falacia: todo el mundo piensa que es mejor hablar una lengua para comunicarse, pero hay casos que contradicen esto" señala Iraide Ibarretxe, profesora de la Universidad de Zaragoza, en la que organizó este mismo año un Curso de lenguas en peligro de desaparición y procesos de revitalización. Las contradicciones son fundamentalmente dos: la tendencia de las lenguas a diversificarse cuando crece la comunidad de hablantes -"La lengua es un ser vivo y va a ir cambiando. Ahora se habla de varios ingleses, no ya solo de británico o americano"- y las capacidades cognitivas del ser humano, que es "intrínsecamente multilingüe" como muestran los habitantes de países como India o Papúa-Nueva Guinea, donde todo el mundo maneja varias lenguas.
Ibarretxe, que es bilingüe en castellano y euskera, cuenta que el curso partió de la idea del otro profesor coordinador, Alberto Hijazo, al entrar en contacto con las lenguas indígenas de California, pero su contenido se adaptó a la situación española. "En Zaragoza estaba el maremágnum de la ley autonómica de lenguas, había mucha desinformación y se pensó que podía ser interesante". El aragonés, con unos 10.000 hablantes, es una de las cuatro lenguas de España que aparecen en el Atlas de la Unesco de lenguas en peligro, junto con asturiano, aranés y euskera. Tanto Junyent como Ibarretxe alertan de que estas iniciativas enmascaran una diversidad lingüística mayor. Para Grinevald, que se considera "medio baturra" porque aprendió español en Zaragoza y visita asiduamente Cataluña desde hace cuatro décadas, el problema de la defensa de lenguas minoritarias en Europa va más allá: "Es interesante que no se traduce en una solidaridad con las lenguas americanas, es una batalla entre élites europeas".

Globalismo: ir por lana...

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 18/06/2010.-
Los globalistas, académicos e intelectuales que, creyéndose dueños del mundo tras el colapso del bloque soviético, armaron de la mano de los sectores dominantes del mundo occidental industrializado todo un marco teórico para promover las bondades de la mundialización de la economía con la intención de crear un solo marcado financiero, bursátil, comercial, crediticio y monetario.
En el fondo de las bondades predicadas para justificar lo que conocemos como globalización, estaba el desmantelamiento de las barreras arancelarias para que funcionara de forma eficiente el mercado global tras un inducido frenesí consumista que daría oportunidad al accidente industrializado de incrementar su producción de bienes para colocarla en el inmenso ejército de consumidores que tapiza los países del tercer mundo o en vías de desarrollo.
Pero yendo por lana han salido trasquilados porque resulta que Estados Unidos y su hermano siamés, Reino Unido, principales promotores de la globalización, jamás sospecharon que su fortaleza industrial y económica sería una debilidad frente a la pobreza de ciertos países como China, la India y otras naciones de economías emergentes, que instrumentalizaron su condición económica para sacar ventaja a la globalización. Estas naciones pobres se abrieron al mercado y con su mano de obra barata comenzaron a atraer capitales de los países industrializados que de a poco se van convirtiendo de supermercados de bienes y servicios, en clientes consumidores de los bienes que sus industrias producen en aquellos países.
Aquella empobrecida China calculada como gran mercado por las potencias occidentales a propósito de sus 1300 millones de potenciales consumidores, le vende al mundo el 60 por ciento los reproductores de DVD que compra, el 60 por ciento de los zapatos que calzamos; desplazó a Alemania como la tercera economía industrializada del planeta; amenaza con desplazar a Japón, e incluso al propio EE.UU. con una balanza comercial que le deja maltrecho frente al gigante asiático que el pasado año vendió más autos que el país norteamericano, 13,64 millones frente a 10,43.
El BRIC, ese bloque de naciones compuesto por Brasil, Rusia, India y China, es una consecuencia directa de la lana que llega a los que debieron ser trasquilados y hoy irrumpen como actores de primera línea en el nuevo orden económico mundial que crearon sin darse cuenta los globalistas.

