martes, 26 de febrero de 2008

Mentiras sobre el 11 de septiembre


El 11 de septiembre de 2001 el pueblo de los EE UU fue víctima de un horrendo atentado terrorista que estremeció los simbólicos cimientos del poder económico y militar, y pretendió alcanzar los del poder político. El pánico se apoderó de los que manejan los hilos del poder, y en medio del caos, según especulan algunos analistas estadounidenses, Donald Rumsfeld, secretario de defensa, el vicepresidente Richard Cheney y todo el llamado equipo de Los Halcones, de forma precipitada y sin atender a llamados de algunos asesores, lazaron brutales ataques contra Afganistán, para eliminar a los fanáticos talibanes que suponían respaldaron a los miembros de Al Qaeda que hicieron estallar sendos aviones en las torres gemelas.

Aunque ciertamente las investigaciones posteriores apuntaron a que el líder de Al Qaeda se refugiaba en aquel país, de repente el secretario de defensa, según dice Richard Clarke, el mayor experto antiterrorista de los gobiernos del actual presidente de EE UU y de Bill Clinton, en su libro Contra todos los enemigos, puso la vista en Irak a pesar de que nunca se aportaron pruebas de que el régimen de Hussein financiara terroristas. El afán de Rumsfeld tenía sus orígenes en el viejo conflicto entre Irán e Irak, en el que su país apoyó al dictador para debilitar al pueblo de los ayatollá, pero que, ante la amenaza de que los soviéticos entraran al conflicto para respaldar a los iraníes, los estadounidenses estrecharon relaciones con Israel y esto obviamente degeneró en una serie de acontecimientos que quebraron la relación de Rumsfeld y Hussein.


Sea como fuere, por caprichos personales o los negocios que muchos denuncian se hacen con esta guerra iniciada sobre la base de la mentira, siguen muriendo soldados invasores y ciudadanos de aquel país, mientras crece el odio contra un pueblo que no es responsable de las agresiones que acometen sus gobernantes poniendo sus vidas en riesgo de muerte y enfermedades por la paranoia que desata este “veitnamizado” conflicto.

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