Listin Diario 31/12/2010.-
El 2010 rodó sobre acontecimientos que llamaron la atención del mundo. A Haití le tocó abrirle la puerta con el devastador terremoto del 12 de enero que mató a cerca de 300 mil personas. Hoy 31, día de su expiración, cierra en el mismo escenario de tragedia, atrapado en los escombros que va dejando el cólera con la estela de muerte que ya ha arrojado al vacío más de mil 700 vidas.
Chile también fue abrazado por la tragedia: seísmo, mineros atrapados y el desmoronamiento de una coalición progresista que en 20 años fue sepultando el autoritarismo de Pinochet; Chinchilla subió en Costa Rica para continuar con el desprecio de los gobernantes costarricenses por sus vecinos; Dilma alcanzó la Presidencia cabalgando sobre la popularidad de Lula, el hombre que dejó a Brasil en la ruta del Primer Mundo, y Santos en Colombia, subió para retomar el diálogo en busca de la reconciliación.
Néstor Kirchner, responsable de resucitar a la Argentina de la muerte económica dejó de existir; el controversial Carlos Andrés Pérez a los 88 años de edad, también partió para siempre, y por ese sendero de final desconocido, le acompañó tras màs de ocho dècadas vividas, el mismo día, el expresidente Salvador Jorge Blanco. Ambos socialdemócratas, ambos enfrentaron revueltas sociales y ambos fueron perseguidos ¿por la justicia?
Los rescates siguieron su onda expansiva y Grecia y otros respiraron; Berlusconi se tambaleó pero el Hombre del Maletín le salvó el pellejo y podrá seguir gobernando con la ayuda de su imperio mediático y los escándalos de faldas que le han acompañado durante su singular gobierno; Ecuador con sus policías desafiando a Correa, las Coreas en tensión, el Medio Oriente y el empuje económico chino, pusieron su estampa.
El acontecimiento de mayor impacto es, a mi juicio, la filtración de material de carácter íntimo en Wikileaks, el sitio web dedicado a revelar informaciones consideradas secretas, pues esta página ha desnudado el talante imperialista de los EE.UU al publicar más de 250,000 documentos diplomáticos en el que el Departamento de Estado pide espiar a presidentes de países “hostiles”, aliados, líderes mundiales e instituciones como la ONU.
Julian Assange, creador del portal, con la hazaña de su empresa, ha puesto en apuros a la diplomacia estadounidense, porque aunque se sabe que el mandatario John Adams dijo que “Estados Unidos no tiene amistades permanentes, sino intereses permanentes”, los gobernantes de aquel país han sabido embaucar a algunas naciones para hacerles creer que son y serán sus aliados y protegidos sin importar el rumbo que tome el mundo.
Los informes revelados por Wikileaks demuestran que los EE.UU siguen actuando como la superpotencia que lideraba el mundo occidental durante la Guerra Fría, sin darse cuenta que el dominio de la agenda económica está creando un equilibrio de poder distinto.
Lo develado marcará un antes y un después, inaugurará una nueva diplomacia que estará signada por la desconfianza hacia los EE.UU, y ello ayudará a acentuar este nuevo equilibrio de poder global, porque lo de Wikileaks fue tambièn un terremoto impactante.
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