lunes, 14 de junio de 2010

China exige a EEUU que no culpe a otros de sus problemas económicos

Pekín, 14 jun (EFE).- China pidió hoy a los responsables políticos estadounidenses que "dejen de culpar a otros de los problemas económicos de Estados Unidos", como respuesta a nuevas presiones de Washington para que el régimen comunista revalúe la moneda nacional, el yuan o renminbi. "No es razonable politizar la cuestión de la tasa de cambio del yuan, ni practicar proteccionismo comercial contra China con la excusa de ese problema, eso sólo dañará a ambas partes", aseguró hoy el portavoz de turno del Ministerio de Asuntos Exteriores, Qin Gang, citado por la agencia Xinhua.
Las palabras de Qin se producen pocos días después de que el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, asegurara ante el Congreso de EEUU que la reticencia de China a revaluar su moneda está frenando la recuperación económica en todo el mundo.
En la comparecencia de Geithner -quien recientemente debatió con líderes económicos chinos en Pekín la cuestión del yuan- congresistas norteamericanos aseguraron que pedirán sanciones contra aquellos países "cuya tasa de cambio no es igual a su valor justo".
Qin aseguró que China, frente a lo que se suele asegurar en círculos americanos de EEUU, "no persigue superávits comerciales y está incrementando activamente las importaciones a EEUU para impulsar lazos comerciales positivos y equilibrados".
"Una apreciación del yuan no resolverá el desequilibrio de la balanza comercial, o problemas de Estados Unidos tales como su baja tasa de ahorro, el alto consumo basado en el endeudamiento o la fuerte tasa de desempleo", concluyó.

