jueves, 22 de abril de 2010

¡El pus revienta!


¿Qué hará la iglesia católica para que los feligreses puedan confiar en sus pastores? ¿Bastará con pedir perdón por los años de silencio y encubrimiento? ¿Qué garantiza que esta antigua práctica perversa termine con este escándalo mayúsculo? ¿Dónde están seguros nuestros niños? La fe católica, ya muy debilitada en el mundo, se enfrenta a retos difíciles para sobrevivir y hacer creíbles los códigos morales que sustentan en sus mensajes y literatura. Caricaturas como la que publico circulan con profusión en la red como para curarnos de espantos.

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