domingo, 13 de junio de 2010

La amenaza real de la Flotilla de la Libertad

Por Noam Chomski
Tomado de Web Islam 13/06/2010.-
El violento ataque de Israel contra la Flotilla de la Libertad, que transportaba ayuda humanitaria a Gaza, ha escandalizado al mundo.
Secuestrar embarcaciones en aguas internacionales y asesinar pasajeros es, por supuesto, un crimen grave.Pero el crimen no es algo nuevo. Durante décadas, Israel ha estado secuestrando embarcaciones entre Chipre y Líbano, y matando y secuestrando pasajeros, a veces reteniéndolos como rehenes en prisiones israelíes.
Israel da por sentado que puede cometer impunemente estos crímenes porque Estados Unidos los tolera, y Europa, generalmente, sigue el ejemplo de EEUU.
Como observaron correctamente los editores de The Guardian el 1 de junio: “Si un grupo armado de piratas somalíes armados hubiera abordado ayer seis embarcaciones en alta mar, matado a cuando menos diez pasajeros y lesionado a muchos más, una fuerza de trabajo de la OTAN ya estaría encaminada hoy a la costa somalí”.
En este caso, el tratado de la OTAN obliga a sus miembros a acudir a la ayuda de un país miembro de la OTAN –Turquía– atacado en alta mar.
El pretexto de Israel para el ataque fue que la Flotilla de la Libertad estaba llevando materiales que Hamás podría utilizar para disparar cohetes contra Israel.
El pretexto no es creíble. Una razón suficiente es que Israel puede poner fin a la amenaza de los cohetes por medios pacíficos.
Los antecedentes son importantes. Hamás fue identificado como una importante amenaza terrorista cuando triunfó en las elecciones libres celebradas en febrero de 2006. Estados Unidos e Israel incrementaron bruscamente su castigo a los palestinos, ahora por el crimen de votar de forma equivocada.
El sitio de Gaza, incluyendo un bloqueo naval, fue un resultado de esa estrategia. El sitio de Gaza se intensificó marcadamente en 2007, después de que una pequeña guerra civil dejó a Hamás el control del territorio.
Lo que comúnmente ha sido descrito como un golpe militar de Hamás, fue, de hecho, incitado por EEUU e Israel, en un crudo intento de anular las elecciones que llevaron a Hamás al poder.
Esto ha sido del dominio público desde por lo menos abril de 2008, cuando David Rose informó en Vanity Fair de que el entonces presidente de EEUU, George W. Bush; su asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, y el segundo de esta, Elliott Abrams, “apoyaron a una fuerza armada bajo las órdenes del hombre fuerte de Fatah, Muhammad Dahlan, encendiendo un cruenta guerra civil en Gaza y dejando a Hamás más fuerte que nunca”.
El terrorismo de Hamás incluyó el lanzamiento de cohetes contra los pueblos israelíes cercanos –acto criminal, sin duda, pero sólo una diminuta fracción de los crímenes rutinarios de EEUU e Israel en Gaza–.
En junio de 2008, Israel y Hamás llegaron a un acuerdo de alto el fuego. El Gobierno israelí reconoce oficialmente que, hasta que Israel violó el acuerdo el 4 de noviembre de ese año al invadir a Gaza y matar a media docena de activistas de Hamás, esta no disparó un solo cohete.
Hamás ofreció reanudar el alto el fuego. El Gabinete israelí analizó la oferta y la rechazó, prefiriendo lanzar su asesina invasión de Gaza el 27 de diciembre.
Como otros estados, Israel tiene el derecho de defenderse. Pero ¿tenía el derecho de emplear la fuerza en Gaza en nombre de la autodefensa?
La ley internacional, incluyendo la Carta de la ONU, es inequívoca: una nación tiene tal derecho sólo si ha agotado los medios pacíficos. En este caso, la utilización de tales medios no fue siquiera intentada, aunque –o quizá porque– existían todas las razones posibles para que tuvieran éxito.
Así, la invasión fue pura agresión criminal y lo mismo puede decirse de que los israelíes hayan recurrido a la fuerza contra la flotilla.
El sitio es salvaje, diseñado para mantener apenas vivos a los animales enjaulados para esquivar las protestas internacionales, pero difícilmente más que eso. Es la última etapa de planes israelíes trazados hace tiempo y apoyados por Estados Unidos para separar Gaza de Cisjordania.
La periodista israelí Amira Hass, una destacada especialista en Gaza, describe la historia del proceso de separación: “Las restricciones sobre el movimiento palestino que Israel introdujo en enero de 1991 revirtieron un proceso iniciado en junio de 1967. En ese entonces y por vez primera desde 1948, una gran parte del pueblo palestino vivió nuevamente en el territorio abierto de un solo país –uno, por cierto, que estaba ocupado, pero era sin embargo entero–”.
Hass concluye: “La separación total de la Franja de Gaza de Cisjordania es uno de los logros más grandes de la política israelí, cuyo objetivo último es impedir una solución basada en decisiones y acuerdos internacionales y, en lugar de eso, dictar un acuerdo basado en la superioridad militar israelí”.
La Flotilla de la Libertad desafió esa política y, por tanto, debía ser destruida.
Ha existido un marco para solucionar el conflicto árabe-israelí desde 1976, cuando los estados árabes introdujeron una resolución en el Consejo de Seguridad que planteaba un tratado basado en dos estados en las fronteras internacionales, incluyendo todas las garantías de seguridad de la Resolución 242 de la ONU, adoptada después de la guerra de junio de 1967.
Los principios esenciales cuentan con el apoyo de prácticamente todo el mundo, incluyendo la Liga Árabe, la Organización de Estados Islámicos (incluyendo Irán) y actores relevantes que no son estados, entre ellos Hamás.
Pero EEUU e Israel han encabezado el rechazo a tal acuerdo durante tres décadas, con una excepción crucial y altamente informativa. En su último mes en el cargo de presidente de EEUU, en enero de 2001, Bill Clinton inició negociaciones israelo-palestinas en Taba (Egipto) que casi alcanzaron un acuerdo, según anunciaron los participantes, antes de que Israel pusiera fin a las negociaciones.
Hoy persiste el cruel legado de una paz fallida.
La ley internacional no puede ser aplicada contra estados poderosos, salvo por sus propios ciudadanos. Eso siempre es una tarea difícil, particularmente cuando opiniones bien articuladas declaran que el crimen es legítimo, ya sea de manera explícita o mediante una argumentación que parta de la adopción tácita de un marco criminal –lo cual es más malicioso, porque hace invisible el crimen–.

sábado, 12 de junio de 2010

Cria cuervos…

Por Rafael Sánchez Cárdenas
Perspectiva Ciudadana 10/06/2010.-
Cuando el 15 de septiembre del año 2008, en horas de la mañana, Lehman Brothers anunciaba la quiebra de sus operaciones, el efecto de aquel anuncio fue parecido al de un torpedo atómico. La cadena de quiebras derivadas hizo desaparecer, solo en EE.UU., a más de 105 pequeños bancos y a una imprecisa cantidad de negocios medianos y pequeños.
Cada hora alguien se sumaba a la creciente muchedumbre de desempleados que el vendabal financiero arrastraba consigo hacia el pozo de la pobreza. Colas interminables de ciudadanos acudían en pos de su seguro por desempleo, en tanto otros clamaban por la pérdida de los seguros de salud. El malestar social en EE.UU, Europa y el resto del planeta campeaba por sus fueros.
Y mientras la gente perdía la estabilidad de sus vidas y familias, los gobiernos acudían en apoyo a los bancos con sumas millonarias de los fondos públicos, que permitió el salvataje de la hoy ya aliviada banca internacional. Los estados fueron más que generosos al acudir en auxilio de aquellos, que con mañoserías, metieron al mundo en el atolladero de la crisis internacional presente.
Uno de los efectos de esa generosidad estatal ha sido el déficit público de los gobiernos, que tratando de evitar la recesión económica asumieron la recomendación de los organismos multilaterales de financiamiento y de los foros de análisis económico que recomendaron acudir a las llamadas políticas anticíclicas. Mediante ellas los gobiernos aumentaron la inversión pública, así fuera a costa de endeudarse, con la finalidad de estimular la economía, mejorar la demanda de bienes y servicios, así como detener las pérdidas de empleos.
Paradojas de la vida, ahora el mundo financiero salvado con el dinero público ataca a los estados con medidas especulativas. Acusan a la clase política de promover con gastos excesivos los déficits públicos de los estados, obligándoles a reformas que preserven la desregulación financiera, pero que sí reduzcan las conquistas sociales de los trabajadores.
Promueven la reducción de las jubilaciones y los salarios, alargando la edad de jubilación, abaratando el despido, subiendo impuestos como el IVA (ITBIS) y rematando con el control del endeudamiento que los estados han usado para el estímulo de la economía que ellos dañaron.
Bajo el argumento del déficit y el endeudamiento públicos la saga financiera ha retomado el control de las economías y puesto en jaque a los propios gobiernos que le dieron vida.
Los gobiernos criaron cuervos y hoy son sus víctimas.

Libélula libre

La liviandad de su espíritu
salta entre nenúfares
para huir del viento que le persigue
del viento pesado que cargó de violencia el desamor
Ya en su pensamiento no hierve
el alma con pisadas de mastodonte
porque hasta en sus huesos y músculos
hasta en su piel no tan virgen
es una libre libélula
atrapada en desencuentros

Oculta sus ojos del Sol
para no revelar su angustia
y las debilidades que le corroen
que le llevan a disparar palabras
a disparar ademanes lágrimas gritos y murmullos
para escudarse para salvar lo que queda
de su nimbo maltrecho
de la estela de espumas limpias
que se enturbiaron en los tropezones recónditos
que apañó la niebla diurna
y citadina

Ya es una pluma:
levita:
no es el ave dura que rompía el aire
no es la voz que firme prescindió de escudos
para avanzar como obelisco
sin resquicio para las dudas
sin recodo para ocultar los lodos indelebles
que persiguen a los mortales:
no tienen pesas sus zapatos
y sus pies son hojas sueltas y tiradas
que van por donde soplan los verbos
sórdidos y seductores.

Manolo Pichardo
Santo Domingo, D.N.
12 de junio de 2010.-

viernes, 11 de junio de 2010

El nacimiento del “concho”

Por Manolo Pichardo
Listín Diario 11/06/2010.-
A decir de Niní, lo que conocemos como el “concho” inició quizá por los años cuarenta o cincuenta.
Para la época la ciudad de Santo Domingo se reducía a la Ciudad Colonial, Ciudad Nueva, San Carlos, San Lázaro o algún villorrio cercano a estos. Las grandes distancias no existían en la capital; para trasladarse a Mendoza, un semillero de barrios ubicados en la zona oriental de lo que hoy es el Distrito Nacional, se debían tomar unos minibuses destartalados considerados como parte del servicio de transporte interurbano.
Los que vivían al Este del río Ozama llamaban la “ciudad” a la parte Oeste que servía de nicho a la Policía Nacional, el Congreso de la República y el resto de oficinas gubernamentales.
Todo según Niní, mi abuelo materno, que en asuntos de conocimiento fue casi un ayo para mí, pues de niño, bajo la sombra de una enramada que protegía de la intemperie su enorme banco de carpintería, me guiaba por los senderos de la historia, la política, la economía y toda disciplina que atrapaba en la lectura y el oído sin ayuda de la academia.
Mis habituales encuentros con él se produjeron antes de mis ocho años, para entonces era un furibundo seguidor de Juan Bosch y escogidista empedernido. Aunque fue mi primer orientador decidí ser liceísta, y cuando resolvió adversar a don Juan desde su piel hasta sus vísceras, porque prefirió seguir siendo de los blancos, me cambié a morado, pero lo amé hasta el día en que partió para siempre, pues ambos nos ligamos por toda la “eternitud”.
Entre el melódico ruido del serrucho y los golpes secos del martillo fluían sus charlas en castellano limpio; siempre alardeaba de que había sido chofer del periódico La Nación, ya que conducir un vehículo para aquellos años era un privilegio, pues los autos no abundaban y mucha gente se movía a pie o a caballo. En uno de esos arranques de orgullo me contó lo del origen del “concho”.
Todo comenzó, según lo que mi memoria guarda, con un señor al que apodaban Concho que en un carro de su propiedad decidió trasladar a personas desde un extremo de la calle El Conde hasta el otro. El invento gustó y la gente comenzó a montarse en el carro de Concho que luego fueron dos y más, hasta convertirse en sistema de rutas que nunca se han desvinculado del apodo de su creador.
En aquel momento fue una idea genial y provechosa, hoy día, con una ciudad atestada de personas, resulta inapropiado, anticuado, costoso y “arrabalizador”.

jueves, 10 de junio de 2010

El buen gobierno reelegirá al partido

Por Víctor Tirado
Especial para UMBRAL
10/06/ 2010.-
El señor Alejandro Santos, jefe de la misión del FMI que visitó la República Dominicana entre el 18 y el 28 de mayo pasado, dijo en Washington DC que los primeros resultados del programa económico de las autoridades han sido realmente impresionantes. Confirmó que existe una clara expansión económica reflejada en un crecimiento del 7.5 por ciento del PIB durante el primer trimestre del 2010, sobre la base de una expansión a tasa saludable de las exportaciones e importaciones, las recaudaciones de impuestos y el crédito privado; y que si no fuera por la inestabilidad de los precios de los combustibles, la inflación estaría por debajo de los dígitos estimados por el Banco Central de 6 y 7 por ciento. Además, el FMI espera que el crecimiento real del PIB para el resto del 2010 sea entre un 5 y 5.5 por ciento. Eso significa que la República Dominicana superará durante el 2010 la estimación que pronosticara la CEPAL, de un crecimiento económico regional, entre un 4,1 y 4,5 por ciento. Quiere decir también que ha sido una agradable constante el hecho de que nuestra economía haya crecido de manera sostenida durante los 10 años que lleva el Partido de la Liberación Dominicana dirigiendo los destinos del país; y explica también los constantes elogios y reconocimientos que el presidente Leonel Fernández recibe en las más prestigiosas academias de análisis e investigación política y económica internacionales.
Lo bueno es que esas cifras reflejan la razón fundamental del apoyo que ha venido teniendo el PLD en todos los procesos electorales posteriores al 16 de mayo del 2002. En el exterior, un gobierno de Leonel Fernández es visto como sinónimo de crecimiento económico con baja inflación. En el país, la gente percibe, recibe y aprecia los frutos de ese comportamiento estable de nuestra economía. Es obvio que la población percibe que se ha duplicado su ingreso per cápita en los últimos 6 años. Las políticas sociales no han sido el resultado de proyectos coyunturales sino de ejecuciones que han sido planificadas en el marco serio y solidario de programas sociales de desarrollo integral.
Ante un panorama tan favorable y a escasos dos años de la contienda electoral del 2012, es entendible e inevitable que se hable de reelección. Se acepta inclusive que una vez asuman sus funciones las nuevas autoridades municipales y congresuales elegidas en el pasado torneo electoral, el tema de la reelección salga al debate cotidiano. Sin embargo, lo ha hecho, al parecer, antes de tiempo. Para el PLD, la escuela política creada por Juan Bosch, se entiende que el tema haya sido traído por las mangas cortas del PRD. Una maniobra que busca, como todos sabemos, desviar la atención de las verdaderas causas de la derrota de ese partido, encontradas en dos puntos fundamentales: primero en las correctas y bien valoradas ejecutorias económicas y sociales del gobierno peledeista y progresista, y luego en las crudas contradicciones y frecuentes peleas entre los pepehachistas y varguistas.
Lo que debemos evitar los peledeistas y demás defensores del gobierno de Leonel Fernández es
dejarnos arrastrar por el único adversario político a una estéril discusión sobre la reelección
presidencial, porque marcada por ellos nos llevaría a una posible división. Es una crisis posible que tenemos que advertir e impedir a toda costa. Al día de hoy varios ciudadanos que se consideran con capacidad, mérito y derecho para aspirar a la presidencia de la República han anunciado su intención de proponerse a tales fines. Ante esa realidad, el deber de todos los peledeistas es: primero seguir trabajando por el bienestar de todos los dominicanos, segundo continuar observando la realidad política para actuar en observancia de los principios y valores ineludibles enseñados por el maestro, y tercero, defender y apoyar incansablemente todas las iniciativas del presidente Fernández como líder de nuestro proyecto de nación, y con ello respetar las legítimas aspiraciones de los dirigentes que han demostrado lealtad, confianza y solidaridad permanente.
Los resultados electorales del pasado 16 de mayo indican que el pueblo dominicano incrementó el mandato otorgado al PLD para que sea el partido que asuma las responsabilidades en los asuntos de interés nacional, y ese mandato no puede ser delegado en un adversario político. Por tanto, es necesario que retomemos el camino del trabajo. En las acciones que ejecuta el gobierno debe quedar el sello de los principios y valores defendidos desde nuestros orígenes, deben apartarse los vicios que hayamos podido incubar en el trayecto recorrido hasta hoy, debemos esforzarnos por el interés colectivo y poner a un lado el interés personal, debemos ver a nuestros compañeros como aliados y no como adversarios, tenemos que evitar los enfrentamientos estériles entre nosotros y con los miembros de otras organizaciones políticas, tenemos que ser solidarios, buscar en todos los rincones del país y el extranjero a aquellos compañeros que desde el principio lo dieron todo a favor de la causa defendida por Don Juan y que nos ha llevado con el carisma de Leonel a tres períodos de gobierno. No debe quedarse rezagado u olvidado ningún compañero que se haya fajado desde la fundación del partido en 1973. Los hay en no pocos lugares que una vez ido el maestro abandonaron el trabajo político y la lucha partidaria. A ellos tenemos que rescatar no para tareas coyunturales sino para darles responsabilidades en esta causa que sigue siendo posible si reconocemos que podemos alcanzarla con el compromiso social y la acción solidaria.
La reelección es un tema que debemos discutir con todo el mundo. No debemos temer a defenderla o a rechazarla per se. Lo que tenemos que cuidar es el hecho de hablar de ella cuando le convenga al país y a nosotros. Hablar con altura, con respeto, con argumentos jurídicos, políticos y morales, sin necesidad de imponer nada a nadie. Hemos ayudado a construir una democracia más participativa, más social y más humana. Y esa democracia dominicana que ha sido fortalecida sobre la base de nuestro sacrificio, debe pasar de una forma de gobierno a constituir una forma de vida. Eso es lo que le falta, que los valores democráticos se practiquen en la vida personal, familiar y social de los dominicanos. Ese es el reto del país en los más de dos años de gobierno que le quedan a Leonel Fernández y también del gobierno que se inicie el 16 de agosto de 2012; sea que la mayoría de los dominicanos decida renovarle el apoyo al presidente, o lo que también le agradaría a él, que decida a favor de otro compañero de los que legítimamente aspiran y a favor del cual tendremos que trabajar sin descanso. Ante todo, deben estar presentes entre nosotros los aspectos que garantizan la reelección del partido: el buen gobierno y la UNIDAD.

sábado, 5 de junio de 2010

Nuevas pruebas de que el dictador Pinochet acumuló una fortuna robando

La Justicia, que ordenó el embargo de los bienes de Pinochet, quien estuvo al mando de Chile de 1973 a 1990, había determinado en principio que el dictador había acumulado una fortuna de 26 millones de dólares, de los que más de veinte millones no tenían justificación.
Santiago de Chile
EFE 04/06/2010.-
Augusto Pinochet acumuló una riqueza superior a 21 millones de dólares, de los que sólo dos millones tienen una justificación contable, según informaron este viernes expertos de la Universidad de Chile al juez que indaga el origen de la riqueza del dictador.
"Es un total de 21 millones y fracción de dólares. Hay una parte que está justificada que es todo lo relativo a lo que él percibió por concepto de remuneraciones de distintas fuentes, que son cerca de dos millones de dólares", explicó el juez del caso, Manuel Valderrama, a los periodistas."Lo demás está en estudio respecto al origen de ese dinero", añadió el magistrado, que es el tercero que investiga en Chile el origen de la fortuna del dictador fallecido en diciembre de 2006.La investigación, que inició el juez Sergio Muloz y prosiguió después Carlos Cerda, se abrió tras el descubrimiento de numerosas cuentas secretas que Pinochet mantenía en el Riggs Bank de EE.UU. y otras entidades financieras del exterior.La Justicia, que también ordenó el embargo de los bienes de Pinochet, quien estuvo al mando de Chile de 1973 a 1990, había determinado en principio que el dictador había acumulado una fortuna de 26 millones de dólares, de los que más de veinte millones no tenían justificación.Para establecer la real cuantía de esa fortuna, negada por la defensa y los familiares de Pinochet, hace un tiempo la justicia dispuso la realización de un peritaje externo, a cargo de expertos de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, que fue entregado hoy al juez Valderrama."Esta información es fundamental para los pasos a seguir en el proceso", consideró Valderrama tras recibir el texto, de 70 páginas.Los expertos universitarios tuvieron durante su trabajo, como peritos adjuntos, a especialistas designados por el Consejo de Defensa del Estado (CDE), que es parte querellante en el proceso, y también por la defensa de la viuda e hijos de Augusto Pinochet.El abogado Eduardo Contreras, primero que se querelló en Chile contra Pinochet por violaciones de los derechos humanos, puso en duda que el dictador haya acumulado 21 millones de dólares en forma limpia."Es muy fácil en un sistema como el nuestro ocultar fortunas poniendo los recursos a nombres de terceros y de sociedades", dijo Contreras a los periodistas."Aunque así fuera, esta modesta suma de más de 21 millones de dólares no tiene en absoluto relación con los ahorros que puede tener un oficial del Ejército", añadió.Cuando falleció, el 10 de diciembre de 2006, Pinochet estaba procesado en este caso por fraude al Fisco y uso de pasaportes falsos y desaforado (paso previo al procesamiento) por malversación de caudales públicos.